Relato: Lolita familiar

Hola soy Karlita, ya no ten�a 12 a�os cuando hab�a decidido que el sexo era lo que me hacia tener todo lo que quer�a. Despu�s de que mi t�o Arturo me desvirginara y de que practicamente me habia tirado a todos mis t�os, uno que otro vecino y algunos profes, pod�a decirse claramente que era puta, pero como tenia 16, prefer�a el t�rmino lolita.

Vergonzosamente mis pechos aun eran peque�os, cab�an bien en mis manitas, pero no llenaban las de un hombre... hombres mmm...

En fin, me gustaba el sexo, mucho, era una ninf�mana total y seg�n me decian estaba mas que buena, as� que nunca faltaba verga que no me quisiera penetrar.

Y ahi estaba yo, en el motel quitandome el exceso de maquillaje que me pon�a para parecer mayor mientras esperaba a mi hombre de turno.

-Karla... hola-

Me gire y lo vi, no era la gran cosa, era un poco mas alto que yo, gordo, poco cabello, lentes, sin barba ni bigote. Tenia unos 44 o 48, ya era grande.

-Maestro, no sea timido-

Le dije con mi mejor voz de ni�a, ya me habia quitado todo el maquillaje y solo estaba con mi imposiblemente corta minifalda y mi blusita blanca de tirantes, obviamente con mis braguitas a juego pero sin el brassier.

El trago grueso y practicamente se avalanzo sobre mi, me abrazo fuerte y apreto mis nalgas con sus callosas manos. -Oh Karla, no sabes como me pones ni�a- gimio en mi oido mientras me seguia apretando.
Y ahi lo sent�, lo que me gustaba del maestro Miguel era su gruesa verga, ya estaba bien listo.

-Maestro- gem� suave mientras mis manos tocaban su media bariga.

-Llamame papi, putita, te voy a perforar ese co�ito rico que tienes-

Mmm, me pone tanto que me hablen sucio.

-Si papi, dame dame-

-Oh linda-

Me arrastro hasta la cama matrimonial de ese cuarto y sin preambulos empezo a besar y chupar mis pezonsitos aun sobre la blusa, haciendo que se transparentara, ya solo gem�a quedito, amaba que me chuparan los pezones. Me bajo la falda junto con las braguitas y empezo a masturbarme con sus dedos, sujetaba mi clitoris y lo apretaba, yo estaba tan mojada que si no me penetraba el lo haria yo con mis deditos.

-Siempre estas tan mojada, eres una verdadera putita-

-Sii siii-

-�Quieres la verga de papi?-

-Siii �Sii, M�temela por favor!-

-Mmm, tan caliente y chiquita-

Se separo de mi, bajo sus pantalones y salto hacia el frente su rica verga, no era muy grande, pero si era bien gruesa, y estaba bien dura, se me hacia agua la boca pero ten�a mas humedad entre mis piernas, se acosto boca arriba y me invito a montarlo.

No lo pense y me sente en su barriga, yo era un palito a comparaci�n, me deslice dejando un rastro de mi humedad desde su hombligo hasta su vello p�bico y rozaba su verga con mi tracero.

-Oh Karlita, si sigues asi te la metere por el culo-

Me tense un poco, seria zorra pero jamas lo habia hecho por ahi, aun.

-Sere buena papi-

Tome su verga y empece a rozarla con mi co�ito. Cuando note que empezo a vibrar me la meti lentamente. Gemi extasiada, aun y cuando tenia sexo casi a diario, mi vagina seguia siendo muy estrecha, me dolia cuando metia vergas gruesas en ella, pero lo gozaba tambien mucho.

-Oh si mi ni�a, siempre tan caliente humeda y chiquita, muevete bebe-

Y obedeci. Mmm que delicia, me sent�a abrir, mis labios lo comian, lo apretaban, su vello me hacia cosquillitas en la entrada, no me importaba tener que impulsarme sujetando su barriga, ni lo calvo, viejo, nada, solo la verga gruesa que hacia que me ardiera ahi abajo.

-Aish aish, duele duele mmmm...-

-Y te dolera mas putita-

Me agarro y nos hizo girar, yo siempre habia estado arriba de el, ya que su cuerpo bien podria aplastarme, pero el se sento de rodillas y me arrastro para penetrarme de nuevo, llegando mas lejos que antes.

-Ahhhhh no no duele mucho-

-Lo gozaras hug, estas tan rica-

Y siguio dandome duro, mi conchita me ardia horrores, pero se sentia delicioso, cuando se corrio el grito muy alto y se dejo caer a un lado. Yo permaneci con las piernas abiertas sientiendo su semen salir a borbotones. Aun seguia caliente, pero el siempre solo duraba un asalto.

-Supongo que acredite- dije suspirando.

-Te ganaste tu jodido diez para el resto del a�o-

Sonre�.

Como dije, siempre habian vergas dispuestas a follarme, solo que yo elegia cual y por que, y siempre era para que yo ganara algo.

No, no me gusta el t�rmino de puta, prefiero el de lolita.

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