Luego que ambos nos corrimos mi primo quer�a desaparecer
antes que volvieran mi familia o mi marido. Aun as� me ayud� a ordenar el
cuarto. Trat� de retenerlo m�s un rato, me apretaba fuertemente a su pecho y le
rogaba que no se fuera mientras le apretaba el pene a trav�s de la tela de la
bermuda- �l me tranquilizaba, melosamente, dici�ndome que, por ahora, lo mejor
era un poco de cabeza fr�a.

Pero yo le recriminaba"- Para ti es f�cil, no tenes que darle
cuenta a nadie, no se ni como voy mirar a la cara a mi marido y menos si se pone
pesado queriendo sexo-"

Y esta vez me habl� muy seriamente "- Escucha, est� todo
bien, esto es entre nosotros dos. Yo tengo que confiar en ti y tu en m�. No
tenemos otra mejor. Y si, ahora, hay algo que me encantar�a es seguir contigo,
continuar en lo que estabamos o simplemente no haciendo nada pero creo que
estamos demasiado alterados y no podr�a estar cerca tuyo sin querer meterte
mano. Lo mejor es vernos ma�ana. te prometo que lo haremos aunque estes rodeada
por todo el mundo. Ahora quiero que te des un ba�o, descanses y te relajes hasta
que vuelvan tus padres y Julio te venga a buscar -"

Le cre� y trate de entender pero no me sent�a bien, ni f�sica
ni, ahora, an�micamente. Tom� un prolongado ba�o, al enjabonarme sent�a que mi
cuerpo a�n no se tranquilizaba. Luego, al verme sola, me invadi� la desaz�n.
Abr� la cama y me acurruque ente las s�banas, otra vez volv� a ser la ni�a
solitaria que buscando placer pod�a estar equivoc�ndome seriamente adem�s de no
poder ni tener a quien pedir un consejo o consuelo. Despu�s del tremendo y fugaz
entusiasmo er�tico volver a mi rutina. Me preguntaba como encarar a mi marido No
quer�a saber de nada. Para peor al otro d�a era s�bado y �l no ir�a a trabajar,
andar�a todo el d�a rond�ndome en nuestra casa. �Como har�a para encontrarme con
Adr�an, tal cual lo hab�a prometido? . Imaginaba excusas y situaciones, hab�a
sido tan fuerte lo vivido por m� esa tarde que quer�a saber que era lo que �l
pensaba. que Consegu� dormirme, pero al despertar con la llegada de mi marido,
me sent�a peor. Mis padres hab�an notado eso y me hab�an dejado dormir
tranquila. Estaba transpirada y afiebrada, al dormirme con la cabeza mojada mi
pelo era un enredo, mi aspecto era lamentable. No quer�a hablar con nadie, para
que no me molestaran exager� un poco, fui al ba�o y no precise simular algunas
arcadas. Volv� a la cama. El clima acompa�aba mi estado mucho calor pesado y
h�medo anunciando que se ven�a una tormenta con truenos y lluvia abundante

