Relato: El camping, con mi hermana





Relato: El camping, con mi hermana

Mi familia dispone, desde hace a�os o, mas bien desde que
naci� mi hermana, de una bonita caravana, con la que hemos pasado los mejores
ratos de nuestra vida, y luego sabr�n por qu�. Era una alternativa a las
vacaciones convencionales en hotel, excesivamente caras para nuestra econom�a, o
en el pueblo, de las que mis padres estaban hartos. Tenemos unos amigos que nos
animaron en la compra, por ser ellos veteranos campistas, de tal modo que desde
que mi hermana vino al mundo, lo cual fue una bendici�n para todos, pasamos
nuestras vacaciones cada a�o en un sitio distinto, viviendo mil aventuras,
algunas de ellas merecedoras de ser contadas, lo que me dispongo a hacer en esta
historia.


Tratar� de describir sucintamente a mi familia a fin de que
nos vayamos situando. Mi padre trabaja en una empresa de venta de autom�viles,
se llama Dami�n y tiene 39 a�os. Mi madre es maestra y tiene 35; se llama Luc�a.
Yo tengo 15 a�os y mi nombre es Dami�n, como mi padre y, por el momento,
estudio; por �ltimo, mi hermana tiene 13 a�os y se llama Pilar.


Como dec�a, nuestros veraneos se ce��an a localizar un lugar
atractivo, dirigirnos a �l con nuestra caravana, instalar nuestro avance y
disfrutar las 2 o 3 semanas que cog�amos todos los a�os.


Durante nuestros primeros a�os, los viajes resultaron
fant�sticos, pero los que vinieron cuando crecimos mi hermana y yo, fueron a�n
mejores.


Nuestra caravana, de 4,90 m. Resultaba espaciosa para los
cuatro, componi�ndose los 3 distintos cuerpos interiores en: sal�n/dormitorio de
mis padres, cocina/ba�o/armario ropero y saloncito/cama doble en la trasera de
la caravana. Ni qu� decir tiene que los tres compartimentos eran independientes
y se pod�an aislar del resto con puertas correderas que permit�an una mayor y
relativa intimidad.


Habitualmente las camas estaban hechas, pues en el interior
de la caravana no hac�amos mas que dormir, siendo en el avance en donde hac�amos
las pocas comidas que realiz�bamos en la caravana y la poca vida familiar que
ten�amos, por lo que ir a acostarse era una sencilla labor de entrar en la
caravana y tenderse sobre nuestras camas siempre hechas.


La vida en la caravana propicia una intimidad especial, por
sus reducidas dimensiones, por el contacto permanente las 24 horas del d�a,
etc., de tal modo que hay ciertas actividades que conviene organizarse para
llevarlas a cabo con la conveniente intimidad, tales como cambiarse de ropa,
hacer nuestras necesidades en el peque�o water de la caravana, etc. A pesar de
todo, es inevitable el incurrir en alg�n desliz que nos pone en evidencia ante
nuestra familia, lo cual es relativamente irrelevante dado nuestro cercano
parentesco. As�, suele ocurrir que cuando mi madre o mi padre o mi hermana, se
est�n cambiando de ba�ador o visti�ndose para salir, etc., nosotros, mi hermana
y yo casi siempre, solemos pasar sin mayores miramientos y sin llamar a la
puerta, con lo que sorprendemos a nuestros padres desnudos en mas de una
ocasi�n. A nosotros nos ocurre lo mismo, pero mis padres suelen ser mas
prudentes y tienen la precauci�n de llamar antes de entrar. Todas estas cosas,
son normales en la convivencia de la caravana, por lo que tampoco le d�bamos
mayor importancia, apuntando el hecho para hacer evidente el grado de intimidad
que compart�amos, para aquellos que no lo han vivido nunca.


