Mar�a Jos� as� se llama mi suegra, despu�s de esa noche el
trato era el mismo, como si nada hubiera ocurrido entre los dos, los primeros
d�as fueron los m�s normales del mundo, a veces buscaba en su mirada un dejo de
complicidad o una se�al de que me indicara que un nuevo encuentro, pero no.
Desde luego Malu segu�a busc�ndome a la m�s m�nima oportunidad, cosa que yo no
dejaba pasar por alto estaba de una ardiente cada d�a m�s, tomaba las riendas y
tomaba la iniciativa en casi todo, ella ni�a era puro fuego, y pensar que su
imagen contrastaba con todo eso, rubia, pecosa ojos grises o verdes, bella con
cara de �ngel, delgada y algo t�mida de poco hablar, pero eso era en el trato en
general, pero en la intimidad le gustaba llevar las riendas y hasta creativa
dir�a yo.

En esos primeros 4 d�as no dejaba de pensar en como las cosas
hab�an dado un giro, a veces me encontraba recordando mis sesiones con Malu o
con la suegra, y luego me daba algo de remordimiento (m�s bien creo que era mi
lado hip�crita el que me hacia pensar as�) por mi esposa y en varias ocasiones
pens� en Carola y dud� en alg�n momento en continuar por ella, pero con tanto
ajetreo entre mis piernas creo que era lo que menos deseaba, ustedes saben la
t�pica inconformidad humana.

Sin darme cuenta se estaba acabando mi primer mes de
vacaciones y mi esposa estaba por tomar las de ella, hab�amos hablado de hacer
un viajecito por M�rida, o Canaima aun no estaba decidido, los dos lugares no lo
hab�amos visitado juntos, y la idea de M�rida me agradaba m�s, por que nos iba a
dar m�s tiempo libre y un buen descanso no nos caer�a mal, a pesar de dormir
bastante en la casa, el sexo continuo con mi esposa o su hermana poco apoco me
estaban haciendo mella,

En 6 d�as ser�a septiembre, mes en que Maru sal�a de
vacaciones aun me quedaba un mes m�s de vacaciones y mis progresos con Carola se
hab�an quedado en la fiestecita, de all� no supe m�s nada de ella, la verdad es
que entr� o no se si entramos en un periodo de latencia. Ese d�a Malu me tuvo
ocupado toda la ma�ana en el cuartito del taller, donde lo hicimos tres veces de
las cuales dos fueron de pie carg�ndola yo, por suerte ella es delgada y es una
plumita, pero al fin y al cabo pega.

Al medio d�a todos en la mesa mi esposa anuncia que no va a
poder salir de vacaciones, o por lo menos hasta la mitad de septiembre, ya que
iba a empezar una auditoria en su empresa e iba a durar aproximadamente entre 18
y 20 d�as, mi suegra puso mala cara y record� la ultima vez que en esa empresa
hab�an hecho auditoria, hacia como casi 4 a�os, para ese tiempo ella y yo
est�bamos empezando de novios, mi suegra dijo que tratara de llegar temprano
esta vez, Maru le dijo que lo m�s probable era que viniera menos que antes, ya
que ahora ella ocupaba un cargo de supervisora y tenia m�s responsabilidad.

La cara de Malu irradiaba felicidad, ya que eso implicaba m�s
encuentros, cosa f�cil de imaginar, pero no me esperaba casi nada de lo que
venia.

Dos o tres veces a la semana iba a la obra a supervisar la
construcci�n de la casa, y los dem�s d�as me la pasaba en el tallercito casi
siempre con Malu o en mi cuarto, la suegra en sus cosas y Carola con sus amigas
o en la playa, ya el color de su piel era bien oscuro a pesar de ser junto con
su madre las m�s blancas, el resto del d�a que no hacia nada lo pasaba
durmiendo.

Todo empieza cuando el suegro sugiri� echar una salidita
todos de una semana para otra isla a pasar unos d�as all� juntos con unos amigos
en com�n de la familia y otros familiares en una casa de playa que el viejo
pose� all�, la idea cay� de maravillas entre Carola y mi esposa, a mi no me
parec�a tan mala, pero a quien si no les pareci� fue a mi suegra y a Malu, mi
suegra por que dice que ella trabaja mucho all� a pesar de que siempre se lleva
a una de las mujeres de servicio, y lo que menos hace es descansar y Malu por
que no �bamos a poder concretar alg�n encuentro o seria muy dif�cil de hacerlo,
esto no era dif�cil de saber. A la final despu�s de casi dos d�as de debate se
decidi� que solo se ir�a el fin de semana y en plan de descanso solo nosotros y
un hermano de mi suegro con sus hijos, inclusive mi esposa ir�a.

