Relato: Privado un amor incestuoso 1
PRIVADO UN AMOR INCESTUOSO
Marta - Madre 56 Jorge - Hijo 38
Hace dos a�os y meses que vivo bajo el mismo techo con mi madre, ella fue abandonada por otra joven casada de 26 a�os, all� ella con un hombre de 64 a�os, no s� qu� le habr� visto ella a �l.
Vivimos c�modos, tiene una buena jubilaci�n, un buen toco de dinero, en d�lares, que debi� entregar mi padre, que no s� d�nde est�. Cada uno en lo suyo, ella es una mujer bonita, de 1.67 de altura, rellena, maneja su casa en todas las l�neas, es activa, preparada, tiene, f�sicamente todo lo que una mujer de esa edad puede tener a base de ejercicios y buenas cremas, su f�sico cuenta con dos hermosas tetas, una marcada cintura, unas caderas de excelentes formas, nalgas bien formadas y bastante s�lidas, piernas de las mejores que se pueden ver, su cara: es alargada, tiene unos ojos profundos, unos labios carnosos, dientes blancos, sonrisa instant�nea, es cordial amable, gentil, comedida, se viste bien, pero no es provocativa, sale muy poco al igual que quien comenta. Se sabe linda porque en la calle los gavilanes no dejan de expresarle las bellezas de sus partes y de los encantos de su cuerpo.
Soy soltero, algunas semanas practico basquetbol con algunos amigos, algunos fines de semana con los mismo jugamos al futbol, soy adscripto a un estudio jur�dico contable donde me encargo de todos los tr�mites ex ternos, bancos, juzgados, oficinas p�blicas, pero percibo mis haberes por tareas realizadas, no soy empleado, as� que cuanto m�s hago m�s gano, y pagan bien, de la ropa y la comida se encarga ella, simplemente nos acompa�amos en la vida, trato de que a ella no le falte nada, me considero generoso con ella, cuando lo recuerdo le acerco un ramo de flores, otras veces le regale blusa m�s una pollera que a m� me gustaron, ella usa lo que le obsequio, agradece lo que recibe.
Desde mis 20 a�os viv� solo, por iniciativa propia me independic� para desarrollar mi personalidad que por cierto soy bastante recatado, algo bonach�n con quienes simpatizo, he participado en varias uniones circunstanciales que han durado entre 60 a 180 d�as, al decir de algunas de mis �amigas� han dicho que soy en algunos momentos muy fogoso pero despu�s algo aburrido lo que es motivo para su abandono, ello no me ha causado ninguna reacci�n psicol�gica, me las paso como algo normal sin importancia, desde que estoy en casa no he tenido nada fijo, algunas conquistas de se�oras de oficinas oficiales que se han portado bien y han quedado satisfechas, pero sin continuidad, dos o tres uniones y a otra cosa, no me desespera la inactividad sexual, pero cuando la hay bien venido sea.
Nuestra existencia es tranquila, hago lo m�o, ella hace lo suyo, tiene su dormitorio con todas las comodidades un split, un televisor, el ba�o lo compartimos en el m�s absoluto respeto, as� es por mi parte, tambi�n tengo una pieza con todas las comodidades igual al de ella, algunos mediod�as comemos juntos otros lo hago cerca de las 14 seg�n mis tiempos.
Por lo general salgo a mis ocupaciones a eso de las 6.30 con los papeles preparados la tarde anterior en casa, todo debidamente acomodado por importancia y oficina, las requisitoria del estudio cada vez son mayores, me est� haciendo falta m�s tiempo u otra persona que colabore, los ingresos son buenos y puedo participar a otra persona.
Esta tarde estoy arreglando los papeles en la especie de escritorio que he formado en mi habitaci�n que es m�s amplia que la de mi madre estoy bastante concentrado, ella extra�ada porque no he salido a�n, entr� a mi habitaci�n, nunca lo hace, por lo general habla desde la puerta, me interrog� sobre lo que estaba haciendo le expliqu� me pregunt� si pod�a ayudarme, ella nada que hacer � as� es que si puedo ayudarte...� le explique lo que hac�a, entendi� me ayud� y en unos 45 minutos terminamos, me sonri� �Ahora si podemos tomar unos mates y mirar la TV cari�o� �Si Marta, vamos� tomamos los mates con galletitas dulce como todas las tardes, est� llegando el invierno, comienza a refrescar, empezamos a cerrar los ventanales, estamos en un octavo piso.
