Laura es una
chica, de 45 a�os, ojos negros, morena (con el pelo rizado), de 1�68, pesa 75
Kg, si es de unas formas generosas y generosas en su comportamiento son unas
manos peque�as y bien cuidadas, y unas piernas torneadas, algo anchas y una
curiosa forma de re�rse, como pidiendo perd�n por alguna falta cometida.

Acude al gimnasio, se cuida en su dieta, en su forma de
vestir. Luce exuberante y su car�cter es una mezcolanza de simpat�a, seriedad e
solapada insatisfacci�n.

Yo, Kharlo, tengo 44 a�os, soy alto 1�76, delgado peso
65 Kg, ojos azules.

En su comportamiento, Laura denota permanentemente cierta
excitaci�n, por su ser discurren unas enormes ganas de entregarse a alguien
diferente; alguien que le haga sentir, mucho m�s que en esos encuentros que ha
tenido, en su vida con su marido y distinto de lo que puede esperar hallar en
encuentros de discotecas y bailes.

Esos amores la usan simplemente y no saben realmente hacerla
llegar a sentir satisfecha en ese enorme deseo de dar y recibir amor y placer
genuinos que ella intuye que hay y que no ha llegado a rozar, salvo en algunos
sue�os.

Todo su ser le expresa, en cada cita, en cada oportunidad un
deseo de sucumbir, de rendirse y ser tomada intensamente en las alas de un deseo
indescifrable... No han sabido entenderla, ni hacer que ella misma se entienda,
�l porque de esa necesidad de orientar su intimidad de forma inequ�voca por y
para alguien.

Y por otro lado, se confiesa a s� misma la extra�a excitaci�n
que siente con el trato de algunos clientes, cuando les limpia los zapatos o les
prepara la habitaci�n, el cuarto de ba�o, y al rozar alguna de sus pertenencias.

Tanto que a veces, se descubre a s� misma excitada
inexplicablemente y necesita tensar la tela de su tanga o braga mientras realiza
esa tarea de limpiar zapatos, ropa o planchar o bien en las tareas de la
habitaci�n de alguno de eso se�ores que a veces la hacen dispararse en una
fiebre sensual, y a los que procura atender personalmente como para favorecer
m�s roce personal y paladear ese dulce sopor y dejarse sentirse en una lazo de
sexualidad inexplicable.

Ese tipo de atracci�n "ansiado por Laura" ha surgido,
sorpresivamente, hoy durante una larga sesi�n de miradas y respuestas en la
espera del ascensor, por un traslado de carros mal coordinado.

La not� especialmente sensible y encerrando una pulsaci�n de
fuerte sumisi�n, que ella esconde muy solapadamente, por ignorarla. Y que se
dispar� cuando coincidimos esta tarde, esperando el ascensor, en recepci�n.

Yo supe que al entrar juntos, era preciso situarme a su lado
en el ascensor, y mirarla, valorarla bien detenidamente a los ojos, labios,
discurrir con un camino visual sobre sus ansias ocultar y hacerle sentir mi
respiraci�n sobre su dulce cara y cuello y seguidamente le hice notar su mirada
sobre su escote, en el uniforme del hotel, que ella ha acortado y retocado �lo
supe al ver el uniforme de la otra chica de servicio que iba junto a ella-.

Laura se ha entretenido recortando y disminuyendo la
superficie de la tela estrat�gicamente, para lucirse mas atractiva y excitante.
Es f�cil apreciar sus senos, desde esta corta distancia, y comprobar como sus
pechos est�n perfectamente formados y mostrando bien claramente la excitaci�n de
unos pronunciado montecitos (sus dos pezones).

Al enfocar mi vista en su escote, note su respiraci�n
contenida, un ligero morderse su labio inferior con sus dientes, y como se
apoyaba ligeramente en la punta de sus zapatos, tal vez para intentar parecer un
tanto m�s alto, para darse un poco m�s a ese caballero que la hace sentirse m�s
mujer y muy excitada.

Ella no pudo delatar que la situaci�n ejerc�a un impacto,
incluso al rozarnos ligeramente not� cierto temblor y un deseo contenido entre
sus labios.

