Relato: Demasiada cabeza En M�xico existe un tipo de pan redondo, abultado, esponjado
que se llama panqueque... es como un pu�o cerrado de ni�o de unos ocho a�os.
Bien, una ma�ana estaba yo trabajando en mi computadora, de pronto me sent�
excitado y entonces me fui a ver p�ginas de galer�as gay, estaba deleit�ndome
con fotos de hombres con hermosas vergas de todos colores, tama�os y sabores.
Estaba s�per caliente y en ese momento tocan insistentemente a la puerta. Salgo
a abrir tratando de ocultar mi erecci�n. Quien llamaba era Julio, un muchacho de
28 a�os que ocasionalmente me apoya en el servicio de la casa, hay confianza,
pero nunca hab�amos hablado de mis tendencias gay. No pude evitar que viera al
monitor y me dijo... �Te gusta ver eso?. Le contest� que s�, no me qued� m�s
remedio. Entonces me dijo, es mejor ver y tocar al mismo tiempo. Pues s�, le
dije, pero al no haber m�s... Entonces, para mi sorpresa abri� el cierre de su
pantal�n y me mostr� la m�s hermosa verga que yo hubiese conocido hasta
entonces. Estaba semierecta, un gran ejemplar, pero lo m�s sorprendente era su
glande no circuncidado, baj� el capuch�n y mostr� una cabezota del tama�o de un
panqueque. De un gran panqueque. No me qued� m�s que tocar. Al tocarlo,
deliciosamente suave e hinchado, esa gran verga se estremeci�. Entonces me
inclin� y trat� de darle refugio en mi boca, pero fue algo dif�cil, era
demasiado grande, muy muy gruesa... Entonces �l abri� su pantal�n totalmente y
lo desliz� hasta sus rodillas... Mostr� entonces unos huevotes tan grandes como
aguacates. Sin la cabezota, la verga med�a ya en plena erecci�n 20 cm... dif�cil
de abarcar con los dedos de la mano... Un ejemplar de exposici�n... Segu�
succionando esa gran polla y entonces me pregunt�:
�Te lo quieres meter?
Imposible negarme a esa invitaci�n. Fuimos a la rec�mara, nos
desnudamos totalmente, me puso en cuatro empez� a acariciar el agujero de mi
culo deseoso con una lengua c�lida, muy lubricada por su saliva. Juguete�
ricamente, luego introdujo un dedo, y fue avanzando hasta meter tres.... nunca
hab�a sentido eso y fue delicioso. Mi mano fue nuevamente a su verga y estaba
dur�sima... no me resist� m�s y le ped� que la introdujera. Fue terrible el
dolor, pero logr� ensartarme totalmente. Cuando empez� el mete y saca, fue
delicioso el placer y yo le rogaba que lo hiciera con m�s fuerza, que casi la
sacara toda y luego me diera una estocada hasta el fondo...
Fue lenta y demorada la penetraci�n que me hizo ver estrellas
y el cielo completo.
Cuando sent� que se hinchaba m�s, que mi culo le quedaba como
un ajustado guante, la sac�, me gir�, se dio dos o tres meneadas y me inund� el
pecho de su rica leche.... incre�ble el volumen de l�quido cremoso y caliente
que derram� sobre m�, de un olor penetrante y agridulce...
Nos fuimos a la ducha, nos ba�amos, nos tallamos mutuamente,
y en ese momento empez� nuevamente una erecci�n suya.... nos secamos, volvimos a
la rec�mara y para mi sorpresa, me dijo que quer�a devolverme el favor, empez� a
mamar mi polla de 18 cm. muy gruesa y con un cabez�n que yo juzgaba grande, pero
ante el gran panqueque se reduc�a notablemente... Me chup� el pene completo, los
huevos, luego me pidi� que le lamiera el culo, rosadito y lampi�o, hermoso y
finalmente se mont� sobre mi tranca. Ha sido una de las cogidas m�s deliciosas
que he dado. Me vaci� dentro suyo y gritaba fren�ticamente: "Que rica leche,
papacito, soy tuyo, soy tuyo, hace mucho tiempo que deseaba esto".
Desde entonces, al menos una vez cada quince d�as tenemos
deliciosas sesiones.
El gran panqueque es una delicia.
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Relato: Demasiada cabeza
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