Como ten�a una calentura impresionante decid� ir a ver a
Susana, una profesional de primer nivel a la que acud�a en casos de urgencia. La
llam� y arreglamos para la una. Ten�a su departamento muy bien puesto en un piso
veinte y era un placer extra contemplar la ciudad mientras te echabas un polvo o
te hac�a una impresionante mamada.

Despu�s de m� subi� al ascensor una se�ora a la que no prest�
mucha atenci�n, estaba ensimismado pensando en el impresionante ojete de Susana.

Volv� a la realidad justo en el momento en que,
simultaneamente, el ascensor se deten�a y quedaba a oscuras.

-�Ay! -grit� la mujer- �qu� pas�?

-No tengo idea �dije- se abr� cortado la fuerza motriz.

-Que miedo me da -coment� mientras se acurrucaba al lado mio-
disculpame, pero estas cosas me asustan muchisimo.

Le dije que no se hiciera problemas y que se tranquilizar�,
seguramente no ser�a nada grave y se solucionar�a enseguida. Intent� buscar el
bot�n de alarma pero me fue imposible, practicamente estaba inmovilizado por que
no dejaba de agarrarme apretandom� cada vez m�s fuerte.

-Quedate tranquila -insist�.

-Si, si -contestaba sin soltarme y moviendos� nerviosamente.

En un momento sent� el roce de su mano en mi verga, al
instante se repiti� y luego la dej� apoyada en mi bragueta.

Me dije si eso la tranquiliza, a m� no me molesta. Intent�
recordar como era pero le hab�a prestado tan poca atenci�n que s�lo registre que
se trataba de una mujer grande, de m�s de cincuenta a�os.

La presi�n de su mano surti� efecto, se me empez� a parar la
pija. Sin decir una palabra, al sentir como se iba endureciendo, me baj� el
cierre y la sac�. Empez� a pajearme mientras gem�a en mi oido. Cuando consider�
que hab�a alcanzado una consistencia apetecible, se puso de rodillas y
metiendosel� en la boca, comenz� a mamarla.

Siempre hab�a fantaseado con cojerme una veterana pero por
m�s que lo hab�a intentado, nunca se me di�. Ahora impensadamente se me estaba
haciendo realidad y como la chupaba muy bien, me relaj� y la dej� hacer.

Fu� una mamada extraordinaria, me chup� hasta la �ltima gota.
Nunca me la hab�an tratado tan bien con la boca. Ni siquiera Susana que era una
experta profesional.

Apenas tuve tiempo de guardarla cuando se prendi� de nuevo la
luz.

-Disculpame, pero el p�nico me produce una pulsi�n sexual que
no puedo contener -dijo la mujer.

-No te preocupes, la verdad que estuvo muy buena la chupada
-contest� convencido de lo que dec�a.

-�En serio te gust�? �Quer�s que la sigamos en casa?
�pregunt� insinuadoramente.

Ante tal oferta no me pod�a negar, sobre todo ahora que la
hab�a visto bien. Tendr�a unos 55 a�os pero un cuerpo que envidiar�an muchas
j�venes. Estaba elegantemente vestida y con el toque justo de maquillaje para
resaltar su condici�n de se�ora.

Entramos al departamento, muy prolijo y con detalles en la
decoraci�n que reafirmaban su buen gusto, y me ofreci� una copa. Por un momento
pens� que se tratar�a de una profesional, en ese edificio hab�a muchas, pero
enseguida me d� cuenta que estaba equivocado.

Se llamaba Elsa y era viuda. Su marido la hab�a dejado en una
buena posici�n econ�mica y adem�s dirig�a una escuela de danzas que era, seg�n
ella junto con coger, la pasi�n de su vida.

Si bien la oscuridad despertaba sus instintos sexuales, la
luz no los inhib�a. Al contrario parec�a que el contacto visual la potenciaba.

-Es mucho m�s linda y grande de lo que me pareci� en el
ascensor -dijo al verme la pija parada.

Para m� tambi�n verla desnuda fu� una motivante sorpresa. Si
bien estaba un poco rellenita, la firmeza de sus carnes, producto de la danza
sin duda, la hac�an una mujer con un componente tremendamente sexual.
Contrariamente a lo habitual en las bailarinas, Elsa ten�a un excelente y gran
par de tetas.

En la cama me empez� a mamar acomodandos� para que yo pudiera
retribuirla chupandol� la concha, cosa que hice con mucho agrado, como siempre
porque soy un gustoso mamador de conchas.