A�n digo m�s, ella noto que su pubis, estaba sintiendo una
humedad regar el bello cuidadosamente arreglado "como premonitoriamente" esa
ma�ana, y se rend�a a un influyo dominador que le estaba destilando su
feminidad... La comprend� y entend� su pasi�n creciendo... hasta hacer posar
esas primeras gotas "de flujo �ntimo", entrando entre el algod�n y fibra
el�stica de su tanga.

Y Laura not� en mi mirada y proceder, que todos esos
pensamientos eran perfectamente detectados y sondeados por mi vista. Se entendi�
querida y deseada por ella misma.

Con el ligero roce de mi mano y su mu�eca, unos aguzados
cortes de aterciopelados pu�ales, rasgaban su alma de placer, se hincaban entre
su sexo palpitante y luego ascend�an por su columna hacia su cerebro.

Al salir del ascensor, apreci� como caminaba, con pasitos
cortos, y bien lentamente. Apreci� que su caminar bello, elegante, no intentaba
disimular una incre�ble pulsi�n de permanecer ante mi vista.

Laura, dentro de ese trote emocional, paladeando salir de una
agon�a de deseos insatisfechos y estaba espole�ndose viviendo su despertar a una
mezcolanza de amor y sexo. Se ve�a incapaz de amarrar su brote de placer y se
liber� al notar escapar unos hilos del l�quido n�ctar de su placer femenino.

Porque, ahora ella sent�a trotando, quebrarse, azotada en una
ola de placer. Notaba la prueba de su excitaci�n, certificada en fluida forma de
fina hebra de amor que la recorr�a y palpitaba en su descender por sus muslos;
escribiendo en una lengua desconocida, frases antes no pronunciadas, con
desconches de emoci�n, con brillos que estrellaban su mente y la hac�an
desconocerse a s� misma.

Y era incapaz de reprimir esa catarata de notas de esperado
tiritar de cari�os, de ignorados espasmos de un orgasmo loco, que mientras
caminaba la imposibilitan a rebelarse. Laura, se quer�a sentir atada a quien eso
le provoca con un m�gico encanto, que la embruja para darse al amor en sendas
desconocidas.

Y se confesaba a ella misma, quiero ser huerto regado, una,
diez y mil veces cual pradera de secano que recibe el regad�o de un desconocido.
Y si fueren �stas las primeras gotas de una nueva vida, una vida compartida con
quien esto me hace sentir, las gotas de lluvia me imprimen a sentir mis nalgas
azotadas, quiero ser suya sobre el suelo, sobre el lienzo de la cama o que me
escriba en mi piel aun sobre el corte de estrellas de cristal.

En una llama as� quiero sentirme abrasar, sofocar el fuego y
revivir nuevamente ese azoramiento, esta sensaci�n que me esta consumiendo y me
resucita, que da ahogo y me da un aliento y un tacto tierno que me traer�n sus
manitas, por estar con el, siento un deseo de transportarme en un viento
pasional un viento pasional a donde el quiera... Si como el quiera pero que no
me deje, se dec�a y en eso gir� un poco a mirarme, y me llamaba...

Esa sensaci�n se pronunciaba y agrandaba con cada paso,
especialmente al sentir que le gustaba mostrarse para m�, el caballero que la
hace despertar a un sentir desgarradoramente pasional...

Al cerrarse la puerta del edificio, las chicas del servicio
de hotel tienen que quedarse un rato a limpiar los zapatos y botas de los
clientes de las suites del hotel T... (al que suelo venir cada 15 d�as);
es lo que sent� una noche durante mi estancia, durante una animada conversaci�n
entre dos clientes en caf� del hotel. Eso hizo mella, grav�ndose en mi archivo
mental, por alg�n motivo...

La misma noche me dediqu� disimuladamente a "aprender el
proceder de las chicas", lo hice como en un juego conmigo mismo.

