Relato: Platero y yo "PLATERO Y YO".
A mis veintidos a�os estaba muy deprimido porque habia
terminado una relaci�n. Decid� irme a casa de mis padres a Santiago de Cuba
donde pas� unos dias de infierno, a�n sufr�a por culpa de Victor, un chico al
que hab�a amado demasiado.
Despu�s de un largo viaje, llegamos al peque�o poblado o
batey, como se le dice en Cuba, llamado Yateritas. Despu�s de las presentaciones
aprovech� y pregunt� a mi tia Eunice donde estaba la playa, me dijo que bordeara
todo el rio, al final de este ya estaba el lugar que buscaba.
Agarr� mi inseparable mochila, en ella ten�a una toalla,
lubricante hidrosoluble y condones. Me puse mi gorra y ech� a andar, despu�s de
haber caminado un kilometro y medio, llegu� a la playa estaba desierta. En el
lugar exacto donde que el mar se un�a con el rio habia una cerca de madera. Me
puse mi ba�ador, me unte el bronceador y me tumb� en la orilla. Cuando el sol ya
calentaba demasiado, me fu� a refugiar bajo unos arboles. Estando alli sent� el
trote de un caballo. Un hombre a caballo, vestido como un tipico campesino,
cubria su cabeza con sombrero de yarey , fren� su marcha en forma espectacular.
El noble animal levant� las dos patas delanteras y relinch�. El campesino se
desmont�, at� la yegua a la cerca y se quit� toda la ropa para ba�arse en la
playa. Era un hombre de unos 30 a�os, blanco de piel, pero curtido por el sol
del campo. Se notaba que deb�a tomar sol diario en ese lugar desnudo, porque el
color era parejo en todo su cuerpo. Desde que lo v� me qued� como bobo, era un
hombre hermoso , de cara alargada y mandibula cuadrada, tenia el pelo negro y
largo hasta los hombros. Sus ojos eran un par de azabaches. Ten�a un bigote que
comenzaban en el labio superior y terminaba en ambos lados de la barbilla. Su
cuerpo era delgado, bien formado y muy fibrado. De su pecho nac�a una hilera de
vellos que bajaba por todo el abdomen, que no tenia una gota de grasa, hasta
perderse en los vellos del pubis. De sus muslos... ni hablar. Solo dos cosas no
le hacian honor a su magn�fico cuerpo, eran sus piernas, pero a mi siempre me
gustaron los hombres con piernas delgadas y lo otro: sus nalgas. All� si la
madre natura no puso nada, pero cuando se volte� para poner la ropa sobre la
yegua me qued� estupefacto al ver lo grande que aquel hombre tenia la polla. En
eso s� la naturaleza le di� de m�s. La m�a hab�a recibido el estimulo visual de
aquella otra, enorme y bronceada. Dentro de mi ba�ador, mi polla comenz� a
empalmarse pero me control�. No sab�a quien era ese hombre, pod�a buscarme un
problema si me atrev�a a algo saliendo de mi escondite, en ese lugar no me
conocia nadie. El tipo no se hab�a percatado de mi presencia en ning�n momento.
Estuve mirando buen rato como se ba�aba aquel pedazo de
macho. Luego se tir� en la fina arena de la orilla de la playa. Envidi� hasta al
mismo sol que pod�a acariciar con sus rayos aquel hermoso cuerpo bronceado y los
enormes genitales del jinete playero, como le puse en ese momento para
identificarlo. Despu�s de tomar sol se levant� y se fu� a donde ten�a la yegua.
La puso de forma que ella quedara de espalda a la cerca de madera. En lo que
hacia eso not� como se le empalmaba la enorme polla bronceada por el sol. El
aire me comenz� a faltar, pero me volv� a controlar para no salir y cometer una
locura. Me puse super cachondo al ver a ese tio con su polla totalmente parada.
