Andrea se entrena para puta

Este es el ante�ltimo capitulo de La POPU que tengo
escrito. Existe solo uno mas y lanzo la campa�a para que USTEDES decidan el
final de la historia.

Vayan pens�ndola y prepar�ndose para escribirme con sus
propuestas.

Luego de pasar mas de 6 horas durmiendo, Andrea despert�
nuevamente. Su cuerpo dolorido por el esfuerzo estaba cubierto solo por una
suave sabana que se hab�a pegado en algunas partes con los restos de semen sobre
su piel.

-�Descansaste?- pregunt� Manguera

-Un poco.- contest� aun dormida

-�Bien! Porque tenemos que seguir trabajando.-

-Por favor... no mas... me duele ... estoy toda irritada.-
sollozaba suplicando

-No te preocupes linda, no vamos a lastimarte mas por ah�. Tu
dulce agujerito tendr� su tiempo para curarse.-

-Gracias.- susurr� no muy convencida de lo que estaba
agradeciendo

-A prop�sito, estuviste genial hace un rato. ��Cuatro
orgasmos en menos de dos horas!! �Te gust� la fiestita no? Te escuchamos gozar
unas cuantas veces.-

Andrea enmudeci�. En unas pantallas de televisi�n alrededor
de ella pudo verse en uno de los momentos de lujuria cabalgando sobre un
brillante y largo pene mientras tomaba las nalgas del hombre incrust�ndose m�s y
m�s. La muchacha miraba con ojos at�nitos el tama�o del sexo del hombre y no se
explicaba como hab�a podido con el.

-�Sabias que sos muy fotog�nica? Deber�as ser modelo.-
coment� manguera

-�La puta que te pari�!.- respondi� ella enfurecida

-No no no no.... esos no son modales de una modelo de
televisi�n. Ahhh... �te mencion� que tambi�n estas en Internet?-

La muchacha no estaba sorprendida, conoc�a el poder de
Internet en la divulgaci�n de la informaci�n. Sus compa�eros de clase se
jactaban de obtener cualquier clase de pornograf�a por ese medio, y no dudaba
que a esta hora ya hubiera cientos de copias de su impensada actuaci�n alrededor
del mundo. Lo poco que le quedaba de autoestima estaba derrumb�ndose en una
lagrima que corr�a por su mejilla.

-Ahora te vamos a ense�ar a disfrutar de algunas partes "no
tradicionales" del sexo -

-Por favor... basta.... ya no mas...- suplicaba ella

-No te preocupes, es igual que hace un rato, en cuanto le
tomes el gusto lo vas a agradecer. -

Parados alrededor de ella un grupo de cinco o seis hombres
desnudos mostraban sus penes semierectos como en exposici�n. Andrea ya no se
sorprend�a con la visi�n de miembros masculinos como al comienzo, pero le llam�
la atenci�n los pomos de vaselina liquida en manos de varios de ellos.

-�Te imaginas que es lo que sigue para que aprendas?-

-��No!! ��Por favor!! ��Por atr�s no!!-

-Si nena... ten�s que aprender... de una forma u otra lo vas
a hacer. Vos decid�s, si cooperas vamos a tratar que no te duela, sino... ya te
imaginar�s.-

Con su cabeza entre ambas manos Andrea llor� por mas de 3
minutos. Al fin su cara asom� entre sus dedos y sin ver cambios en la actitud de
los hombres pregunt� resignada:

-�Que quieren que haga?-

-Primero debes ponerte de pie.-

Con dificultad Andrea se puso de pie cubriendo su cuerpo con
la corta sabana. Sus manos a la altura de sus pechos cubr�an los rosados pezones
mientras el borde inferior de la sabana apenas cubr�a los �ltimos vestigios de
su enrulado vello p�bico.

-Hermoso trasero- dijo uno de los hombres

-Bien, linda, ahora suelta la sabana.- orden� Manguera

Sonrojada por la apreciaci�n y conservando aun su pudor,
Andrea solt� t�midamente la sabana cubri�ndose con ambas manos sus pechos y
pubis.

-No vas a tener verg�enza justo ahora �no?. No despu�s de lo
que hiciste.- se re�a Manguera

-Ahora vas a apoyarte con tus manos adelante tuyo y nos vas a
mostrar ese hermoso trasero tuyo.-

Temblando e inclin�ndose con temor hacia adelante la muchacha
tom� la posici�n que le hab�an requerido y mirando hacia uno de los lados
observ� los rostros de los hombres clavando sus miradas en sus nalgas
descubiertas. Sus manos y brazos temblaban con temor mientras los hombres
acariciaban sus suaves y rosadas nalgas. Aun m�s temor sinti� cuando uno de los
hombres se acerc� decidido con su pomo de vaselina en la mano y lo insert� entre
sus nalgas. Andrea pod�a sentir el fr�o gel intern�ndose en su cuerpo a medida
que ingresaba por su ano. Los dedos del hombre entraban y sal�an de su recto
molest�ndola y provoc�ndole sensaciones que ella nunca hab�a sentido en su vida.