Mi propio marido aport� la soluci�n sugiriendo la posibilidad
de dormir ah�, en casa de mis padres. Y para eso argumento la posibilidad cierta
de que nos agarrase la lluvia por el camino y que nuestra casa as� estar�a super
ordenada, como yo la hab�a dejado, cuando la fuera a visitar la gente de la
inmobiliaria, ya que pretend�amos alquilarla por lo menos una quincena a
veraneantes, realmente nos ven�a de maravillas ese dinerillo. Yo estaba vuelta
hacia el otro lado en que �l se encontraba y no pudo ver el cambio en mi cara.
Permanec� en silencio por unos momentos para luego aprobar la idea en tono
indiferente Cuando sali� me volvi� la ansiedad, me parec�a era incre�ble,
durmiendo ah� por un lado no estar�a a solas con mi marido, ya que dormir�amos
en camas separadas y ser�a mucho m�s f�cil encontrarnos al otro d�a con mi
primo. Estuve inquieta toda la noche, me faltaba el aire, me levant� varias
veces al ba�o. Yo Sent�a que hab�a dado un salto importante pero si para mi
primo no era m�s que una calentura de siesta veraniega, y pod�a estar en esos
precisos momentos manoseando alguna burguesita, con "look de jipilla "que ya
comenzaban llegar los fines de semana y que probablemente no tuviera ninguno de
los inconvenientes que significaba una relaci�n conmigo. Me estaba quemando la
cabeza Me daban ganas de escaparme, pero eso con mi padre, siempre est� atento a
los ruidos de la noche por los robos , es imposible. El tema era como avisarle,
o m�s temprano posible, a mi primo que estaba ah��. Encontr� una arriesgada e
infantil soluci�n: como el s�ntoma perceptible era mi aspecto afiebrado tendr�a
que tomarme la temperatura, as� que hice desaparecer term�metro en del mueble
del ba�o. Por fin lleg� la ma�ana y comenz� el movimiento en la casa, observ�
que Julio se levantaba ten�a que ir hasta nuestra casa y luego hacer algunas
diligencias, yo quer�a continuar sola y fing� no estar muy repuesta luego de tan
"terrible noche". Manifest� deseos de saber si ten�a fiebre, busc� el term�metro
en el ba�o y por supuesto no lo encontr�. Mientras tanto yo ya hab�a calentado
un pa�uelo con la lampara de noche para luego apoyarlo en mi frente que tom�
r�pidamente un toque de temperatura,recurso este que hab�a aprendido de una
fatal compa�erita de los tiempos del colegio para poder faltar a clase en las
terribles madrugadas de invierno. �l mismo pudo comprobar. y como nadie sab�a
donde estaba el oportuno term�metro �l pobre Julio hasta me pregunt� si quer�a
llamar a un m�dico. A lo que yo suger�:

"-No, no solo quiero saber que temperatura tengo, debe ser de
tanta cama, si est� todo bien me doy un ba�o y para la tarde estoy repuesta. Lo
mejor es que de pasada por lo de mi t�a pidas uno prestado"

Era increible ya no me sent�a mal, solo demasiada
ansiedad.Pero tambi�n me parec�a que mi comportamiento era bastante demente.
Ten�a la certeza de que mi primo, ni siquiera se habr�a levantado, pero se
despertar�a con el inconfundible ruido de nuestra moto y que seguro llamar�a la
atenci�n. Me qued� en cama, ni quise desayunar. Por fin apareci�, escuch� su voz
preocupada preguntando que era lo pasaba conmigo.. Sent� que mi madre le
respond�a algo as�:

"- Nadie sabe, con esa muchacha. Se pas� toda la noche yendo
y viniendo al ba�o, no dej� dormir a nadie. Est� m�s loca que nunca y ahora
sigue acostada "

Cuando entr� en el cuarto, nos miramos serios por unos
instantes, trat� de hacerme la dolorida hasta que en mi rostro se dibujo la m�s
p�cara y traviesa sonrisa. Me mor�a de contenta, lo hab�a logrado. Cerr� los
ojos y bajando sus hombros suspir� aliviado, pero enseguida una mirada rabiosa
me hizo entender que ahora comprend�a todo. Y me lanz� una serie de improperios
con los dientes apretados para que no se oyera desde la cocina donde se
encontraba solo mi madre; recuerdo cosas como estas:

"- Yo te voy a matar. Vos est�s loca, el susto que me hiciste
dar. Te voy a dar tantos chicotazos en el culo que no podr�s ni sentarte y vas
estar obligada a usar un calz�n grande como los de tu abuela para que no se te
vean las marcas que te voy a dejar. Enferma casi me da un infarto.-" Lo �nico
que me salvaba de sus amenazas era el lugar en donde me encontraba. Tampoco
tomaba en serio todo el castigo ni sus palabras pero seguro me merecida por lo
menos un par de palmadas.

