Hola amiga o amigo lector mi nombre es Alexa, tengo 26 a�os y
puedo decirte que ya he disfrutado de lo mejor del sexo, lo he hecho de todas
las formas que a los hombres con los que he estado se les ha ocurrido, pienso
que para sentir verdadero placer se debe ser desinhibido y estar dispuesta a
todo. Pero en este relato solo voy a contar acerca de mis mejores experiencias
aunque no sean con un humano.
Mi primera experiencia ocurri� cuando me deje llevar por la
curiosidad. Despu�s de haber le�do cualquier cantidad de relatos en Internet y
de haber visto muchos videos de mujeres teniendo sexo con animales, decid�
probarlo por mi misma. Para hacerlo deber�a estar sola alg�n d�a y mientras se
presentaba la oportunidad decid� que lo mejor era estar preparada, para eso lo
�nico que necesitaba era comprar un poco de miel o algo parecido, as� que compre
dos tarritos de leche condensada y los conserve guardados hasta el d�a de mis
juegos solitarios.
Result� que al fin se lleg� el d�a. Me quede sola por un fin
de semana y fue maravilloso. Lo primero que hice fue esperar que llegara la
noche porque as� lo disfrutar�a mas, porque no quer�a que nada me interrumpiera
me refiero al tel�fono o algo parecido y porque en las horas de la noche hace
algo de fr�o y se siente la necesidad de calentarse de alguna manera.
A eso de las 12:45 sub� a la terraza donde duerme mi perro
rambo, no se porque tiene ese nombre si es un perro callejero que no se puede
quedar quieto ni un instante, negro con una mancha blanca y mediano. Cuando me
vio hizo lo de siempre me bati� la cola y se acerc� para que lo acariciara, lo
hice y me dirig� cerca de donde se encuentra el lavadero. Sin pensarlo dos veces
me desvest� por completo sintiendo el fr�o y la sensaci�n extra�a de la primera
vez, con el convencimiento de que nadie se iba a enterar nunca y que ser�a otro
de mis tantos secretos de placer. Pens� en todo lo que hab�a visto en Internet:
mujeres chupando pollas de perros o puestas en cuatro patas, eso era en lo que
mas pensaba pero no estaba dispuesta a hacerlo, solo permitir�a que su lengua me
dejara satisfecha.
Para mejorar la sensaci�n me sent� en el suelo con las
piernas abiertas y las plantas de los pies sobre el piso, respire despacio, ya
estaba un poco excitada. Destap� el primer tarrito de leche condensada y llame
al perro, le di a probar de mi dedo y lo lami� como esperaba, hice que �l se
pusiera justo enfrente m�o, puse una peque�a cantidad de leche condensada en mi
muslo y esper� a que la lamiera, cuando lo hizo me di cuenta de que eso era lo
que quer�a en mi vagina. Ya estaba excitada y despu�s de que rambo termin� de
lamer mi muslo puse una gran cantidad de leche condensada en mi florecita de
oro, tanto como para haber lubricado un gran pene de pl�stico.
Coloque mis codos sobre el piso y dej� que me lamiera, el lo
hizo como si estuviese tomando agua, la sensaci�n fue incre�ble, esa lengua
�spera, larga y que no se deten�a adem�s de la excitaci�n producida cada vez que
el olfateaba alrededor de la vagina me excit� demasiado.
Tanto como para que se generara por vez primera en mi mente
la idea de una penetraci�n. Es imposible renunciar a los instintos y esa idea
que al principio paso como un rayo se hac�a cada vez mas constante, mientras el
perro continuaba lami�ndome tome el tarrito de leche condensada con mi mano
derecha y sin pensar en lo que hacia porque ya estaba completamente fuera de
razonar derrame una gran cantidad de leche condensada en mi vientre, hice un
camino desde mi vagina hasta el lugar donde empieza la boca del estomago, el
perro empez� a subirlo, lo forc� para que colocara una pata a cada lado de mi
cuerpo. En ese instante ya estaba decidido.
Me dejar�a penetrar. Empec� a mover mi cintura en forma
circular como intentando levantarla para que mi vagina hiciera contacto con su
pene y cuando ocurri� sent� como su pene empezaba a crecer, se sent�a duro. El
tambi�n respond�a a sus instintos me di cuenta de su excitaci�n porque se qued�
quieto, levanto la cola, se paro derecho y trat� de dirigirme con sus patas
delanteras hacia su miembro.
En ese momento, a pesar de que me sent�a muy excitada, mi
mente no me permit�a continuar en ese lugar, pens� llevarlo a mi cuarto o a un
ba�o o en la sala, inclusive la cocina, mejor dicho a alg�n lugar al interior de
la casa, supongo que en el fondo de mi ser sab�a que la terraza no representaba
un sitio cien por ciento confiable, como si lo era el encierro al interior.