Aquel verano de mis 15 a�os, yo ya llevaba 3 o 4 a�os atr�s
percibiendo lo que era notorio para mi edad y con la relativa intimidad que
puede proporcionar la caravana, y es que mis padres, casi todas las noches, se
dedicaban a echar un polvo� o dos, hacia las 2 o las 3 de la ma�ana, cuando
ten�an la certeza de que nosotros ya dorm�amos. Yo me sol�a despertar, sobre
todo por que el movimiento de la caravana al vaiv�n de los de mis padres, que se
hac�a ligeramente sensible. Yo estaba descansado normalmente y mi sue�o era
ligero, con lo que cualquier peque�o ruido o movimiento, eran suficientes para
despertarme. De hecho, hab�a llegado a escuchar con claridad, en estas dos o
tres primeras noches de la caravana, los suspiros y gemidos de placer que
emit�an, especialmente mi madre. A m� me violentaba la situaci�n, por lo que
trataba de no darle mas importancia y me sol�a colocar mis cascos para o�r
m�sica mientras duraba la "tormenta".


La noche que hizo la tercera en el camping y a la hora
habitual, comenz� la fiesta de mis padres y yo, como ven�a haciendo, me puse mis
casos para o�r m�sica, pero algo sucedi� distinto, y es que mi hermana tambi�n
se despert� y dirigi�ndose a m� para preguntarme, me dijo: "Oye Adri�n, que
hacen pap� y mam�?" Yo elud� la respuesta y trat� de que volviese a dormir, pero
ella insisti�: "Pues si t� no lo sabes, yo s� lo s� lo que hacen". Yo,
sorprendido, volv� a evitar responder directamente y le dije que no me importaba
lo que hiciesen. Nuevamente mi hermana volvi� a la carga, esta vez para decirme
que desde el armario se pod�a ver el habit�culo de nuestros padres por una
grieta que ten�a el panel de madera que lo separaba de su habitaci�n y que ella
iba a mirar, pues ya lo hab�a hecho en otras ocasiones el a�o pasado. Yo le
recrimin� su actitud y le dije que si hac�a eso se lo dir�a a mis padres, pero
no sirvi� de nada. Con sumo cuidado y en silencio, sali� de nuestra habitaci�n y
se dirigi� hacia el armario y, abri�ndolo, se introdujo dentro. Yo vi esta
maniobra desde nuestra habitaci�n, cuya puerta hab�a quedado abierta.


Al cabo de unos minutos en los que yo estaba mas que
intranquilo, volvi� mi hermana, y con una sonrisa maliciosa me dijo: "De verdad
que no quieres verlo? Lo est�n pasando en grande; venga, ven conmigo. Si no se
van a enterar tal y como est�n!" Y re�a. Yo, que no sab�a que hacer, al final
ced� al requerimiento de mi hermana que tiraba de mi brazo. Ambos nos
introdujimos en el armario, con cierta dificultad por sus reducidas dimensiones
y nos aprestamos a mirar por una gran grieta que efectivamente hab�a en la junta
del panel de madera con la pared de la caravana. Yo, por arriba y mi hermana
miraba desde algo mas abajo.


Mis padres, a pesar de la oscuridad, eran perfectamente
visibles, pues la luz del camping se filtraba a trav�s de los visillos de sus 2
grandes ventanas y pude comprobar que efectivamente estaban haciendo el amor, mi
madre colocada a cuatro patas sobre la cama y mi padre, de rodillas tras ella,
la penetraba desde atr�s. Me sorprendi� el vaiv�n de las tetas movi�ndose al
comp�s que marcaba mi padre. Me avergonc� de verles en esa posici�n y en esa
situaci�n, pero mantuve mi observaci�n unos minutos, atra�do y asombrado del
espect�culo. Mi hermana, por el contrario, no solo no se le ve�a violenta, sino
que parec�a disfrutar del mismo, y en la oscuridad del armario, notaba por una
gota de luz que nos entraba, que sonre�a con los ojos muy abiertos.


En un momento determinado yo not� que entraba en erecci�n,
haci�ndole notar a mi hermana el hecho con la presi�n de mi creciente pene en su
baja espalda, por lo que, llegado un momento de m�xima extensi�n, de repente se
volvi� hacia m� y me pregunt� en voz baja: "Oye Adri�n, te das cuenta como te
est�s poniendo al ver esto? Pues yo estoy igual que t�, aunque a m� se me nota
menos, sabes? Es que no es para menos, verdad?" Mi turbaci�n subi� de nivel
hasta el extremo de que me retir� de ella y sal� del armario hacia mi
habitaci�n. Ella me sigui� casi inmediatamente y tras cerrar nuestra puerta, me
pregunt� ya mas tranquilos que qu� me pasaba.


