-1-
Nuestro divorcio fue una sorpresa para todos; nadir entend�a
como despu�s de tantos a�os, con dos hijos y sin mediar infidelidades, malos
tratos u otra causa tangible decidi�ramos separarnos.
Fue un separaci�n totalmente civilizada, simplemente ambos
decidimos al mismos tiempo que necesit�bamos encauzar nuestras vidas por
separado. Tan amistosa fue la separaci�n que continu�bamos compartiendo cama
ocasionalmente; y , he de reconocer que foll�bamos con m�s pasi�n que en los
�ltimos tiempos de nuestro matrimonio.
Alicia, mi ex-mujer, conoci� a otro hombre, Juan, viudo, algo
mayor que ella y con un hijo tambi�n algo mayor que los nuestros, con el que
acab� cas�ndose. A pesar de ello, nuestras relaciones no se rompieron; sin sexo,
pero segu�amos viendo frecuentemente. Hasta tal punto nos llev�bamos bien que,
para sombro de propios y extra�os, yo pasaba un par de semanas del verano en una
casita que ten�an en la playa con ellos y mis hijos.
El �nico que parec�a poner pegas a mi presencia era Iv�n, el
hijo de Juan. En su feroz adolescencia, mostraba tal rechazo hacia mi, que
apenas llegaba yo, �l se iba a casa de sus abuelos.
Aquel verano me presente como todos los anteriores en casa de
mi ex-mujer. Me abri� ella misma, me recibi� con un beso y me dijo:
Ven, te acompa�o al hotelito de aqu� al lado.- Yo la mir�
con cara de sorpresa. Pero ella sigui� hablando sin parecer que me hac�a
ning�n caso.- Iv�n a decidido que este a�o no se marcha; as� que no puedes
ocupar su habitaci�n como siempre; nuestra hija no est� dispuesta a
compartir su habitaci�n con un "adolescente rebosante de hormonas" y el
adolescente no quiere dormir en el sof� ni por su padre.
Los chicos crecen. � Me dije a mi mismo.
La verdad es que no me molest�. El pueblecito, a pesar de ser
de costa, todav�a no hab�a sufrido el vandalismo del turismo masivo y el
hotelito era muy acogedor, con un ambiente muy familiar y conoc�a a los due�os
desde hac�a a�os.
Realmente hab�an crecido. Marina, mi hija mayor, con sus 19
hermosos a�os, sal�a con un chico; Pedro, el peque�o, estaba empe�ado el "ligar"
con escaso �xito e Iv�n era un viril joven de 22 a�os que, manteniendo las
distancias, me trataba con inusual cordialidad.
-2-
Mis vacaciones con ellos coincid�a a�o tras a�o con la
celebraci�n de sus cumplea�os que se separaban en el tiempo unos pocos d�as.
Pero aquel a�o, la fiesta familiar de pasteles y apagado de velas se transform�
por su deseo en una fiesta a la invitaron a todos sus amigos, en una escandalosa
reuni�n de j�venes celebrando una fiesta de verano.
Concluidos la protocolaria apertura de regalos, fotos y
reparto del pastel, me retir� discretamente al porche interior de la casa que
daba al mar.
Un sonido casi imperceptible rompi� mi concentraci�n sobre mi
lectura y tarjo mi vista hacia la puerta.
Iv�n me miraba atentamente, y su rostro mostraba que una
serie de pensamientos cruzaban por su mente. Hab�a cambiado mucho con los a�os,
ya no era el adolescente impertinente que recordaba; se hab�a convertido en un
apuesto joven que me observaba enfundado en un ajustado pantal�n tejano y
ataviado con una camisa casi desabrochada mostrando su pecho firme cubierto de
un casi invisible bello casta�o claro.
�Molesto? � Pregunt� sonriendo.
En absoluto, Iv�n, si�ntate si quieres. � Le respond�
mostr�ndole amablemente una silla frente a la m�a.
No gracias, iba a la playa a darme un chapuz�n.- Dijo
mostr�ndome la toalla que llevaba al hombro. - �Me acompa�as?. � A�adi�
afablemente.
Por que no.
Caminamos en silencio por la arena. Llegamos a unas rocas y
empez� a trepar por ellas.
Api�date de un anciano como yo. � Gem� bromeando. � Que a
me edad ya no estoy para estos esfuerzos.
�Ya quisiera yo tener a t� edad tu forma f�sica y tu
cuerpo!. � Exclam�, devolvi�ndome la pelota.
La verdad es que me cuido; pero me sent� halagado por el
cumplido.
Llegamos a lo m�s alto de las rocas y al otro lado apareci�
una peque�a playa de arena inmaculada, sin se�ales de haber sido pisada en d�as.
Generalmente vengo aqu�. Es un sitio tranquilo al que no
viene nunca nadie. � Coment� mientras empezaba a desnudarse. � Me ba�o en
pelotas sin ning�n problema.
Me qued� mir�ndolo sin decir nada. Desnudo frente a m�, con
las piernas algo separadas y las manos en las caderas, estaba magn�fico. Un
rostro muy bello, torso masculino, culo firme, piernas fuertes y bien torneadas
y una polla que colgaba como un badajo, gruesa y larga a pesar de no encontrarse
en erecci�n.
�No te dar� verg�enza, verdad? .- Pregunt� con sorna.
La verdad era que s� que me la daba; pero no era de mostrar
mi desnudez, si no de que viera la reacci�n que me hab�a provocado la visi�n de
una cuerpo tan atractivo como el suyo. Mi verga presionaba con fuerza el
pantal�n; pero no pod�a negarme a desnudarme. As� que si responder me desprend�
de mi ropa quedando frente a �l mostrando sin disimulo mi polla erecta.
Se acerc� hacia m� hasta que la punta de mi sexo roz� su
vientre.
�No sab�a que los t�os te pusieran tan cachondo?. �
Musit�, mientras sus manos se posaba en mis caderas.
Adem�s de las mujeres, s�lo los que est�n tan buenos como
t�. � Respond�, con un cierto aire de provocaci�n.
Pues a m� s�lo me excitan los hombres y especialmente los
que me doblan en edad y tienen un cuerpazo como el tuyo. � Murmur� en mi
o�do, recalcando lo de "s�lo".
En ese momento, nuestros cuerpos ya estaba fundidos en un
abrazo y sent�a la fuerza de su polla en mi pubis. Nos besamos con pasi�n, me
lami� las orejas, el cuello, los pezones y fue bajando poco a poco besando
lentamente cada rinc�n de mi cuerpo mientras se arrodillaba.
Desde abajo me mir� fijamente a los ojos y tom� mi polla en
su boca haci�ndola deslizarse entre sus labios una y otra vez. La sac� de su
boca dejando un hilo de saliva espesa entre sus labios y mi la punta del glande
y la aproxim� de nuevo a su boca manteniendo la lengua fuera. Cuando la punta de
la h�meda y c�lida lengua roz� el frenillos, cre� estallar en su boca. Apret�
con fuerza la base del m�stil justo sobre los huevos y lami� lentamente las
gotas de l�quido seminal que brotaron.
Se separ� y tumbado en el suelo me ofreci� su culo con un
"follame" que se sali� del alma. No me hice rogar, me arrodill� entre sus
piernas abiertas, las levant� hasta apoyarlas en mis hombros y lo ensart�
entrando lentamente en aquel canal, que obviamente no era el primero en visitar.
Sent� el palpitar de cada cent�metro hasta que mis cojones
toparon con su culo y me abalanc� sobre �l bes�ndolo en la boca.
�C�mo follais los heteros!. � Gimi� entre jadeos.
�Y como la mamais los maricones!. � Exclam�, exultante de
placer.
Mientras lo follaba su polla erecta se mec�a al ritmo que yo
marcaba. Era una verga perfecta, recta, vertical, cil�ndrica, simplemente
maravillosa.
�Hazme una paja, cabr�n!. �O es que vas a negarme ese
placer?. � Me espet�.
�Eres tan maricona que no necesitas que te toquen la
polla para correrte, put�n!. � Le grit� a la vez que as�a su verga con
fuerza y empezaba a sacud�rsela.
En eso lanz� un grito, arque� el cuerpo y lanz� un surtidor
de semen que choc� contra mi cara, haci�ndome sentir su tibieza, mientras le
hund�a la polla hasta el fondo de sus entra�as.
Despu�s de la boda de mi ex-mujer hab�a descubierto los
placeres del sexo entre hombres. Me hab�a follado a varios t�os; pero siempre se
hab�an limitado a poner el culo o la boca o ambas cosas hasta que me corr�a.
Aquello era distinto, Iv�n me trasmit�a su placer, me hac�a sentir el goce de
los dos y me estaba volviendo loco.
Sent� que estaba a punto de correrme e Iv�n tambi�n se
percat� de ello.
�No te corras dentro!. �Dame tu leche! .- Grit� casi
exigi�ndolo.