Enorme fu� mi sorpresa al ver que el jinete se encaram� en el otro lado de la
cerca, el clitoris de la Yegua le quedaba exacto a la altura del pollon, se puso
un preservativo y la penetr� de un solo viaje. Parece que el animal ya estaba
acostumbrada porque en vez de molestarse se qued� tranquila y ni se movi�. Con
cuidado me fu� subiendo a un �rbol, para ver como el tio se follaba a la yegua,
sin que el se diera cuenta. Me preguntaba : si hay tantas mujeres en el mundo y
tantos maricas sueltos, como ese hombre tan hermoso y con tales atributos tiene
que hacer el sexo con un animal. Pero como se daba tanto gusto mene�ndola dentro
del aparato de la yegua, me dije que para haber mundo tiene que haber de todo y
me comenc� a masturbar, mirando como aquella descomunal polla entraba y salia
del clitoris de la yegua. Como quer�a ver mejor la polla, me fu� subiendo a una
rama cada vez m�s delgada, esta no pudo soportar mi peso y se parti�. Fu� a
parar al suelo estrepitosamente.El hombre se asust� al sentir mi caida, salt�
r�pido de la cerca y fu� para donde yo estaba. No me hice mucho da�o pero me
hice el mareado para evitar problemas. Se di� cuenta que en el lugar desde donde
ca� no pod�a estar haciendo otra cosa que mirando como el se follaba al animal,
as� que fu� hasta all� sin miedo y me ayud�. Su polla hab�a perdido algo su
erecci�n pero estaba a�n en todo su esplendor. Me hice el que volv�a en m�. Me
ayud� a levantar y not� que a �l no le molestaba mucho mi presencia. Yo tambi�n
estaba sin ropa, al subirme al arbol me quite el ba�ador. Me ayud� a levantar.
Yo qued� de espaldas a �l. Su polla a�n dura me roz� las nalgas y sent� como se
le endurecia pues me dej� caer un poco sobre el para sentirla en mis gl�teos. Al
incorporarme me dijo:
Si te gusta follarte a la yegua como a m�, te la presto. La
podemos gozar los dos. Ella no es mi mujer pa� ponerme celoso.
Te miro nada m�s porque es increible la polla que tienes.
Eres muy guapo, no tienes nesecidad de hacerlo con un animal. � le respond�.
El problema es que ninguna mujer resiste mi polla por lo
grande y gorda que la tengo. Treinta y un cent�metros de largo y doce de
ancho. Eso es un problema para m�, donde yo vivo hay pocas mujeres y ninguna
quiere nada conmigo. A mi primera mujer la mand� la �nica vez que me la foll�
para el hospital. La segunda, cada vez que me la follaba, formaba tal
esc�ndalo porque le dol�a y no pod�a met�rsela, que todo el batey se enteraba.
De la �nica forma que podia, si acaso una vez al mes, era amarr�ndome una
toalla en la parte trasera del pene y asi era como ella a duras penas podia
soportarmela. Siempre se quejaba porque era muy gruesa, por eso me follo a la
yegua cada vez que puedo. Soy un hombre que necesita del sexo como todo el
mundo y no tengo con quien.
Me par� y se la mir� con ganas de tocarla.
- Te gusta mirar como me follo a la yegua ?
Yo me dec�a por dentro. C�mo le digo que soy yo quien quiere
ser follado ?
- No, estoy de paseo ba��ndome en la playa.
Qu� te pasa, porque la exitacion no se te pasa ? Si quieres
follar no hay problemas.
Si quiero pero no con la yegua. Mi morbo es contigo. - Se
me qued� mirando muy serio y me dijo:
! C�mo que commigo ! Ah, tu est�s loco ? Yo soy tremendo
macho. Pero tu no est�s viendo el poll�n que yo tengo ? Dos tuyas hacen la
m�a. En todo caso te follo yo a ti.
Quieres follarte a la yegua o a m�.
Cuando le dije esto le cog� la polla, tan dura que se le iba
a partir. Me meti� la mano por atr�s, me toc� las nalgas.
Ponte de espaldas, incl�nate y d�jame verte el ojo del
culo. � despu�s de observarme bien el trasero me dijo. - Podr�s con lo que yo
tengo ? Porque lo tienes muy estrecho.
De los cobardes no se dijo nunca nada , espera voy por algo
Fu� a mi mochila. Traje mi lubricante y un cond�n. Aprovech�
para lavarse la polla en el rio. Cuando yo regresaba salia del agua con su polla
semi-dura. Se acerc� a mi.
Sin pensarlo me la met� en la boca. Solo logr� introducirme
en ella la cabeza, porque adem�s de grande era muy gruesa. Me la tragu� hasta
donde pude. Chup� su polla mientras acariciba sus bolas. Al jinete se le salia
la baba.
Saqu� mi boca de su enorme polla y busqu� sus bolas, las lam�
y acarici� con la lengua, hasta hacerlo alucinar. Me levant� y me apret�, me
chup� las tetillas y luego en su desespero me bes�. Mientras me besaba me
apretaba las nalgas y se meti� un dedo en la boca, lo ensaliv� y me lo introdujo
en el culo. Me acariciaba. Con la misma me hizo abrir las piernas , me aguant�
de la cerca y me di� una mamada de culo desesperada. A su polla gigante le
salian los chorros de liquido preseminal. Yo no coordinaba.