Cuanto m�s me dec�a cosas como estas m�s yo lo provocaba con
la mirada y la sonrisa. Por fin se acerc� y sent�ndose en el borde de la cama
nos unimos en un chup�n desesperado y violento; Sin aviso, sus manos
introdujeron entre las s�banas y toquetearon groseramente todo mi cuerpo. Pero
no pod�amos demorarnos la cocina no estaba muy lejos. Le cont� someramente,
mientras le acariciaba la polla metiendo mi mano por debajo de su bermuda, de
como me hab�a sentido luego de que �l se fuera y de como se hab�a dado todo,
para poder quedarme a dormir ah�, como invent� el pretexto de la fiebre y el
extrav�o del term�metro con el fin de que se enterara de que no me hab�a ido
para mi casa.

�l estaba atento a la puerta y a los ruidos de la cocina y a
pesar de lo nervioso que se le v�a se incorpor� y remangando la pierna de la
bermuda puso, bien cerca de mi cara, la punta de su verga que sobre sal�a por
debajo. Yo esperaba que este segundo encuentro fuera m�s cari�oso pero �l estaba
bastante agresivo y explicito en lo que pretend�a. sin dudarlo la bes�, pas� mi
lengua por aquella hermosa y suave cabeza y sin demora me la introduje en la
boca, sent� el gusto suavemente �cido de los l�quidos pre seminales que ya
lubricaban su punta.

Pero escuchamos ruidos y nos compusimos. Se at� el su�ter
deportivo en la cintura para con el nudo de las mangas disimular su erecci�n.
Sali� a investigar en que estaba mi madre, con el pretexto de que yo despu�s de
tomarme la fiebre estaba dispuesta a desayunar algo.

Cuando volvi�, me cont� su parte, a la vez que una de sus
manos volvi� debajo de las s�banas para palparme suavemente mi conchita y
dedearme el culito. Seg�n �l, por un lado, tambi�n hab�a sentido al irse esa
ansiedad e impotencia, de no poder estar m�s tiempo juntos, que a la noche no
hab�a tenido energ�a para salir, que por la inquietud, el calor y luego por la
sonora tormenta no hab�a conseguido dormirse hasta muy tarde y que hab�a
terminado masturb�ndose recordando lo sucedido a pesar de lo arriesgada de la
situaci�n sobretodo lo deseable de mis tetas y la audacia y el morbo que yo
hab�a demostrado en la tarde, pero por otro lado, a la ma�ana, cuando se
despert� con el ruido de la moto y la voz de mi marido le salt� el coraz�n y se
le hizo un nudo en el estomago por el susto:

"-Imaginate. Me duermo, incluso luego de acabar, haci�ndome
una paja recordando tu orgasmo mientras me dec�as que te mor�as de ganas de
contarle a tu marido que era yo el responsable del machuc�n en tu cola. Y lo
primero que siento es el tipo entrando y llam�ndome a los gritos, solo atin� a
permanecer en silencio, pero frente a su insistencia articul� un somnoliento y
temeroso " �Qu�?" Ah� me explic� , tu marido, a trav�s de la pared, el motivo,
Le contest� que no sab�a donde estaba en lo de madre, como �l parec�a apurado,
que luego de levantarme lo buscar�a y te lo alcanzar�a. Le pareci� bien y
r�pidamente se marcho. Tuve que sentarme por un rato el water -"

Realmente soy terrible, aun me causa gracia recordar este
relato e imaginar la situaci�n y cara de mi primo. Al escuchar esto �ltimo, me
re� divertida pero �l vengativo introdujo sorpresivamente y con ganas un poco de
su dedo en mi culo, haci�ndome saltar y gemir. Luego posando su dedo en mi
clitoris me dijo perversamente serio.

."- As� que quereres que yo vuelva a ser tu doctor. Siempre
te gusto jugar a los doctores. Y ahora lo mandas buscar por tu marido. �Sabes lo
que vamos a hacer en premio y castigo? Te tomaremos la temperatura en el culo -"

