Relato: TODO FUE TAN REPENTINO
Esta historia me ocurri� hace ya mucho tiempo. Hab�a estado con unos amigos bebiendo, ya el trago se acabo, y nos despedimos, cada cual se fue a su casa, yo tambi�n me estaba dirigiendo a la m�a, me estaba yendo a pie.
Cuando iba caminando me invadi� un deseo, casi una necesidad de sentir el calor de un buen pedazo de carne masculina. Cuando pase por un paradero de taxis, no se que se me entro, hab�a un taxi, que de improviso abr� la puerta del copiloto y me sent�. Con que cara lo habr� mirado al taxista, creo que me lo estaba comiendo con los ojos, ya estaba que se me salia la nena que hay en m�. Para mi buena suerte, creo que el tambi�n estaba aguantado y necesitaba de descargar, aunque fuera conmigo, el lo tomo muy serenamente. Ni siquiera me pregunto nada y ya se estaba desabrochando el pantal�n, estaba sacando su, ya crecida y hermosa pinga, yo ni tonto, me agache hacia su miembro el cual, lo engull�a como si fuera el mas delicioso caramelo, desde su gran y carnudo glande, hasta sus tambi�n grandes y peludas bolas, sin olvidarme de su hermoso miembro, que varias veces me producia arcadas, que rico, me dijo que si le podia lamer el culo, yo no lo habia hecho nunca pero, estaba en ese momento,casi m�gico, lo hice.
Me pregunto si tenia preservetivos, le dije que no, no importa me dijo. Encendi� el auto y nos dirigimos a una farmacia cercana, el se bajo.
Mi cabeza estaba a mil, no lo podia creer. Ya con el cond�n, nos fuimos a un sitio sin tr�fico y mas oscuro, pasamos a la parte trasera, se coloco el cond�n, ya me habia puesto en cuatro, dispuesto a recibir su gran pinga en mi anillo.
Lo introdujo con fuerza, pero no me importo, mas bien me encant� que lo haya hecho con fuerza, por que lo senti. Estuvo buen rato introduciendo y sacando su verga, sentia su peso encima mio, su aliento en mi nuca, dios que momento mas placentero, hasta que senti el chorro de esperma que me inundaba, aunque fuera retenida por el cond�n, podia sentir su caliente esperma. Lo agarraba de las nalgas, empujandolo para sentirlo mas. Me dispuse a brindarle las mas afectuosas caricias, estaba totalmente agradecida.
Ya totalmente satisfechos, me dijo que me llevar�a a mi casa, lo cual acepte, pero a varias cuadras de ella, me dije que caminaria.
Nos despedimos, y asi, sin mas paso, esto tan repentino y tan rico que lo tengo, como un muy gratisimo recuerdo.