Luego de un momento de mutuos lenguetazos que nos puso a tono
se la met� y comenzamos la garchada. Era una m�quina de coger, gozaba casi
continuamente. No se cuantos orgasmos hab�a tenido cuando me pidi� que le
hiciera el culo.

-Me encanta, hac�melo bien hondo, con todo.

-Seguro,quedate tranquila que te voy a meter hasta las bolas,
ya vas a ver.

Estabamos en eso, yo con la verga enterrada y observando como
se le frunc�a el ojete al comp�s de mis entradas y salidas y ella gimiendo de
gozo, cuando o� que se abr�a la puerta de la habitaci�n.

-�Que pasa aqu�? Parece que mi hermanita tiene un bomboncito
y se lo est� comiendo solita.

-Pens� que dorm�as -contest� Elsa entrecortada ya que yo no
cesaba de cojer.

-Si, dorm�a pero me despertaron tus acabadas de yegua puta.

-No seas mal hablada y ven� . Pedro, te presento a mi
hermanita Lucrecia-me dijo Elsa.

La hermanita ya estaba en bolas, me di� un beso y se subi� a
la cama. Era menor pero no mucho y estaba tambi�n realmente buena aunque era de
un estilo m�s vulgar que Elsa.

-Humm. Que buena verga ten�s, guardame un poquito para m�.

Se acomod� para que Elsa le chupara la concha y as� seguimos.
Yo ya no daba m�s entre la presi�n que ejerc�a el ojete de Elsa en mi pija e
incentivado por la mamada de concha que estaba presenciado.

-No sab�s lo buena que est� -le dij� Elsa a la hermana
levantando la cabeza- �La quer�s probar?

-Si, me muero de ganas.

Se invirtieron las posiciones y Lucrecia pas� de chupada a
chupadora mientras yo me dispon�a a penetrarle la vagina.

-Haceme el culito primero.

Culito era un decir porque era un tremendo culazo, m�s grande
que el de Elsa y ten�a el agujero tan dilatado que la poronga entr� sin ning�n
esfuerzo. Evidentemente era una experimentada cogedora anal.

-Chicas, estoy a punto de acabar �qui�n quiere la leche?
-pregunt� caballerescamente al rato de bombearle el culo a Lucrecia.

-Acab� con Elsa, que yo despu�s me desquito.

Volv� a meterla en el culo de Elsa mientras ellas hac�an un
69 y Lucrecia me acariciaba las bolas. Acab� llenandole el ojete de guasca,
cuando la saqu� Lucrecia me la agarr� y con la lengua la limp�o toda, hasta la
�ltima gota.

-Ven�, vamos a mi cuarto as� la dejamos descansar a Elsita.

-Si chicos vayan, yo no doy m�s, me voy a dormir. Hasta
ma�ana.

Yo tampoco daba m�s pero Lucrecia se las arregl� para tenerme
despierto y adentro de ella casi toda la noche.

Era insaciable, no pod�a tener un agujero vacio asi que
cuando yo se la daba por el orto, ella se met�a un porongo de latex en la
concha, que mudaba al culo cuando mi pija cambiaba de agujero.

Con la boca cuando no me la chupaba, no paraba de gemir y de
hablar. Era tan mal hablada que hasta me impresionaba a m�, que no soy ning�n
exquisito.

Salvo el gusto por coger, no ten�a nada que hiciera suponer
que era hermana de Elsa. Por su incontinencia verbal me enter� que en realidad
eran medio hermanas. Su padre, viudo cuando ella era muy chica, se cas� con la
madre de Elsa, tambi�n viuda. Se criaron juntas y se adoran, pero cada una es
como es.

Tambi�n me enter� que al ascensor no fue un accidente.

-Tiene una gran habilidad, primero apaga la luz y enseguida
apreta el bot�n de frenar y abre un poco la puerta de adentro para que nadie
pueda llamarlo, siempre lo hace cuando sube con alg�n pendejo como vos que la
calienta. Vienen a lo de alguna de las putas que hay en el edificio. �A quien
ven�as a ver vos?

-A la del piso veinte.

-Saliste ganando, te ahorraste la guita, te cojiste a dos
veteranas putonas que adem�s, modestia aparte, est�n requetebuenas, �no es
cierto?.

La verdad es que ten�a raz�n, con Susana me hubiera hechado
un polvo y nada m�s, en cambio con ellas tuve una noche de fiesta y gratis.

A las ocho de la ma�ana, desp�es de mi cuarto polvo con ella
prepar� un desayuno sensacional para recuperar fuerzas y fue a despertar a Elsa.

