Relato: Pisa el acelerador (07) Entr� en el bar, fui a la barra y cog� un peri�dico, era
pronto y s�lo hab�a una pareja de novietes de unos diecis�is a�os. A ella no la
hab�a visto nunca o no me hab�a fijado (�ltimamente mis ojos s�lo se fijaban en
los t�os y dentro de estos los m�s j�venes, pero que ya estuvieran desarrollados
y fueran hombres, sobre los 15 a�os como m�nimo). Al chico lo hab�a visto varias
veces por all� y lo salud� con un brazo. Ped� mi cubata y le� con desgana el
peri�dico mientras pensaba que actitud deb�a adoptar respecto a K. Me estaba
pesando la decisi�n de hacerlo detener, lo puso bajo mi control. Ya no pod�a
putearme abiertamente.
Se le acababan sus chantajes (los chantajes era lo que m�s me hab�a hecho gozar,
cuando �l quer�a conseguir algo que yo le negaba, se me acercaba, cog�a mi nuca
con su fuerte mano izda. Rozaba sus labios, esos labios divinos, a mi oreja
dcha. y mientras pisaba mi bota dcha. con su zapa izda., sub�a su rodilla dcha.
contra mi paquete. El efecto combinado de todo su peso sobre mi bota, de esa
mano fuertemente asida a mi nuca, de su proximidad a mi, de sus labios en mi
oreja, insultando y amenazando con gran chuler�a y esa rodilla huesuda
frot�ndome sin ning�n reparo en la entrepierna me hab�a producido dos orgasmos
de pel�cula que hab�a recreado en casa logrando unas pajas gloriosas.). Ahora no
pod�a chantajearme, y perder esos momentos me desolaba. Segu� cabizbajo y
meditabundo hasta que vi algo que me produjo una gran alegr�a(mi polla tambi�n
experiment� esa alegr�a y se levant�, discretamente me la coloqu� hacia arriba),
acababa de entrar X. Fue hasta la mesa de la parejita y los salud� luego se me
acerc� y me salud� tan amable, pero ir�nico, como sol�a.
- �Que tal?. �Practicando tu deporte favorito?. Lo dec�a por el cubata.
- Ya ves, aqu� las cosas no cambian.
- Vaya si cambian P se ha comprado unas zapas chul�simas gracias a ti y el
cabr�n de K lleva otras mejores y ropa toda nueva. Debe haber dado un buen golpe
y se lo ha gastado en ser el m�s chulo del barrio.
- Los vistes por ah�.
- S� a P ayer por la noche y a K hoy por la ma�ana. Por cierto que el trabajito
que ha hecho debe ser grande porque cada vez que ve�a un coche patrulla se
apartaba como ocult�ndose. Le quise sonsacar algo pero no consegu� nada. Se le
ve�a preocupado dijo que a lo mejor no sal�a mucho durante unos d�as.
- Porqu� dices que P compr� las zapas gracias a m�. (se lo dije para ejecutar la
idea que se me estaba ocurriendo, con K fuera de circulaci�n necesitaba nuevas
fuentes de excitaci�n)
- Porque le compraste las viejas y as� reuni� el precio.
- No eran tan viejas, estaban en buen uso. De hecho las uso ahora como zapas de
casa.
- Y no necesitas m�s.
- Para esa casa no pero para otras s�. (En la ciudad tengo un �tico gigantesco y
un peque�o pero lujoso, apartamento que utilizaba cuando contrataba una puta,
aparte de una casa con finca en las afueras).
- No te molan estas. Mir� para abajo como si no me hubiera fijado al entrar que
llevaba las deportivas del d�a que, sin saberlo, hizo que me corriera de gusto.
(Unas Adidas, anchas, de leng�eta gorda, desatadas y con esas rozaduras que da
el uso que a m� me agradaban m�s que nuevas, aparte de que al haber sido la
causa del primer orgasmo que he tenido con un t�o, deseaba tenerlas). Me empalm�
m�s y descapull�.
- S� claro son muy chulas. Cuanto dinero te falta para las que quieres.
- Bastante, mas de 80 euros, a P le diste 25. (Pagar�a much�simo m�s que 80 por
ellas, pero se me hab�a ocurrido matar dos p�jaros de un tiro).
- A ver si te gusta el trato que te propongo. Me das la revancha de la partida
del otro d�a - sonri� al recordarla - Si te gano me regalas las zapas y si
pierdo te las compro por 100 euros.
- �Si pierdo me quedo sin zapas y no llevo nada y si gano te las compras por 100
euros?
- Exacto pero si hay miedo no juegues. Dije para picarlo.
- Vale donde nos sentamos.
- En la misma mesa, de la otra vez. (era la m�s apartada y yo me pon�a contra la
pared y as� nadie hab�a visto donde ten�a los pies X) P�dete algo y coge papel,
boli, las cartas y un tapete.
Nos sentamos y empez� la partida, era un tute a 8 como la otra vez. Juego bien y
tengo suerte, me esforc� en ganar la primera. X tuvo muy buenas cartas y dos
cantes pero gan� aunque de un solo punto. Durante la partida me pis� y me roz�
con sus piernas en varias ocasiones. �Esto empieza bien!, dije. Pensaba picarlo
todo lo que pudiera.
X no contest� dio y empezamos la segunda partida. Tuve buenas cartas y las jugu�
muy bien hice tres puntos. 4-0. - Bien creo que vas a volver descalzo a casa.
Tambi�n la otra partida empezaste ganando, contest�, pero estaba nervioso y no
paraba de mover las piernas proporcion�ndome una vibraci�n superexcitante,
cuando me rozaba las piernas, me mov�a tambi�n la polla y los huevos. Para
provocar lo que deseaba le dije. La otra vez te relajaste y me ganaste pero esta
vez se te nota nervioso. No contest� acab� de dar y seguimos jugando X movi� la
mesa con una pierna y las bebidas vibraron. - As� no podemos seguir va a caer
todo y no quiero mancharme por t� culpa. Tranquil�zate o est�rate para no rozar
la rodilla con la mesa.
K se estir� cruz� las dos piernas por entre las m�as y por debajo de mi silla.
No era mi d�a de suerte as� no alcanzaba la posici�n encima de mi polla que
ansiaba y adem�s me perd�a sus roces y vibraciones. Segu� jugando muy excitado
de vez en cuando miraba para abajo y ve�a las piernas de X movi�ndose pero sin
tocarme. Gan� de un punto y ya eran 5-0. Se me ocurri� otra cosa, lentamente
cerr� mis piernas, cruz�ndolas, atrapando las de X en medio. Lo hice suavemente
pero acab� roz�ndolas. Volv�a a notar su movimiento y un calorcillo muy
placentero.
Pens� que al menos, si no me corr�a en la partida, acumular�a experiencias que
rememorar en casa paje�ndome con esas zapas, pues ganara o perdiera me las
quedar�a. X retir� los pies debajo de la mesa deshaciendo mi abrazo. �Te pasa
algo?, le dije. No, contest�, que as� tengo mucho calor. Sigui� movi�ndose y la
mesa volvi� a temblar. Casi se cae la botella de bebida isot�nica que tomaba
normalmente X (estos deportistas beben cosas muy extra�as, toman bebidas
energ�ticas con cafe�na, taurina, ginseng, guaran� y luego no paran de
brincar)Lo mir� con una mirada glacial, la que suelo poner cuando alguien no me
hace caso y que sustituye al ya te lo he dicho. Vale, vale ya me acomodo, dijo.
Volvi� a estirarse pero esta vez lo hizo como yo deseaba, su pierna izda. la
pas� entre las m�as por debajo de la silla y la dcha. lo mismo pero por encima
de la silla llegando a apoyar el tal�n.
Te molesto as�, pregunt�. Para nada, dije yo (gozando con la visi�n y proximidad
de la que pronto ser�a mi zapa), adem�s esto acaba enseguida, a�ad� para picarlo
y ponerlo nervioso. Funcion�, empez� a mover sus dos pies, el de debajo no lo
notaba pero ve�a su pierna oscilar, el de arriba tampoco me rozaba pero al
moverse mov�a la silla y me excitaba mucho. Decid� dejarle ganar y perd� algunas
bazas.
Quer�a que estuviera relajado, que notara que su suerte hab�a mejorado pero en
realidad lo que quer�a es que mejorara la m�a. 5-2, dijo, esto est� cambiando.