Unt� su polla y mi orificio anal con el resbaladizo l�quido.
Hizo que yo encaramara mis pies en la cerca de madera y me aguantara con las
manos de la misma. As� mi culo quedaba bien abierto de manera que me entrara
toda la polla cuando el me la metiera por primera vez. Despu�s de ponerme de la
forma que el quiso, sent� como mi orificio anal se dilataba a�n m�s. Me rozaba
con el capullo de aquella cosa grande que me hacia ponerme mas cachondo. Cada
vez que me la colocaba en la misma entrada de mi recto y no la introducia, era
como un ni�o jugando con un lindo juguete. Volv�a, una y otra vez y me pasaba la
polla por el orificio ya lubricado y caliente, deseoso de ser atravesado pero el
jugueteaba primero a meterla y no meterla: Mi polla estaba para reventar. �l ya
estaba super caliente y mi culo ya estaba hambriento y pedia su polla. Me la fu�
introduciendo, poco a poco. Sent� una punzada, cosa que le hice saber.
Condescendiente, me dej� solo la cabeza adentro. Cuando me pas� el dolor se lo
dije, entonces comenz� a empujarme, m�s y m�s, sus treinta y uno cent�metros de
amor. Mientras se movia de forma rotatoria. Cuando vi� que yo soportaba y
tragaba me dijo:
Cuando la introdujo toda hasta el final peg� un suspiro.
Y se corri� salvajemente. Cuando me dijo esto, me corri yo
tambien, que solo estaba esperando que el lo hiciera.
Despu�s de ba�arnos en el rio me dijo :
Perd�name que me corriera tan rapido, pero no pude soportar
m�s al ver como te metiste toda mi polla. Eres el primero que lo hace. No
pareces maric�n, tienes bigotes y hasta un cuerpo bien masculino. Que l�stima
que no podamos repetir, porque es tarde y yo tengo cosas que hacer. Me voy. Y
t� ? - me dijo.
Yo tambien. � contest�. - Si ya deben estar preocupados por
m�.
Como no quer�a que me vieran llegar con un desconocido solo
me adelant� montado en su yegua detr�s de �l, hasta el lugar acordado. Nunca le
dije el lugar real al que mi dirig�a. No s� por qu� lo hice as�. Despu�s de
despedirse, se perdi� trotando por el monte hacia otra parte.
Llegu� al batey. Me fu� a ba�ar a la carrera, pu�s de un
momento a otro empezar�a la boda. Solo estaban esperando que llegara el padrino,
qui�n por suerte, inexplicablemente se hab�a tardado. Cuando me estaba ba�ando
siento llegar un caballo a todo dar y siento que alguien dice.
Al poco rato, estoy tom�ndone una cerveza cuando mi tio dice
:
Este Platero se demora mucho, parece que a�n no ha podido
terminar de enrollarse la polla en la pierna para vestirse. - Todos rieron
menos yo. Me qued� extra�ado y fu� a preguntarle a mi tia porque mi tio hab�a
dicho aquello de aquel famoso Platero.
Hijo es que la tiene tan grande que niguna mujer lo
aguanta.
En ese momento v� salir a Platero de la casa del fondo por un
costado de esta. C�al no ser�a mi sorpresa al percatarme que el atractivo hombre
con traje y corbata, el pelo h�medo peinado hacia atr�s, al nivel de los
hombros, era el mismo que me habia follado. Me quise morir, pero lo mir� con
naturalidad. Al verme se qued� muy asombrado. Una chica que hab�a conversado
mucho conmigo a mi llegada me dijo:
Mi jinete me saludo sin mirarme a los ojos. Yo ten�a las
manos heladas, pero logr� sobreponerme. No lo v� m�s porque comenz� la ceremoria
de la boda. Entrada la noche, en plena fiesta y con la bebedera de ron y cerveza
nadie tomaba en cuenta a nadie. Lo v� entrar en la casa de los parientes de mis
tios, all� era donde ten�an la cerveza. Aprovech� entonces para hablar con el y
decirle que me tratara con naturalidad que lo que hab�a pasado entre nosotros
nadie tenia porque saberlo. En un final yo me iba esa misma noche.
Me pas� el brazo por el hombro, me sac� afuera y se meti� en
la conversacion de mis padres y mis tios y les dijo:
Como es tan tarde es dificil que se puedan ir los
invitados, con lo malos que est�n los caminos de noche. As� que los visitantes
se quedan y si no hay cama, en mi casa sobra una. Como el Habanero es el que
est� solo, puede dormir en mi casa en la otra habitacion.