-Te estamos lubricando para que no te duela.- le explic� el
muchacho

-Gracias, muy dulce lo tuyo.- respondi� sarc�sticamente
Andrea con una mueca en el rostro.

-Ahora Andrea, necesitamos que te relajes lo mas que puedas,
cuanto mas relajada est�s, menos va a doler.-

Andrea hizo su mejor esfuerzo mientras sent�a los molestos
dedos del hombre jugueteando dentro de su trasero. En un momento el muchacho
sac� sus dedos y comenz� a empujar la punta de su pene en el cerrado orificio
anal de la muchacha. Con mucho esfuerzo y algunos gritos de dolor de Andrea
logr� meter los primeros tres cent�metros dentro del cuerpo de la joven. Andrea
sinti� como las paredes de su ano se dilataban y absorb�an con dolor el ingreso
del caliente y tieso miembro en su cuerpo. El dolor fue mucho para ella y sin
poder aguantarlo mas cay� sobre sus rodillas, aun manteni�ndose en cuatro patas.
Sus ojos lloraban l�grimas silenciosas que corr�an por sus mejillas hacia el
piso.

-Uhhh... me duele...- llorique� Andrea

-Estamos yendo despacio nena, pero alguna vez hay que empezar
a expandir el orificio �no?- contest� el hombre

El muchacho empuj� otro poco mas y ya eran cinco los
cent�metros adentro de ella. La respiraci�n de Andrea era agitada y sus manos se
crispaban con cada movimiento del hombre por m�nimo que fuera. Las l�grimas ya
eran abundantes y sus ojos se enrojec�an mientras todo su cuerpo intentaba
luchar contra esa invasi�n.

-Ten�s que relajarte nena.- dijo Manguera

-���No puedo con esa cosa adentro!!!.- grit� ella ofuscada

-Avisame cuando est�s mejor.- dijo el muchacho

Andrea se limpi� las l�grimas de los ojos y procur� relajarse
mientras su cuerpo se acostumbraba a esta nueva intrusi�n. Unos minutos despu�s
decidi� seguir para terminar de una vez con el tema y evitar perder el poco
control que le permit�an de la situaci�n. El solo imaginar que le rompieran el
culo por la fuerza la paralizaba de terror.

-Ya estoy mejor.- murmur�

-Respira hondo y relajate....-

Casi previendo lo que se ven�a, Andrea decidi� que era
preferible cerrar sus ojos. Sin embargo sinti� perfectamente cuando el muchacho
dio el ultimo empuj�n metiendo diez cent�metros m�s de un solo empuj�n dentro de
ella. La sensaci�n era rara. Pod�a sentir perfectamente el roce y la forma del
pene que la sodomizaba pero aparte del dolor natural de la expansi�n de su recto
pod�a sentir una extra�a sensaci�n de necesidad de defecar que la hicieron
desesperar.

-Uhhhh.... despacio por favor-

-Ya esta, lo ten�s todo adentro. �viste que no era tan
dif�cil?.- insisti� Manguera

-�como se siente?- pregunt� el muchacho

-��Como quer�s que me sienta boludo?! Me siento con el culo
empalado, me rompieron el culo.-

-Calmate nena, ya te vas a acostumbrar y te va a gustar.-
dijo el muchacho

-Cuando vos quieras podes empezar a moverte.- le indic�
Manguera a Andrea

Ella lo mir� con cara de sorprendida. Estaba dispuesta a
permitir que la sodomizaran, pero tomar la iniciativa y moverse era mucho para
ella. Nuevamente pens� en qu� suceder�a si ellos la tomaran por la fuerza, y eso
le incitaba a moverse y a obedecer. Sin embargo algo la paralizaba.