En fin, a esta primera pregunta ya nos confiamos mutuamente
nuestras inquietudes y mi hermana, esa ni�a inocente que yo consideraba, me
comenz� a contar que ella ya estaba informada desde hace tiempo lo que es hacer
el amor; mas a�n, su amiga Marta, del instituto y que sol�a venir por casa con
frecuencia, le hab�a dicho a mi hermana que sal�a con un chico hace 3 o 4 meses
y que ya hab�an hecho el amor varias veces y que, adem�s, le gustaba mucho. Yo
no sal�a de mi asombro escuchando a mi hermana, pues aunque yo estoy debidamente
informado hace a�os, no contaba con que mi hermana estuviese tan al d�a.


Ella, lejos de cortarse, me confirm� que no solo los chicos
hablamos de sexo y que muchas de sus amigas ya lo hab�an practicado, casi todas
con �xito. La pregunta era obligada, as� es que le pregunt� directamente si ella
tambi�n hab�a probado confirm�ndome que a�n era virgen�


Ella me pregunt� lo mismo y yo le dije que tampoco hab�a
ten�a ninguna experiencia a�n.


A partir de ese momento ya mostr� mas inter�s por mi pene,
pues me dijo que lo hab�a notado y que le hab�a dado un escalofr�o, pues nunca
hab�a sentido algo as�, tan cerca, a pesar de que lo ha visto en una pel�cula
porno que le ense�aron en una ocasi�n sus amigas. Ella me confes� que viendo a
nuestros padres, tambi�n hab�a sentido una excitaci�n especial, por lo cual,
quiz�, le impresion� mas el contacto con mi pene.


A pesar de que nos ten�amos bastante vistos, no completamente
desnudos, pero en ropa interior en casa, con frecuencia, cuando mi hermana me
pidi� que le ense�ase el pene, la verdad es que sent� una verg�enza desconocida.
A lo mejor, en casa, saliendo de la ducha o en otra circunstancia similar, no me
hubiese importando que me viese desnudo o yo a ella, pero as�, en estas
circunstancias y en plena erecci�n, la verdad es que avergonzaba y se lo dije.
Ella trat� de tranquilizarme y me dijo que si le dejaba, al menos tocarla, ella
me dejar�a tocarle "sus cositas" tambien a m�. Yo no sab�a que hacer y a�n, sin
responder, ella dirigi� su mano a mi entrepierna d�ndome un sobresalto su
iniciativa, de tal modo que ya me estaba tocando mi pene a trav�s del pijama, de
pantal�n corto y la �nica prenda que llevaba encima. Hizo una exclamaci�n de
sorpresa y admiraci�n al comprobar la dureza y dimensiones de mi pene, a punto
de reventar y con la misma libertad e iniciativa, meti� su mano por la parte
superior del pantal�n y comenz� a tocar, ya directamente, mi pene, que con
habilidad, dej� al descubierto al desplazar el pantal�n hacia abajo. Mi coraz�n
lat�a a 200 pulsaciones, por lo menos, mientras ella manoseaba mi pene y
test�culos con curiosidad, incluso mirando con descaro. Aunque yo trat� de
zafarme de su maniobra, ella me lo imped�a con maestr�a, frotando y acariciando
mi miembro en sus zonas mas sensibles, hasta el punto de que, al cabo de 2 o 3
minutos y sin poder remediarlo, me corr� totalmente, en un orgasmo tan
placentero como violento y expulsando mi semen sobre mi cuerpo desnudo boca a
arriba. Mi hermana dej� de frotar y, con sorpresa y curiosidad, me limpi� con
unos klinex dejando que mi verg�enza se pasase con unas caricias amistosas.