Todo lo prohibido de mis inicios sexuales y en posteriores
fantas�as volv�an con sus palabras y caricias en mi cl�toris La complicidad que,
en estos casos est� impl�cita en la palabra nosotros siempre ha estado en mis
fantas�as y deseos. Siempre supe que adem�s del natural y social anhelo de tener
un novio, marido o compa�ero tambi�n deseaba algo m�s o que reuniera otras
caracter�sticas m�s parecido a la relaci�n que ten�a con alguna amiga intima,
pero sexo masculino algo as� como un c�mplice y naturalmente, mi primo siempre
estuvo, en mis pensamientos como un candidato puesto a ocupar ese preciado y
arriesgado rol. Seguramente el hecho de ser familiares generaba una confianza
especial nuestros encuentros de infantiles, y si es verdad que las experiencias
infantiles te marcan profundamente las m�as con �l fueron buenas y sin aparentes
dramas; ahora, siendo casi adultos, sin duda pod�a comprobar que al hacerme tan
demente propuesta a �l lo hab�an marcado tanto como a mi,;: por otro lado daban
poco lugar a sentir verg�enza ya que fueron cosas de ni�os; y tambi�n algunas
caracter�sticas parecidas o complementarias en nuestros caracteres como cierta
tendencia exhibicionista, por mi hasta ahora bastante inc�modamente reprimida,
de exponer, compartir y realizar las fantas�as m�s "perversas" y er�ticas que
junto con �l , no hab�a dudas de pod�an manifestarse en "un vale todo seguro".

As� que o�r vamos y tomaremos junto y su mano en mi co�o me
enloquecieron. No pod�a pensarme como una mujer de 20 y embarazada, sino como la
traviesa ni�a de menos de 10. con mam� ah� cerca en la cocina e imagin� que as�
�l tambi�n me estaba viendo. Volv�a a sentir lo mismo del d�a anterior: quer�a
todo y m�s.

Dud� que lo dijera en serio, pero si hab�amos hecho caso
parecidas de chicos, incluso en el mismo lugar, porque no hacerlo ahora Y
mientras dec�a cosas como "- �Lo decis en serio? No puedo creer que nos
animemos. Estas dementes ya estamos grandes. Estamos locos, si nos llegan a
encontrar...." pero de a poco me daba vuelta en la cama poni�ndome de lado
de cara hacia la puerta y d�ndole a mi primo la espada ofreci�ndole el culo. �l
prepar� el term�metro con r�pidos movimientos para que marcara por encima de
37�. luego , levant� la s�bana, solo para descubrir parcialmente las redondeces
de mis nalgas. Yo baj�ndome un poco la bombacha, suplicaba morbosamente que lo
hiciera despacito porque mi ojetito no estaba acostumbrado a ser penetrado. Beso
ligeramente, aquella marca que me hab�a dejado y separ� mis nalgas las abri� con
una mano, pas� un dedo por el ahujerito. Luego apoy� y presion� el instrumento,
pero me sobresalt�, mi ano se resist�a, estaba muy seco y el �ngulo no era el
correcto. Le agarr� la mano, entonces, llevamos el term�metro a mi boca donde le
puse mucha saliva; Y yo misma lo gui� y ayud�, con mi mano , a que el fino
term�metro entrara lentamente unos cuatro cent�metros en mi apretado culito.
Adrian, alucinado, no se perd�a detalles y yo con la cabeza vuelta hacia atr�s
lo observaba disfrutando de que fuera mi cuerpo el que provocara tanta
excitaci�n de a la vez que mis sentidos estaban en mi trasero. Era volver a
nuestros primeros juegos y siempre con un alto riesgo de ser descubiertos. Para
completar sentimos el ruido, a lo lejos, de la moto de mi marido. Le rogu�
sinceramente que por favor no se fuera. Mi primo apret� mis nalgas aprisionando
el term�metro y cubri�ndome con la s�bana y la colcha me dijo r�pidamente, antes
de salir rumbo a la cocina para que mi marido no lo encontrase conmigo

"-Ninguno de los dos quiere que se nos corte est� calentura,
yo tambi�n solo deseo poder quedarme gozando contigo, permanece as�, de costado,
que nadie va a sospechar ni imaginar por donde te estas tomando la fiebre , ser�
algo solo entre nosotros"

Por la posici�n en que estaba, naturalmente una de mis manos
se hab�a dirigido, hac�a rato, a mi entrepierna acariciando e inclusive
introduciendo levemente un dedo en mi vagina, ahora con la otra por atr�s
confirmaba circundando los plieges de mi ojete que el term�metro se encontraba
en su lugar.

