Sin embargo, yo s� una de esas historias, que ocurri� durante
la segunda prueba del examen de ascenso a ninja de grado medio. Seg�n la
historia, el equipo de la villa oculta de la arena lleg� en un tiempo r�cord a
la meta con ambos rollos, adem�s con la particularidad de que apenas ten�an
ning�n rasgu�o. Esta historia cuenta c�mo en realidad el equipo tard� m�s de
cuatro horas y como el pr�ncipe Gaara no lleg� del todo "intacto".

Despu�s de espantar a los ninjas de la villa del sonido,
Sasuke se apart� de su grupo, que estaba reponi�ndose del ataque. Estaba muy
confundido despu�s de lo ocurrido, la maldici�n de Orochimaru hab�a ca�do sobre
�l y a�n no era consciente del peligro que corr�a.

-Argh! Esta marca me est� matando, �Qu� es lo que me ha
hecho? � Se quejaba el ninja mientras se tocaba el cuello-. Adem�s han destruido
nuestro rollo, y ahora tenemos que encontrar dos, si al menos tuviera un grupo
menos in�til no habr�a tanto problema.

Rondaba sin ning�n destino fijo, iba, volv�a, estaba tan
desesperado que parec�a que buscaba los rollos del cielo y la tierra por el
suelo. Estaba perdiendo la compostura, por esa raz�n prefer�a estar alejado del
grupo por un rato, al menos hasta calmarse un poco.

A pesar de que Sasuke es uno de los mejores Genin de la villa
oculta de la hoja, la tensi�n del momento le hizo bajar la guardia.

-�Se te ha perdido algo?-. El ninja, sorprendido al o�r una
t�trica voz a sus espaldas, se gir� al instante, tratando de disimular su estado
con la cl�sica frialdad que le caracteriza-. Espero que no sea el rollo del
cielo.

Delante de �l, estaba un peque�o chico, blanco de piel y de
pelo rojizo, ten�a sus oscuros ojos clavados en �l. Con una malvada sonrisa,
mostraba al peque�o de los Uchiha el rollo de la tierra que ten�a en su
bolsillo.

El ninja de Konoha pens� que en ese momento no le podr�a
pasar nada peor. No ten�a ninguna fuerza para pelear, y mucho menos con aquel
chico tan extra�o, sin embargo, trat� de mantenerse indiferente.

-S� que quieres desafiarme, y estoy encantado de aceptar el
reto. �Pero no ser�a mejor en otro momento? �Qu� gracia tiene hacerlo en una
prueba en la que todos competimos? � dec�a Sasuke mientras se acercaba a el
lentamente.

-Posiblemente ninguna Uchiha, pero tampoco quiero perder la
oportunidad de matarte, eso es lo que me hace sentir vivo, y ahora lo necesito-
dijo con voz quebrada Gaara. La expresi�n perturbada del chico hizo denotar su
intenci�n y se ech� la mano hacia la espalda.

Con un movimiento r�pido, Uchiha se adelant� y agarr� con
fuerza la mu�eca de Gaara antes de que �ste pudiera abrir su vasija. Le sujet�
con fuerza dej�ndolo indefenso. Ambos chicos quedaron agarrados por las manos, a
escasos cent�metros, sus miradas retadoras a�ad�an a�n m�s tensi�n a la
situaci�n. Para unos ninjas de su nivel, cualquier movimiento puede ser decisivo
a la hora de hacerse con la victoria.

-Debe de ser muy triste tener que hacer para sentirte vivo-.
Le susurr� Sasuke con una mirada penetrante que logr� inquietar al hijo del
Kazekage-. Sin embargo, conozco ese sentimiento, yo vivo para alg�n d�a poder
matar a una persona.

Gaara se qued� inm�vil, sin habla, el aliento de Sasuke en su
o�do le provocaba una sensaci�n nueva. Empez� a sentir que algo se despertaba
dentro de �l, una sensaci�n que no conoc�a. Ni siquiera pens� en zafarse,
incluso siendo algo tan f�cil para �l.

Sasuke sab�a que ten�a el control sobre �l, como buen ninja
hab�a conseguido aturdirle, ahora ser�a todo suyo. No le iba a hacer da�o, ya
que no estaba en condiciones, pero quiz� podr�a aprovecharse para hacer algo
mejor. Suavemente inclin� su cabeza y bes� al chico tiernamente, mientras atra�a
su peque�o cuerpo hacia �l.

Lentamente, el peque�o de los Uchiha continu� dando peque�os
besos a Gaara, con una mano acariciaba su cara p�lida y su pelo rojo, mientras
que con la otra le ten�a fuertemente agarrado por la cintura. Gaara se sent�a
impotente, no pod�a moverse, �o quiz� no quer�a moverse? Estaba totalmente
confundido, pero inconscientemente su cuerpo se fue relajando y sus m�sculos se
iban destensando. Se relaj� tanto que baj� por un momento la guardia y
entreabri� sus labios, momento que aprovech� el chico de la villa de la hoja
para meter su lengua en la boca de su nuevo amante. Gaara sinti� como la lengua
c�lida y suave, le acariciaba la suya, proporcion�ndole un cosquilleo agradable
que comenzaba en su est�mago y llegaba hasta su boca. Ya no quer�a separarse de
�l, su coraz�n se le iba a salir del pecho en cualquier instante, su cuerpo se
estremec�a cada vez que sus lenguas de entrecruzaban, peleando ansiosas por el
deseo. El placer se iba extendiendo cada vez m�s hasta llegar a su entrepierna,
donde Gaara empez� a notar que su bulto comenzaba a crecer.