Le obedec�. R�pidamente la saqu�, y me situ� sobre su
vientre, con el tiempo justo para que varios trallazos de esperma llenar�n su
cara. Ca� exhausto sobre su cuerpo sudoroso y me bes� compartiendo conmigo mis
sabores.
�Hab�amos venido a ba�arnos, no? .- Dijo como si no
hubiera pasado nada. � Va, levanta, que pesas.
Nos metimos en el agua. Parec�amos dos adolescente jugando,
salpic�ndonos, intentando hundirnos en el agua el uno al otro.
Sobre la arena, el uno junto al otro charlamos de manera
distendida. �l me explic� su escondida homosexualidad desde la adolescencia y yo
mi reciente descubrimiento del sexo entre hombres.
Me abraz� desde atr�s y sent� su verga de nuevo erecta entre
abri�ndose paso entre mis gl�teos.
Ser�as el primero y este no es el momento. � Le dije
cari�osamente, mientras me volv� hac�a �l y le besaba en los labios.
Pues no acabar�s el verano sin saber lo que se siente. �
Musito al o�do.
Se gir� tomado mi fl�cida polla con su boca y ofreci�ndome la
suya.
Tambi�n era mi primera vez; pero eso no pod�a neg�rselo. La
sujet� entre mis dedos y le lam� los huevos y la verga antes de met�rmela en la
boca y no parar hasta que se corri�.
Aquella noche, en la soledad de mi cama, la cabeza se me
llen� de sentimientos contradictorios. Pero al final conclu� que me volv�a loco
por su cuerpo y que ard�a en deseos de que me follara.
-3-
Estuve varios d�as sin verlo, hasta que apareci� una ma�ana a
la hora de comer. Tomado el caf�, se me acerc� con sigilo y me dijo.
De esta noche no pasas. � Y se march� casi sin
despedirse.
Durante la cena, no par� de lanzarme miradas y sonrisas. Y al
acabar me hizo gestos de me marchara. Con una torpe disculpa, le obedec� y me
fui a mi hotel tremendamente nervioso.
Hab�a dejado la puerta abierta de mi habitaci�n, entro
desliz�ndose, sin hacer ruido, me llevo a la cama y empez� a desnudarme mientras
me besaba y me lam�a todo el cuerpo. Luego se desnud� �l lenta y
provocativamente. Se quedo desnudo delante de m�, consciente de la impresi�n que
me causaba, con su pelo suelto, los m�sculos firmes, pero no marcados de manera
exagerada y una polla deliciosa, recta, larga, no muy gruesa y con un color
moreno suave que me volv�a loco.
Vamos a la ducha. - Dijo sonriendo, mirando mi expresi�n
golosa.
Bajo el agua tibia, empez� a enjabonarme lentamente
acarici�ndome el culo y pellizc�ndome las tetillas. Se arrodillo y se meti� mi
polla tiesa en la boca mientras me introduc�a un dedo en el culo. El dedo
enjabonado y mojado entr� suavemente y tuve que sacarla de su boca para no
correrme de inmediato. Sigui� explorando mi recto y con su lengua me lam�a los
huevos y el m�stil de mi verga haci�ndome gemir de placer.
Me cogi� de la mano, me tumbo boca abajo se estiro sobre mi
espalda. Yo notaba su sexo sobre mis gl�teos mientras me susurraba al o�do.
Rel�jate y d�jame hacer. - No te har� ning�n da�o.
Empez� con un masaje en los hombros y espalda bajando
lentamente hacia mi culo impaciente. Finalmente coloc� su cara entre mis gl�teos
trabaj�ndolo con su lengua y su boca. Me lleno de su saliva y su lengua entraba
y sal�a de mi interior. Yo estaba ardiendo de deseo y tenia ganas de su polla,
as� que me gir� alcanzando con mi boca su apetitoso miembro.
Su hermosa polla no estaba en ese momento muy dura pero
pronto adquiri� toda su envergadura dentro de mi boca. �l segu�a ocupado con el
culo y ya tenia dos dedos metidos e iba a intentar meter el tercero.
Si te duele avisa que paro. - Me dijo.
Con su polla en la boca y los tres dedos en el culo cre�
morir de placer y empec� a gemir como un poseso.
Cambiamos de postura. El se tumb� boca arriba en la cama,
unto bien de lubricante su verga y mi culo y me dijo.
- Si�ntate sobre mi polla y ves entr�ndotela a tu aire y sin
prisas, avanza hasta que notes molestias, retrocede y vuelve a avanzar.