El jueves por la tarde despu�s de haber llegado de supervisar
la obra, me met� en el taller a arreglar un peque�o motor de una podadora vieja,
y el cual ya estaba casi listo, como a eso de las 5 sent� el port�n del garaje,
me asom� a ver quien era y era mi suegra en su camioneta, ella ni siquiera apag�
el carro si no que me hizo se�as de que me montara y as� lo hice, y salimos de
nuevo, empezamos a hablar trivialidades, que si como me iba con su hija y le
dije que me iba muy bien, ella durante toda la conversaci�n lo que hizo fue
hablar de su hija Maru y no era para menos, en fin lo que buscaba era saber que
entre nosotros no hab�a ning�n tipo problemas, que nos llev�bamos muy bien como
pareja y que no hab�a posibilidades de que su relaci�n conmigo no afectara eso,
claro eso lo supuse yo y no estaba equivocado.

Ella manejaba hacia ninguna parte mientras me preguntaba lo
anterior, pero me di cuenta que luego empez� a salir de la ciudad, all� comenz�
a hablarme un poco m�s de nosotros:

No se por qu�, pero esto me estaba sonando a que yo iba a ser
conejillo de indias en la despedida de sotera, la se�ora Constanza no esta nada
mal, a sus 44, adem�s sus senos son de muy buen tama�o y es muy elegante, adem�s
de ser una se�ora muy linda, m�s que mi suegra, estaba muy pendiente de la
conversaci�n y sent� algo de excitaci�n, creo que era todo lo que esto envolv�a
y por primera vez me imagin� teniendo sexo con todas las amigas de mis suegra

Definitivamente no me equivocaba quer�an que yo me pegara a
Constanza. Pero las dem�s sab�an de mi? Ella les hab�a dicho lo que ha pasado
entre nosotros???

"Todas han llevado a su amante" esto reson� miles de veces en
mi mente como un redoble de tambor, quien viera a todas estas mujeres damas
respetables de la isla, integrantes de un grupo de mujeres de alta sociedad que
son activistas de una instituci�n ben�fica y que tienen en com�n, seg�n creo, en
que todas o algunas estudiaron en el Colegio Salesiano de Caracas, por eso creo
que las llaman las Damas Salesianas, entiendo lo de que tengan un amante, pero
que todas entre si lo sepan era algo raro o por lo menos no muy com�n, y que lo
conozcan y ahora los "eval�en" entre ellas, much�simo menos. Lo �nico que me
entr� en la cabeza es que las que hac�an esto lo hac�an por la amistad con
Constanza y que deb�an quererla mucho.

Bueno ella me hab�a dicho la otra noche que me tenia que
probar, y me prob� pero fue pura coincidencia, es que ni siquiera chance me dio
de imagin�rmela seduci�ndome, la verdad hubiera sido muy excitante haber estado
en el juego de la seducci�n, de las miradas, de las iron�as, de los roces y las
palabras con doble sentido, sinceramente lament� eso.

Hasta este punto creo que no me hab�a dado cuenta de la
magnitud del favor de que mi suegra me pida que me coja a una de sus amigas y lo
�ltimo que dijo me dej� m�s que satisfecho. Mi asombro en ese momento fue mayor
cuando llegamos a la casa que tiene una de "las muchachas" una casa bien grande
en la zona playera por excelencia y preferida por los turistas y nativos de la
isla, playa el agua. All� hab�an 7 carros algunos conocidos por m� y que eran de
"las muchachas".

Luego de estacionarnos la due�a de la casa, la se�ora Ismenia
nos recibi� en la puerta, esta creo es la mayor del grupo, se nota que se ha
estirado el cuero varias veces y la verdad se mantiene, lo que not� es que en
sus tiempos de juventud era simplemente hermosa, ahora estaba un poco rellena y
era la m�s libre de hablar sin pelos en la lengua creo que es la que lleva la
voz cantante.

Ella se sorprendi� mucho al verme, pues sabe que soy el yerno
de Mar�a Jos� y no creo que se lo esperaba es m�s la mirada hacia mi suegra fue
la de preguntarle inocentemente que hacia yo aqu�, mi suegra solo respondi�
alzando las cejas y sonriendo maliciosamente, ella seguro pens� que yo era su
amante y pel� los ojos por el asombro aun mayor. Sin decir m�s que el saludo
correspondiente nos gui� a la sala donde estaban el resto de las amigas, seg�n
mi suegra eran el c�rculo de amigas m�s cerrado y en el que hab�a m�s confianza,
la suficiente como para este tipo de empresa, con mi suegra eran 9 en total.