Estabamos comiendo y charlando divertidamente cuando Lucrecia
dijo:

-Elsita, se me acaba de ocurrir una idea genial, hoy va a
venir a almorzar Roxana para festejar su cumplea�os. �Que te parece si le
decimos a Pedro que invite a dos amigos y nos hacemos una fiesta completa? A
Roxana le va a encantar, con lo puta que es.

-Que idea genial �dijo Elsa� �vos pod�s conseguir a alguien
que venga?

-Si �dije pensando en Roberto y Marcelo.

-Bueno llamalos ya �me dijo ansiosa Lucrecia

Llam� a Roberto, que es madrugador, y despu�s de ponerlo
rapidamente al tanto de la situaci�n le encargu� que lo llamara a Marcelo.

-No se si va a poder, es domingo y almuerza con los padres,
pero no te hagas problema a alguien con ganas de coger voy a conseguir.

-Confio en vos, caete alrededor de la una. -le d�a la
direcci�n y me desped�.� Listo chicas, asunto arreglado.

-Barbaro �dijo Lucrecia� bueno vos anda a dormir un rato que
debes estar muerto y ten�s que recuperarte as� a la tarde pod�s repartir pijazos
y leche a lo loco.

-No seas guasa �le dijo Elsa� el chico se va a asustar.

-Quedate tranquila, despu�s de una noche con Lucrecia no me
asusta nada de lo que pueda decir.

Me fu� a dormir, que falta me hacia, mientras que ellas
preparaban el almuerzo. Pero antes me enter� que Roxana era la mejor amiga ambas
y la quer�an agasajar con todo en su cumplea�os n�mero 54, tambi�n me enter� que
era brasilera aunque hac�a muchos a�os que viv�a aqu�, que se hab�a casado con
un argentino, del que estaba separada, que era contadora y que ten�a una hija
que era una mulata sensacional. En consecuencia Roxana era negra, con lo que se
me cumplir�a otra de mis fantas�as, coger con una mujer de color. A pesar de la
excitaci�n que esto me produc�a enseguida me dorm�.

-Pedro, llegaron tus amigos �dec�a Elsa mientras me
despertaba.

Medio dormido me levant� y cuando los vi me despert� de
golpe. No estaba Marcelo. A Roberto lo acompa�aba el burro Ledesma, a quien
llamaban as� no por su falta de inteligencia, precisamente.

-�Sos loco! �le dije llevandolo aparte� como lo traes al
burro

-Y que quer�s, fue al �nico que consegu�, pero quedate
tranquilo no va a pasar nada, estas veteranas deben tener la concha bien
estirada.

Ledesma era un muchacho macanudo, buen amigo, pero ten�a un
problema, la pija m�s grande, en todo sentido, ancho y largo, que se puedan
imaginar. Una vez se la medimos y no lo pod�amos creer, ten�a 26 cent�metros de
largo y una circunferencia de 20.

Lo que aparentemente podr�a ser motivo de envidia, para el
era un problema. No hab�a muchas mujeres, ni siquiera profesionales, que se la
bancaran y la mayor parte de las veces terminaban pajeandol�.

-Sabes que pasa, son tipas macanudas y no quiero tener ning�n
problema con ellas.

-Quedate tranquilo, el burro es macanudazo, a lo sumo tendr�
que hacerse una paja.

Ese d�a no paraba de tener sorpresas, cuando lleg� Roxana
cas� se me para el coraz�n pero por suerte s�lo se me par� la pija.

Era una negra impresionante, grandota con un par de melones
incre�bles y un culo, famosos son los culos brasileros, que hac�a honor
sobradamente al pa�s de origen. Cumpl�a 54 pero no aparentaba m�s de 40. A
partir del momento en que la v� no pude dejar de pensar en los polvos que me iba
a echar con ella. La preocupaci�n por Ledesma qued� en el olvido.

Adem�s de buenas garchadoras, Lucrecia y Elsa eran eximias
cocineras. El almuerzo estuvo exquisito. Acompa�ado por un buen vino y una
conversaci�n intencionadamente sexual hizo caldear el ambiente a tal punto que
terminamos tomando el caf� todos en bolas.

-�Que es eso! �exclam� jocosamente Lucrecia cuando vi� la
poronga de Ledesma tremendamente erecta.�Pibe vos sos un anormal, esa pija a mi
no me cabe ni en la boca. �y uniendo la palabra a la acci�n se la agarr�,
consiguiendo introducirse s�lo la mitad del glande.

-�Ay burrito, a mi me encantar�a comertela pero, sin
ofenderte, me parece que me voy a quedar con las ganas! -dijo Elsa modosamente.

-Ustedes son unas mariconas �fue el comentario de Roxana
mientras se re�a� en lugar de enfrentar el desaf�o, arrugan. �Ten�s alg�n
antepasado negro?

-Que yo sepa, no �contest� timidamente mientras dejaba que
Roxana se la acariciara.

-Disculpenm� �dijo Lucrecia� ustedes van a pensar que yo
estoy en pedo, irme con tanta pija dura, pero tengo que dormir un rato, estuve
toda la noche de joda y toda la ma�ana cocinando, no doy m�s. Por favor alguno
de ustedes despierteme en tres horas con una buena chupada de concha, chau.

-Ven� Roberto, vamos a la cama �dijo Elsa llevandosel�
agarrada de la pija.

Roxana ya estaba de rodillas chupandosela a Ledesma
apoltronado en el sof�. Como era bocona pod�a meterse la cabeza y un poquito m�s
pero para el burro eso era el sumum, no se si no era la primera vez que se la
mamaban. Me sente al lado del burro y enseguida manoteo mi pedazo pajeandom�.

Nos chupaba y pajeaba alternadamente.

-Pedrito, cogeme, por favor, necesito sentir la concha llena
�me pidi� en un momento.

Sigui� mamandosel� a Ledesma mientras yo me arrodille atr�s y
se la daba en posici�n de perrito. El espectaculo era impresionante. Ten�a la
sensaci�n de estar en una pel�cula de Stagliano. Ese culo merec�a una pel�cula y
una pija, as� que se la saqu� de la concha y se la apoye en el ojete que
rapidamente la hizo desaparecer dentro de el. Despu�s de un rato Ledesma se la
meti� en la vagina y yo, que no se la hab�a sacado del orto, sent� la presi�n
que ejerc�a al penetrarla tal pedazo de carne. Roxana casi ni se inmut� y
disfrutaba cada segundo a juzgar por la cantidad de orgasmos que ten�a.

-Cambiemos de posiciones -dijo Roxana- quiero que me hagas el
culo Ledesma.

-�Est�s segura? �pregunt� asustado el burro

-Me muero de ganas, dale no tengas miedo que no sos el primer
burro que me monta.

Ahora sent� la sensaci�n de que se le achicaba la vagina
cuando Ledesma le penetr� el culo.Tal fu� la presi�n y tanta mi calentura que
enseguida estuve a punto para acabar.

-Dame tu leche en la boca -me pidio Roxana cuando se lo dije.

Me la exprimi�. Hasta la �ltima gota no dej� de
succionarmela. Tranquilizado por la acabada decid� dedicarme a mirar el
espectaculo que era el burro haciendole el orto. Era increible ver como se la
sacaba dejandole s�lo la punta adentro y lentamente se la volv�a a meter hasta
que su panza chocaba con las nalgas de ella, quedando afuera no m�s de dos
centimetros. Repet�a el movimiento una y otra vez acompa�ado por un suave gemido
de Roxana que ten�a en su cara un gesto de m�xima placidez.

Era un expectaculo conmovedor y excitante. Enseguida se me
empez� a parar la pija de nuevo.

En ese momento vinieron Elsa y Roberto y tambi�n se quedaron
asombrados de que tremenda pija estuviera tan comodamente encajada en el ojete
de Roxana. Elsa sinti� el impacto y al ver que yo la ten�a parada, me la empez�
a chupar, enseguida se pleg� Roberto y desp�es de unos lambeteos Elsa quiso que
la penetraramos los dos a la vez. Yo me encargu� del culo y Roberto de la
concha. Estabamos ocupados en eso cuando escuchamos al burro decir que iba a
acabar.

-Acabame adentro, llename el culo, por favor, llenamel� de
leche �ped�a desesperada Roxana.

La acabada de Ledesma fu� interminable. Cuando se la sac�,
ella fue corriendo al ba�o taponandos� con una mano el culo que, a pesar del
cuidado, igual chorreo algo de guasca.

Nosotros seguimos con lo nuestro mientras el burro se tir� en
el sof� agotado y satisfecho. Cuando volvi� Roxana se sent� al lado de �l
mirando como nosotros atend�amos a Elsa.

-Ay querido, que bueno que estuvo. Que cantidad acabaste, en
lugar de echarme un polvo me hiciste una enema �le dijo sonriente.

Con Roberto acabamos casi al mismo tiempo dejando tan
satisfecha a Elsa que despu�s de varios minutos de quedarse tendida en la
alfombra, segu�a con una sonrisa en los labios.

Era hora de despertar a Lucrecia, tarea que le encomendamos a
Ledesma mientras nosotros preparabamos la merienda.