As� me encontr�, Julio, cuando entr�, junto Adrian,
preguntando: por mi temperatura. A lo que le contest� con voz afiebrada, gangosa
y ronca. "- Estoy en eso "

Adr�an, apoyado en el marco de la puerta, me miraba, con los
labios entreabiertos, como habl�ndome y por mi mente, pas� la idea de que
dif�cilmente, encontrase una situaci�n tan perversamente er�tica como esa.
Estabamos los tres solos. Y era tanta la calentura sent�a que hasta imagin� una
situaci�n en que mi marido primero asombrado y alucinado para luego, sin
alternativa y resignado participara complacientemente como espectador o ayudando
a lo que me dejaba hacer por el primo "doctor" para curarme.

En unos instantes que Julio desvi� su atenci�n d�ndome la
espalda, cuando buscaba algo en un armario a la vez le contaba algo de m� a mi
primo, pero este no quer�a perderse mi espect�culo, as� fue que nuestras miradas
se cruzaron r�pida e intensamente, y sin poder contenerme, entrecerrando un poco
los ojos introduje mi dedo hasta empaparse con mis jugos vaginales; era como un
semi orgasmo, super contenido. fue muy r�pido, de cortas convulsiones aunque
siempre pod�a esconderlo y disimularlo con una fingida nausea.

Cuando mi marido volvi� a prestarme atenci�n yo permanec�a
aparentemente quieta y con los ojos cerrados.

"-�Y?-" inquiri� amable pero impacientemente.

"-Ya, termino" dije quiz�s demasiado sugestivamente, quer�a
prolongar al m�ximo aquella inofensiva perversidad.

Cuidadosamente le saque de mi cola y lo fui subiendo con una
mano hasta hacerlo aparecer a la vista como si lo sacara de la otra axila; al
aproximarlo a mi cara para hacer la lectura, lo ol�, ten�a olor a culo pero no a
caca.

"-Solo es 37 grados y medio parece que necesito una aspirina
y un buen ba�o "- dije de buen humor ofreci�ndoselo a mi marido

Julio levant� el term�metro cerca de su cara confirmando mi
lectura Se lo devolvi� a Adr�an para que est� lo guardara. Mi primo esper� que
mi marido se diera vuelta, para mostrarme como se lo met�a lascivamente en la
boca y lo sacaba brillando de saliva. Y luego dijo que mejor quedara aqu� por si
a la tarde yo quer�a volver saber mi temperatura.

Con mi mano que hab�a permanecido oculta debajo de las
s�banas, no hab�a dejado, mientras hablamos, de acariciarme lentamente mi
cuquita y mis nalgas, mi bobacha continuaba baja, pero ahora frente a esta
�ltima visi�n la dirig� a mi ojetito para juguetear con �l introduciendo y
sacando la yema de mi dedo mayor. As� permanec� ansiosamente cuando ellos
salieron conversando de la posibilidad que hab�a surgido de alquilar nuestra
casa por una quincena. Ten�a que ser paciente, sab�a que mi primo no se ir�a sin
despedirse.

A pesar de que el ba�o daba hacia un corredor desde el cuarto
pude o�r comenzar a correr el agua de la ducha Mi marido hab�a entrado reci�n en
el ba�o ten�a que prepararse para la entrevista con la gente de la inmobiliaria
que visitar�an esa la tarde nuestra casa. A los pocos volvi� mi primo trayendo
una bandeja con el desayuno; la dej� en la mesa de noche y permaneci� de pie.
Nuestras miradas lo dec�an todo.

Mi mano apret� fuertemente su bulto y �l abri� su brageta
para mostrarme en todo su esplendor su hermosa pija. Dura, recta, larga y no muy
gruesa, perfectamente perpendicular a su abdomen. Me incorpor� un poco en la
cama y mi boca aprision� aquella belleza que de tanta calentura ya ol�a a semen.
Y usando mi lengua lam� alrededor de su glande. Chupetee y bese mientras mis
sentidos trataban de escuchar, los ruidos de la cocina y los del ba�o. �l me
miraba, con esa forma que me fascina, mezcla de satisfacci�n, perversi�n y
asombro.