Todas abrieron la boca y la mirada exorbitante que la
acompa�aba era una clara se�al de sorpresa masiva, las mir� a todas r�pidamente
para verles el rostro de asombro, a todas las conoc�a o las hab�a visto en la
casa de mi suegra y obviamente ellas sab�an quien era yo, "El Yerno" despu�s de
que mi suegras les hizo un saludo a todas, una de las m�s j�venes (aprox. unos
38 o 40 a�os) le pregunt� de sopet�n:

Todas nos quedamos en el sitio, parece que ya tenia una
respuesta preparada, algunas asumieron que esa era la verdadera respuesta y
asintieron con la cabeza, pero dos o tres no se creyeron el cuento y pusieron su
cara de aprobaci�n sarc�stica adem�s de secretear entre ellas. Mi suegra no dijo
m�s al respecto pero entonces ellas empezaron con una bater�a de preguntas.

Las preguntas fueron m�s que todo, para saber mi grado de
conocimientos con respecto al sexo, h�bitos, posiciones favoritas, resistencia,
alguna enfermedad o cosas por el estilo estado de salud general, yo a veces ve�a
las peguntas un poco absurdas, creo que buscaban algo especifico pero la verdad
no le hall� sentido, me preguntaron hasta donde estaba dispuesto a llegar en ese
momento, con respecto a esta ultima les dije que me especificaran hasta donde
era eso, ellas me dijeron que si estaba dispuesto a complacer sexualmente a una
de ellas, mir� a mi suegra y esta les dijo que ya yo hab�a aceptado hacerlo con
Constanza, estas les respondieron que a fin de cuentas no ten�an una prueba
fehaciente m�s all� de la que mi suegra pudo dar al decir que me hab�a visto con
mi esposa, y necesitar�an comprobar all� mismo que tan cierto era lo que dec�a.

No se por que? pero no me tom� por sorpresa, cosa contraria a
mi suegra ella puso cara de pocos amigos y pregunto que quer�a decir con eso?,
estas les respondieron que adem�s de desnudarme me deb�an poner a prueba, Mar�a
Jos� les dijo que si estaban locas, como iban a proponer semejante cosa.
Despertaron los celos de la suegra me dije a mis adentros, pero para sorpresa
m�a una de las amigas le dijo que si estaba celosa. Mi suegra se dio cuenta de
repente que si estaba celosa por que cambio el tono y dijo que no era eso, pero
entonces por que no lo hab�an echo con los dem�s, aqu� empez� el despelote, por
que todas sabemos quienes eran los dem�s, y cada quien respondi� por la persona
que trajo y dijo claramente como era esa persona en la cama, en el sexo, y con
eso nos bastaba, pero tu solo has visto y eso no nos convence, ahora si tu dices
que lo has probado, te creemos de inmediato.

Mar�a Jos� se qued� un poco muda y cuando vi que iba a
responder, me par� y les dije que estaba dispuesto a probar all� mismo lo que
quisieran, le dije a la suegrita que no se preocupara que no la iba a defraudar
y yo era el que le iba a hacer "el favor" a Constanza.

Me sent� algo estupido con todo esto, la verdad ahora me
costaba hallarle el sentido al asunto en general, como era posible que un grupo
de mujeres se confabularan para que una de ellas tuviera una sesi�n "�nica de
sexo" empec� a pensar en alguna consecuencia pero por la situaci�n del momento
no se me ocurri� ninguna, ahora tenia mi mente adivinando a cual de las que all�
estaban me tocar�a demostrarle lo que ellas quer�an que les demostrara.

Todas pusieron algo as� como cara de pocos amigos, viendo a
mi suegra les dije que faltaba algo aun, algunas preguntaron que? entonces ella
vino hasta donde estaba yo y se me puso enfrente, me peg� sus senos en el pecho
y dirigi� su cara a mi o�do derecho y la tapo como dici�ndome un secreto y no se
pudiera ver como su lengua invad�a toda mi oreja, mi peque�o saltamontes dio un
brinco en mi pantal�n llen�ndose de sangre r�pidamente como todas estaban detr�s
de mi suegra no vieron cuando una de sus manos me apret� con fuerza una de mis
nalgas como si all� estuviera la bomba de sangre y ella lo apretaba para que mi
tallo se llenara, cosa que si funcion�, inclin� mi cara a su o�do y le dije que
ya estaba casi duro, ella sac� su lengua y me asinti� con la cabeza en clara
se�al de afirmaci�n, ella camino hacia un lado y proced� a desabrocharme el
pantal�n, todos sus ojos se dirigieron hacia mi bragueta, les saqu� mi sexo que
se estaba digamos dos tercios de tama�o final y duro.