Durante los d�as siguientes, comedida como es, vino a ayudar as� termin� m�s pronto mis ordenamientos. Cada d�a se aumentaba la tarea, derivaban m�s quehaceres, de tal manera que no solo eran m�s las tareas por la tarde sino que empec� a llegar fuera de horario para almorzar, por lo que comenz� a interiorizarse en lo que hac�a en las oficinas, lo cual se trataba de hacer cola y presentar documentos o pagar algo, aguardar que te devuelvan constancias selladas y rubricadas, as� que lleg� tambi�n el ofrecimiento para hacer esos trabajos los que, coment�, me va a permitir salir de casa y convivir con la gente, entonces le di todo lo que hab�a que hacer en una oficina, me reserv� todo lo dem�s.
Antes del mediod�a me busco, me encontr� en un despacho, me pidi� otras carpetas y llev� a otra dependencia, a las 12.45 est�bamos libres pero se plante� el problema de que en casa no hab�a comida as� es que con una sonrisa de ambos nos dirigimos a un restaurant a almorzar, me entreg� los documentos que ella hab�a tramitado, me tom� del brazo y fuimos a almorzar, lo que hicimos muy bien, como si hubiera sido en casa, mucha verdura, algo de carne y listo.
Es siesta dormimos bien, al levantarme ella ten�a listo el mate, as� que cuando sal� del ba�o entr� en la habitaci�n, busc� una silla y entre ambos empezamos a organizar la tareas, algo que hacer en la computadora, ella se sent�, le dictaba lo que ten�a que hacer, donde beb�a buscar el sitio, lo que hizo con presteza, entend�a r�pidamente lo que le indicaba as� que m�s temprano que de costumbre termin�, recib� un llamado telef�nico para jugar al basquetbol y rechac� la invitaci�n, me pareci� que dejar a esta mujer sola despu�s de que se ofreci�, colabor� conmigo era una falta de lealtad, as� que le explique a ella el por qu� no concurrir�a, protest� por mi decisi�n.
As� fue como comenzamos a trabajar juntos nos divid�amos las tareas, juntos regres�bamos a almorzar, pero muchas veces fuimos al restaurant que nos agrad� por lo que comida que sirvieron y m�s la cordialidad del personal, por lo menos dos o tres veces en la semana lo hac�amos as�.
Se form� una excelente colaboradora, una muy buena compa�era, su presencia en los estamentos en que se presentaba la atend�an con cordialidad, am�n de hacer lugar para poder admirar ese hermoso cuerpo, as� marcharon las cosas por unos meses, est�bamos por entrar en la primavera, era com�n que cuando regres�bamos a casa o and�bamos caminando ella me tomaba del brazo, lo que aparentaba una pareja com�n, muy pocas personas sab�an de nuestro familiaridad.
Una tarde de mucho ajetreo, terminamos bastante tarde, era un jueves de fin de mes dejamos todo listo para el otro d�a, ella se apoy� en mi cuerpo y me dio dos golpes en el pecho con la palma de su mano derecha, a modo de expresar su satisfacci�n.
Al otro d�a salimos antes de lo acostumbrado, ella siempre con sus vestimenta conservadora blusa cerrada, pollera amplias bajo las rodillas, nada que marcara sus formas, finalizamos juntos a las 14 horas todo fue presentado, cancelado, hechas las aclaraciones, todo muy bien, nos encontramos en el lugar de costumbre, ambos preguntamos juntos �terminaste?�, nos re�mos ella en plena esquina se acerc� y me dio un beso en los labios, un piquito, eso fue todo, sin explicaciones, fuimos a almorzar, hab�a comida en casa, pero est�bamos tan satisfechos de nuestros logros que decid� invitarla a comer, pero hoy con vino, a eso de las 16 llegamos al departamento, con la bebida que ingerimos nos fuimos a dormir.