Observ� especialmente que tienen que agrupar el calzado
orden�ndolo por plantas, alas y finalmente por habitaciones. E igualmente se
ocupan en disponer ordenadamente y doblar de forma muy cuidadosa todos vestidos
y prendas dispuestas en la secci�n de lavado y de tintorer�a. Seguidamente,
atienden a acomodarlos en el carrito de reparto y posteriormente, siguiendo una
ruta estudiosamente aprendida van guard�ndolos a cada uno "seg�n una numeraci�n
asignada", en cada armario, seg�n un estadillo de habitaciones y ocupantes.

A Laura le corresponde, tomarlos revisar todos y cada uno y
disponerlos en el carro de reparto, seg�n plantas y alas de pasillo, y luego por
la numeraci�n de los respectivos cuartos.

Mi natural inclinaci�n observadora me hac�a quedarme
contemplando sus respectivos cuerpos, estaban acostumbradas a servir, bajar la
mirada y pasar un poco de hambre para mantenerse espl�ndidamente y record� ver a
una de ellas (a Laura, la morena de pelo rizado) ejercitarse un rato en el
gimnasio del club S... cercano, al que he acudido algunas ocasiones, cuando me
hallo de viaje aqu� en Sevilla. Por eso decido ir nuevamente, y discretamente la
estudio, y veo indudables detalles de clase, y notas de ese especial tipo de
car�cter que me hace desear m�s a una mujer... (esforzada, sincera, responsable,
el�stica y tiernamente expectante...).

Cada d�a me "centraba" en el estudio detallado de una
distinta, pero enseguida cambiaba el objeto de atenci�n hacia otra de las
chicas. Pero lleg� el d�a esperado... consciente o inconscientemente, siempre se
busca la excelencia y la excelencia era Laura.

Estaba distra�damente recostado en la pared y vi a una
morena, una esas chicas, sudorosa, ejercit�ndose y acabando de ayudar a una
compa�era, y vi como se marcaba todo su cuerpo, goteando por el ejercicio
realizado (por haber cambiado de monitora, la nueva hace que se esfuercen m�s y
eso gusta, alcanzado un determinado nivel f�sico).

Me gust� mucho esta chicha morena, y palpit�ndome las sienes,
me seren� y denot� una atracci�n genuina de estar con ella, gust� y me dediqu� a
saber m�s de ella. Ahora al verla atendiendo a esa se�ora, una clienta
impertinente y ver como ella se plegaba ayudarla a calzarse...

En el momento, se me hizo clara la escena, la chica sosten�a
el zapato de la se�ora, era un n�mero de calzado que le ven�a insuficiente, pero
por esas cosas, ella no quer�a utilizar un n�mero superior; por antoj�rsele
grande (poco femenino). La se�ora y la chica sudaban (record� nuevamente la
imagen de ella, Laura en el gimnasio).

Laura pensaba, que a aquella mujer alguien ten�a que decirle
que, las chicas no estaban para ser sus criadas personales..., con tan malos
modos... Pensaba eso, pero con el movimiento, la tela de su tanga estaba
movi�ndose y roz�ndola �ntimamente, a modo de el�stico empaquetamiento de su
intimidad y hab�a alg�n rastro de transpiraci�n entre sus muslos, por su cara,
cuello brazos y en el resto de su cuerpo.

Pero, yo deb�a aprovechar "AHORA" el momento, me acerqu� algo
m�s al escenario y entonces contempl� a Laura que s� concentrada en su labor. La
chica no se daba cuenta que, con su bata "acortada por sus arreglos", lucia una
buena parte de sus muslos y que desde mi lugar se me asomaban espectaculares sus
senos generosos.

Se hab�a retocado el uniforme y se le ver�an unos senos
enormes, y ella desde su posici�n empez� a arrodillarse, coloc�ndose muy
indiscretamente. En otra situaci�n se dar�a cuenta, como una mujer es consciente
siempre de la totalidad de su cuerpo y las perspectivas, es una labor de toda
una vida (vosotras lo sab�is bien...).; pero en �stas circunstancias ella era
ajena a esa situaci�n. Y con el esfuerzo su cuerpo se tensaba y sus senos
involuntariamente tambi�n eran rozados y estimulados por el ejercicio.