Todas se quedaron mudas y boquiabiertas, menos mi suegra
obviamente que les dijo, -a eso me refer� en un principio pero nadie me par�
bolas. Todas empezaron a cuchichear entre si con asombro en sus ojos y pena en
sus bocas, Yo met� mi tronco semiduro en su estuche.

Entonces pregunt� que quien me iba a probar, no dijeron nada
si no que empezaron a hablar bajito y entonces ellas me pidieron un momento y se
reunieron en otra habitaci�n inclusive mi suegra yo me qued� solo en la sala
esperando por mas o menos 10 minutos.

No se que pas� adentro pero salieron con caras de pocas
amigas, aunque una que otra soltaba una sonrisa, me dicen que no hay nadie
escogido pero que hab�an decidido que yo escogiera. No hab�a terminado de decir
la frase cuando yo ya sabia quien era, solo que como caballero lo pens� cerca de
un minuto. Y dije Natalia.

Natalia, una se�ora de unos 42 o 45 a�os cuando mucho, alta,
m�s alta que yo, muy elegante blanca, pelo largo muy negro, hermosa, con ojos
azules, cejas gruesas y bien delineadas, una cara un poco ovalada y una nariz
fina y respingada, unos labios carnosos, unos senos espectaculares, obviamente
operados, cintura peque�a amplias caderas acorde con un culo bien formado y
redondo, muy sensual al caminar y de mirada muy pero muy sexy, todo el pecho
lleno de pecas y buenas piernas, todo estaba proporcionalmente bien repartido,
nada descuadraba. A ella la hab�a visto muchas veces en casa de la suegra y en
los centros comerciales donde apenas nos salud�bamos y es del tipo de mujer que
hace provocar malos pensamientos y siempre ha sido centro de atracci�n por donde
pasa, seg�n es la m�s experimentada en cuanto a hombres por que adem�s de su
esposo le han contado innumerable cantidad de amantes.

Ella fue la escogida y me indicaron una habitaci�n a la que
iba a ir con ella, ella se fue adelante y mi suegra tenia una cara de pocos
amigos, me acerqu� a ella y le dije para tranquilizarla, que este es el tipo de
cosas que no podemos evitar, pero que se quedara tranquila que si ella me lo
ped�a no entraba a esa habitaci�n (cosa que no har�a por que pondr�a en
evidencia sus celos) y si me lo permit�a le promet�a que no lo volver�a a hacer
con una de sus amigas (ya estaba resuelto que si alguna se me resbalaba m�s
adelante, me la pasaba por el filo) a menos que ella me lo pidiera (cosa que ni
yo me lo cre�).

Cerr� tras de mi la puerta y con algo de pena me quit� la
ropa, mientras ella se sentaba en la cama, solo con el b�xer me dirig� a ella y
me puse de frente, y frente a sus ojos mi carpa, ella tambi�n tenia algo o casi
nada de pena, estaba serena y decidida acerc� una de sus manos y lo empez� a
tocar sobre la tela, su respiraci�n se fue haciendo lentamente m�s profunda,
ella me mir� a los ojos y llevando su otra mano a la liga del b�xer me lo empez�
a bajar, la otra mano solt� el bulto y ayudo a bajar tambi�n. Mi tallo dio un
tumbo y ya duro la apuntaba directamente a su cara, yo hice un movimientos de
piernas y el b�xer en mis rodillas callo solo, la tom� de las manos y la hice
ponerse de pie, ella tenia un vestido de tela gruesa que le llegaba a las
rodillas, de color azul claro, en la parte superior hab�a un escote moderado, y
dejaba los hombros descubiertos, la hice voltearse y que me diera la espalda,
mov� su cabello de un lado, y le baj� el cierre que llegaba a la parte m�s baja
de la espalda.

Su espalda pecosa estaba desnuda, no ten�a bra ni nada por el
estilo, me acorde de una asociaci�n ficticia creada aqu� por algunos humoristas
venezolanos llamada NAS (No Al Sost�n) y que promov�an las cirug�as de senos.
Saqu� sus hombros del vestido y luego sus brazos, libre de estos por la cintura
lo empuj� hacia abajo y al igual que arriba, nada m�s hab�a, la se�ora andaba
rueda libre, el vestido cay� arrug�ndose a sus pies, me agach� he hice que ella
sacara sus pies, tom� el vestido y lo coloqu� en una mesita al lado de la cama,
me acerqu� detr�s de ella nuevamente y puse mis manos en su cintura, y llev� mi
boca a uno de sus hombros y mi tallo se acopl� justo debajo y entre sus grandes
nalgas redondas.