Mi madre, que me conoce bien, me dijo en un aparte:
As� fu�. Me toc� quedarme en casa de Platero despues de
terminar la fiesta. Llegu� a su casa: El ya estaba esper�ndome en calzoncillos y
con la polla tiesa. Cerr� la puerta y me quit� la ropa como un loco mientras me
besaba , me abrazaba , me lamia las orejas. Despu�s de quitarme toda la ropa me
llev� a la cama y me di� lengua de pies a cabeza. Yo alucinaba con aquel hombre
deseoso de dar amor y recibirlo. Me apretaba contra su pecho, me ponia de
espalda y me pegaga su polla entre los gl�teos para que yo sintiera el poderio
de su sexo enorme. Me volvi� a voltear poni�ndome de frente, me lami� los pies ,
luego el culo, que chupaba con pasi�n y mucho frenesi.
Su polla estaba al estallar. Me incorpor� y tom� su enorme
capullo en mis manos. Lo apret� contra mi cuerpo, lo un� con el mio, lo tom�
entre mis manos, me lo volv� a introducir en la boca. Esta vez la abri todo lo
que pude y me la trague hasta la mitad, Platero me miraba con cara de felicidad,
lo hice enloquecer con las contracciones que hacia con mi garganta en su polla.
Se me salian las lagrimas al chupar tan descomunal polla, pero me hacia tan
feliz ver a su due�o realizado que hice en aquel momento lo posible y lo
imposible para lograrlo , mientras mamaba su pene, me iba dilatando con
lubricante y dos de sus dedos, mi ano, para finalmente penetrarme. Se lubric� el
pene y se sent� en la esquina de la cama acost�ndose hacia atr�s. Me dijo que me
sentara encima, me coloqu� la polla en el centro de mi orificio anal y comenze a
tragar aquella enorme pollaza que llenaba toda mi cavidad rectal. Comenc� a
menearme con aquellos treintiunos cent�metros dentro, aquel hombre lloraba de
placer. Mordi� sus labios porque iba a gritar, yo tambien gozaba con locura
aquella enorme pollona tan fantastica, la sentia dentro de mi palpitante, viva y
mi recto le daba todo el placer que merec�a, mi pene estaba que ya era m�s que
un manantial. Me dijo que si lo deseaba se corr�a porque ve�a que yo estaba a
punto.
Apret� mi recto, arremet� con fuerza varias veces contra la
polla de Platero, para hacerle sentir el placer del orgasmo. No pudo m�s,
suspir� muy hondo y se corri�, me hizo correr a mi sin yo tocarme el pene , con
su potente chorro de semen caliente corriendo por todo mi recto y su enorme
polla rozando mi pr�stata, d�ndome un placer enorme, provoc�ndome uno de los mas
excitantes y fascinantes orgasmos de mi vida. Todav�a me pone cachondo cuando lo
recuerdo.
Cuando terminamos, nos abrazamos. Yo a�n con su pollona
dentro. Nos besamos, me mir� y me dijo:
Gracias por toda esta felicidad que me has dado, nunca me
pas� por la cabeza que la encontraria en un hombre.
Algo queria preguntarte. Porqu� te pusieron Platero, con
tantos otros nombres bonitos que hay. - me mir� y me dijo.
- Me llam� Arqu�medes, pero todos me llaman asi desde que era
un chico. Cuando nos ibamos a la playa a ba�arnos, lo haciamos desnudos y todos
mis amigos me miraban la polla y me decian que yo la tenia como un burro. En esa
�poca lleg� a la escuela un libro que se llamaba "Platero y yo", es la historia
de un burrito. Los chicos me pusieron as� para no decirme el burro.
Platero era mucho Platero. Nunca olvidar� aquel lugar perdido
en el mundo, donde la vida transcurre placidamente, luego pase varios dias alli,
foll� con mi jinete playero en su casa , en el portal en la oscuridad de la
noche, en el corral de los cerdos, en el granero, en el campo, encima de los
�rboles , sobre la yegua que tantas veces lo sac� de apuros, en el rio y en la
playa donde Och�n* y Yemay�* unen sus aguas. Donde solo existiamos PLATERO Y YO.
Significado:
Och�n : En lengua Yoruba Deidad africana que significa la
reina de la belleza, la riqueza, y la coqueteria, de la miel y el agua dulce,
vive y es la due�a del rio.
Yemay�: En lengua Yoruba Deidad africana que significa, la
maternidad, madre de todas las deidades, vive y es la due�a del mar.
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Relato: Platero y yo
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