La se�ora clienta, luego de un forcejeo y cierta dosis de
estoicismo consigui� calzarse el zapato, le dio 50 c�ntimos como propina
(miserable recompensa a las atenciones recibidas).

Laura quedo sudorosa y aprovech� para que ella me lustrara
mis zapatos, tras hacerle una ligera indicaci�n, ella entendi� y me acomod� en
la misma posici�n. Me coloqu� en una posici�n parecida a la se�ora, maniobr�
para que ella se colocara y recolocara, varias veces. Finalmente consegu� que
quedase en una posici�n de entrar a faenar en su persona, y atender a ver cual
es su actitud.

Cuando estaba concentrada, yo ofrec�a un pie y maniobraba con
el otro. As� vi�ndola aplicada en el zapato de uno de los pies as� el derecho,
la rozaba varias veces ligeramente el muslo con otro pie (el izquierdo y
viceversa). Fui actuando mas osadamente, pero sin hacer ostensible nada y le
hablaba a la vez .

En ese momento ella me mir�, y not� que ella era consciente
del roce de mi zapato. Lo not� en su respiraci�n, en como se percat� del bot�n
desabrochado y no hizo nada por reponerlo, y en como sus piernas se separaron un
tanto m�s, y se combaban un poco adentro a sentarse un como m�s en el filo de su
asientito (de unos 30 cm), yo estaba francamente m�s alto.

Ella me mir�, con cierto temblor en sus labios, que denotaba
algo que estaba pasando en su interior. Me reconoc�a de otras visitas y del
verme en el gimnasio, de llevarme la ropa, y de las propinas que le dejaba (20
euros).

Record�, lo que sent�a en la gimnasia aquella vez que me vio
acompa�ar a In�s (una amiga y record� como vio que una de las veces mientras
habl�bamos con otros amigos, mi mano recorr�a la cintura de In�s, y mi mano
distra�damente baj� hasta tocarle las nalgas y entrarle entre los labios de la
vagina.

Los amigos no se percataban, porque el cuerpo de In�s tapaba
mi mano, pero dio unos ligeros respingo y ella que estaba en el patio, vio por
la ventana la acci�n de mi mano y se mojo much�simo. Y m�s cuando me vio
estirarle de uno de los labios, y como ella mov�a los pies y segu�a
disimulando.... Laura, no pudo evitar desear sentir un espasmo hondo y quedarse
embobada mirando, sinti�ndose en falta.

Luego se encerr� con petillo, y se hizo una paja de dedos muy
intensa; imagin�ndose ser ella. Desde ese d�a se toca as� ella misma y fantasea
son ser tocada por m�, no solo abajo sino tambi�n arriba. Es m�s, aunque yo
tampoco lo s� ella entra en mi habitaci�n y procura recoger la ropa usada,
cuando la dejo para lavar y planchar y usa mi slip y lo lame y se acaricia con
�l.

Ha llegado a cerrar la puerta de mi cuarto, cuando me ve
salir y sabe que no vendr� hasta tarde y se toca sobre la cama deshecha y se
toca muy impulsivamente, frot�ndose con sabanas y oliendo almohada y ropas.
Siempre se promete que volver� a hacerlo pero no sabe el motivo de su
fijaci�n...

AHORA LAURA A DESCUBIERTO QUE LE ENCANTA UTILIZAR MI CORREA,
ROZARSE CON ELLA PONI�NDOLA DE CANTO Y PLANA ENTRE SUS PIERNAS Y ROZANDO SUAVE Y
NO TAN SUAVEMENTE, INCLUSO SE ATREVE A ROZARSE CON EL EXTREMO QUE ENTRA EN LA
HEBILLA, PARA QUE ENTRE EN SU VAGINA Y SENTIR CERRARSE SUS LABIOS CON EL CUERO
DENTRO. ASI SE ACARICIA EL BOT�N DEL CL�TORIS HASTA LLEGAR Y SE EXCITA CON
PENSAR QUE MIS MANOS HAN TOCADO ESA PIEL Y ENTRAN EN ELLA, Y QUE LUEGO VOLVER� A
PON�RMELO Y SENTIR� SU PLACER ENTRE MIS DEDOS.