La bes� en los hombros y me dirig� a su cuello, ella pas� sus
manos hacia atr�s y una me pegaba a su cuerpo y la otra se met�a entre los dos,
para palpar y apretar entre su mano el glande rojo y duro, mis manos se
dirigieron lentamente a cada uno de sus senos, y los fueron rodeando lentamente
y dando apretones suaves sin llegar aun a los pezones, mis boca h�meda subi� por
su cuello a medida que apretaba m�s sus senos, esper� como 10 segundos y a la
vez que met�a mi lengua en su oreja le apretaba y retorc�a los dos pezones que
ya estaban duros sin yo tocarlos, un estremecimiento sent� a la par de mi
cuerpo, y su piel por todo el cuerpo se puso de gallina y los pezones se
pusieron m�s duros.

Solo un rato pas� cuando una de mis manos se dirigi� hacia
abajo, y unos cortos pelitos le dieron la bienvenida, mi mano sigui� bajando
hacia su raja donde unos labios gordos suaves depilados y pegados que guardaban
la entrada, girando mi dedo sutilmente abr� los labios y una humedad se desbord�
impregn�ndolo todo a la vez que mi dedo segu�a de largo y se hund�a lentamente
en la gruta, una respiraci�n profunda y un suspiro salieron de su boca, a la vez
que ella me apretaba con fuerza la cabeza de mi falo.

Ella poco a poco fue doblando las piernas e hizo que yo
tambi�n la siguiera, ca�mos de rodillas en el piso, y mi mano llena ya de
flujos, tenia completa posesi�n de su sexo. Ella se fue tumbando de un lado y
acomod� su cuerpo en el piso poni�ndose c�moda, llev� mi cabeza con sus dos
manos a su entrepierna y entendiendo el mensaje me acomod� para que ella metiera
su cabeza entre mis piernas he hicimos un 69, mire su pubis y presentaba un
triangulo invertido de pelitos cortos justo encima de la raja dos labios gordos
que apenas dejaban ver unos labios finos como si estuvieran sacando la lengua,
pase mis manos detr�s de sus piernas y abr� los labios y mi lengua se hundi� con
un poco de dificultad ya que el piso no me permit�a bajar un poco m�s la cabeza,
ella luchaba tambi�n con mi tallo dentro de su boca y empujaba mi cuerpo hacia
arriba por que apenas hacia un peque�o movimiento ella se ahogaba.

Yo tom� la iniciativa y me tumb� de un lado y giramos uno
sobre el otro y qued� yo abajo, ella empez� a chupar con ganas mi grueso tallo,
sus manos apretaban con fuerza y me acariciaban las bolas, yo la hice abrir a
ella las piernas para que su sexo cayera sobre mi cara por completo. Sus labios
me apretaban con sutil fuerza mi tallo a la vez que chupaba con ganas mientras
me hacia una paja. Mi lengua se apoder� de su cl�toris y mi lengua lo acariciaba
en movimientos circulares una de mis manos se dirigi� a invadir su entrada y la
otra acariciaba lentamente su redondo y rosado ano.

Intercambie de manos y la que tenia le lubricante se hizo
camino en su entrada posterior y la otra se llenaba de flujos a medida que ya
dos dedos entraban en su vagina y comenzaba un bombeo moderado. Dos dedos se
hundieron f�cilmente en su ano y f�cilmente entr� un tercero. Su cuerpo
respond�a con un leve movimiento continuo de caderas, en menos de 5 minutos ella
se vino en una oleada de flujos espesos, impregnando mis dedos, mi nariz y mi
boca.

La separ� un poco de mi y nos levantamos, la acost� en la
cama y me coloqu� sobre ella, de rodillas y acerqu� mi sexo duro a su h�meda
cosa y coloqu� directamente mi sexo a su entrada, met� un poco la cabeza y me
inclin� hacia ella, pude dedicar mis ojos un rato a sus senos grandes abombados
un pez�n peque�o y una aureola tambi�n mediana de color rozada y rodeado por
arriba de pecas, me acerqu� un poco a ellos y los lam� con mucho deseo, la
verdad desde hace un buen tiempo fantase� con ellos y de la noche a la ma�ana
sin esperarlo los tenia a merced de mi boca.

Abajo hacia leves movimientos de penetraci�n por un rato,
ella respond�a empujando su pubis hacia mi falo, me despegue de sus senos y me
prepar� a penetrarla, puse mi cara muy cerca de la suya mirando fijamente esos
ojos azules, met� mis manos bajo sus hombros y apoy�ndome en los codos los
agarre con fuerza y empec� a meter mi tallo lentamente, mil�metro a mil�metro me
fui hundiendo una leve resistencia me hizo empujar m�s y m�s. Sus ojos se
abrieron un poco m�s, su boca se abri� tambi�n para tomar una bocanada de aire y
conten�a la respiraci�n, mir� sus labios tan carnosos y sensuales. Yo segu�a
ganando terreno y ella me apretaba el tallo con poderosos m�sculos vaginales,
que dificultaban la entrada, cuando toqu� fondo ella abri� un poco m�s los ojos.