Se estir� un poco m�s, a�n no me rozaba el paquete pero lo notaba moverse entre
mis muslos. Poco cambia, dije para que se pusiera nervioso, si hago una de tres
te gano.
Continuamos jugando y X no paraba de moverse, mis palabras lo hab�an puesto
nervioso. Mi polla estaba gozando de lo lindo, s�lo necesitaba un poco de
presi�n y volver�a a estallar de placer gracias a una zapa alucinante que iba a
ser m�a. X ten�a buenas cartas y yo quer�a ayudarle (perder 100 euros no supon�a
nada para m�, era mas importante verlo lleno de felicidad, como el d�a que me
hab�a ganado, as� me garantizaba que siempre que pudiese me echase una partida y
yo esperaba que algo mas).
X hizo una de tres y se puso muy contento �bamos 5- 5 y yo a consecuencia de la
excitaci�n empezaba a sudar. Empieza a hacer calor, dijo mientras se estiraba
contento de empatar, al estirarse poso su zapa contra mi entrepierna, como yo la
ten�a totalmente empalmada y hacia arriba, me presionaba la base de la polla con
el tal�n y el glande con su puntera.
No ejerc�a presi�n, tan solo un leve roce, simplemente se apoyaba, pero a m� me
excito mucho y empec� a sudar copiosamente y me quit� las gafas. X sab�a que
ve�a sin gafas, pero que prefer�a tenerlas puestas y recordaba que en la otra
partida perd� poco despu�s de quit�rmelas. Sonri� y se estir� un poco m�s y la
sensaci�n en mi polla aument�. Su zapa no dejaba de moverse lentamente a veces
de derecha a izquierda como dici�ndome no pero otras de adelante a atr�s como
dici�ndome s�. (de hecho si segu�a mucho tiempo dici�ndome s� mi polla tambi�n
iba a decir que s�). Ese movimiento, tan dulce, como pisando un acelerador (esta
aceleraci�n es la culpable del t�tulo de estos recuerdos), resultaba
tremendamente excitante.
Continu� la partida y entre mis ayudas fallando bazas que ten�a ganadas y su
suerte estaba claro que iba a conseguir 3 puntos y acabar la partida. Claro que
la partida no era lo �nico que estaba acabando, yo tambi�n notaba que me quedaba
poco para correrme e intentaba contener los rictus de placer que se dibujaban en
mi rostro. Acab� un poco antes que la partida, solt� cuatro trallazos que
pasaron el el�stico del slip y acabaron sobre mi bajo vientre y por dentro del
pantal�n vaquero, entre la cremallera y el bolsillo derecho (suelo llevar el
mismo tipo de ropa siempre, me calzo con uno de los muchos pares de botas que
tengo y llevo pantalones vaqueros descoloridos, casi blancos pero de un color
azul cielo claro que me gusta mucho como me sientan). Disimul� el bufido del
�ltimo momento.
Era una sensaci�n extra�a, notar como el pie de X segu�a con la misma presi�n y
los mismos movimientos me sent�a como una vaca que era orde�ada (bueno mis
comparaciones no son siempre afortunadas pero el genero femenino �ltimamente se
me pod�a aplicar, estoy gordo y me estaba sacando la leche). Los movimientos de
X no cesaban y aplastando el pantal�n contra el semen aceleraba que se empapara.
La partida acab� y X gan� de 3 puntos logrando un 8-5.
En ese momento K entr� por la puerta (Yo estaba al fondo de todo, cara a la
entrada ) y vino hacia nosotros. Yo quer�a que X quitara el pie, para que K no
lo viera al acercarse, pero no sab�a como dec�rselo. Pens� en levantarme pero el
movimiento, incansable, de esa zapa me manten�a una pronunciada erecci�n, pese a
acabar de eyacular. Y eso unido a la mancha de la suela de la zapa de tanto
rozarme, sobre un pantal�n claro. Me fren�, si me levantaba tanto K como X
pod�an notarlo. Adem�s hab�a una humedad delatora de lo que en realidad hab�a
pasado. Casualmente X no quer�a hablar con K y cuando este llegaba se levant�
para irse al servicio, salud�ndolo con desgana. X se qued� mirando a mi
entrepierna, que yo tap�, disimuladamente con el tapete de las cartas ( yo no
sab�a si le hab�a dado tiempo a ver donde ten�a X la zapa, o si hab�a visto la
erecci�n, la suciedad o la mancha de humedad.