Segu� sus consejos y su polla fue entrando mil�metro a
mil�metro en mi interior sin sentir dolor. Yo notaba como su verga crec�a y
vibraba a cada nuevo avance, pero no se mov�a para nada ni hacia la menor fuerza
para precipitar la penetraci�n. Cu�ndo note que su capullo hab�a pasado el
esf�nter me deje caer de golpe hasta notar sus huevos en mi culo, empal�ndome en
aquel soberbio falo que tanto placer estaba d�ndome, gritando �que bueeeeno!.
Mu�vete arriba y abajo poco a poco e incl�nate hacia
adelante que pueda morrearte. - Me orden�, mientras �l comenzaba a menear
suave y lentamente sus caderas y me agarraba con sus manos tersas y suaves
la polla, masturb�ndome mientras su lengua invad�a mi boca.
No s� cuanto rato estuvimos as�, pero yo cre�a morir de
�xtasis.
Cambiemos de postura. - Dijo, mientras me indicaba que me
pusiera a gatas.
Se coloc� detr�s de m� y me la meti� lentamente frenando al
menor obst�culo y volviendo a presionar, hasta que la volv� a tener toda dentro.
Me fue bombeando cada vez m�s r�pido.
El no se corr�a y yo no pod�a mas, quer�a correrme de una vez
y as� se lo dije. Me coloco boca arriba con las piernas sobre sus hombros y
ahora su verga entr� de un golpe a la primera. Que gozada verle la cara mientras
me follaba, con el pelo suelto que saltaba a cada envestida y sus m�sculos
tersos y sudorosos. Tenia mi polla en sus manos y me la cascaba al ritmo que me
follaba.
Me corr� salpic�ndolo todo, mi cara y la suya, y se acerco
para besarme en la boca sin sacarla.
Quedamos as� unos momentos, abrazados, exhaustos, sintiendo
todav�a aquel pedazo de carne dentro de m� y gozoso de haber perdido la
virginidad de mi culo con Iv�n.
Retiro su verga todav�a dura de mi interior y le ped� que se
corriera encima de mi pecho. No s� porqu�, quer�a ver salir la leche a
borbotones de su magnifica verga; y mis deseos se vieron cumplidos con creces.
Una riada untosa y c�lida inundo mi torso.
Casi no nos dijimos nada y despu�s de descansar, como puestos
de acuerdo con el pensamientos, salimos a tomar el fresco aire de la noche.
Vagabundeando acabamos entrando en la casa por el porche de la playa. Unos
gemidos romp�an el silencio de la noche.
Alicia y tu padre est�n follando. � Coment� en voz baja.
Iv�n sonri� y me tom� del hombro empuj�ndome hasta la ventana
abierta de la habitaci�n de la pareja.
Por los jadeos, le debe estar comiendo el co�o. � A�ad�
con una cierta iron�a.
Tras unos segundos de silencio, la voz de Juan acompa�ada de
sonidos h�medos llenaron el ambiente.
Ahora es ella quien se la mama. Son muy poco discretos,
yo tambi�n identifico con todo detalle lo que hacen. � Me dijo Iv�n al o�do,
mientras llevaba su mano a mi entrepierna, descubriendo una incipiente
erecci�n. - �Envidia?. � A�adi� con retint�n.
No, s�lo recuerdos. Pero no tengas celos, tu la mamas
mejor.
Iv�n se hab�a arrodillado, delante de mi, me hab�a abierto la
bragueta y me la estaba mamando.
En el interior de la habitaci�n los r�tmicos crujidos y las
voces entrecortadas de ambos me dec�an que Alicia esta cabalgando sobre la polla
de Juan. Era como m�s le gustaba follar.
Mientras en el exterior, viv�a una situaci�n tremendamente
morbosa. Esta espiando a mi ex-mujer mientras follaba con un hombre, cuyo hijo
me estaba haciendo una de las mamadas m�s placenteras de mi vida.
Ambos gritaron casi al un�sono y yo no pude m�s y me corr� en
la boca de Iv�n, que no par� de chupar y tragar mientras mi polla continu�
escupiendo semen.
Se levant�, me dio un beso y se despidi� de mi.
A mi me temblaban las piernas y me volv� a mi hotel con paso
dubitativo.
No he vuelto a saber nada de Iv�n y Alicia y Juan me han
sugerido discretamente que no vuelva a pasar el verano con ellos. Pero ya
buscar� el modo de rencontrarlo y revivir este verano diferente.