Soy Alberto.
Mi, historia muy parecida a muchas otras que hemos le�do en
todo relatos. Soy un tipo extremadamente sexual, muy motivado por tantos sitios
pornogr�ficos que he visitado, muchas revistas, pel�culas, que he visto todas
relacionadas con el sexo.
Vivo con mi madre, y Eduardo mi padrastro. Nac� cuando mi
madre cumpl�a 15 o 16, mi padre Biol�gico, un hombre de negocios en la ciudad,
casado, con dos hijos. Hace poco lo conoc� por casualidad, una t�a m�a me lo
dijo antes de morir, haci�ndome prometer que no lo contar�a a nadie, es un
secreto familiar, me dijo, pero es justo que tu lo sepas, y no creo que alguien
te diga. El es t�o de mi madre.
Desde peque�o me di cuenta de mi deseo desmedido por el sexo,
no sabia como satisfacerme, me robaba de los tendederos los chones de mi prima
Laura, o de mi t�a, de quien fuera.. Cuando estaba solo en mi cuarto me
encueraba ol�a las tanguitas, chiquitas, provocativas, muy coquetas, me las
pon�a, pensando que las ten�a a ellas muy cerca de mi, y luego me masturbaba
pensando en ellas.
Me escond�a para ver a mi prima o a mi t�a desnudas, en el
ba�o o en su cuarto, en las reuniones familiares me met�a bajo las mesas pera
ver calzones, para verles el bultito, eso me pon�a nervioso, excitado, caliente,
cachondo.
Luego me empez� a gustar mas mi t�a Ana, con un cuerpo m�s
voluptuoso, mas mujer, sus tetas, sus caderas, siempre estaba pendiente para
verlas cuando por descuido abr�a sus piernas, ve�a su tamalito, sabroso,
cubierto solo por un triangulito de tela, ella me ten�a obsesionado
Una tarde, mi madre organizo una reuni�n en casa, mi ba�o
serv�a para que las visitas lo utilizaran ya que se encuentra cerca de la sala.
Yo hab�a echo un agujero del closet al ba�o, as� podr�a ver a mi t�a cuando
entrara. Me quede pendiente para saber a que hora ir�a, hasta que dijo voy al
ba�o, me dirig� a esconderme pendiente a que entrara.
No tardo, al entrar, se subi� su falda pude admirar su sexo
envuelto en su calzoncito muy coqueto, muy provocativo, se lo bajo y se sent� a
orinar, cuando termino se limpio y se planto frente al espejo, se subi� su
tanguita, solo un parchecito enfrente y por detr�s hilo dental, le admire el
trasero, que hermosas nalgas, se estaba viendo frente al espejo, modelaba para
ella misma, no pod�a ver su cara pero ve�a lo mejor, sus nalgas, su sexo, la
parte m�s intima de su ser, se estaba tocando, se acariciaba su sexo, sus
nalgas, lo hacia con desesperaci�n, se masturbaba, que sabroso, que rico, que
delicia ver a mi t�a disfrutando de ella misma, hasta que termino. Seguramente
mi t�o la ten�a insatisfecha.
Que hermosas piernas las de mi t�a. Toda ella era hermosa, en
seguida se acomodo su tanguita, bajo la falda del vestido, y posando ante el
espejo se arreglo perfectamente, pude verla al detalle, su falda de tela delgada
se amoldaba a su hermoso cuerpo, resaltaba sus caderas y marcaba discretamente
la abertura entre sus nalgas. "Que mujer". entonces sali�.
En ese momento record�. mi t�a no tra�a falda, vest�a un
pantal�n amarillo pegado a su cuerpo, entonces quien era esa dama, Mi
pensamiento vol�, deseaba tenerla fuera quien fuera la tendr�a, me la voy a
coger, no importa quien sea, desde este momento voy a seguirla, a averiguar
quien es, esas nalgotas, ese sexo, toda ella me hab�a dejado impresionado, que
hermosa mujer.
Me dirig� a la sala, estaba casi llena de invitados, busque
entre las personas a la hermosa mujer, no la v�, donde se habr�a metido, por
all� mire a mi t�a, sentada al lado de mi prima, platicando animadamente, mi t�a
con su pantal�n amarillo ajustado, se le notaban los calzones a trav�s de la
delgada tela, sentada cuando habr�a las piernas se notaba su deliciosa vulva.