Lo que mas me molestaba era la humedad delatora de la corrida. Las otras cosas
se pod�an explicar y no ten�an porque tener relaci�n con X pero si hab�a visto
que me corr� con �l me pon�a en mal lugar y mi amistad con X acabar�a muy mal).
Le dije a K que me ayudara a recoger la mesa (sol�a hacerlo pues el due�o estaba
a punto de jubilarse y trabajaba lo m�nimo posible, el local lo barr�a poco y
por eso las suelas enseguida acumulaban suciedad, la suciedad que K me aplicaba
con sus zapas en las botas y X le hab�a pasado a mi pantal�n ) Me levant� con el
bol�grafo y el papel (me gustaba conservarlo como un recordatorio de lo que
hab�a pasado y en casa ya ten�a el de la partida anterior) llevando el tapete
por delante para que nadie pudiera ver mi pantal�n y fui hacia la barra K me
sigui� con las cartas y los vasos. Ped� otro cubata y una cerveza (a K no hac�a
falta preguntarle, si era gratis siempre quer�a). Dimos sendos sorbos, en
silencio, se le notaba pensativo y yo no sab�a si se deb�a a que vio lo que me
hab�a pasado durante la partida o a sus preocupaciones por lo de la detenci�n.
- �C�mo ha quedado el tema de ayer?.
- �Qu� tema?. Sab�a a que se refer�a pero me quer�a picarlo y ponerle las cosas
dif�ciles.
- Lo de la comisar�a, arreglaste algo.
- Hombre ya bastante arregl� ayer cuando te saqu� sin que fuera tu viejo a
buscarte. No te parece. (Quer�a estar seco as� se lo pensar�a antes de decir
nada a nadie, si es que hab�a visto algo. Adem�s si lo picaba se vengar�a. Yo
segu�a empalmado y quer�a mas placer).
- Ya, �-�, dijo mi diminutivo dulcemente. Lo que hiciste ayer en la comisar�a no
lo olvido (una vez mas parec�a que me lo agradec�a pero yo sab�a que se refer�a
a cuando lo humill�.): No lo olvido, ni lo olvidare nunca. Ver�s que me esfuerzo
por buscar formas de devolverte el favor (s�, hacerme tragar �sin enterarme? sus
esgarros, sus mocos y su semen hab�a sido la forma de ayer y yo esperaba que
tambi�n la de hoy). Pero quer�a saber en que situaci�n estaba lo de la multa y
lo del coche.
- La multa est� ah� y hay que pagarla, son 1500 euros (el doble de un sueldo
medio en Espa�a) y como t� eres menor e insolvente se la pasaran a tus padres.
- Mi padrastro me mata, ya me da de hostias cuando se emborracha y se cabrea por
cualquier cosa. Si tiene que pagar eso me mata.
- Pues trabaja, es lo que hace la gente honrada para ganar dinero.
- S� que f�cil lo ves todo. Nadie me querr� contratar y si lo hicieran ser�a
para trabajar como un cabr�n y pagarme una mierda. Tardar�a cuatro o cinco meses
en reunir esa cantidad. (Me hab�a dado una idea, si lo contrataba yo y le hac�a
trabajar en mi finca, le encargar�a trabajos muy pesados y como hac�a buen
tiempo, se quitar�a la camiseta y disfrutar�a de la visi�n de ese cuerpo fibrado
y musculoso adem�s ya buscar�a la forma de fotografiarlo y grabarlo en v�deo. Un
v�deo muy �til para cuando me pajeara).
- Hombre si quieres trabajar te puedo ayudar, yo iba a contratar un pe�n para
que cave unas zanjas en mi finca de las afueras. �Si te interesa?.
- Claro, �Cu�nto me vas a pagar?. Trabajar no le interesaba pero si dec�a que no
yo tendr�a un motivo para negarle mi ayuda y la necesitaba desesperadamente.
- Lo normal que cobrar�a un pe�n o un paleta, no se le dan sueldos de
universitario a una mula de carga. Sab�a que esto lo ofender�a y quer�a su
venganza.
- Sonri�, como d�ndome la raz�n, pero su mirada era fr�a y se notaba que pensaba
en hacerme pagar todas las humillaciones que le causaba.
