Eran las 8:30 de la noche, hab�a llegado temprano al lugar de
la cita, "Ernesto" como dijo llamarse a quien esperaba, aun no llegaba, por mi
mente pensaba el retirarme, total, no sabe quien soy, nunca le he visto y
comprender�, esto de las ciber-citas tiene su riesgo.
Esperaba ver al chico de 1.68 cm. de estatura, cabello
medianamente largo y casta�o, ojos caf�s, delgado y atractivo, esa descripci�n
sonaba tentadora, pero si en realidad era algo totalmente opuesto �qu� har�a?,
dijo que no era obvio, �pero si se trataba de un se�orita?
Las dudas segu�an revolote�ndome la cabeza, hasta que vi la
silueta que portaba la camiseta roja que dijo llevar�a y los blue jeans que
conten�an un par de cortas piernas. Creo que el tambi�n me identific� de
inmediato porque se acerc� a mi muy decidido, tanta seguridad me dio la
impresi�n de que no era la primera cita que ten�a de �ste tipo.
Hola, fue lo primero que dijo, yo no cab�a en m�, era un
manojo de nervios y a�n m�s cuando el chico que ten�a enfrente de m� era mucho
m�s atractivo de lo que esperaba, ten�a unas piernas exquisitas, una silueta de
modelo, se pecho y espalda amplias semejaban mucha fortaleza, y se breve cintura
contrastaba con delicadeza.
En algo hab�a mentido, no era totalmente masculino, algunas
de sus expresiones sacaban la pluma que llevaba en s�, pero su apariencia 100%
masculina me hac�a olvidarme de ello.
Nos subimos a mi auto y maneje sin rumbo, platicamos sobre
nuestras experiencias en citas de Internet, le expliqu� que era un novato, que
llevaba 2 intentos fallidos y esperaba que con el se cumpliera le regla de la
tercera era la vencida, el comentario le hizo gracia, ten�a una bella sonrisa el
chico.
Nos detuvimos en un paraje solitario, el chico sab�a a lo que
iba, puso su mano sobre mi paquete que inmediatamente despert� ante tan caricia,
tom� mis labios con los suyos, los mordi�, los chup�, lo hac�a con brusquedad,
pero era excitante y me estaba gustando.
Hice gala de mi flexibilidad y con una extra�a maniobra
consegu� bajar el respaldo de su asiento, me recost� sobre �l y segu� con ese
ritual de besos y caricias sobre la ropa, al pasar mi mano por encima de su
bragueta pude darme cuenta que portaba un instrumento bastante grueso y
apetecible, pero hab�a algo raro, el chico no llevaba ropa interior.
Las cosas se estaban poniendo muy candentes en el auto el
cual resultaba un poco inc�modo, a lo que el propuso ir a su casa, que �l ten�a
su propia pieza y nadie nos molestar�a, pero que no deber�amos hacer mucho
ruido.
Llegamos a su casa, se trataba de una casa muy bonita y
grande, afortunadamente no hab�a nadie en la planta baja, as� que subimos
r�pidamente a su recamara, me ofreci� un vaso de agua, y entr� al ba�o, mayor
ser�a mi sorpresa al verlo salir completamente desnudo, era bello el chico,
ten�a un par de fuertes piernas muy poco velludas, al igual que su pubis que
ten�a el vello recortado, y su torso estaba enmarcado por una tenue alfombre de
finos vellos.
Aunque no ten�a la verga parada, �sta se ve�a impresionante,
no era circuncidada, pero se ve�a hermoso, como un adonis de carne y hueso, se
acerc� y me dio un beso, pero �sta vez m�s tierno, me levant� con sus fuertes
brazos y empez� a desnudarme cari�osamente, entre cada prenda que quitaba,
acariciaba �sa parte de mi cuerpo desnudo, primero fue mi pecho lampi�o, al
quitar el pantal�n acarici� y bes� mis piernas, al igual que bes� mi verga,
completamente erecta, por encima de mis b�xer.
El chico sab�a excitarme, me tumb� nuevamente sobre la cama y
empez� a besar mis tetillas mientras se las arreglaba con mi ropa interior, la
cual desapareci�, mordisqueaba con mucha habilidad mis tetillas, al igual que
lam�a con la lengua como si fuese un tierno gatito, pase� su lengua por todo mi
cuerpo, y detenerse ante mi verga, dijo impresionarse por los gruesos 18 cm, lo
tom� como pura cortes�a, pero me sent� halagado.
Tom� la base de mi verga con dos de sus dedos, y empez� a
jal�rmela, era delicioso sentir la presi�n de una mano que no es la propia, y
empez� a lamer mis huevos, se met�a uno, luego los dos juntos, pasaba la lengua
muy cerca de mi ano, era un sensaci�n muy placentera, con cada lamida, sent�a un
placer infinito, presionaba no muy fuerte, sab�a hacer su trabajo.
Se incorpor� y con maestr�a se meti� completamente mi verga
en su boca, y empez� a darme una deliciosa chupada, dejando h�meda toda mi
verga, empez� un movimiento de mete y saca que se sent�a a gloria, era como si
casi no tocara mi verga, sent�a como mov�a su lengua con mi verga dentro, como
pon�a especial �nfasis en el glande, le daba tiernas lamiditas y jugueteaba con
r�pidos movimientos de lengua, para luego lamer como quien chupa un delicioso
helado cremoso a punto de derretirse.
As� estuvimos cerca de 15 minutos en los que estuve a punto
de terminar gracias a su magistral mamada, pero al sentir que lo har�a, �l
ayudaba controlar.