Parece que la chupada de concha del burro fue muy buena
porque cuando vinieron a merendar Lucrecia no ten�a m�s que gestos y palabras de
halago para �l.

El tema de conversaci�n de la merienda fue el pedazo de
Ledesma. Elsa le conto a Lucrecia como Roxana se la hab�a comido por el culo y
ambas le preguntaban cosas.

El burro no cab�a en s� de orgullo cuando escuchaba lo que
dec�a Roxana sobre las sensaciones inigualables que sinti� con la poronga
adentro y yo, la verdad, me sent�a muy contento por �l. No s�lo hab�a podido
coger, tambi�n era reconocido y halagado por sus dotes.

-A mi me gustar�a probarla, pero me da miedo �dijo Elsa.

-Yo ni loca, a lo sumo le har�a una paja y me tomar�a la
leche. �comento Lucrecia.

La conversaci�n fu� caldeando los animos y todos estabamos
dispuestos para la fiesta, que ahora s�, ser�a completa porque hasta torta y
velitas hab�a.

-Quiero ver como te hace el ojete el burro �le dijo Lucrecia
a Roxana.

Ledesma se acomod� y lentamente se la fue metiendo hasta
perderse adentro del orto. Lucrecia despu�s de observar un instante, caliente
como una yegua, me pidi� que se lo hiciera a ella, cosa que enseguida imitaron
Elsa y Roberto.

-�Quer�s probarla? �le dijo Roxana a Lucrecia �es algo digno
de no perderse.

-Me asusta.

-Dale, animate, despues de todo te est�s comiendo la de Pedro
que tampoco es chica.

-Pero est� dentro de lo normal.

-Y bueno metelo al burro dentro de lo normal. �le contest�
Roxana mientras hacia salir a Ledesma. �ven� metesela a ella.

Yo le dej� el lugar, pero antes de que el burro se la metiera
Roxana le unt� el ojete que ya estaba bastante dilatado con una crema lubricante
con algo de xilocaina que ten�a en la cartera. Con asombro vimos como poco a
poco fue entrando la pija del burro en ese ojete. Lucrecia al principio amag�
resistirse pero tranquilizada por Roxana, que despu�s nos enteramos hab�a
iniciado en el sexo anal a ambas, poco a poco la fu� recibiendo toda.

Incentivada por el gesto de placer de Lucrecia y por el clima
de calentura que invad�a el ambiente, Elsa tambi�n se anim� y fu� felizmente
penetrada por Ledesma que, cosa que nunca hab�a so�ado, se hab�a hecho tres
ortos en un d�a.

-Ten�as raz�n Roxana, el orto no se rompe, se estira. Nunca
pens� que me pod�a tragar semejante trozo, esa pija es increible �fu� el
comentario de Elsa, compartido por Lucrecia, luego de recibir una descarga
infernal de semen en el orto.

La fiesta sigui� como hasta las doce de la noche hora en que
ya no dabamos m�s, para que tengan una idea mi �ltima acabada en el culo de
Roxana fu� de una sola gota, y ademas al otro d�a hab�a que trabajar.

Pero todo no termin� ah�. Formamos un grupo muy unido y la
verdad que las chicas eran de fierro, tanto para coger como para cualquier otra
cosa. Cuando alguno las necesitaban, ellas estaban ah�, igualmente nosotros con
ellas. Las fiestas se repitieron, cada quince d�as o a lo sumo un mes, nos
recluiamos un fin de semana para disfrutar de buena compa��a, y,
fundamentalmente, de buenas cogidas y mamadas.

A partir de ese d�a al burro Ledesma se le cambi� la vida.
Roxana se lo llev� a vivir con ella, cosa que le vino muy bien an�mica y
econ�micamente, ya que redujo sustancialmente sus gastos. Estimulado por ella
volvi� a estudiar y logr� terminar su carrera, que casualmente era la de
ciencias econ�micas. Y como si esto fuera poco se cog�a normal y simultaneamente
a Joana, la hija de Roxana, una mulata infernal y glotona como la madre, de la
que tambi�n pude disfruar ya que era participante casi habitual de nuestras
fiestas.

Como feliz corolario Ledesma termin� siendo socio de Roxana
en su estudio contable y, cuando Joana qued� embarazada de alguno de sus novios,
caballerescamente el se hizo cargo y se cas� con ella.

Bueno, tengo que dejar de escribir porque, casualmente, hoy
nos reunimos con las chicas. Seguramente sera la ultima fiesta de Joana antes de
que nazca el bebe.

PD. Recibo criticas y halagos, escribanme.