Yo desconozco, esa parte de su sentir y le ense�� un billete
de 20 euros; dici�ndole que ten�a los pies doloridos y que me apetec�a un masaje
en ellos. El deseo palpitaba aun en su mente, y rebrot� nuevamente, recordando
los momentos vividos en la espera del recibidor, durante el corto trayecto del
ascensor �de aquella tarde-.

Laura me mir� y luego se sumergi� intensamente en revivir el
sentir que ella supo esta tarde que voluntariamente caminaba y se exhib�a para
m�. Entendi� que mientras caminaba un poco delante de m� se notaba viva y libre
de esperar con su cuerpo un deseo de ser tomada de formas aun desconocidas por
ella.

Quer�a darse a s� misma para m�, estar conmigo y compartir
todo ese infinito y variado puzzle emocional para m� y por m� m�s veces al
precio que hubiere lugar.

No entend�a como surg�a todo en su interior y se expresaba en
ella misma tan libremente, como era tan comprendida por alguien y como todo el
c�mulo de sensaciones la columpiaban en un placer que embriagaba su intimidad y
lat�a entre sus piernas, mientras ella apretaba fuertemente la bandeja que baj�
a recoger en una muda excusa para encontrarse conmigo.

Supe que Laura es infeliz en su vida, que su vida apenas
tiene alicientes reales y que lleva tiempo descontenta con ella, con los dem�s
por no encontrar alguien que la entienda y la haga conocerse. Ella quiere
sentirse querida y �nica, recorrer caminos nuevos, sin guiones romper con una
vida de aburrimiento, de lo que se supone debe hacerse sin ser querido por ello.

Laura est� cansada de una vida de ser responsable con sus
padres, con sus hermanos, para sus hijos y hasta con sus amistades y conocidos.
Si los quiere, pero da tanto y recibe tan poco. Cuanto inter�s genuino le
demuestran, ella cada d�a est� ah�, para que solo piensen en ellos, sin
entenderla ni esforzarse en entenderla y darle un poco de felicidad.

A veces hasta la abruman, y hasta se dice a s� misma desear�a
seguir conduciendo la moto, sin para y llegar a un sitio lejano y empezar una
nueva vida, lejos de todos ellos .... Otras veces desea girar y girar en una
curva constante de t�o-vivo para ver si hay algo real cuando se le pase el mareo
embriagador. Y ahora aparece esta sensaci�n tan real, tan fuerte e intensa.

Le indiqu� si conoc�a quien pod�a darme un buen masaje en los
pies; y le indiqu� con la mano mi cuarto y mostr� otro billete de 20 euros.

Ella, en parte estaba atra�da por ese dinero, y por su
natural predisposici�n a servir, dijo que si con su cabeza y lo dijo "mas
f�cilmente de lo que supuse, por sentirse plena y llanamente comprendida y por
poder abandonarse a alguien" .

Le empec� a acariciar su muslo derecho con mi pie izquierdo y
sent� como respingo solo ligeramente y se mordi� el labio, sin osar mirarme,
mientras yo contemplaba ambos lados de la estancia y el cuarto de esparcimiento,
en el que solo hab�a un matrimonio de jubilados, entablando una partida de
cartas.

Por alg�n motivo empec� a sentir exactamente lo que ella
sent�a:

--QUIERO MAS, MUCHO M�S DE ESTO TAN DULCE QUE ME HACES
SENTIR. PERO LO QUIERO HOY, MA�ANA Y TODOS LOS D�AS Y A CUALQUIER PRECIO DE
AMOR....

--QUIERO SERVIRTE, CUIDARTE, ATENDERTE Y QUE TU TE OCUPES DE
M�...

--TU ME HACES SENTIR LO QUE NO HE SENTIDO EN 45 A�OS DE MI
VIDA. QUIERO SER TU SIRVIENTA, SUMISA A TI... DEJAME SERLO, POCO A POCO AMO...
DESDE HOY, AMO...