Estando ambos cuerpos pegados, a Sasuke no le cost� mucho
notar algo duro contra su cuerpo. Con una sonrisa traviesa, puso su mano entre
sus piernas y esper� a ver su reacci�n.

Sasuke comenz� a besar su cuello, mordiendo levemente su
blanca piel, pasaba su h�meda lengua por su o�do mientas acariciaba su miembro
por encima de la ropa. Aquello era demasiado para el joven, ten�a al ninja m�s
guapo y deseado de la villa de konoha acariciando todo su cuerpo, estaba
excitado al m�ximo, de vez en cuando se le iba la cabeza, sus piernas flojeaban,
como si no fueran suyas, se doblaban v�ctimas del placer soportado.

La mano firme del ninja, se introdujo por debajo de la prenda
de Gaara, y acarici� su vientre liso y suave, despu�s ascendi� hacia su pecho
para volver a bajar de nuevo hacia su parte m�s �ntima.

Al contactar ambas partes, el chico de la arena no pudo
evitar soltar un peque�o gemido, con los ojos cerrados dejaba a su compa�ero
comprobar c�mo su miembro lat�a con fuerza haci�ndose cada vez m�s duro.

Su mirada perdida, no dejaba lugar a dudas de su completa
entrega a esa persona, que hasta hace un momento deseaba matar. Ahora ya no
quer�a separarse de �l, solamente se dejaba llevar, dejaba a esos dedos
acariciarle su sexo.

Un simple tir�n bast� para que sus pantalones bajaran hasta
sus rodillas, ahora el chico de la hoja ten�a mas facilidad para masturbar a
Gaara, al tiempo que su otra mano acariciaba todo su cuerpo. A pesar de ser
todav�a muy joven con su aspecto p�lido y lampi�o, sus m�sculos se pod�an notar
debido a las duras sesiones de entrenamiento. La punta de los dedos de su
oponente, tocaban su pecho, su espalda y su reci�n descubierto culo, suave
redondo, que empez� a ser amasado con intensidad.

As� estuvieron un tiempo hasta que Sasuke, se atrevi� a ir a
m�s, solt� al muchacho sin demasiada pena y esper� a ver su reacci�n. Gaara, que
hab�a entrado en trance, abri� los ojos al notar que no le estaban
proporcionando placer y miro a los ojos del ninja buscando una explicaci�n.

Sin embargo, Sasuke no atendi� a razones, y mientras le daba
otro beso, hizo presi�n en sus hombros. Las rodillas de Gaara se hincaron en la
hierba, y con un peque�o empuj�n en su espalda, su rival le hizo quedarse en
cuatro patas, como si de un perro se tratase.

Ya de por s� la postura era humillante para ser el hijo del
KazeKage, apenas pudo intentar levantarse, ya que Sasuke se le hab�a echado
encima y su s�lo peso le imped�a moverse.

De nuevo, Sasuke volvi� a tranquilizar a Gaara besando su
cuello y masajeando su entrepierna, que otra vez estaba erecto. Despu�s de unos
minutos, Gaara dej� de moverse, resign�ndose a su due�o, dada la situaci�n en la
que estaba no ten�a otra alternativa. En el fondo sent�a curiosidad por saber
que era lo que le iba a hacer, y m�s a�n cuando su amante, enemigo, o lo que en
ese momento fuese, dej� de poner peso sobre �l para colocarse detr�s. Lo que
vino despu�s le pillo completamente de sorpresa, sinti� la h�meda lengua del
ninja de Konoha en sus nalgas, movi�ndose fren�ticamente, los jadeos se le
escapaban sin poder evitarlo.

Aquella lengua hurgaba todo cuanto pod�a, y pr�cticamente
devoraba a su presa. El esf�nter del muchacho comenz� a dilatarse, el placer que
sent�a Gaara era indescriptible, aun m�s trat�ndose de un chico que nunca antes
hab�a sentido dolor o placer alguno. Sin embargo, el placer no es tan agradable
si no se ha sentido nunca el dolor, Sasuke lo sab�a y estaba dispuesto a
ense��rselo todo.

Cuando ya comenzaba a acostumbrarse, la lengua de Sasuke fue
sustituida por uno de sus dedos, la entrada fue dif�cil y no pareci� hacerle
demasiada gracia a Gaara. Intentaba apartarse, pero solo consegu�a que se
hundiera m�s en su interior, siendo ya sus quejidos m�s altos. El placer hab�a
dado lugar al dolor, sent�a algo inc�modo, muy molesto, que le remov�a las
entra�as.

