Hoy quiero recordar como fueron las primeras veces que
desahogu� con mi madre mi �mpetu juvenil. A los 16 a�os puedes hacerte cinco o,
seis pajas diarias y, ni as�, quedas tranquilo; ya ni recuerdo cuantas veces me
masturbaba diariamente, lo que si recuerdo, es que cada noche espiando como mi
madre se preparaba para ir a dormir, acompa�aba aquella imagen con una fuerte
sacudida de cipote. Mi madre era una mujer normal, raza Celta, como toda mi
familia, destacaba su hermoso y bien formado trasero, objeto de deseo para aquel
impetuoso joven. Mi t�ctica para atisbar su desnudez consist�a en mirar por la
rendija de su habitaci�n, en casa jam�s se cerraban las puertas; miraba como se
desvest�a por completo cubri�ndose, �nica mente, con un amplio y c�modo camis�n
de dormir. Eran segundos los que tenia oportunidad de ver a mi madre desnuda,
pero suficientes par retener en mi retina tan excitante imagen. A mis diecis�is
a�os aun hab�a noches que dorm�a con mi madre, mi padre, tenia de profesi�n
corredor de comercio y la mayor parte del tiempo estaba fuera de casa. El primer
d�a que acced� carnalmente a mi madre, fue una noche de fuerte tormenta
acompa�ada de aparato el�ctrico.
Javi, cari�o, me acompa�aras esta noche, sabes que estos d�as
de tormenta paso mucho miedo. �me solicit� mi madre-
No te preocupes mam�, estar� a tu lado.
Una sensaci�n nueva sent� en mi vientre, era una especie de
cosquilleo intranquilo que partiendo de la barriga sub�a hacia el pecho; era
frecuente acostarme con mam�, sobretodo estando pap� fuera, mis hermanas
compart�an habitaci�n con la yaya y, mi madre, prefer�a que fuese yo quien le
acompa�ara en su lecho.
No tard� mucho en acostarme, tenia que simular estar dormido
si quer�a disfrutar la desnudez de mi madre; no hab�an transcurrido veinte
minutos cuando la luz del dormitorio se encendi�, mi madre comenz� su diario
rito de desnudarse, mientras yo, fingiendo dormir, pude contemplar como su
cuerpo lucia espl�ndido. Sus tetas no eran demasiado grandes pero estaban muy
firmes, su espl�ndido culo, parec�a invitar a su disfrute, y su pubis, era un
mar de bello sin retocar. Se meti� en la cama y apag� la luz, yo estaba
excitad�simo, tenia la polla que parec�a iba a explotar. Deje un tiempo
prudencial antes de inicia mi ataque, mi madre parec�a dormir, de vez un cuando
la habitaci�n era iluminada por el resplandor de los rel�mpagos y, seguidamente
los truenos, hac�an temblar los vidrios de las ventanas; era el momento,
aprovechando una fuerte tronada, agarr� a mi madre entre mis brazos y ella se
cobij� en m�. Notaba su desnudez a trabes de su fino camis�n de seda, eso me
excitaba m�s aun. Disimuladamente baj� mi brazo hasta el bajo del camis�n y,
poco a poco, lo coloqu� a la altura de su cintura; ahora, cada vez que bajaba mi
mano, pod�a tocar ese cuerpo que tanto deseaba.
Comenc� por los muslos, y luego su culo, lo hacia muy
disimuladamente, como si lo hiciera sin intenci�n. Me arme de valor y palpe con
mis dedos en su bosque, era inmenso, mis dedos no lograron introducirse en su
chocho dado lo cerrado que tenia las piernas. No aguantaba m�s y me quit� los
calzoncillos qued�ndome en bolas, me acorruque m�s aun hacia su trasero, mi
polla, estaba justo en su enorme culo; yo estaba desesperado y mi madre no se
enteraba de nada, lo atribu�a a las pastilla para dormir que comentaba hab�a
veces tomaba para descansar a pierna suelta. Era tal mi calentura y mi confianza
en que mi madre no se enterar�a, que levante su pierna izquierda y met� la m�a
entre la de ella, de esta manera, mi polla tenia acceso libre hacia su vagina.
Primero introduje la punta de mi dedo, su chocho estaba muy mojado, no lo dud�,
cogiendo mi cipote le introduje en el co�o de mi madre, parec�a que lo recib�a
con placer, pero. . . �no pod�a ser! seguramente eran imaginaciones m�as dado el
estado de excitaci�n en que me encontraba.
Comenc� a bombear mientras mis manos buscaban sus pechos, su
cabeza estaba junto a la m�a y notaba como su respiraci�n se agitaba cada vez
m�s. Me tenia mosca, pero estaba a punto de eyacular y no quer�a desperdiciar el
momento. No tarde en hacerlo, una cascada de semen inund� el chocho de mi madre,
que distinto hab�a sido correrme en el co�o de mi madre, que haci�ndolo
masturb�ndome. No quer�a sacar mi cipote de aquella calurosa y h�meda cueva, mi
madre parec�a seguir durmiendo. No tard� mucho mi cipote en volver a la vida, no
hizo falta salarlo de nuevo, comenc� a besar la nuca de mi madre, mientras mi
corograf�a p�lvica comenz� de nuevo. Sent� que mi madre estaba despierta,
mientras la besaba en la nuca, ella parec�a colocarse para la follada y gem�a,
yo no ces� en mi excitante faena y continuaba embistiendo sin ning�n disimulo.
No tarde en correrme de nuevo, pero esta vez mi madre no disimul� y me acompa�o
sin contenerse; sus labios buscaron mi boca y nos fundimos en un gran beso. No
dijo nada, se dirigi� a la ducha y a su regreso me bes� con much�simo cari�o.
Continu� abrazado a ella durante toda la noche. A la ma�ana siguiente todo
parec�a normal, mam� no me dijo nada sobre el tema, solamente me abraz� cuando
sal� para el instituto mientras susurraba: hijo m�o, cuanto te quiero.
Esto solamente es el comienzo de algo muy extenso
Quiero decir que esta historia es real, solamente he adaptado
mis recuerdos vivido por mi, a un relato. Si alguna chica est� interesada en
continuar esta es mi direcci�n:
POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO