Desde hace 2 meses trabajo como guardia para una conocida
firma de coches. Mi vida era muy aburrida hasta ese trabajo, siempre me ha
gustado el automovilismo, me ha molado desde muy peque�o y es una pasi�n que
llevar� toda la vida.
Un buen d�a, por mi contratista di a trabajar en un nuevo
local, cumpliendo servicio para un reemplazo. Me present� muy de ma�ana, el
autob�s me hab�a adelantado unos minutos y al fin di con la direcci�n de la
peque�a compraventa. Me recibi� un compa�ero que cubr�a el turno vespertino, era
un se�or de unos 60 a�os, al borde de la jubilaci�n; me gui� por las
instalaciones revisando cada detalle, al final del d�a ya terminamos siendo
buenos camaradas con lo que mi relaci�n en la empresa iba en buen comienzo.
Al d�a siguiente, relev� el turno (por la ma�ana, como es de
costumbre) y, dado que era un d�a h�bil de venta, fui presentado a la Vendedora,
Marcela, una chica de 30 a�os, delgada, de una estatura de algo m�s que el 1.65,
muy guapa, ninguna monada pero con un voluptuoso culo que me mareaba cada vez
que me tocaba verle pasar� Desde que fuimos presentados, nos ca�mos muy bien.
Convers�bamos de coches, me contaba sus experiencias como vendedora y lo bien
que iban las ventas en el �ltimo tiempo. Le hice saber mi afici�n por los
coches, ya con eso ten�amos algo de qu� charlar, le mostr� tambi�n unos
dibujillos de borrador de alg�n dise�o que hab�a creado hace un tiempo, se
asombr� y vaya que ten�a raz�n pues talento no me faltaba.
Me tom� r�pidamente una confianza tal, que mi rol de
"Guardia" hab�a pasado a ser "Asesor de Ventas"; todos all� en la instalaci�n
�ramos un equipo muy unido y yo ayudaba con mi mejor disposici�n asesorando a
clientes a menudo dif�ciles e indecisos que preguntaban datos t�cnicos sin
convencerse por Marcela.
Fue en un d�a de mi segunda semana que, aprovechando la
salida de Marcela y los mec�nicos (recordad que soy el guardia, mi turno
terminaba despu�s), me encontraba muy aburrido y debido al ocio me decid� por
encender la computadora de trabajo de Marcela tras dudar un tanto, ten�a miedo
de que ella se diese cuenta pero determin� que no hac�a nada malo. Comenc�
abriendo el programa de dibujos de Windows, y al abrir desde el Inicio, pude ver
una serie de programas con �conos de Pornograf�a, lo que no dej� de llamar mi
atenci�n. Les hice doble clic a todos y nada� Ten�a su conexi�n a Internet bajo
clave.
Despu�s not� que los �conos hab�an quedado en el escritorio,
por lo que los elimin� y apagu� el PC; no me aguant� mucho pensando en la clase
de mujer que era Marcela, con tan s�lo imaginar su libido me tocaba el paquete y
le imaginaba mirando esas p�ginas mientras se met�a un consolador en su co�o,
con semejante placer acab� haci�ndome la paja en el asiento de su escritorio.
Tras todo aquello cog� un autob�s de regreso a casa y en el
regreso record� que no hab�a borrado del todo los archivos, hab�a vestigio de
ellos a�n en "Documentos Recientes". �Con qu� moral le enfrentar�a si al d�a
siguiente se daba cuenta?
No fue sino hasta 2 d�as despu�s que estando en mi casa,
durante la noche, recib� una llamada de mi compa�ero de relevo, desde el local.
-Hola?
-Esteban, �es usted?
-S�, qui�n habla�
-Soy Tom�s, su compa�ero. Llamo para contaros algo que deb�is
de saber, es algo de cuidado. La vendedora me ha contado en secreto que sospecha
que usted se ha metido en su PC y que le ha llenado de pornograf�a�
-Pues eso no es verdad (repliqu�), esas cosas me las encontr�
all�, sin m�s les hice clic.
-Pero entonces, reconoces que t� has sido quien ha metido
mano en su computadora�
-S�, he sido yo, en un momento de aburrimiento.
-Tened cuidado hijo, con esas computadoras no se juega, menos
si son ajenas� Ostras, a�n ni yo mismo, que ella me conoce de muchos a�os, me he
ganado tal confianza de coger su PC sin su permiso.
Esto se lo digo para que sepa a qu� atenerse ma�ana, cuando
toque que se vean (�) Pero no comente nada de nuestra conversaci�n, esto era
secreto entre ambos y yo jur� no decir palabra, �vale mi amigo?
-Cuente con ello, ahora mismo planear� algo al respecto.
Gracias por su llamada.
-Adi�s, �que pase buena noche!
Esa noche me cost� dormir. Sent�a una gran verg�enza y por
supuesto deseaba enmendar mi error. Me decid� entonces por escribirle una carta
de mi pu�o y letra para disculparme.
As� lo hice, y al d�a siguiente me sent�a con ataque de
nervios, quer�a que el trayecto del autob�s se hiciera eterno, no quer�a
enfrentarme a ella� Pero lo hice, y desde temprano al llegar le not� distinta,
indiferente y algo enfadada, pero no al grado de enojo que yo imaginaba, actitud
de �sta que me caus� gran tranquilidad. Cuando tuve oportunidad, me acerqu� a
ella y tras una breve introducci�n a mis disculpas, le hice entrega de mi carta.
La ley� detenidamente, luego volv� a pedirle mis disculpas verbalmente
indic�ndole mi arrepentimiento. No hizo mayor comentario y muy seria me advirti�
de que me considerara afortunado por ser perdonado, ya que con cualquier otro
t�o ya lo habr�a hecho despedir del empleo. Y me hizo prometer que lo visto por
m� ese d�a no lo comentara con nadie. Dicho esto, rompi� la carta en pedacitos y
me disculp�. Y as� seguimos tan amigos como siempre, o tal vez m�s, porque ella
y yo compart�amos un secreto que ahora, en buena parte por el inter�s de
mantenerle oculto, le cobraba un mayor acercamiento hacia m� aunque su inter�s
era mucho m�s que por eso.
Pasada una semana de todo ese l�o, me toc� pasar la tarde
junto a Marcela. Atendimos a un par de clientes y luego que saliera el �ltimo,
estando ya completamente solos, nos tumbamos a charlar en el recibidor de la
compraventa.
Se acomod� muy pegada a m�, comenz� por advertirme que s�lo
le llamara Marce ya que ten�amos m�s confianza, esta vez hab�a algo especial en
su mirada, diferente, con una pizca de coqueter�a mientras convers�bamos. Una
mirada de complicidad que yo por supuesto compart�a. En fin� la charla estaba
tomando un rumbo insospechado, sus preguntas se hac�an muy incisivas y de hablar
trivialidades un buen rato nos pasamos hablar directamente de sexo, ella y yo
(como un par de ni�os curiosos de conocer lo nuevo) aprovech�bamos de preguntar
al otro cuanta cosa se nos ven�a a nuestras mentes calenturientas y, como ya
ver�is, deseosas.
Ahondamos mucho en nuestra charla, cada tema se nos hac�a
interesante y el tiempo junto a ella se devoraba. Nos lanz�bamos en un ir y
venir de preguntas, aunque he de reconocer que las suyas me pusieron en tono y
ya estaba muy empalmado de todo el morbo con que esta t�a hablaba, sobretodo al
confesarme que a sus 30 a�os �era a�n virgen! Finalmente dio con el tema de la
soledad y lo necesaria que se hac�a entonces la masturbaci�n en nuestra forma de
vida, y en un gesto sarc�stico esperaba al parecer que yo le dijera que me la
corr�a muy seguido, cuando ella lleg� por fin a preguntarlo, hice un silencio
que ella daba por entendido como un "s�"� y me irgui� el ca��n hasta lo m�s alto
cuando pregunt�: "�Has visto a una chica masturbarse?" Yo le tuve que contestar
en negativa, pero otro en mi entrepierna dec�a a gritos que deseaba ver a una.