Me pregunt� si me hab�a dado gusto y yo le dije que claro que
s�. Me pregunt� si yo me hac�a eso de vez en cuando y que ella lo llamaba
hacerse una paja. Yo le dije que no, pues no sab�a que responder, confes�ndome
ella que en su caso si lo hab�a hecho alguna vez. Yo me sorprend� de su
atrevimiento y grandes conocimientos para su edad y comprend� que ella llevaba
la iniciativa en todo, pues era mucho mas atrevida y sab�a mas que yo
seguramente. Me dijo que si quer�a yo ahora tocarle su chochete, hasta que se
corriese ella tambi�n, y con un pudor incontenible, dirig� mi mano hacia sus
genitales con mucha precauci�n y cuidado. Ella recogi� la mano y tirando de ella
se la situ� directamente en su vagina, pues el pantal�n se lo hab�a bajado ella
con la otra mano. Me sorprendi� el escaso vello que a�n ten�a y lo grande y
caliente que era su vagina para su edad. Le pasaba la mano por toda la zona e
introduc�a mis dedos en su interior, tratando de localizar el cl�toris que me
hab�a dicho y que yo no sab�a exactamente donde estaba. MI primer impulso fue
retirar la mano enseguida, pero ella la reten�a y me ped�a que le frotase el
cl�toris y le metiese el dedo un poquito tambi�n. Si yo quer�a, me ofreci� que
le tocase sus tetillas, pues aunque poco desarrolladas, ya ten�an cuerpo y eran
realmente atractivas. Yo, con la otra mano, comenc� a met�rsela por debajo de su
camisa del pijama y comenc� a manosear sus pechos. Me llam� la atenci�n el pez�n
tan duro y erecto que ten�a.


Con estos tocamientos, mi hermana comenz� a suspirar
profundamente y gemir ligeramente, record�ndole yo que nos podr�an o�r, por lo
que ella baj� su tono y se coloc� de modo mas c�modo para disfrutar de la
masturbaci�n a tope. Se puso boca arriba y se abri� de piernas y se quit� el
pantal�n y la camisa, de tal modo que estaba totalmente desnuda en la cama y yo
toc�ndole todo, igualmente que ella, pero con mi pantal�n por la rodilla. Me
pidi� que le chupase un poquito los pechos, pues le hab�a dicho su amiga que
daba mucho gustito y yo as� lo hice. Realmente pareci� gustarle, pues me
sujetaba la cabeza para que no pudiese retirarme y yo tambi�n disfrutaba con la
labor.


En mi caso dur� escasos minutos en correrme, pero lo de mi
hermana era mas lento, pues llev�bamos como 10 0 15 minutos y a pesar de su
grado de excitaci�n extrema y de moverse y retorcerse con ardor, no dec�a nada
sobre si ya hab�a alcanzado el climax, por lo que yo continu� con mi labor, lo
que ocurr�a era que yo, ahora, tambien estaba comenzando a excitarme y me daban
mil tentaciones de hacer con mi hermana un arreglo total, algo que ve�a del todo
inevitable.


Poco a poco fui acercando a ella mi pene para conocer su
reacci�n y de pronto not� que ella lo hab�a cogido y se le acercaba a su sexo.
Me dio mucho miedo y par� lo que estaba haciendo, dici�ndole que no deb�amos
hacer eso, pues era un gran pecado con, posiblemente, consecuencias de embarazos
y dem�s. Ella me dijo que estaba de acuerdo y cuando se corri�, entre grandes
convulsiones y tras descansar un poco a que decreciesen los latidos internos de
su chochete, me pidi� que la siguiese tocando suavemente.


Yo me vi inmerso en una profunda depresi�n y preocupaci�n por
lo que acababa de suceder y, aquella noche, en sue�os, tuve horribles pesadillas
que hicieron que despertase a mis padres, de madrugada, que vinieron a ver qu�
suced�a. A partir de ese momento, ya descans� algo mejor, pero cuando me
despert�, solo en la caravana, mi sensaci�n de culpa permanec�a.


Me levant� y me fui a los aseos a darme una relajante ducha y
me encontr� con mi hermana, que ven�a de lo mismo, y que, con picard�a, me
sonri� cuando nos cruzamos. Yo baj� la mirada y ella lo not�, pero no dijo nada.