Vi que X sal�a del wc , acab� el cubata y cubri�ndome disimuladamente la mancha
del pantal�n con la mano fui hacia all�. Te pido otro, dijo K fingiendo
amabilidad. En realidad quer�a trabajar a su manera sobre mi vaso, siempre
buscaba la forma de agradecerme mis humillaciones. Le dije que no que a lo mejor
ped�a leche y �l sonri� ligeramente (recordando que ayer me hab�a hecho tragar
la suya y me hab�a corrido de gusto sin ir al servicio, frot�ndome contra la
barra a su lado, como si estuviera tan excitado que nada me importara). Lo �nico
que le molestaba era que no pod�a compartir tan suculenta informaci�n con nadie.
Y tampoco pod�a chulearme como antes pues s�lo yo pod�a solucionar sus problemas
legales. Alcanc� a X y le di un billete de 100 euros.
- Las apuestas hay que pagarlas, dije.
- No me preocupaba yo se que eres buen pagador, lo que pasa es que eres muy malo
jugando.
- Que cabr�n eres, tienes una POLLA inmensa (pude decir potra o suerte pero dije
polla como llenando la boca y la verdad me apetec�a llenarme la boca con esa
polla que deb�a ser divina si correspond�a al resto del cuerpo que conoc�a. X
era muy atractivo con una cara muy viril, unos ojos azules, una nariz recia y
masculina, unos labios gruesos y sensuales y el cabello casta�o claro, casi
rubio. Y ten�a un cuerpo proporcional a las horas de gimnasio que hac�a).
- Al saber se le llama suerte. �C�mo te doy las zapas?, a�adi� sonriendo (Esa
sonrisa lo hac�a a�n mas bello y deseable. Ten�a que encargarle al detective que
hiciera fotos de X para mi colecci�n).
- Pues en una bolsa, listo. La cierras bien atada y la metes en otra y se la
dejas al portero de mi edificio.
- Vale esta misma tarde voy a comprar las otras y te las paso.
- Pues entonces mete las viejas en la caja de las nuevas y me las mandas as�.
- Perfecto. �Hasta luego!
- �Eh!. Otro d�a echamos la buena.
- Contigo todas son buenas, dijo mostrando el billete verde de 100 Euros,
mientras sonre�a.
Se march� y yo entr� en el servicio me limpi� ligeramente el pantal�n, me seque
el semen como pude y frote la mancha h�meda con papel higi�nico no quedaba muy
bien pero nadie lo atribuir�a a una corrida. Nadie, excepto tal vez K si hab�a
visto algo antes. Bueno K no me preocupaba, hab�a interrumpido nuestra
conversaci�n antes de llegar a lo del coche, una cosa era una multa (aunque muy
grande) que ten�a soluci�n pero un robo y da�os en un veh�culo le podr�a traer
muchos disgustos.
Volv� a la barra y ped� un cubata y una cerveza. K fingi� agradec�rmelo y me
paso el brazo por el cuello, suavemente.
- Gracias, dijo, ahora que voy a trabajar para un rico a lo mejor me independizo
tengo ganas de perder de vista al cabr�n de mi padrastro.
- Pues es muy probable que est�s un par de a�os sin verle.
- S� pregunto ilusionado ,sin saber lo que le iba a soltar. Quer�a mosquearlo al
m�ximo para que a�n necesit�ndome se vengara de m� (�l pensar�a que yo no me
dar�a cuenta).
- Si hombre no creo que vaya a verte a la carcel o al reformatorio.
- Pero no arreglaste lo del coche. Parec�a desesperado su mano descansaba sobre
mi hombro como una caricia (ahora que K no me pisaba, por si me daba cuenta y me
incomodaba, yo agradec�a mucho esa sensaci�n).
- Arregl� que no te acusaran en ese momento, para poder sacarte pero no se
porqu� el Tte. parec�a muy cabreado contigo (en realidad fing�a estar cabreado
por tener que obedecerme a m�, incluso le hab�a dicho que har�a que lo
degradaran).