Ella me mir� dulcemente a los ojos, para luego bajar la vista y de pronto solt�
una carcajada clavando su mirada justo en mi pantal�n: me sonroj� al ver que mi
polla estaba buscando salir �y asomaba su punta morada a vista y placer de
Marce!
-�Vaya, al parecer alguien m�s quiso hacerse presente en
nuestra charla! Dijo mientras soltaba otra risa, mezclada con una lujuria
reflejada inequ�vocamente en el rubor de su cara, y en el fuego con el que
miraba la punta de mi cola asom�ndose.
Yo mor�a de verg�enza, estaba de todos los colores
imaginables, cortad�simo a mogoll�n sin saber realmente qu� hacer ni qu� decir,
fue entonces que ella y yo nos envolvimos en silencio, y en �l nos transmit�amos
un deseo que estaba aflorando y declar�ndose entre ambos� tan s�lo pensaba en
cogerla y saborear su co�ito, no sent�a a�n seguridad de tomar la iniciativa,
pero sin pensarlo me arrim� a ella y la bes� en los labios� creo que nunca en mi
vida hab�a tomado una decisi�n tan valiente.
En los primeros segundos apenas y se dejaba, pero de un
momento a otro vino un arrebato en ella y atac� ferozmente con su lengua en mi
boca, besaba excelente, su boca tocaba fondo en la m�a a trav�s de su lengua;
muy decidida llev� su pasi�n a su mano y r�pidamente la puso sobre mi polla
caliente y erguida: "Marce me la est�is tocando", pens� ��me voy a correr ahora
mismo!! , pero supe aguantarme. Pensando esto se me acerc� al o�do al tiempo que
me magreaba ya mostrando y mayor deseo en sus caricias, me susurr� "me tienes
muy cachonda, calientita desde que te vi la primera vez�" Esa frase
definitivamente no la pod�a dejar pasar, se me estaba entregando en bandeja y no
deseaba decepcionar, yo la deseaba, quer�a follarla por donde fuera posible,
quer�a sentirme dentro de Marcela y ella tal vez deseaba lo mismo.
Ya sin reparo le quit� su cazadora y su blusa a rayas de
aquel d�a, para encontrarme con unas tetas que, aunque no muy grandes, estaban
perfectamente formadas. Me deshice del sujetador y se revelaron sus grandes
areolas color rosa, y unos pezones erectos que invitaban a morderles y tocar. Se
las comenc� a chupar sin remedio, ella dejaba escapar a esto unos gemidos suaves
que me encendieron a�n m�s. Cerr� sus ojos e introdujo una mano por debajo de
los vaqueros, qu� duda cabe, buscando su sexo. Yo estaba hecho un poseso, no
daba cr�dito al morbo que estaba viviendo con ella, Marcela, la agradable
vendedora de coches due�a de ese culo intocable que contorneaba tan bien al
caminar, de esos muslos y caderas que le daban perfecta armon�a a cada paso.
Quer�a por fin ver a esta chica maturb�ndose y quise para
ello excitarla a�n m�s. Baj� mis pantalones hasta media rodilla y entonces ella
tuvo libre acceso a mi polla y mis huevos, mi artiller�a estaba dur�sima y dando
las se�as de la pre-eyaculaci�n en la punta del glande. La t�a me la frotaba
como una diosa, con toda naturalidad, y yo (y como veremos tambi�n ella) ten�a
ganas de que me la mamara ya.
Ya sin m�s pausa acerc� su cara a mi pene, le bes� y con la
punta de su diestra lengua me limpi� los fluidos previos, para luego comerse mi
polla por completo como si del m�s delicioso helado se tratase; me gozaba viendo
el espect�culo de ver a una chica mam�ndome mi polla a�n virgen; comienzo a
contemplarla toda, y ante m� surge como de nada la espl�ndida imagen del culo de
Marce, que en su posici�n permit�a ver bajo su pantal�n por detr�s, la imagen de
buena parte de su culito cubierto tan s�lo por un tanga blanco min�sculo, de una
telilla fabulosa que trasluc�a un tanto, con un peque�o triangulillo que
desaparec�a justo antes de que el el�stico de su tanga se perdiera por entre sus
nalgas.