Despu�s de pasar mas de media hora bajo una ducha fresca,
regres� a la caravana y ya mis padres hab�an vuelto de su paseo matutino y nos
ten�an preparado el desayuno a mi hermana y a m�, que com� con apetito.


Aquel d�a no fue el mejor de mi vida, pero la alegr�a de las
vacaciones, el ambiente de alrededor y mi actividad constante, me hicieron
olvidar el acontecimiento tratando, por mi parte, de no darle mayor importancia.
Pensaba que era hasta normal que dos hermanos, en la edad de descubrir su propia
sexualidad, tengan alg�n tipo de experiencia inocente dentro de la intimidad
familiar. En fin, trat� de olvidar y me preocupaba la noche que se acercaba.


Mis padres, despu�s de la cena, sol�an ir a la cafeter�a del
camping a tomar caf�, en donde conversaban un rato en la terraza tomando el
fresco, pero aquella noche, seg�n supimos, se celebraba en el camping un
espect�culo destinado a personas mayores, pues comenzaba a las 2400h cuando
terminaban las actividades infantiles y juveniles, mostrando mis padres mucho
inter�s en acudir.


Mi padre nos plante� la posibilidad de pasar la tarde en la
piscina del camping y, al anochecer, acudir�amos a cenar al restaurante del
camping a cenar y luego nos dejar�an ir a la discoteca hasta las doce, hora en
que nosotros nos marchar�amos a dormir a la caravana y ellos se quedar�an a ver
el espect�culo que duraba 2 horas.


Ni qu� decir tiene que mi hermana mostr� de inmediato un
entusiasmo especial, tanto que no se me pudo escapar su trasfondo y yo,
simplemente, di mi consentimiento asintiendo con la cabeza.


Pues nada, tras una divertida tarde nadando y una agradable
cena seguida de baile en la discoteca, en la que mi hermana y yo nos lo pasamos
en grande, incluso haciendo amigos, mis padres nos mandaron a la caravana y a mi
hermana le falt� tiempo para cogerse de mi mano y casi tirar de m�.


Bueno, no es dif�cil imaginar que habr�a de ocurrir, pues el
precedente de la noche anterior no dejaba lugar a dudas; mi �nica duda era si,
al final, echar�amos un polvo o nos har�amos un par de pajas como anoche. Pronto
lo descubrir�a.


Mi hermana me dijo que a la cama de inmediato y yo, obedec�,
pues la verdad es que tambien estaba deseoso de repetir la experiencia, as� es
que en un momento ya est�bamos en la cama, con nuestra puerta cerrada y ambos
desnudos. Yo, con mi verga al cien por cien. Ella, con su almejita palpitando
por una sesi�n especial. Pronto comenzamos a tocarnos y acariciarnos y nuestra
temperatura empez� a subir. Ella se puso de nuevo boca arriba y se abri� de
piernas para favorecer mis tocamientos y yo, claro, me volqu� en esta labor, a
la par de le com�a literalmente las tetillas. En esta actividad no se puede
durar mucho tiempo sin sentir el deseo intenso de la penetraci�n, por lo que
casi imperceptiblemente, le fui poniendo mi pierna izquierda sobre su cuerpo y
mi pene se aproximaba a su vagina peligrosamente, aunque ya ninguno �ramos
conscientes de nuestro control.


En un momento determinado mi hermana me pidi� una pausa e
incorpor�ndose, me indic� que me tumbase boca arriba, pues le tocaba a ella
trabajarme un poquito. Yo me dej� llevar y ella se agach� sobre mi pene que
comenz� a chupar con un arte desconocido y, por supuesto, con unas consecuencias
igualmente desconocidas pero completamente previstas. Comenz� a acariciarme,
chuparme el pene y los test�culos, pasarme su lengua por todas partes y, claro,
al momento, un enorme chorro de esperma sali� de mi pene manchando a mi hermana
y a m� mismo. Ella re�a y me limpiaba, dici�ndome si me atrev�a yo ahora a hacer
lo mismo. Casi sin tiempo para reponerme, ya me vi sobre mi hermana, con la
cabeza entre sus piernas y mi lengua, bueno, pues eso, donde ella quer�a. Se
retorc�a de gusto; yo no me pod�a creer la intensidad de su orgasmo, que sent�a
directamente en mi lengua, pues sus palpitaciones y espasmos eran visibles a
simple vista y un flujo intenso le flu�a de su interior y ca�a sobre sus muslos.
Cuando me dispon�a a limpiarla, ella mi pidi� que esperase un momento, pues a
las chicas les duraba mucho mas que a nosotros el orgasmo, de modo que continu�
lamiendo suavemente su almejita sonrosada y palpitante hasta que ella dio un
gran suspiro anunciando el final de esta mamada.


Los dos boca arriba y desnudos descans�bamos de la labor,
cuando mi hermana cay� en la cuenta de que eran tan solo las doce y cuarenta y
cinco minutos, y me hizo la observaci�n de que a�n dispon�amos de una hora y
cuarto para seguir disfrutando. Por no mencionar el tiempo que luego mis padres
se dedicasen a follar, que no se percatar�an de nada si nosotros lo hac�amos al
tiempo.


Yo asent� y, aunque estaba cansado, mi verga a�n ped�a
guerra, algo que no pas� desapercibido para mi hermana, que comenz� de manosear
y frotar mis partes. Yo me dej� llevar unos minutos, pero mi hermana segu�a
insistiendo y claro, encendi� de nuevo una pasi�n que tendr�a mal final. Me gir�
hacia ella para yo tambi�n participar del juego, pero ella mi lo impidi�.
Subi�ndose sobre m�, cogi� m� pene y comenz� a frotarse su chochete, algo que me
caus� una gran sorpresa y miedo, a la par que un gusto terrible al notar el
calor intenso de su cuevecita en la punta de mi pene. Le dije que eso no
pod�amos hacerlo, pues podr�amos tener muchos problemas de embarazos, etc.; ella
me dijo que no me preocupase, pues a�n no hab�a tenido la primera regla y que
adem�s, dado que me hab�a corrido hac�a un poco, ya no deber�a tener semen para
dejarla embarazada. No me pareci� extra�a su explicaci�n, pues, como digo, era
evidente que sab�a mas que yo, as� es que me dej� llevar. Ella par� un poco la
maniobra y cogiendo mi pene con una mano y con la otra abri�ndose bien su
vagina, comenz� a frotar de arriba abajo favoreciendo un flujo intenso que
lubricaba todo su interior y poco a poco, consegu� una penetraci�n total entre
agudos suspiros de mi hermana y un intenso placer de mi parte que culmin�, de
inmediato, con otro orgasmo m�o seguido, casi de inmediato, por otro orgasmo
intens�simo de mi hermana. No dur� mucho esta primera experiencia plena, pero
tampoco nuestra inactividad. A los pocos minutos de relax de nuestro
sincronizado orgasmo, mi hermana me pidi� que cambi�semos de postura, pues ahora
le gustar�a a ella llevar la iniciativa. Yo me pregunt� si la hab�a perdido en
alguna ocasi�n, pero acept�.


En unos minutos mas, ya estaba colocado sobre mi hermana que
me apretaba contra ella, invit�ndome a penetrarla y elevando su pelvis para
favorecer esta penetraci�n� en fin, en breve ya ten�a mi pene tratando de
atravesar a mi hermana y entrando y saliendo con facilidad, a pesar de su
aparente peque�o tama�o. En esta ocasi�n nuestro polvo dur� algo mas, cerca de
10 o 15 minutos, en los que ambos tratamos de sincronizar de nuevo el orgasmo,
lo que conseguimos gracias a ella, pues cuando not� que yo no pod�a aguantar
mas, ella aceler� su frotaci�n sobre su cl�toris, que era donde le gustaba que
le rozase, y volvimos a coincidir en otro orgasmo largo e intenso, en el que
nuestros gritos de placer se unieron. As�, unidos y muy abrazados, permanecimos
varios minutos.


