- Mi hora hermanita, tendr�s que desatarte tu sola o esperar
a que lleguen papa y mama. � despu�s de eso sali� corriendo.

A lo cual yo solo pod�a gritar dici�ndole: - Me las vas a
pagar desgraciado, me las vas a pagar.

Yo sab�a que mis papas llegar�an muy pronto, cuando de
repente, son� el tel�fono, trat� de levantarme pero en la posici�n en la que me
hab�a dejado mi desgraciado hermano me era imposible. Al no poder contestar, la
grabadora se activ� y solo escuch� el siguiente mensaje: - Sonia, Dani, nos
encontramos al compadre Guillermo y vamos a pasar la noche con �l en su rancho,
regresamos ma�ana despu�s de medio d�a. (t�pico de ellos).

Al terminar de o�r el mensaje entr� en p�nico, no habr�a
nadie que me desatara y mi novio me recoger�a a las 8:00 pm, intentaba m�s y mas
zafarme de el h�bil nudo de mi hermano mientras pensaba en que esta vez se hab�a
propasado, despu�s de un rato me fatigue y me quede recostada, no pas� mucho
rato, ser�a por el calor que hac�a o por el cansancio pero me quede dormida.

Despert� sudando, realmente hac�a calor, mi cuerpo estaba
ba�ado en sudor, el aire acondicionado apagado, mi �nico consuelo la puerta
abierta y de vez en cuando entraba una brisita, me dije a mi misma "Algo se te
ocurrir�", cuando de pronto entraron a mi cuarto los dos perros de mi hermano,
un rott-wailer llamado Tit�n y un pastor alem�n de nombre Lobo, siempre od�e que
se metieran en mi cuarto, pero esta vez sent� un alivio, pens� que ser�an como
esos listos perros que salen en la tele y que ayudan a las personas� estaba
equivocada. Ambos se acercaron y empezaron a olerme, me olfateaban toda, quiz�
el sudor de mi cuerpo les parec�a raro, y no me di cuenta de cuan raro era el
olor hasta que vi a Titan enfrente de mi, con una pija descomunal, me sorprend�
bastante y observaba como le cre�a mas y mas, f�cilmente el pene m�s grande que
yo hab�a visto, unos 25 cm. y muy ancha, en eso estaba cuando de pronto sent� a
Lobo detr�s mio, estaba intentando sub�rseme: "que cosas, cree que soy una
perra" - re� al principio, y en eso al mirar sobre el tocador vi mis bragas,
r�pidamente record� que no llevaba puesto nada que me protegiera y empec� a
gritarle al perro: LOBO NO!!!, ATR�S, FUERA!!!, le ordenaba que saliera de mi
cuarto, pero no consegu�a nada, no me hac�a caso, finalmente se subi� encima de
mi, no se como pero al mismo tiempo que lo hizo se me subi� la falda quedando
totalmente desprotegida, no pas� mas que unos segundos antes de que yo empezara
a sentir que "algo" tocaba mi entrepierna, muy cerca de mi entrada, me mov�a y
agitaba con tal de que se bajara, pero ahora imagino que solo empeore la
situaci�n, el desgraciado se excitaba m�s y mas y empezaba a bombear en el aire,
sobre mis caderas, yo le gritaba y empezaba a llorar, no pod�a ser follada por
un animal, no era correcto, y de pronto pas�, el desgraciado eyaculo en la
entrada de mi vagina, quede con la cara abajo, empez� a sentirme tranquila
porque el perro no hab�a podido penetrarme: - "Fiuuu, un perro con eyaculaci�n
precoz, que suerte tengo".