Ella siente que todo su cuerpo respond�a extraordinariamente
a cada est�mulo y obedeci� muy mansamente, sintiendo una excitaci�n creciente,
enerv�ndose entre ella todo lo que hab�a so�ado y que medio se confesaba. Y
descubre el placer de sentirse llamada por m�, de limpiarme los zapatos. Desea
permanecer con sus manos impregnadas de m� y darse placer con ellas y darme
placer a m�... (es su aspiraci�n, su af�n su aspiraci�n).

Ya hace 6 meses que no hace el amor con su marido, y que est�
pensando separarse, sus hijos son mayores 24 y 21 a�os.... ASPIRA A DEDAR ESTA
VIDA Y DEDICARSE A M�, A ESTAR TANTO TIEMPO COMO PUEDA Y COMO YO LE DEJE; PERO,
DUDA Y SI LA RECHAZO... Y SI LA APARTO, Y NO LA DEJO OCUPARSE DE MIS COSAS,
CUANDO VENGO... ESO LA DEJARIA VACIA....

Por todo eso apenas alzaba la cabeza; se siente obligada, por
su propia voluntad a mantener una posici�n servil y mantener gacha su cabeza.
Pero, con eso su ser tiembla y realiza un traspas� de la puerta de la monoton�a
y sigue a la fuerza irresistible que como mujer siente de servir y obedecerme
mientras siente ese trato sensual y una auto-humillaci�n suave, que la hace
desear proseguir d�ndoseme m�s confesarse...

Esta muy expectante desde la superficie todo el amplio mapa
de la geograf�a f�sica de su piel, hasta su ser m�s hondo y que ahora empezaba a
entrever en un ligero trote de sensualidad inicial.

En un momento dado, percibo un cierto azoramiento, sus manos
se detuvieron y vi como rozaban de una manera especial la piel del zapato y
discretamente el calcet�n de caballero, para sentir mi pie. En ese momento por
la mente de ella cruz� una imagen de ella misma imagin�ndose con la parte
delantera del zapato infiltr�ndose entre sus muslos sin recato, all� empez� a
explotar su lado de mujer pasional que la hizo entrar en trance y deseo as�
arrodillada verse con las manos sujetas a la espalda.

LAURA SENT�A UNOS DESEOS ENORMES DE PEDIRME QUE LE DEJARA
DESCALZAR MI PIE, DESPRENDER LENTAMENTE EL CALCET�N Y COLOCAR ENTRE MIS DEDOS
SUS LABIOS. PERO TODOS LOS LABIOS, LOS DE SU LINDA BOCA Y TAMBIEN LUEGO DE UN
SUPLICIO Y LUCHA CON ELLA MISMA SE IMAGINABA RETIR�NDOSE LA TELA DE SU TANGA Y
SITUANDO SUS P�TALOS VAGINALES AMOROSAMENTE ENTRE LOS DEDOS DE MIS PIES Y
CONFESARME ASI MUDAMENTE QUE ES MUY MIA DESDE AHORA....

Quiso sacudir esa idea, pero en cuanto se la sacud�a le
retornaba, con m�s fuerza y lleg� a verse amarrada con una cuerda que hac�a las
veces de unas esposas y sinti� en sus mu�ecas la tensi�n y tacto de la mano que
la at� y sujetaba m�s fuertemente d�ndole varias vueltas.

Su mente, rebelde imagin� que tapo sus ojos, vend�ndola con
un pa�uelo de cuello, que me ha visto usar y que siente con un tacto de seda,
as� deb�a de ser por su delicadeza. El deseo inici� la marcha entre sus d�biles
resistencia y estuvo circulando una corriente el�ctrica por todo su cuerpo,
durante un espacio de tiempo indefinible, pero que a ella se le hizo eterno. Y
con esa misma mezcla de sensaciones, agudizadas y potenciadas por los roces
reales de mi pie en su muslo y de su mano en la piel.