- �-� (Otra vez el diminutivo, dicho dulcemente). Se me acerc� m�s rozando,
lateralmente, su cuerpo contra el m�o, desplaz� su mano de mi hombro dcho. a mi
nuca como acarici�ndola y acerc� sus labios (Dios, que labios) a mi oreja y
repiti� a�n mas cari�osamente mi diminutivo. �-� Tienes que ayudarme, somos
colegas, compartimos muchas cosas (si su saliva, sus esputos, sus mocos y su
leche) y yo voy a hacer muchas cosas por ti. Conmigo te lo pasas muy bien si
estoy dos a�os sin venir me vas a echar de menos. Era verdad pero yo quer�a
cabrearlo.
- �Bah!. Ya ver� lo que hago. La verdad es que �ltimamente me traes suerte
siempre estas cuando me pasa algo agradable -(vi su sonrisa, el sab�a como
conseguir esas cosas agradables). A�ad� para picarlo. Pero a ver si la proxima
vez que robes te fijas que no te fotograf�an. Que eres tan in�til que ni para
GITANO vales. Dije esto en voz mas alta para avergonzarlo delante de los
chavales que hab�a en el bar jugando al futbol�n.
Me fui hacia la m�quina, mirando por los espejos como K se dispon�a a
agradacerme la �ltima y p�blica humillaci�n. No quise dejarle mucho tiempo pero
cuando llegu� observ�, disimuladamente, que me hab�a echado una mocada. Beb� un
sorbo me frot� ligeramente el paquete, como coloc�ndolo y suspir�. Le ped� al
due�o un paquete de tabaco, dici�ndole a K que estaba de suerte que el cubata me
hab�a vuelto generoso.
Cuando el due�o volvi� a la cocina le dije en voz baja, roz�ndole la oreja con
mis labios, casi bes�ndole. Este cabr�n (refiri�ndome al due�o) trabaja poco
pero hace unos cubatas incre�bles. K encendi� el pitillo y como estabamos cerca
me ech� el humo (pero muy poco, como accidentalmente), carraspe� un poco pero no
le dije nada, como si entendiera que de vez en cuando era normal que me viniera
humo) me pis� accidentalmente (mientras sonre�a por mi comentario. �l sab�a
cuales eran los ingredientes secretos del cubata), inmediatamente (para mi
disgusto) retir� su zapa.
Yo quise insistir para que K disfrutara m�s su venganza. Dije, acerc�ndome otra
vez a su oreja (Dios m�o, como deseaba besar ese l�bulo) el otro d�a le pregunt�
si le echa algo al hielo o al lim�n para que est� tan rico y el muy cabronazo me
dijo que nada (hab�a sido emigrante en Londres y trabajado de Barman pero en ese
bar excepto yo, en ocasiones, nadie le ped�a un cocktail). K aprovech� mi
proximidad para echarme una ahumada larga intensa como la de los viejos tiempos,
tos� y me frot� los ojos, pero tampoco le dije nada, preparaba el camino para
que fuera tomando confianza, que volviera a ser el chulito de siempre. K sonri�,
su sonrisa le iluminaba el rostro y yo so�aba con besarlo, con ser suyo, bueno
en realidad con ser suya, con ser su putita.
Me pis�, parec�a una pisada accidental, apenas apoyaba la zapa sobre mi bota
dcha. pero la cubr�a totalmente. Me mov� y la apart� para que no me diera
cuenta. Se me ocurri� otra cosa (ten�a que aprovechar el instinto que ten�a K
para hacerme putadas). Me frot� la pierna izda. ( por detr�s a la altura de la
pantorrilla) con la puntera de la bota dcha. Mientras me quejaba. Cuando me pica
dentro de la bota, rascarme es un co�azo como son tan gruesas no tengo mucha
sensibilidad con ellas. K sonri�, �l cre�a saber perfectamente la poca
sensibilidad que permit�an esas botas y me volvi� a pisar esta vez mas
tranquilo.
A�ad� como d�ndole importancia, lo malo es que al rascarme as� a veces mancho el
pantal�n y me molesta ir sucio. El d�a del barro me cabre� mucho y al d�a
siguiente piso mierda menuda racha. K no cab�a en s� de gozo le hab�a recordado
dos de sus triunfos, pero K no viv�a de recuerdos, le gustaban las realidades y
pas� a la acci�n.
Retir� su zapa izda de mi bota dcha. y la frot� contra el suelo. Luego la pos�
suavemente, pero cubri�ndola por completo y empez� a frotarla al principio
suavemente pero despu�s con m�s fuerza transmitiendo toda la suciedad que hab�a
recogido del suelo a mi puntera (mir� disimuladamente y la v� con ese color gris
sucio). Luego retir� la zapa y esper�.