As� estuvimos unas semanas, algunos d�as con mucho, mucho trabajo, otras no tanto, pero siempre cumpliendo ambos, ella terminaba cansada, algunos d�as el final llegaba a eso de las 14 horas, me pareci� que era mucho para ella y se lo plante�, no quiso reconocer, dijo que ella pod�a, as� que continuamos.
Una tarde en que arregl� lo papeles ella se ocup� de los suyo, cuando entr� a mi dormitorio para explicarle lo que deb�a hacer, me escuch�, me miraba de forma extra�a, cuando termin�, solo se dio vuelta me enfrent� me abraz� durante unos segundos, luego se retir�, fue tan sorpresivo que no atin� a estrecharla lo hizo y se fue.
Una noche que llegu� de una pr�ctica me entre a ba�ar y para no hacer mucho barullo decid� ba�arme con la penumbra de mi dormitorio, cuando lo estaba haciendo ella sinti� ruidos no vio la luz prendida, se levant� y suavemente lleg� al ba�o abri� lentamente la puerta, me mir� con detenimiento, me lavaba la cabeza as� es que no vi, ella estuvo varios segundo encarnecida mirando mi pistola que colgaba algo morcillona, se humedeci�.
Fue tanto, tan intenso lo que realizamos que ella se prendi� a Internet uy comenz� a navegar en sus momentos de ocio, en su dormitorio, ten�a su notebook, en esas entradas y curiosidad de por medio comenz� a averiguar sobre las cuestiones sexuales, algo totalmente adormecido en ella, pero las indicaciones la fueron llevando, tanta curiosidad, desemboc� en los relatos er�ticos, mir� muchos sitios, vio algunas fotograf�as, y por supuesto fue involuntaria a ver algo de incesto, all� ancl�, ley�, ley�, no pod�a creer de lo que se estaba enterando, ni supon�a que eso fuera tan practicable, crey� que eran fantas�as pueblerinas, record� que unos a�os atr�s una amiga le coment� lo de otra amiga, hoy se daba cuenta que era factible aquel comentario.
Un d�a de intenso trajinar ella volvi� a la casa, deb� regresar al estudio para realizar otras tareas para el otro d�a, llegu� a mi domicilio a esos de la 20, ten�a la cena lista, me ba�� me sent� a la mesa comenz� la conversaci�n, le explique lo que hab�a ocurrido, finalizamos la ayud� a limpiar y ordenar los elementos, me fui a la sala a mirar algo de televisi�n, ella vino se sent� a mi lado, al rato como si ambos hubieras sincronizado nos levantamos para ir a descansar, ella enfrentada a m� me pregunt� �puedo� uniendo a la palabra los hechos se me tir� encima me abraz�, �abr�zame por favor� lo hice, me sostuvo por unos minutos, �gracias lo necesitaba� �cuando lo quieras MARTA�.
A partir de eso hubo un cambio, ella se comenz� a mostrar como mujer, sus encantos estaban enmarcados con ropa adecuada, se la ve�a m�s excitante que antes.
Otra semana de intenso trabajo, gratificados por el buen funcionamiento, nos encontr�bamos m�s que satisfechos, felices, ella en un momento mir�ndome fijamente se puso en punta de pie, me estamp� un beso en los labios, ya no fue un piquito, fue un beso, ning�n comentario de ninguno de los dos, como un hecho natural.
A partir de esto comenc� a notar que en casa llevaba otra clase de ropa, m�s vaporosa, m�s trasl�cida, otras veces con algo ajustado a las caderas y a los pechos, otro d�a, por la tarde sali� con una blusa abierta mostrando que tiene unas tetitas firmes medianas, de piel rosa, tersa, tibia, sus pezones parados erectos, una pollera que la acort� desde la cintura mostraba parte de su muslo, rosado, macizo, todo eso mostraba, sorprendido la mir� bastante, vi una hermosa mujer, ella se dio cuenta pero no se ocult�, se mostr� m�s a�n, seg�n nuestro comportamiento esto no produjo ninguna manifestaci�n, pas� en el m�s completo y natural hecho de convivencia. Pero a m� me conmocion�.