Se detuvo para buscar en el caj�n unos condones y un tubo de
lubricante, fue cuando pudo ver sus redondas y exquisitas nalgas, as� como
estaba d�ndome la espalda, no resist� la tentaci�n y empec� a darle peque�os y
suaves mordiscos a esas nalgas que me encantaban, tampoco pude aguantar y hund�
mi lengua por la raja de su culo, sab�a a gloria, era un culito limpio y suave,
pese a ser peludo, era delicioso sentir los pliegues de su ano en mi lengua,
sent�a como se estremec�a, y empec� a chupar m�s apasionadamente y aprovech�
para agarrarle sus 17 cent�metros, los cuales eran muy gruesos, y lo masturb�
con cada chupada que daba tanto a sus nalgas, como a su culo. Sab�a que le
gustaba porque contra�a sus m�sculos y dejaba escapar leves gemidos de placer
Me levant� y bes� su espalda, lo cual lo encendi� mucho m�s,
bes� su cuello y dej� escapar unos gemiditos que me prendieron, mordisque� su
oreja y coloqu� mi verga justo en la raja de su culo, acariciaba con mis manos
sus tetillas, besaba sus labios, cuando sent� su mano con un l�quido viscoso y
fr�o, era lubricante.
Lo puso sobre mi verga, la cual al embadurnarla completamente
de lubricante, coloc� nuevamente a la entrada de su culo.
Yo no pod�a esperar m�s y creo que el tampoco, porque con un
peque�o empuj�n, le entr� la cabeza, �l solt� un peque�o grito, me dijo que le
dol�a pero que tampoco quer�a que la sacara, as� que empec� a hacer suaves
movimientos p�lvicos, mi verga poco a poco se fue hundiendo completamente en su
culo, le pregunt� se le dol�a y me dijo que no.
Ya con la aprobaci�n indolora, met� y saqu� mi verga ya con
movimientos m�s fuetes y r�pidos, el arque� su espalda y as� tuve todo su culo a
mi disposici�n, le apretaba sus nalgas al ritmo fren�tico con que le met�a mi
verga, tambi�n atend�a sus tetillas y debes en cuando sus labios, los cuales, no
dejaban de decirme lo rico que sent�a mi cogida.
Fueron minutos largos en los que sent�a como su culo
succionaba mi verga, la aprisionaban fuertemente y sent�a como si trataba de una
peque�a boca desdentada que daba ligeras mordidas, era delicioso.
Lo que sent�a al tener mi verga enfundada en su c�lido culo
hizo efecto y le avis� que terminar�a pronto, el me dijo no, y se solt� de mi
verga.
Me pidi� me recostara nuevamente en la cama, y empez� a
chuparme el culo, lo hizo de la misma manera que yo, introduc�a la punta de su
lengua dentro de mi raja, lo cual me hac�a sentirme en el cielo, y de la misma
manera que leng�ete� la punta de mi verga, pas� su r�pido lengua en la entrada
de mi culo.
Era tan grande la excitaci�n, que termin� pidi�ndole me
metiera su verga en mi culo, sent�a esa gran necesidad de sentir su gran
instrumento taladr�ndome la cola.
Se coloc� un tanto de lubricante y empez� a meterme poco a
poco su gruesa y deliciosa verga, estaba tan excitado y dilatado que no sent�
dolor alguno.
Me ten�a con mis piernas en sus hombre, el pod�a ver
perfectamente como mi hambriento culo devoraba ansiosamente su culo, la sent�a
enorme dentro de mi, estiraba mis pliegues de tal manera que aumentaban al
placer, me la ment�a completamente, a veces suave y otras fren�tico, pero todas
con la verga hasta en fondo de mi culo.
No s� c�mo, pero de pronto ya me ten�a sentado sobre su
verga, lo cabalgu� como se tratara de un macho pura sangre, lo ten�a a mi
disposici�n y me met�a su verga como a mi me gustaba, hac�a movimiento
circulares, pero lo que m�s le gustaba era los peque�os sentones que pegu� sobre
�l.
Nuevamente sin darme cuenta cambiamos de posici�n y me tuvo
de perrito, al igual que �l, arque� la espalda y bombe� mi culo con maestr�a,
pero no duramos mucho, me dijo que me quer�a besar y regresamos a nuestra
primera posici�n, pero �sta vez �l ten�a recta la espalda y yo apoyaba mis
piernas en sus caderas, sus movimientos eran r�pidos, creo que al igual que yo,
ya no aguantaba tanta excitaci�n y quer�a terminar, y no me equivoqu�, acerc�
sus labios a mi y con movimientos fuertes sent� los espasmos de su verga en mi
culo al depositarme dentro su delicioso jugo, yo no tard� tampoco y con unas
cuantas jaladas termin� abundante sobre mi plano abdomen.
No besamos, sac� delicadamente su verga de mi culo, al ver mi
leche sobre mi abdomen, procedi� a quitarla con su boca, se comi� completamente
mi semen derramado gracias a su maestr�a cogiendome.
Nos dimos una ducha donde continuamos nuestros juegos de
besos y caricias, al terminar nos recostamos en su cama y dormimos un rato
abrazados.
Era de madrugada cuando le dije que ten�a que irme,
prometimos vernos de nuevo y lo hicimos, fueron muchos veces hasta que �l se
mud� a otra ciudad para continuar con sus estudios.
Pero cada encuentro era perfecto, m�gico y hasta lleg� a ser
rom�ntico.