Diez minutos m�s tarde, sentado en un sof� en la sala
completamente desnudo escuche los pasos de mi suegra entrando lentamente en la
habitaci�n, d�ndome tiempo de apreciarla.

Tra�a unos zapatos de tac�n alto, estuve un poco
desilusionado al ver que se hab�a quitado sus medias, sin embargo al ver la
diminuta bata roja que estaba usando mi desilusi�n se fue, era la misma que
hab�a visto hacia unas horas cuando hab�a subido a su habitaci�n por la revista
para mi esposa, sus grandes melones se balanceaban como p�ndulos bajo el fino
material de la prenda, mis ojos estaban fijos en su raja. Un arbusto de pelo
entrecano surg�a ante mi vista. La visi�n era completamente excitante.

Ella camino y se coloco frente a m�, deleit�ndose ante la
evidente reacci�n que hab�a tenido sobre mi, mi verga esta completamente duro
otra vez, yo me levantaba del sof� y me acercaba a ella, mis manos empezaron a
acariciar su cuerpo a trav�s del delgado material de su bata.

Mi suegra dejo escapar un gemido al sentir mis manos
acariciar sus caderas, y descender hasta rozar sus labios vaginales. Sus ojos
estaban fijos en mi verga, que se levantaba poderosa frente a ella, mientras mis
manos sub�an para desatar su bata.

Por fin cuando la prenda cayo sus enorme senos quedaron
expuestos ante mi por primera vez, mis dedos fueron directo sobre estos, empec�
a acariciarlos pellizcando con mis dedos sus rosados pezones.

Estos se endurecieron aun mas cuando inclinando mi cabeza
empec� a chuparlos, mientras acercaba cada vez mas a mi suegra al sof�, hasta
hacerla sentarse en el.

Entonces levantando sus piernas, me inclinaba poniendo mi
verga en la entrada de su ansiada raja, moviendo mis caderas fuertemente
empujaba mi verga dentro.

Su raja estaba muy caliente y estrecha, justo como imagine
que iba a ser, despacio mi gruesa verga se abr�a paso en su interior, poco a
poco mis movimientos empezaron a ser mas r�pidos, mi suegra gem�a al sentir como
mi verga la llenaba completamente, cerro sus ojos gozando mientras su boca se
abr�a gimiendo cada vez mas. De un empuje le met�a mis ocho pulgadas de dura
carne dentro, sus u�as se clavaron en mis nalgas, tem� en ese momento que fuese
a dejar u�as que mi esposa pudiera identificar, sin embargo la excitaci�n era
mayor.

Mientras las manos de mi suegra continuaban apretando mis
nalgas, empec� a notar como su respiraci�n era cada vez mayor, mi suegra empez�
a gemir mi hombre fuertemente "Oh si Pedro, as� Pedro, ohhhh!"

Sent� como su cuerpo empez� a convulsionar, acerque mi boca a
la suya y mi lengua ferozmente penetro en su interior, nos besamos ardientemente
mientras continuaba cogiendomela como un desesperado. Siento como su cuerpo se
endurece mientras alcanza su orgasmo. Su vagina empez� a contraerse y expandirse
masajeando deliciosamente mi verga, sent�a que tambi�n iba a acabar.

Justo en el momento en que me iba a regar, enterr� mi verga
tan profundo como pude en su interior, llenando su caliente raja con mi espeso
esperma. Permanecimos unidos gozando de nuestro placer.

Despu�s de ambos nos hab�amos recobrados, mi suegra se
levanto y tom�ndome de su mano, me llevo a su habitaci�n.

Eran cerca de las dos de la ma�ana cuando una poderosa
erecci�n me despert�, gir�ndome sobre la cama vi a mi suegra desnuda durmiendo
junto a mi, yo retiraba la sabana de nuestros cuerpos, mientras una de mis manos
se deslizaba entre los muslos de mi madura suegra, quien al sentir el roce de
mis dedos dejo escapar un suave gemido.

Me mov� sobre ella, colocando mi dura verga en la entrada de
su raja, la empuje dentro� mi suegra gimi� y abriendo los ojos me sonri�, estaba
muy excitado y era hora de coger otra vez.

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