La mir� fijamente y mi boca se fue aproximando a la suya, un
beso t�mido primero y luego uno m�s atrevido dejando que mi lengua invadiera su
boca lentamente. Empec� a bombear lentamente, ella pas� uno de sus brazos sobre
mi cuello como un seguro de que no me despegar�a de su boca, y la otra la llevo
a mis grandes nalgas donde me las amasaba y apretaba levemente.

Me gust� mucho ese momento, hab�a mucha pasi�n y se nos
desbordaba por los poros, y alargu� ese momento mucho rato. Ella mostraba signos
de que quer�a m�s, m�s r�pido, m�s fuerte, m�s todo, empec� a acelerar mis
machacantes movimientos, saqu� mis manos de sus hombros y las lleve a cada lado
de su cara cubri�ndola lo m�s que pude a veces met�a mis dedos pulgares en su
boca y ella les daba una mamada que hacia poner mi tallo m�s duro. Ella rode� mi
cintura con sus piernas y la mano la puso en mi espalda y apret�ndome con m�s
fuerza el cuello, ya nuestros besos eran una lucha encarnizada por la
dominaci�n, a veces me chupaba la lengua con fuerza y yo hacia lo mismo con la
de ella.

Aceler� mi bombeo un poco mas, ella de inmediato me clav� la
u�as en la espalda como para que frenara un poco, y as� lo hice, ellas solt� las
u�as, llev� mi mano y agarr� la de ella en mi espalda. Sus m�sculos vaginales
apretaban con fuerza y de forma intermitente. Ella estaba en las puertas de un
nuevo orgasmo y lo not� en lo tenso de su abdomen, solt� su boca y la hice que
girara su cara hacia un lado, con la otra mano tom� la que ella tenia en mi
cuello y el antebrazo la pos� en cabeza mientras le daba suave besos en el
cuello y cerca de la oreja.

Aceler� de repente al m�ximo haci�ndola respirar fuertemente
y hund� mi lengua en su oreja izquierda. Ella reaccion� tratando de soltar las
dos manos pero la apret� con fuerza, su cuerpo empez� a retorcerse debajo de mi
violentamente, los embistes de su cadera hacia mi tallo eran de fuerza
impresionante, fue cuando por fin pude escuchar un gemido l�nguido escapar de su
boca, al tiempo que sus piernas me soltaban y ca�an a cada lado de mi cuerpo,
pero no aminor� la marcha, un nuevo orgasmo en pocos segundo inundo nuevamente
el campo de batalla.

Ella me apretaba con su brazo mi cuello y mi lengua muy
r�pida jugaba con su oreja, moj�ndola cada vez m�s, un nuevo y lastimero gemido
se escap� de su garganta, y poco a poco se fue convirtiendo en un continuo y
quejumbroso sonido s�mbolo de su placer. Varios orgasmos se hicieron presente y
yo estaba algo cansado pero no pensaba acabar aun, me fui deteniendo poco apoco
despu�s del ultimo y un suave bombeo me daba un respiro, la solt� y su boca
busco la m�a desesperadamente y nos besamos un rato. Luego me separ� de ella y
le bes� los senos, tenia los pezones sensibles, muy suavemente los lam� para
luego separarme de ella y hacerla voltearse, le jale por la cintura y la puse en
4, apunte mi tallo aun duro a su h�meda entrada, y se la met� lentamente, bombee
dos o tres veces y saque mi tallo y lo acomod� en su ano, ella dio un gemido de
susto, pero no se quito, m�s bien dejo caer su cabeza en la cama y llagando sus
dos manos atr�s separ� sus nalgas un rosado y muy h�medo ano se fue tragando el
grueso trozo de carne hasta que mis cuerpo se peg� al de ella por completo.

Se lo dej� all� un rato entonces me inclin� hacia delante y
empec� a bombear cual perrito, muy r�pido y corto, ella de inmediato meti� sus
manos debajo y meti� varios dedos en su desatendida entrada delantera, dedos que
sent� presionar mi tallo por la parte de abajo, supuse que se estaba tambi�n
masturbando el cl�toris por que tenia las dos manos debajo de ella. Hundi� la
cara en la cama y empez� a gemir forzosamente, mientras me aferraba a sus
caderas y embest�a m�s en�rgicamente, pude ver las ondas en sus carnes a cada
arremetida, ella se vino ruidosamente con la cara metida en la cama y que solo
volteaba para respirar, me detuve y la traje hacia a mi, ella coloc� su cabeza
en mi hombro, y tome sus tetas con las dos manos mientras ella aun se met�a los
dedos y acariciaba su cl�toris.