Los minutos pasaron y la posici�n no cambiaba ni el muchacho
se mov�a. Viendo que no hab�a otra forma de terminar esto la muchacha comenz� a
moverse hacia adelante hasta sacar unos diez cent�metros de carne de su cuerpo.
Con las manos en sus hombros, el hombre no la dejaba ir mas all�. Lentamente
comenz� a hacer fuerza hacia atr�s y sentir como la carne caliente volv�a a
entrar en su cuerpo. Una y otra vez repiti� este ejercicio sintiendo el abdomen
del muchacho chocar contra su espalda en un desagradable sonido. Poco a poco las
sensaciones iban cambiando. Al cabo de la primera media hora, su recto estaba
mas distendido y lubricado y lo que originalmente hab�a sido dolor ahora era un
placer distinto y novedoso que recorr�a su cuerpo. Con los recuerdos frescos de
sus orgasmos en su mente ella comenz� a sentirse realmente estimulada y pronto
estuvo al borde de un nuevo orgasmo.

-��Ohh no!! ��No de esta forma tambi�n!!-

-Si nena, vas a gozar as� tambi�n.-

El ruido de la penetraci�n iba creciendo mientras los pechos
de ella se bamboleaban en el fren�tico y salvaje frenes� de sexo. Muy pronto
ella sinti� como el torrente de semen se enterraba en su recto y estimulaba su
sexo llev�ndola al orgasmo.

-Uhhhh... si... si.... - gem�a Andrea

Durante un rato largo la muchacha sacudi� su cabeza hacia
arriba arqueando su espalda y sintiendo como el orgasmo la recorr�a una vez mas.
Casi como sin querer dejar esa sensaci�n continuaba con sus nalgas pegadas al
pubis del muchacho. El muchacho se quit� de repente de su recto y ella reaccion�
abriendo los ojos. Delante de ella otro muchacho con una c�mara en su mano hab�a
registrado todas sus expresiones en su primer orgasmo anal. Maldiciendo Andrea
se odiaba a si misma por ingenua y por la debilidad de su carne. Delante de ella
un televisor mostraba como la c�mara se acercaba a sus nalgas. Un acercamiento y
la ayuda de dos manos abriendo sus gl�teos mostraron el enrojecido ano latiendo
en su amplia abertura de unos dos cent�metros mientras que un hilo de semen
escapaba de su borde chorreando sus muslos. Andrea miraba la c�mara y sab�a que
su vida estaba escrita de ahora en mas, era una prostituta en entrenamiento.

La imagen mostr� un grueso pene negro que ocupaba toda la
pantalla. Ella no pod�a definir bien su tama�o pero le pareci� que no era
peque�o. La c�mara volvi� a su cara. Ella la miraba fijamente, como
desafi�ndola. El hombre apoy� su miembro en el ano de la muchacha y la expresi�n
dio cuenta de que sent�a su calor y dureza. Un primer empuj�n volvi� a expandir
su dilatado recto y abriendo su boca al m�ximo Andrea contuvo su grito mientras
el miembro se internaba r�pido y profundo en su ser.

-�Despacio!- grit�

-Ya casi esta... te estas portando muy bien.-

-Pero sos mas grande que el otro, casi me abr�s al medio.-

-Ya falta poquito, un poquito mas.-

-Uhhhhh... duele...-

El pene no solo era mas largo, castigando su recto donde
nadie aun hab�a llegado. Tambi�n era m�s grueso y Andrea sent�a el ardor en su
ano mientras se estiraba aun mas. Muy pronto sinti� los test�culos del negro
golpeando sobre su vagina y supo que hab�a superado la segunda prueba.
Levantando la vista pudo ver la c�mara enfocando su ano expandido a unos cuatro
cent�metros sosteniendo el oscuro pene en su interior. El contraste era notable,
sus blancas nalgas eran la nieve comparadas con el negro obelisco en su
interior.

Las manos del negro se posaron sobre su cintura y
recorri�ndola hasta sus pechos la tomaron con fuerza mientras comenzaba un
violento ir y venir dentro de su sexo. La situaci�n casi le cortaba la
respiraci�n, y la muchacha solo jadeaba tratando de no pensar lo que estaba
sucediendo.

-Uhhh... estas estrechita. Deliciosa.- gem�a el negro

De repente, el negro se convulsion� y un fuerte chorro de
semen inund� a Andrea. Los ojos de ella se abrieron sin poder creer la fuerza y
la cantidad de esperma que ese negro estaba dejando dentro de ella. Clavado
hasta el fondo de su recto, el liquido calentaba su vientre. Instintivamente
Andrea llev� una mano a su ombligo sintiendo los borbotones que la invad�an.

-Uhhh.... dulce bomboncito. �Te gust�?-

Ella lo miraba como sin entender lo que le dec�a y
instintivamente asinti� con la cabeza.

Entre varios y sin que ella pudiera reaccionar la levantaron
y colocando debajo de ella un embudo y un vaso vaciaron los derrames de su ano
en un vaso de trago largo.