Finalmente el dedo sali� de �l, y Gaara pudo sentirse
aliviado, sin embargo, cuando escuch� el sonido de los pantalones gris�ceos de
Sasuke cayendo en el suelo, volvi� a sentirse presa del p�nico. A pesar de que
nunca hab�a visto algo as�, r�pidamente se dio cuenta de lo que le iba a hacer,
y su instinto le dec�a que no iba a ser bueno.

Dicho esto, el joven Uchiha embisti� con todas sus fuerzas en
el estrecho agujero de Gaara, enterrando por completo todo su miembro. El grito
desgarrador del muchacho de la arena se pudo o�r por todo el bosque, fue el
primer contacto que tuvo con el dolor, era algo insoportable, unas amargas
l�grima de rabia empezaban a resbalar por sus mejillas. Intent� moverse, pero
estaba sujeto fuertemente, y cualquier movimiento �nicamente consegu�a hacerse
m�s da�o. Cuando vio su sangre en el suelo por primera vez, el demonio de su
interior comenz� a despertar, sus ojos se tornaron rojos, sus gritos eran
graves, pero no consegu�a moverse, parec�a que estaba luchando consigo mismo y
despu�s contra Sasuke.

Al ser sus gritos m�s que audibles, Sasuke le tap� la mano
con una boca, fue entonces cuando el martirizado Gaara se dio cuenta del estado
en el que estaba. Pudo ver en la mano del ninja, unas marcas negras, como si de
manchas se trataran. Y as� era, por todo el brazo y parte de la cara Sasuke se
hab�a extendido el sello de Orochimaru, ahora estaba pose�do y hab�a perdido el
control. Su fuerza iba en aumento, y su velocidad tambi�n, el peque�o cuerpo de
Gaara no fue capaz de soportar tanta presi�n f�sica, mental y emocional, ya no
aguantaba m�s�

En otro lado de ese mismo bosque, el peque�o Naruto estaba
saltando por los �rboles en busca de su compa�ero de grupo.

De pronto vio algo que lo hizo frenar en seco, pudo
distinguir la figura de alguien tirando boca abajo en el suelo. No parec�a
peligroso, as� que descendi� hasta la hierba, con todo el sigilo que pudo. Sin
embargo, ese alguien le result� familiar y corri� a atenderle.

Entonces Naruto vio que algo andaba mal, la sombra de
Shikamaru se alargaba hasta perderse en unos arbustos detr�s de �l. Con cuidado,
se asom� entre las plantas, para dar con lo que estaba buscando. Su compa�ero de
grupo, aquel al que odiaba con toda su alma, estaba desnudo, de espaldas a �l,
pod�a ver su espalda con manchas negras, que contrastaban con su piel blanca,
especialmente con su culo, que se mov�a hacia delante y hacia atr�s brillando
con la luz del sol, embistiendo con todas sus fuerzas a un chico que trataba de
mantenerse consciente.

Tras unos segundos de observar la escena, se acord� de
Shikamaru, y se volvi� para hablar con �l. Se sent� delante de �l y acercando su
cada a la de �l le pregunt�:

Shikamaru empuj� suavemente a Naruto y le dej� boca arriba en
la hierba. H�bilmente meti� la mano en sus pantalones y toc� el miembro de
Naruto, que hab�a empezado a ponerse m�s duro. Suavemente lo sac� de su prisi�n
de tela de la que estaba deseoso de salir, y le dio un par de largos lametones.

Una vez que le hab�a puesto su pedazo de carne a punto,
empez� a met�rselo en la boca por completo, haciendo gemir a Naruto de placer
cada vez que llegaba hasta su garganta. En aquel momento, sobraron las
explicaciones, Naruto comprendi� que era su amigo, y que aun as�, le estaba
haciendo disfrutar, pero que no significaba lo mismo para �l, al menos no tanto
como Sasuke.

Shikamaru comenz� a aumentar el ritmo de los movimientos,
Naruto sujetaba su cabeza y mov�a las caderas para facilitar la labor. No tard�
mucho en llegar al �xtasis, y gimiendo tan bajo como pudo, se descarg� por
completo en la boca de su buen amigo.

Una vez acabado de recogerlo todo, Shikamaru bes� a Naruto
ofreci�ndole as� sus propios fluidos. Sus lenguas se acariciaban la una a la
otra de forma cari�osa. Finalmente los dos chicos quedaron abrazados en la
hierba unos minutos. Ambos pensando en todo lo ocurrido, aunque bien sab�an que
estaban compitiendo y no pod�an estar ah�, se quedaron tumbados en una simbiosis
que los un�a. Por un lado, Shikamaru no le gustaba preocuparse por las cosas, ni
por los sentimientos, pero por el otro, Naruto no paraba de pensar en Sasuke.
Sab�a que toda la envidia que sent�a hacia �l, era en realidad admiraci�n, y en
el fondo admit�a que estaba loco por �l, aunque su postura era la de ser su
enemigo.

El silencio rein� durante un minuto en el bosque, por un
tiempo todo pareci� quedar en paz en medio de una guerra.

Shikamaru extra�ado mir� a su alrededor sin encontrar a
nadie, pero en su rostro pudo notar como una brisa de arena soplaba ligeramente.