(Todas esas acciones me hab�an puesto muy cachondo este era el K que yo deseaba,
el que disfrutaba haci�ndome putadas. No quis� hacerlo esperar y me frot�
fuertemente la bota contra el pantal�n al volver a apoyarla el cuero negro
brillaba. Ped� otro cubata, y otra cerveza. K mir� a la bota y sonri� volvi� a
repetir la maniobra y frot� todo a su alrededor buscando las baldosas que no
hab�a limpiado antes y pis� varios de sus cigarros para a�adir el efecto de la
ceniza a la suciedad. Volvi� a cubrir toda mi puntera con su zapa y la frot�
insistentemente convencido de que yo no lo notar�a. Retir� la zapa y al poco yo
volv� a rascarme.
Otra vez mi bota volvi� limpia y brillante. K mir� hacia atr�s disimuladamente
para ver el efecto de su venganza y vio una buena mancha de suciedad y ceniza
sobre un pantal�n tan claro. Su cara era la viva imagen de la felicidad. Gozaba
y se le notaba. Pero al poco rato tuvo una idea (este t�o no deja de
sorprenderme, agradablemente, tiene una cualidad innata para putear a los dem�s.
En concreto a m�).
Se agach� para ajustarse el pantal�n a la zapa, colocar la leng�eta y dem�s como
era habitual en los chavales de su edad. Pero al levantarse pude (con disimulo)
ver que me hab�a echado un esgarro (mi erecci�n omnipresente cuando estaba K
lleg� al m�ximo, casi me dol�a estar tan empalmado) Lo de K era la hostia
depend�a de m� para conseguir librarse de la multa y de que lo encerraran y a�n
as� sus deseos de humillarme era tan grandes que se arriesgaba a que yo viera el
esgarro y me incomodara con �l. Lo hab�a acostumbrado y como beb�a mucho pensaba
que no me enteraba de nada. Para ponerlo nervioso fui hacia la m�quina: K se
preocup� al andar yo pod�a ver su haza�a o cualquier persona advertirme de lo
que decoraba mi bota. Vi que �l ven�a hacia a m� seguramente para limpiarlo
pis�ndome, pero quise tranquilizarlo y antes de que llegara me volv� a rascar
limpiando la prueba. K pudo comprobar el efecto de su esgarro en mi pantal�n,
previamente sucio de polvo y ceniza. Sonri� inmensamente, como un pintor que
contempla satisfecho su obra, mi pantal�n era el lienzo que �l hab�a conseguido
pintar, y me dijo:� No te da nada?. No, contest� es mas delincuente que t� (era
una broma pero le recordaba que depend�a de m� y eso lo pon�a furioso, intent�
sonre�r pero m�s que una sonrisa dibujo una mueca). Fui al wc, yo tambi�n quer�a
ver el efecto, destacaba mucho pero quer�a mas, quer�a hacer que me manchara la
otra pernera.
Tard� un poco en salir quer�a dejar a K s�lo con mi cubata. Me era muy f�cil
provocar a K, no perd�a ninguna oportunidad. Volv� y K hab�a manipulado otra vez
mi vaso se ve�a una baba blanca acompa�ada de gargajos y mocos. Beb� y me
dispuse a recibir un oscar de la academia (mis interpretaciones eran cada vez
mejores, entrecerr� los ojos y los abr� mostrando la mirada en blanco me frot�
la polla con todo descaro y solt� un gemidito. Suspir� y dije en voz baja este
sabor es la hostia, volv� a dar otro sorbo, nada ya no sabe como antes, a�ad�,
que pena.
- Joder, ahora me empieza a picar la pierna derecha.( Me rasqu� con la bota
izda.)