Apart� al perro de mi, me puse de pie, tome la ropa y los tarritos de leche
condensada con una mano y con la otra cargu� al perro, baje las escaleras como
si tuviera af�n, me dirig� a mi cuarto, coloque la ropa y los tarritos encima de
la cama y solt� al perro. Aunque estaba completamente sola, cerr� las cortinas,
la puerta y apagu� la luz, sal� un momento de la habitaci�n, fui al lavamanos,
beb� un poco de agua y me mir� en el espejo, todo lo hice muy r�pido, mis
movimientos parec�an de una persona drogada, de regreso en el cuarto, me ubique
en el suelo al costado de la cama, sentada llame al perro y lo acaricie como
acostumbro hacerlo, mimandolo. El perro estaba de pie, le agarre el pene y
enseguida note su erecci�n corr� la piel que protege el pene hacia atr�s, lo
hice varias veces muy despacio, hasta que ya no volvi� a cubrirse, toqu� el pene
descubierto muy suavemente estaba h�medo. Me sorprende lo quieto que permaneci�
durante ese lapso.
Supe que el momento de la penetraci�n hab�a lllegado. No
sab�a como hacerlo, o mejor: si sab�a pero no me decid�a, pens� en recostar mis
brazos y mi cabeza en la cama, d�ndole la espalda al perro y que me penetrara
as�, tambi�n pens� en ponerme en cuatro patas, apoyando los codos contra el piso
y que me cogiera como era mas familiar para �l, tambi�n se me ocurri� acostarme
en la cama, dejando las piernas por fuera de esta y la vagina justo en el borde
de modo que �l se parara en dos patas, apoyara sus patas delanteras sobre la
cama dejandome a mi en la mitad y me penetrara, quer�a hacerlo as� pero me
pareci� muy chico para alcanzar mi vagina a esa altura. Prefer� entonces hacerlo
de esta manera pero en el suelo, tom� dos almohadas y me acost� sobre ellas,
incit� al perro para que se acercara a mi y el lo hizo, acomod� sus patas una a
cada lado de mi.
Elev� mi cintura buscando el contacto entre su pene y mi
vagina hasta que se dio, ten�a mis piernas abiertas y sent�a como mis genitales
tocaban su pene y como al separarse era un poco pegajoso, aunque aun no
acert�bamos en la penetraci�n el perro constantemente hac�a el movimiento r�pido
que los caracteriza. Tuve que agarrarle el pene y dirigirlo para que entrara,
cuando lo tome sent� esa bola que se les forma, lo acomod� donde ten�a que ser y
aun sosteniendo el pene con mi mano sucedi� la primera penetraci�n.
Muy despacio hacia adentro y muy despacio hacia fuera, lo
solt� y el continuo, pero su ritmo era muy acelerado, trate de relajarme, me
recost� y permit� que siguiera pero me empez� a incomodar era demasiado r�pido
para mi gusto, entonces volv� a tomar su pene, lo sujet� alrededor solo con los
dedos �ndice y pulgar y continu� la penetraci�n pero despacio, me gust� sentir
su pene dentro de mi cuerpo, sabiendo que era un animal el que estaba dentro de
mi, increment� el ritmo conforme m�s me excitaba, hasta que fue suficiente
r�pido para soltarlo y dejar que �l lo hiciera solo, fue el mejor momento, sent�
un orgasmo y tuve siempre la mirada fija en �l, sent� varios orgasmos mas pero
despu�s fue como si mi grado de excitaci�n comenzara a descender. Esperaba que
eyaculara pero no ocurr�a, entonces decid� cambiar de posici�n.
Lo obligu� a alejarse un poco de mi y tan pronto lo hizo me
puse en cuatro patas, nuevamente me excit� bastante y el se coloc� en posici�n
sin yo tener que darle alguna se�al para llamar su atenci�n. Pero no consigui�
penetrarme, tuve que acomodar nuevamente su pene en la direcci�n adecuada, esta
vez fue mucho mas f�cil, lo acomod� y sigui� con el alto ritmo, me relaje, deje
mis codos contra el piso, baje la cabeza y disfrute su agilidad sent� como su
bola empez� a aproximarse pero no me preocup�, no era tan grande, la proximidad
sigui� aumentando hasta que estuvo en el limite y entr�, a pesar de que el perro
se mov�a muy r�pido, sent� que la bola entr� despacio, poco despu�s su ritmo
comenz� a disminuir hasta quedarse quieto, se dio la vuelta y quedamos
engarzados.
Si yo hubiera querido sacar su pene y su bola en ese momento
no habr�a tenido problemas, esper� hasta que eyacul� y fue bastante agradable,
me quede en esa posici�n hasta que su bola se desvaneci� y �l saco su pene,
cuando lo hizo algo de semen chorreo, �l se dedico a lamerlo dej�ndome bien
limpia. Fue entonces cuando di por terminada mi aventura. Me dirig� al ba�o, me
duche sin mojarme el cabello y me fui a acostar.
Les recomiendo que lo hagan, es muy ch�vere.
Adios�.:)