Empec� nuevamente a bombear a velocidad media mientras le
apretaba los grandes y duros globos y los acariciaba con deleite, ella voltea la
cara buscando mi boca, y acelerando m�s aun me mete su lengua lo m�s a dentro
que se puede, se la chupo con fuerza mientras mis manos pellizcan con fuerza sus
pezones, ella misma acelera los movimientos de sus manos all� abajo,
restreg�ndose fren�ticamente su raja, yo me estaba aproximando a mi punto de no
retorno y ella llevaba el mismo camino.

Ella estaba fren�tica y yo m�s aun solt� uno de sus senos y
lleve mis manos a su triangulo quitando las dem�s manos le di con furia sobre su
cl�toris y pellizqu� un poco m�s duro su pez�n sus dos manos se apoderaron de mi
antebrazo y lo apretaban con fuerza tratando de despegarlo o pag�ndolo m�s de su
sexo, fuertes espasmos en su cuerpo a la vez que fuertes espasmos en mis piernas
nos hicieron perder el equilibrio y ca�mos de bruces sobre la cama sin siquiera
meter la mano para frenar la ca�da, haciendo que nuestros dientes chocaran y se
partiera uno de los m�os, cosa que de momento pas� desapercibida mientras
chorros de leche inundaban sus entra�as y corrientes el�ctricas invad�an nuestro
cuerpo llen�ndolo de calambres por todos lados a la vez que nuestras caderas
segu�an bombeando por inercia, pero cada vez menos hasta quedarnos completamente
quietos, resoplando cual caballo y yegua al final de una carrera de dos millas a
toda velocidad. Mientras respiraba sent� un escalofr�o en los dientes y me di
cuenta de que ten�a un diente partido.

Y pensar que eso era solo la prueba, faltaba la despedida y
Constanza. Con dificultad que mis manos y me separ� de ella lentamente sacando
la cabeza de mi fl�cido pene que aun permanec�a dentro de ella, un peque�o plop!
son� y me sent� con dificultad, me saqu� el peque�o pedazo de diente y era casi
un cuarto de diente de los dos delanteros, el de la derecha., ella lentamente se
dio vuelta y me acost� a su lado frente a ella, ella me mir� por un momento y
cerr� los ojos:

-fue incre�ble�

-gracias.

-quiero verte en otra oportunidad�

-cuando quieras, solo av�same y cuadramos.

-ok.

-disc�lpame. Me dijo mientras abr�a los ojos y me miraba.

-por que habr�a de disculparte?

-por las marcas en tu brazo derecho. Mostr�ndome las u�as de
los dedos llenos de sangre.

Me mir� el brazo y tenia tres marcas de u�as en la parte
interna del brazo.

-no ha sido nada, no te preocupes. Sonriendo un poco.

-jajajaja

-de que te r�es?

-del diente, acaso eso fue ahorita?

-jajaja, si. Y le mostr� el pedazo que tenia en la mano.

Ella sonri� y me dio un beso corto para despu�s voltearse,
levantarse, tomar el vestido y meterse en el ba�o que hab�a en la habitaci�n,
obvia y afortunadamente a ella no se le parti� ning�n diente. yo me sent� al
borde de la cama, lament� las marcas y rogu� que mi esposa no se diera cuenta de
las marcas, con respecto al diente ya tenia la excusa para no ir a Los Roques,
me puse el b�xer, el pantal�n y la camisa, los zapatos y sal� del cuarto, todas
estaban en la sala, la primera que vi fue mi suegra y le pique el ojo en se�al
de que todo hab�a salido bien, detr�s de mi apareci� Natalia arregl�ndose el
pelo con un peine grueso.

Ella al llegar a la sala se puso un poco seria, t�pico de
ella, uno la ve en la calle y tiene siempre una cara muy seria y eso la hace muy
elegante, yo me dirig� hacia donde estaba mi suegra un poco m�s relajada, la
not� algo tensa le dije ya esta todo listo, y ella solo dijo ok, Natalia le dijo
a la concurrencia femenina que no hab�a preguntado nada y solo la miraban a
ella, que lamentaba tener que informar que los dem�s chicos hab�an perdido, que
yo era el indicado. Es muy fogoso el gordito, miren lo que hemos logrado, dijo
ella apuntando con la boca hacia donde estaba yo, yo lo que hice fue sonre�r y
mostrar mi nueva dentadura, Todas se rieron y se asombraron un poco bromearon al
respecto, entonces terminaron de cuadrar los puntos sobre la fiesta que donde
iba a ser, a que hora empezaba, me enter� que tenia que bailar para todas y no
solo las que all� estaban creo que habr�an unas m�s, la cuesti�n seria el
s�bado.