EN ESA SECUENCIA DE DULCE Y MORBOSA INTRANQUILIDAD SE HIZO UN
DESBORDE EMOCIONAL Y SINTI� QUE SU "CO�ITO DE ZORRA" LA DELATABA Y SE HUMEDEC�A
M�S Y M�S, TANTO QUE EMPAPABA ABUNDANTEMENTE SU TANGA, TANTO QUE DESBORDAN LOS
L�MITES DEL SECANTE Y RECORR�A LA BLANCURA DE SUS MUSLOS LENTAMENTE
ACUSADORAMENTE.

Esa sensaci�n la desarm�, y la dejo inerme a cualquier
intento de levantarse, pues supo que no quer�a privarse de la sensaci�n nunca
experimentada de "esta forma tan arrolladora" pese a escaso contacto f�sico.

EMPEZO A ROMPER A LLORAR, Y LA NOTE MIRARME, Y DECIR POR
FAVOR ES SUPERIOR A M�... PERO NECESITO QUE ME TOQUES... NO PUEDO EXPLICARME QUE
ME PASA PERO DEJAME ESTAR JUNTO A TI COMO TU QUIERAS...

No hable, simplemente la deje hablar y expresarse y ella deja
que su cuerpo se mostrase para m�. Se despoj� de su uniforme (m�s bien se lo
quit� con miedo y con temor de mirarme, hasta tener desabotonados m�s de la
mitad de los botones...

Luego, me mir� para ver si la desaprobaba o le indicaba algo
y con mi mano le dije vamos y entendi� que se deb�a mostrar tal cual es... Por
alg�n motivo ella se siente que es un ser desnudo y que debe presentarse as�
cual si naciese a la vida nueva... y as� se desprendi� de la bata o vestido...
del uniforme.

Son� "el busca" que llevaba en el bolsillo de su bata, y ni
lo miro; no lo oy� o simplemente no lo consider�, pues estaba ante el hombre de
su vida... Y sigui� desposey�ndose de todo lo que la tapaba. Pues se deseaba
mostrar tal cual es y ver si la acepto.

Y se mord�a los labios, ambos labios bucales (alternando unos
nerviosos mordiscos), mientras se sac� su sujetador lila y su tanga verde
clarito, casi un verde pistacho.

ME CONMOVIO VERLA, A ELLA UNA MUJER ADULTA, EXHIBI�NDOSE PARA
M� CUAL SI FUERA ELLA MISMA VENDEDORA Y VENDIDA. DICI�NDOME QUE NO ERA MAS QUE
LO QUE VE�A...

UNA MUJER ADULTA, DE 45 A�OS, 1�68, MORENA, PELO RIZADO, DE
UNOS 75- 80 KG Y QUE SE DABA ENTERAMENTE, SIN CONDICIONES, SIN LIMETES... SIN
PUDOR, SIN TEMER OTRA COSA QUE SER RECHAZADA TOTALMENTE...

Y eso, eso justamente me hizo enamorarme de ella y empezar a
levantarme y abrazarla y sentirla llorar y gimotear para m�.

Esa vez, ella y yo, tras desvestirme ante ella y quedar solo
con mi slip de algod�n (no por pudor, simplemente por algo que ella y yo
sabemos... ). ASI NOS INTRODUCIMOS EN LA CAMA Y ESTUVIMOS ABRAZADOS UN LARGO
RATO...

Luego, le record� lo del busca, llam� y dijo que se hab�a
indispuesto. Luego y que dado que su horario hab�a concluido, me dijo que si yo
no quer�a no iba a su casa.... que quer�a estar conmigo UNIDOS. Y as�
permanecimos, solo con caricias y mimos, con nuestras manos volando y remansando
nuestra piel y con una tierna entrega.

LA SENT� MUJER Y NI�A, PERDIDA Y ENCONTRADA, ENTREGADA... Y
AMOROSA. LA SENT� ROSA PRIMOROSA, LLUVIA DE PRIMAVERA Y FANGO QUE SE DEJA
MOLDEAR, LA SENT� PERFUME DE DAMA DE NOCHE Y AZAHAR.

La sent�, me sent� en ella, nos amamos y desde ese d�a
mutuamente nos encontramos y uno del otro somos.