Ella se hab�a desabotonado sus ce�idos vaqueros que le luc�an
estupendamente, y la mano que ocupaba para magrearme la polla ahora se la ten�a
muy ocupada entre sus piernas con casi total libertad. Por mi posici�n no me
dejaba ver, pero sin dudas se estaba propinando una paja ol�mpicamente, sus
fuertes gemidos y su respiraci�n apresurada as� lo indicaban, yo continuaba
saboreando aquella magistral mamada que me daba tanto goce, cada vez quej�ndome
m�s fuerte del placer que Marce me estaba propinando con su boca y sus labios
hechos para mi polla. Yo no le sacaba los ojos de ese culo con sus rid�culas
braguitas que deb�an esconder un par de tesoros estrechos y deliciosos que yo
quer�a dejar sin descubrir. Intent� acercar mi mano para acariciarle por detr�s,
el espacio entre mi mano y su culito se hac�a interminable. Ella como adivinando
interrumpi� la mamada y se incorpor� frente a m�.
-Venga, �quiero que me veas!
(no pude responder, hab�a quedado yo sin habla, mis ojos se
derret�an por ver lo que esta t�a me iba a mostrar�con todo a�n balbucear me era
dif�cil)
Yo, tumbado en el recibidor, ve�a c�mo esta chica se volteaba
frente a m� para verle desde atr�s y comenzaba a quitarse los vaqueros. Pude ver
c�mo su hermosa figura, ya semidesnuda (pr�cticamente desnuda del todo), me
mostraba su hermosa lencer�a a escasos cent�metros de mi nariz.
-�Vaya qu� bragas tan chiquitas!
-Es mi nuevo microtanga, le he comprado pensando en una
ocasi�n como �sta� �Te ha gustado?
-S�, ��much�simo!!
-Jooo no te cortes ahora, Esteban. Hombre, tocad la tela, �no
os parece suave?
Se dio la vuelta nuevamente para dejar su entrepierna a mi
disposici�n e hizo una ardiente invitaci�n con su mirada, �vaya si esa hembra
quer�a huevos! Yo estaba en otra dimensi�n, una chica as� de guapa y para tu
primera vez no es algo que te lo cuente cualquiera� El deseo que provocaba con
su cuerpo dejaba a cualquiera en la levitaci�n, m�s a�n disponiendo su
virginidad a las ganas que me ten�a, sin pensarlo 2 veces pas� mi mano
temblorosamente sobre su vientre, fui baj�ndola muy lento hasta encontrarme con
sus bragas y sent� de inmediato una ligera hendidura, yo no sab�a mucho a�n
sobre chicas y apenas s� sab�a lo que estaba tocando; con torpeza aunque muy
suavemente llev� mis dedos m�s abajo siguiendo la l�nea de su rajita y me
encontr� con un calor que me caus� un gran espasmo de placer, una sensaci�n de
haber llegado a lo m�s. Sent� algo de humedad, ella respiraba muy fuerte y sus
palpitaciones rebotaban en todo su cuerpo, col� mi dedo �ndice por entre el
tanga y por fin llegu� al interior de su chocho� Marce comenz� a mover sus
caderas a un ritmo de baile, me sent�a en medio de un ritual de seducci�n y ella
me llev� al �xtasis sin siquiera toc�rmela cuando col� sus dedos por los
el�sticos del tanga y mientras se mov�a a un ritmo desorientador a mis sentidos
comenz� a bajarlos hasta que le quedaron casi por los tobillos, para dejarme ver
su rajita. Con una mano toc�ndose las tetas y la otra bajo su vientre perfecto,
comenz� a "jugar" con su cuerpo pidi�ndole m�s y m�s placer. Me hab�a convertido
en un aut�ntico espectador de su lascivia, miraba c�mo contorneaba sus caderas,
mirando su ombligo y sus curvas me mareaba poni�ndome a mil, sus formas
voluptuosas se mov�an cada vez m�s violentamente. En cierto instante de su
caliente baile que llevaba al tiempo que se pasaba los dedos fren�ticamente por
su ardiente rajita, comenz� una serie de gritos de histeria y lujuria magn�nimas
con un toque de erotismo que me la ergu�an al punto de que ya me ve�a venir, se
arque� y cerr� sus ojos y de pronto se hizo una vez m�s el silencio� Su co�o
chorre� un fluido blanquecino que cay� directo sobre su mano y sus piernas� Se
hab�a corrido.