As� tomo mi cabeza con las dos manos y comenz� a moverse
primero lentamente, en un mete y saca; me estaba cogiendo la boca. Agarrando el
tronco de la polla, para que con sus casi 20 cent�metros a los que no estaba
acostumbrada, me traspasara la garganta y para con la mano poder acompa�ar sus
movimientos; lo ayud� hacer poniendo los labios en O de forma aun m�s receptiva
mientras la lengua en el interior golpeteaba en cada embestida. La otra mano
acariciaba y sopesaba sus grandes y pesado test�culos. Sent� que todo depend�a
de mi, en especial de mi boca, para que lo que estaba sucediendo tuviera el
final m�s satisfactorio. Lo agarre con ambas manos de las nalgas y ayud� a que
se moviera cada vez m�s r�pido. Ahora era yo quien ten�a el poder, parec�amos
estar violando mi cara.

Mi cabeza se mov�a de atr�s para adelante con rapidez, estaba
hambrienta de su verga y deseaba fervientemente hacerlo acabar, �l me miraba,
respirando agit�damente, me dec�a muy bajo que le gustaba como lo miraba a los
ojos mientras se la mamaba. Hasta que explot� llegando su leche a mi garganta y
con un apagado: "- Chupa, por favor, chupa y traga todo..-" fue
descargando con mi ayuda un abundante pero suave y gustoso semen que solo
algunas gotas escaparon de entre mis labios y corrieron por mi ment�n. Tragu�
todo para luego con la lengua dejarla bien limpia y mientras miraba alevosamente
en direcci�n del ba�o, donde continuaba el sonido de la ducha, recorr�a con
ella, mis facciones refreg�rndomela por toda mi cara. .

Mi primo me dec�a que no pod�a creer que fuera tan puta pero
que le encantaba y que lo iba a hacer correr de nuevo. Entonces para completar,
estaba dispuesta a no dejar de asombrarlo, tome el vaso de yogur, introduje la
cabeza de la verga en �l, y que reapareciendo como un capullo cremoso, chupe con
verdadero deleite. No pudo dejar de proponerme, cuando parec�a que su polla
comenzaba a recuperar su dureza, en el tono que m�s me excita: la mezcla de
orden y suplica"- Quiero verte, aunque sea por un rato, esta tarde.-" A
lo que, arriesgando un m�s, salt� de la cama y sin soltar de mi mano la verga,
ahora pegajosa por el yogur, lo bese con pasi�n en la boca compartiendo todos
los sabores que reci�n hab�a experimentado.

Luego, mir�ndolo a los ojos, tom� el lindo calzoncillos que
mi marido hab�a dejado para lavar encima de la otra cama y limpie detenidamente
su polla con la parte trasera de la prenda. Luego gir� el cuerpo, quedando
apoyada de espaldas en �l y mientras su boca besaba mi cuello y nuca y sus manos
agarraban r�pidamente mis tetas levant�ndome por detr�s el camis�n dejando
parcialmente descubierta mi cola. Yo me pasaba por la raya entreabierta de mi
orto su verga semi erecta que mi mano atrapaba con el calzoncillo de mi marido y
con voz melosa combinaba con �l que si esta prenda aparec�a en la cuerda de la
ropa esta tarde significaba que estaba sola y que ten�amos v�a libre.

Nos separamos con pena. Escuche a mi primo, que al salir, le
respond�a a una pregunta de mi madre dici�ndole que mi me encanta el yogur

Todo hab�a ocurrido en menos de una hora, y la esta deliciosa
mamada unos 10 minutos menos de lo que mi marido demor� en ba�arse y afeitarse.
Cuando termin� y volvi� al cuarto ah� estaba yo desayunando como si nada hubiese
ocurrido y solo me encontr� con toda la boca toda embadurnada tratando
golosamente de aprovechar hasta la �ltima gota del yogur. Nadie se dio cuenta de
nada, mi padre ausente y mi madre la mayor parte del tiempo hab�a estado en el
fondo lavando ropa.