Me puse a pensar y de inmediato me dio algo de pena, as� que
me pareci� prudente proponer una reuni�n para el de ma�ana antes del s�bado para
entran un poco m�s en confianza con todas incluso Constanza, no se salir por
all� a alg�n bar bebernos algo o en una de las casas, pero eso si dije
bromeando, que si era en una de las casas la despedida corr�a el riesgo de
adelantarse, algunas rieron otras sonrieron y otras m�s ni bola me pararon.

Ya de regreso mi suegra me pregunta que, que tal Natalia, le
dije que me parec�a muy bella y adem�s era muy sensual y apasionada, no dije m�s
y ella no pregunt� m�s, a veces no debes hacer preguntas si no quieres que te
digan algo que no quieres o�r, pens� a mis adentros, pero eso quedo all�,
llegando a la casa me pregunta que iba a hacer con lo del diente, le dije que ya
tenia coartada para no ir al viaje, cuando llegamos a la casa eran casi las 8 de
la noche, la suegra me dice ay�dame con algo que tengo atr�s, all� hab�an unas
bolsas de supermercado, mi esposa me pregunt� que donde andaba y le dije que la
suegra llego en la tarde y me pidi� que la acompa�ara a comprar unas cosas, m�s
nadie pregunto nada, liego me pregunt� lo del diente y le dije que hab�a sido en
la obra, levantando unas cabillas me di con la punta de una y bueno que al otro
d�a ir�a al dentista a ver como solucionaba, esa noche todos me bromearon y me
llamaron el desdentado.

Al otro d�a me par� tarde, me ba�� y sal� para la obra, llam�
al odont�logo y ped� cita para la tarde a eso de las 3 m�s o menos, sabiendo que
saldr�a de all� despu�s de la 5 de la tarde, durante el d�a pens� bastante en lo
de Constanza, sabia m�s o menos que era una inexperta y seguro se iba a poner
algo t�mida en la despedida, as� que tenia que pensar en que hacer para hacerla
sentir c�moda, en la tarde como a las 4 llam� a la casa para decir que no hab�a
podido salir aun de la consulta, el viaje en el yate del viejo se echa m�s o
menos como 5 horas y esperaban llegar all� m�s o menos a las 10 de la noche, mi
esposa me dijo que se iba a quedar conmigo y le dije que no se quedara que yo me
pod�a cuidar solo, y que fuera ella y descansara que se lo merec�a, escuche a mi
suegras por detr�s que le dec�a, no te preocupes yo lo vigilo, total que despu�s
de un rato ella se resign� y se despidi� de mi.

Como a las 6 llegu� a la casa y me esperaba mi suegra, elogi�
el trabajo del odont�logo, comimos y salimos a buscar a unas amigas y
encontrarnos con otras en un bar bien c�modo y tranquilo, all� la pasamos bien
en toda la noche bebimos y hablamos bastante, y nos re�mos como nunca, toda la
noche me la pase esquivando flechas de las presentes, ya sab�an m�s detalles,
supongo que Natalia les habr�a comentado, en fin flechas iban y flechas ven�an,
pero hasta all�, hab�a en el ambiente algo de ansiedad, eso me preocupo un poco
por que yo tambi�n he sido victima de la ansiedad.

Constanza estaba presente pero ella ignoraba todo lo
planeado, sab�an de la fiesta y supon�a un stripper pero que hacia yo all� ni se
lo imaginaba, a veces se quedaba en el aire tratando de entender las bromas de
las amigas hacia mi persona y el diente, adem�s que crey� el cuento de que me
qued� por lo del dentista y mi suegra por no dejarme solo me arrastr� a la
reunioncita.

En la casa despu�s de los tragos mi suegra y yo echamos un
polvo de antolog�a, en su cama y en su yacuzzi, la verdad me sac� la mierda y me
dej� "mamao", al otro d�a nos levantamos un poco asustados por que ya hab�an
llegado dos de las muchachas de servicio, por que la otra se fue con el yate,
ella salio y me hizo se�as para que saliera, sal� y me dirig� a mi cuarto, all�
me acost� y dorm� hasta casi las once, cuando despert� me puse a pensar en la
noche que ven�a y en como hacer que Constanza se sintiera c�moda. Despu�s de
almorzar sal� a un sex shop.

Continuar�

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