Lobo se bajo de mi espalda y se empez� a lamer su "cosa", la
cual yo no hab�a visto hasta ese momento, y mientras eso pasaba sent� como un
bulto pesado se colocaba nuevamente en mi espalda, esta vez era Tit�n, intent�
zafarme, no habr�a forma de que su gran pija pudiera entrarme, al menos eso
cre�a yo; al igual que Lobo empez� a moverse, al principio su pene golpeaba mis
bien torneados gluteos, pero poco despu�s sucedi�, la leche del pastor alem�n le
sirvi� como lubricante y entr� su gigantesco miembro en mi estrecha vagina,
empez� a llorar y gritarle que parara, a lo cual, obviamente no obedeci�, empez�
a moverse r�pidamente dentro de mi, realmente era grande, m�s grande que la de
mi novio, la cual ya se me hac�a inmensa, de lo �nico que pod�a estar agradecida
era que hab�a sido desvirgada por �l unas semanas antes, mientras Titan seguia
empujando dentro de mi, son� el tel�fono, si cuando estaba sin un peso encima no
pod�a levantarme, ahora que ten�a un enorme perro mucho menos, as� que escuche
cuando mi novio dejaba un mensaje diciendo que no podr�a ir por mi, que me
hablar�a a la ma�ana siguiente, no pude hacer nada, yo amarrada de manos, y
Titan entrando y saliendo, ya llevaba lo que yo sent�a que eran muchos minutos,
pero realmente solo hab�an pasado como cinco, cuando empez� a sentir como el
perro trataba de meterse m�s: - Dios, ya la tengo hasta dentro, me toca el fondo
y este desgraciado tiene m�s todav�a. � pero era su bola lo que quer�a meterme,
casi tan grande como una pelota de tenis, la cual finalmente entr� y acto
seguido la bestia empez� a llenarme de cantidades inmensas de semen canino,
sent�a como si me hubieran abierto una manguera dentro de mi vagina, pens� que
me reventar�a la matriz al sent�r que no hab�a por donde salir, su bola hac�a
perfecto cierre con mis labios vaginales, as� que me qued� tendida ah�, sin
poder hacer nada y el gran perro, gustoso encima de mi.

Pas� un rato antes de zafarse, y llenar mis almohadones (que
ten�a debajo) y el piso de cantidades enormes de semen, finalmente todo hab�a
terminado, y de pronto la pesadilla volv�a a comenzar, otra vez Lobo intentaba
subirse, todo pas� muy r�pido, cuando de pronto me ensart� con tanta agilidad
que parec�a imposible que fuera el mismo perro, esta vez no fue tan precoz,
parec�a que lo disfrutaba, y yo solo pod�a dedicarme a gemir y esperar que
terminase. Despu�s de algunos minutos, de la misma forma que Titan, Lobo me
aboton� a �l, llen�ndome de leche, qued� hecha un desastre, un total batidero de
semen por toda mi �rea vaginal y mi cuarto.

Cuando Lobo termin� se bajo, y yo, antes de dejar que Titan
se volviera a subir rod� sobre el piso, y con gran esfuerzo logre llegar a las
escaleras que sub�an a la sala-comedor, pens� que estando en una posici�n
vertical lograr�a ponerme de pie, llegar a la cocina tomar un cuchillo y por fin
librarme, matar�a a esos perros cuando estuviera libre. Pero al llegar a las
escaleras e intentar subirlas de espaldas, nuevamente Lobo se coloc� encima m�o
y teniendo yo la rajita descubierta y bien mojada por su semen le fue f�cil
entrar nuevamente y follarme duro, como si yo no le importara, despu�s de todo,
�l era solo una animal, me follaba con todas sus fuerzas, creyendo que yo era su
perrita complaciente y que me pod�a follar cuando el quisiera, estabamos en la
posici�n del misionero, esta vez me dejaba caer su baba sobre mi cara y cuello,
no pod�a levantarme as� que me deje hacer, pensaba que pronto terminar�a, pero
en cuanto lo hizo, Tit�n salt� sobre mi, esta vez su gigantesca polla entraba
tan dentro que perd� el conocimiento.

Al d�a siguiente despert� cuando ya pasaban de las 11:00 am,
Lobo estaba abotonado a mi, por lo que alcanc� a sentir hab�a terminado de
violarme, Tit�n estaba echado, dormido, tipico de los machos, que fue lo mismo
que hizo Lobo despu�s de volver a correrse dentro de mi, inundandome con nuevos
chorros de su semen canino y dejandome la vagina bien abierta y chorreante de
lefa de perro, finalmente pude levantarme, llegue a la cocina, tome un cuchillo,
y logre liberarme de mis ataduras, las mu�ecas me ard�an, las ten�a casi moradas
y baj� las escaleras con el cuchillo en mano, pero al ver a los perros tan
placidamente dormidos, se ve�an muy tiernos, as� que no tuve coraz�n para
hacerles da�o, adem�s de que todo el mundo me preguntar�a porque lo hab�a hecho,
y yo no iba a querer dar explicaciones.

Limpie mi cuarto, y despu�s las escaleras, y a juzgar por la
cantidad de semen que v�, debieron haber estado fornicandome todo la noche; tom�
un ducha mientras lo que a mi me parec�an litros y litros de esperma sal�an de
mi vagina y al poco rato llegaron mis padres.

Jam�s sabr� si notaron que yo no me pod�a sentar del todo
bien, me dol�a mi co�ito, pero de lo que si se, es que tanto Lobo como Tit�n
desde ese d�a me obedec�an m�s a mi, que a mi hermano.