Yo, at�nito, a�n me estaba recuperando de la impresi�n, se me
ca�a la babilla al ver su chochito h�medo y caliente, que emanaba un delicioso
aroma que era casi imperceptible pero que yo pod�a sentir por la escasa
distancia. Sin embargo, a�n hab�a algo pendiente y ella me hizo saber que quer�a
terminar lo que hab�amos comenzado.
-Venga, guardia, acercaos a visitar mis instalaciones� (dijo,
reincorpor�ndose)
Fuimos a su privado, una oficina escondida que permanec�a
bajo llave en el sector del taller mec�nico; descubr� para mi sorpresa que su
interior era una aut�ntica habitaci�n, misma que como cualquier otra ten�a un
peque�o lavabo y una cama sobre la que nos tumbamos el uno sobre el otro,
invertidamente. Ya imaginareis que su sexo y el m�o estaban a total merced de
nuestras bocas, lo que me llev� fulminantemente a un pronto orgasmo para
terminar corri�ndome en su boca. Ella se trag� toda mi leche, sin chistar.
Una vez m�s ten�a pegada su mano a su entrepierna, con la que
frotaba suave y er�ticamente su cl�toris y se pasaba los dedos abriendo los
labios de su co�ito para que llegara a�n m�s de su sabroso manjar proveniente de
la entrada de su chocho, yo me encontraba a unos pocos cent�metros y ya con la
polla nuevamente fl�cida me di por entero a explorar con mi boca su fruto a�n
virgen. S�lo pensar en el placer de cogerla en ese mismo instante mientras le
met�a la lengua en su vagina �cida y embriagadora me provoc� en pocos instantes
una nueva erecci�n que esta vez pod�a contener mejor (debido a que yo me la
corro seguido), mis huevos ya estaban secos, ten�a a mi vista tambi�n su ano
peque�ito que se me mostraba en todo su esplendor y verle su agujero m�s �ntimo
fue simplemente algo que nunca olvidar�, su culo me era una pasada, sin m�s la
tom� de las piernas y le sentenci� mi intenci�n de follarla all� mismo metiendo
mi polla entre su rajita, haci�ndome paso entre los menores hasta llegar con mi
punta a rozar su pollita enana. A ella pareci� gustarle mucho, pero una vez que
plant� mi capullo acomodando en la entrada de su fresa empapada en sus jugos, me
par� en seco-��QU� TE CREES QUE HACES, CABR�N!!- confieso que me desorient�,
pero luego llev� a cabo mis deseos e hice que se metiera un poco dentro� Ella
dijo "��NOOOOO, me est� doliendo!! Y acto seguido se la met� hasta el fondo sin
contemplaci�n; la t�a me miraba con ira, notaba que deb�a de tener dolor por ser
�sta la primera vez, por sus mejillas bajaban un par de l�grimas y sus ojos
brillaban de dolor�
Comenc� en un ritmo de mete y saca que a m� tambi�n me
costaba dolor, sobretodo en mi frenillo que deb�a ceder a la presi�n que ejerc�a
la entrada del chocho de Marce, me lo aguantaba porque algo me dec�a que pronto
el dolor dar�a paso al placer, y aunque mi dolencia no acab� del todo hasta 2
d�as despu�s, el inmenso �xtasis de estar dentro de Marcela me hac�a sentir como
el m�s hombre de los hombres, el m�s dichoso.
Ella no me dejaba disfrutar por completo, constantemente me
hac�a ver lo mucho que le dol�a, y comenc� a hacerlo m�s fuerte, fui en un
fren�tico vaiv�n buscando su placer, aunque hab�a aumentado en algo me hab�a
convencido de que el goce para ella estar�a reservado para la siguiente ocasi�n.