Eran ya las 0145 y nuestros padres deber�an estar a punto de
regresar, por lo que me apresur� a vestirme y le dije a mi hermana que hiciese
lo propio, pero ella me dijo que esperase un poco a ver regresar a nuestros
padres a trav�s de la ventana de la caravana, pues quer�a darles la bienvenida
por la ventana mientras yo, tumbado, la penetraba, pues le daba un morbo
terrible nada mas de pensarlo. Me asust� y pens� que estaba loca, pero
nuevamente me dej� llevar y consent�, de tal modo que comenzamos una nueva
sesi�n de manoseos y caricias hasta que nuevamente est�bamos a punto para echar
otro polvo, de tal modo que mi hermana abri� la ventana y la cortina de nuestro
habit�culo de la caravana y sent�ndose sobre mi pene totalmente erecto de nuevo,
comenz� a subir y bajar suavemente, mientras miraba por la ventana. Al cabo de
unos minutos yo estaba ya a punto de correrme, cuando mi hermana par� de repente
y me dijo: "Creo que ya vienen por all�. Aguanta un poco, vale?" Yo, entre el
gusto que me sub�a y el miedo que sent�a por si nos pillaban, no ten�a control
alguno de la situaci�n, por lo que mi hermana suspendi� unos momentos su
frotaci�n y pronto la o� dirigirse a mis padres d�ndoles, en voz baja, las
buenas noches. Ellos, acerc�ndose a la ventana hasta el punto de o�r
perfectamente a mi madre preguntarle si yo estaba dormido, le preguntaron que
por qu� estaba despierta y ella, con toda naturalidad y con mi pene penetr�ndola
hasta el fondo de sus entra�as, les dijo que se hab�a desvelado un poco y estaba
haciendo un poco de gimnasia, tales como flexiones de piernas y brazos con mucho
cuidado para no despertarme, pues nuestra cama era muy ancha. En ese momento
comenz� a flexionarse de nuevo sobre m� y yo, sin poder controlarme, me corr�
intensamente, emitiendo unos peque�os suspiros de placer que llegaron a o�dos de
mis padres, aunque no le dieron mayor importancia al pensar que estaba so�ando.


Mi hermana parec�a disfrutar de la situaci�n de tener a mis
padres delante de ella y a la vez follando conmigo, a pesar de mi terror. Mi
hermana les dijo que se iba a dormir enseguida pues ya ten�a sue�o y mis padres
se fueron a su habitaci�n.


Luego, re�mos con la ocurrencia y comentamos lo bien que lo
hab�amos pasado ambos y el gusto tan enorme que nos hab�a dado, y decidimos
seguir follando, pues mi hermana me inform� que en esta �ltima ocasi�n no se
hab�a corrido, as� es que yo llevaba un polvo de ventaja y, aprovechando que
nuestros padres a�n ten�an fuerza para echar un polvete, procuramos coincidir en
la faena y nuestros movimientos y suspiros, quedar�an solapados con los suyos.
Parec�a que �ste verano �ramos cuatro los que �bamos a disfrutar de lo lindo.


Mi sensaci�n de culpa no remit�a, a pesar del placer que
sent�a, pero no quer�a estropear esta primera vez que lo hac�a con mi hermana
que estaba encantada. Realmente le apetec�a comprobar por ella misma aquello que
varias amigas ya le hab�an contado. Yo, por mi parte, no pod�a imaginar que el
placer que obtendr�a ser�a de esa intensidad, comprendiendo ahora el vicio que
ten�an mis padres, que pr�cticamente todas las noches hac�an el amor.


Yo, tras chuparle y tocarle las tetillas y su chochete, ahora
mas abierto, enrojecido y ardiente que antes, o eso me pareci�, me pidi� que le
penetrase de nuevo, por favor, algo que no dud� en hacer, pues yo, aunque
confieso que totalmente exhausto, pero con la suficiente erecci�n como para
hacerle gozar un buen rato, tras el cual y despu�s de correrse mi hermana de
nuevo, a�n mis test�culos echaron la �ltima gota de semen que deb�a quedarme
dentro.