Luego de eso Andrea qued� exhausta sobre su costado derecho.
Sus ojos vidriosos daban cuenta que su mente estaba perdida. Su cuerpo era un
c�mulo de sensaciones demasiado fuertes para que pudiera controlarlas o al menos
entenderlas. Su vida estaba cambiando demasiado r�pido.

Unos veinte minutos despu�s, Manguera se le acerc� al lado y
acariciando su cabello charlaba con ella.

-Viste que no era tan dif�cil.-

-Doli� un poco al principio.- le respondi� Andrea casi sin
pensar en la perversi�n de lo que hab�a hecho

-Pero ya te acostumbraste y ahora no duele tanto �no?-

-Es cierto, casi como que no es dolor.-

-�Te animas a seguir? Ahora viene una parte que te va a
gustar-

-No se-

-�Quer�s tener otro orgasmo? �Te acord�s el de hace un rato?-

-Si, me gustan, pero estoy rendida.- admiti� ella sin poder
creer lo que admit�a frente a Manguera

-Es el ultimo, despu�s te vas a descansar otra vez.-

-Bueno, esta bien, quiero otro orgasmo para antes de la
camita.- dijo con una sonrisa

-Pero vas a tener que ayudar.- le aclar�

-Uds. digan, hasta ahora saben mas que yo.-

-Vamos a hacer una doble penetraci�n. �Te animas?-

-�Como es?-

Andrea atendi� a las indicaciones y comprendi� r�pidamente.
Enseguida eligi� a sus compa�eros y comenz� a chuparles sus miembros para
asegurarse que estuvieran bien tiesos y calientes. Un robusto muchacho se acost�
en el piso y con su pene como m�stil observaba mientras la muchacha le colocaba
su ano sobre la punta de su miembro y bajaba lentamente empal�ndose sola.

-�Estas bien?- Pregunt� ella

-Espectacular.- respondi� el

Suavemente se dej� caer de espaldas sobre el pecho de el, y
tomando de la mano a un enorme negro lo acerc� a su entrepierna. Luego tom� el
grueso miembro del negro y lo apoy� sobre su ya chorreante vagina. Tom�ndolo de
las nalgas lo trajo hacia ella y sinti� como la penetraba hasta lo mas hondo.

-Uhhh.... es delicioso. Me siento llena.-

Los muchachos comenzaron a mover sus miembros dentro de la
muchacha y ella comenz� a gemir primero y gritar despu�s de placer. Varios
hombres mas sorb�an sus pechos y mord�an sus pezones. En un �xtasis total Andrea
lleg� dos veces mas al orgasmo hasta que los hombres descargaron sus penes
dentro de ella.

Tirada en el suelo, exhausta vio como Manguera se acercaba
trayendo un vaso en sus manos. Era el mismo vaso de la recolecci�n pasada, con
el agregado de los hombres que hab�an eyaculado al ver su ultima practica. El
vaso de trago largo estaba hasta la mitad de un liquido blanco indefinido.

-Antes de ir a la camita hay que tomar la leche.- dijo
Manguera

El circulo de hombres segu�a alrededor de ella. Andrea los
mir� y viendo que no hab�a otro camino tom� el vaso y lo llevo a sus labios. En
el primer intento tom� tres tragos, pero el viscoso liquido se pegaba en su boca
y en su garganta evitando que lo pudiera tragar r�pidamente. Acomodando y
haciendo esfuerzo por tragar lo que quedaba en su boca la muchacha hizo el
segundo intento. Esta vez no llego al tercer trago, en el segundo una sensaci�n
de arcadas casi hace un desastre.

-Despacio. No hay apuro. Saborealo.-

-Son unos hijos de puta.- dijo sonriendo mientras que el
semen ca�a por sus comisuras

Al cabo de unos diez minutos, y cinco intentos mas, el vaso
estaba vac�o y el estomago de Alicia lleno de semen. Con una sonrisa acarici� su
estomago. Ya no le cab�a ninguna duda. Se sent�a una puta consumada, pero le
estaba gustando. Sab�a que su vida estaba arruinada para siempre, pero mientras
fuera una puta bien cuidada, no tendr�a de qu� preocuparse.

-Creo que fue un d�a agotador. Gracias por el trago y me voy
a la cama.- dijo ella relami�ndose para calentarlos mas aun.

-Te lo has ganado.- dijo Manguera

Caminando con dificultad, sus piernas arqueadas y un notable
entumecimiento en la pelvis, Andrea sigui� hasta su cuarto y arroj�ndose sobre
el colch�n qued� profundamente dormida. Pese a la pesadilla que hab�a vivido
desde que estaba ah�, una sonrisa acompa�aba su dulce sue�o.