Sin m�s remedio, retir� mi polla obviamente ensangrentada y me fui al lavabo
para limpiarme� Fue cuando de regreso mir� a la cama y vi a Marcela puesta en
una sugerente posici�n que le hab�a salido por casualidad, que me entraron
nuevamente ganas de follarla. La imagen era perfecta: en cuclillas sobre la
cama, encar�ndome con su culo y con la cabeza gacha mientras se colocaba el
tanga comenzando desde sus rodillas� fue cuando se me ha venido la genial idea y
le dije:
-�Puedo compensaros de alguna manera?
-Lo que has hecho no te lo ten�as consentido a�n de mi.
-Es que creo poder pagar el dolor que te he causado con
placer�
-�Y c�mo har�s eso, eh�?
No terminaba a�n su pregunta cuando al intentar subirse las
bragas se top� con que mi polla, dura y lista para la batalla una vez m�s, le
imped�a continuar.
-Esta vez te ir� por detr�s, ��ver�s qu� goce tendr�s luego!!
Ni le di tiempo de responder, y fue cuando sin pre�mbulos le
insert� mi polla previamente emulsionada con aceites que hab�a cogido de la
ducha de la habitaci�n, lo que junto con mi estado a�n no del todo erecto hizo
que se metiera relativamente f�cil por su ano, su dolor esta vez fueron tan s�lo
unos segundos y de un momento a otro ya estaba gimiendo y pidiendo m�s, yo
sent�a c�mo mi polla se pon�a al rojo con el efecto quemante del aceite entre
sus carnes, entraba y sal�a con dificultad por la estrechez, misma que me daba
una mayor satisfacci�n. Ella se hab�a puesto muy caliente, sus palabras no
dejaban de excitarme a�n m�s, me suplicaba que nunca dejara de follarle por
detr�s, que lo estaba gozando, se arqueaba e incluso ella ya m�s decidida
empujaba su culo para que mi capullo entrase sin mi esfuerzo, eso me ten�a en
otra dimensi�n: olvid� que era un guardia, olvid� mis problemas, mi mundo� ahora
�ramos s�lo Marcela y yo. Ella meneaba su culito de arriba abajo, de atr�s hacia
delante y sin siquiera quejarse, como se pueden pensar yo estaba muy contento
con ello, por fin hab�a logrado darle placer y por el lado que me ten�a menos
pensado. Mi ca��n ya quer�a disparar otra vez, me lo retuve esperando que ella
se corriese, cuando por fin comenz� a gritar pude entender que ya estaba
culminando:
-Ahora cabr�n, me follas muy rico, mi culito es todo tuyo, me
has hecho una puta, me encantas�. s�, s�, ahhh, AAAAAHHHHHHHH!!! ME
CORROOOOOOOOO!!!
Tras esa se�al le llen� el culo de mi leche, pensaba que le
dar�a poco pero le derram� una importante cantidad dentro de su ojete, me sent�a
realizado en plenitud y ella tambi�n, tras todo eso nos fuimos a la ducha, donde
continuamos en magreos hasta que se nos hizo la noche y ya muy exhaustos nos
toc� dormir en esa habitaci�n.
El instante de comicidad vino a las 10:00 pm, horario en el
que mi veterano colega Tom�s llegaba para cubrir su turno nocturno� Ambos,
olvidados de ese detalle, nos dormimos por un cuarto de hora y fue luego de esto
que sent�a las manos de Marcela manoseando mi ingle, invit�ndome a hacer lo
mismo� Tras un ruido de una puerta abri�ndose con algo de dificultad, nos dimos
por enterados de que Tom�s hab�a ingresado. Me vest� como pude indic�ndole a
Marcela que permaneciera all�, y sal� a su encuentro� S�lo atin� a decir
"Buenas, amigo Tom�s� �No le han informado? Este turno tambi�n le cubrir� yo por
hoy�", a lo que �l tras un par de preguntas se convenci� y antes de irse muy
contento por el turno libre s�lo me indic� que me cuidara de no tocar nada otra
vez, "sobretodo tocar algo de Marcela�" Yo s�lo murmur� muy bajo "supiera usted"
murmuro que (a su edad) le fue algo imperceptible�
��Vaya qu� sorpresa te llevar�ais si abrierais la puerta a
mis espaldas, mi amigo!!, pens� para m�.