En el silencio sudoroso de nuestra habitaci�n, ahora llegaban
los suaves quejidos de mis padres que deb�an estar terminando su funci�n
nocturna� por fin podr�amos descansar� eran ya las 0250h.


Creo que es de necesidad decir que nuestras cuitas nocturnas
continuaron durante dos o tres a�os mas, inolvidables, con los mejores orgasmos
de mi vida, pero un buen d�a nuestros padres descubrieron estas actividades y �
sucedi� lo inesperado!.


Ya os lo contar�.


Por favor vota el relato. Su autor estara encantado de recibir tu voto .


Número de votos: 12
Media de votos: 9.58





Relato: El camping, con mi hermana
Leida: 8232veces
Tiempo de lectura: 16minuto/s





Participa en la web








Contacto
Categorias
- Amor filial
- Autosatisfacci�n
- Bisexuales
- Confesiones
- Control Mental
- Dominaci�n
- Entrevistas / Info
- Erotismo y Amor
- Fantas�as Er�ticas
- Fetichismo
- Gays
- Grandes Relatos
- Grandes Series
- Hetero: General
- Hetero: Infidelidad
- Hetero: Primera vez
- Intercambios
- Interracial
- L�sbicos
- MicroRelatos
- No Consentido
- Org�as
- Parodias
- Poes�a Er�tica
- Sadomaso
- Sexo Anal
- Sexo con maduras
- Sexo con maduros
- Sexo Oral
- Sexo Virtual
- Textos de risa
- Transexuales
- Trios
- Voyerismo
- Zoofilia


Afiliados





Relatos sexuales colegialestias y sobrinasRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatosexo gratis viejosIncesto con la abuela relatados relatos de madrinas cojiendo por el culoIncesto con la abuela relatadosrelato me folle a mi primitaRelatos eroticos gay de albañilrelatos pornos mi hija y yomi chochitomadura relatosIncesto con la abuela relatadosrelatos eroticos follando a una negrarelatos el compadre de mi esposocuentos eroticos:mi hermano nos culeo a las dosRelato incesto madura chupa concha a su hijitami esposa relatos xxxRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatorelatos eroticos abuelos de campo relatos gay entre papà e hijodesvirgue a mi hija dormida relatos relatos eroticos con la camisa de azotes nalgassexo gay asiaticolas bombachas de mama relatos xxxrelatos xxx de mujeres casadasrelatos mi tio ronpio mi anovideo relatos eroticos triosRelatos con mis hermanitas dormidaspeliculas porno violadaspoeno gratis/relato43481_papa-y-mama-que-asen.htmlla toco por debajo y la termino culiandoRelato Pornos De Dominacion A Chicos TodoRelatorelatos porno de un africano bien dotado con fotosrelatos de voyeurcamino con un dilatador anal asta mi casaRelato porno la puta y su padrinorelato las nalgotas de ml hija xxxrelatos porno pequesrelatos eroticos de mi amiga tiene lo pezones rosaditosxxx relatos amor filial dotados cuñadosrelatos xxx con mi hermano menorrelatos porno de vecinitas pequewww.de relatos de sexo,incesto y amorfilialRelatos eroticos de incestovideos eroticcosporno lesbianas amigasnarraciones mis sobrinitas me las cojorelatos eroticos inyecciones para mi mamarelatos de voyeurtrios salvajesrelatos xxx de como perdi a mi esposami hijita de 9 añitos relatosexo gratis con viejoshistorias de follada la polla de mi sobrino me vuelve locarelatos porno bdlol.ru historia de mi vidapaja en el busmama me envia a follar con papa relatoserotico chatmadre borracharelatos porno precozRelato erotico madres calientes pornomi papa me preñorelato de compras y me cojes hijorelatos eróticos lesbiscos de experiencia sexual lesbicamisrelatosporno sobrinasrelato erotico con mis sobrinitas menorcita relatos me coji mamame follo a tu mujerIncesto con la abuela relatadosme cogi ami tia y sin querer la preñe relatosRelatos eroticos gratis dandole por el ano a mi esclavarelatos de sexo con mi sobrinitarelatos follandome a mi amiga borracharelato cojida por enorme pollon grueso