K no perdi� la oportunidad se volvi� a agachar como coloc�ndose las zapas y al
levantarse un inmenso esgarro luc�a sobre mi bota izda. Me frot� otra vez
durante unos instantes, como si me picara mucho, para secar la bota y humedecer
la pernera. K disfrutaba, nuevamente empez� a frotar la suela de su zapa contra
el suelo pisando todas las colillas que pod�a se me acerc� y me pis� con
insistencia en la bota izda. Retir� su pie y pude comprobar que hab�a quedado
una colilla encima de la bota (ten�a la costumbre de tener uno de los cuatro
peri�dicos del bar abierto y de vez en cuando fing�a leer algo y as� pod�a bajar
la cabeza y mirar las zapas de la gente o mis botas). K tambi�n vio la colilla y
se preocup�. Lo solucion� rasc�ndome una vez m�s durante bastante tiempo para
mancharme lo m�s posible.
- Bueno ya par� de picar.
- Menos mal, dijo K simulando interesarse por mi comodidad.
- Mierda.
- �Y ahora qu� te pasa?
- Nada, que me ha venido un poco de acidez si me vuelve tomar� leche que ayer me
sent� de maravilla. (quer�a conseguir que K fuera totalmente feliz)
- Claro t�mala como mi padrastro en dos tragos separados por diez minutos (el
cabr�n no quer�a dejar pasar la ocasi�n de endulzarme la bebida). Ayer te sent�
bien porque lo hiciste as�
- Tienes raz�n eres un buen amigo si me vuelve la acidez la tomar� y si me
sienta tan bien como ayer te saco a la polic�a de encima por lo del coche.
- Gracias ojal� que te siente bien, p�dela .
- No, ahora mismo no tengo acidez.
- Volv� a jugar a la m�quina y no necesitaba mirar al espejo para saber que mi
vaso estaba recibiendo una sobred�sis de esgarros, esputos y mocos. En alg�n
momento hasta lo o�, era tanto lo que me quer�a echar. Llegu� y beb�, me cost�
bajar tal cantidad de fluidos y fing� que me excitaba mucho. Me mord� el labio
inferior y me frot� el paquete contra la barra mientras echaba la cabeza un poco
para atr�s y suspiraba. Mi cara era el reflejo de la felicidad, pero entonces
fing� una mueca y me toqu� el estomago.
- �Tienes acidez?.
- Un mont�n. Ped� un vaso de leche y lo beb� casi todo.
- Espera antes de acabarlo, as� te sentara mejor.
- Vale. K fue al servicio y tard� casi diez minutos. Vino corriendo hacia mi (me
fij� que su mano izda. la llevaba semicerrada, transportando algo en su pu�o) y
al ver que aun no hab�a bebido la leche se calm�. Yo para ponerlo nervioso cog�
el vaso durante unos segundos, pero lo dej� y fui a la tragaperras. K se inclin�
sobre el vaso y verti� el contenido de su mano izda. otra vez ayud�ndose con la
dcha. a m� me pareci� que tardaba mas que la primera vez, y como tambi�n hab�a
tardado mas en el servicio eso pod�a ser que iba a tener raci�n doble. K se
limpi� las manos con servilletas y yo fui hacia la barra.
- Cog� el vaso (comprob� que hab�a mas cantidad de la que dejara) y lo beb�.
Sab�a realmente bien era un sabor salado y fuerte un sabor delicioso. Me frot�
contra la barra, llevaba mucho tiempo empalmado y logr� correme en poco tiempo.
No tuve que fingir los espasmos del orgasmo simplemente no los disimul�. Dije
"Es Ambros�a"
- �Qu� es eso?
- La Ambros�a es la bebida de los dioses, los antiguos griegos cre�an que si la
tomaba un mortal pasar�a a ser inmortal. En este puto bar todo sabe a glor�a. Le
dije que me marchaba.
- No te olvides de ayudarme en lo del coche. Dijiste que si la leche te sab�a
como ayer que me ayudar�as.
- S�, es cierto. Ya ver� lo que puedo hacer. Adios.
Entr� en mi edificio y el portero me dijo que un chico hab�a dejado una bolsa
para m�. La cog� y sub� al ascensor eran las zapas de X. Las ol� ol�an a limpio
no como las del gitano de K. Llegu� a casa y aunque me hab�a corrido dos veces
en el bar, me hice dos pajas. Fueron gloriosas pero agotadoras en la cama con
las zapas de P de K y mi nueva adquisici�n las de X. Moj� las suelas con mis dos
corridas y las lam� mi semen no me sab�a tan rico como el de K, pero me excitaba
pensar que no era el m�o que me tragaba el de los tios a los que deseaba.
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Relato: Pisa el acelerador (07)
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