Por ahora solo buscaba a esa hermosa dama, a esa hermosa mujer �.. Se habr�a
ido?
Ahora la reuni�n me parec�a aburrida, insulsa, no le
encontraba sentido, nunca sabr�a quien esa misteriosa mujer, me subir�a al
cuarto de mi madre, pero antes pasar�a a la cocina por unas cervezas.....
al entrar a la cocina, la mire ah� estaba....... la mujer que dispar� mi pasi�n,
estaba agachada, tratando de alcanzar un traste, su vestido estaba estirado,
sus nalgas aparec�an preciosas, divinas, sus bragas se marcaban en lo delgado de
la tela, al estar as� agachada ense�aba sus hermosas piernas.
Hola hijo? Me ayudas a sacar esa jarra, para servir unas
bebidas.
Me quede helado, Mi madre� mi madre era esa dama misteriosa
que entro a mi ba�o orino y se masturbo. nunca lo hubiera imaginado, fue ella la
que me motivo, la que me indujo a pensar en cogerla, en hacerla m�a.
Siempre me pareci� una mujer hermosa, pero la ve�a como lo
que era, mi madre, ahora mi forma de pensar era distinta, la ve�a como mujer,
con la baba ca�da, con el deseos de acercarme a ella, de acariciar ese par de
nalgotas. de besarla en la boca, de acariciar sus tetas. Sus tetas bajo el
escote de su vestido y el brasier peque��simo se antojaban ricas, hermosas,
mam�bles.
Hijito donde estabas, te busque al bajar de mi cuarto pero no te mire por
ning�n lado, luego fui al ba�o de tu cuarto a lavarme las manos, pens� que
estar�as acostado. No seas aguafiestas, disfruta de la fiesta cari�o, baila con
las chicas, hay muchas chicas muy hermosas todas ellas, ahora es cuando amor, ya
es tiempo de que te conozca una novia.
Claro mamita, hay chicas muy lindas, d�jame estar un
rato a tu lado para ayudarte.
Mira hijo solo me falta poner unas bebidas en la mesa, saca
dos jarras mas y pon en ellas agua de diferentes sabores. Para que nos vayamos
los dos, Eduardo no va a venir as� que tu y yo vamos a atender a todos los
invitados.
Desde ese momento se acentu� mi gusto por las mujeres
mayores, mi prima dejo de interesarme, pero a mi t�a la miraba con deseo, con
morbo, como una mujer apetecible, pero la mejor de todas era mi madre
indiscutiblemente
Mi �nico pensamiento era buscar la manera de asediar a mi
madre, de hacerme presente en sus momentos mas �ntimos. De verla en situaciones
sexuales, despu�s de la fiesta, le dije que me cambiar�a a una recamara, cerca
de su cuarto me dijo que si. De esa forma me sentir�a mas cerca de ella. Podr�a
espiar sus movimientos,
Ahora durmiendo a unos pasos de su recamara me daba cuenta de
muchas cosas, Eduardo ya no se la cog�a tan seguido, siempre estaba deseosa
desesperada, seguido los escuchaba discutir, ella le reclamaba, que era mujer,
que necesitaba ser tratada como tal, le dec�a claramente, que necesitaba ser
cogida, que nunca hab�a buscado un hombre, por respeto a �l y a mi hijo�.. pero
ganas no le faltaban.
Varias veces me hab�a visto mis revistas y mis videos
pornogr�ficos y como compartimos la computadora, tambi�n se daba cuenta a los
sitios que frecuentaba, al principio trat� de esconder mis aficiones, ahora ya
no me importaba, al contrario, a prop�sito dejaba sobre mi cama alguna revista,
o en la video alguna pel�cula porno, o dejaba encendida la PC en alg�n sitio. mi
idea era que las viera, que se entusiasmara, que se le antojara. Cuando
est�bamos solos, me pon�a a ver una pel�cula porno, dejaba la puerta abierta
para que se diera cuenta de lo que ve�a, tambi�n me paseaba por la casa solo en
trusa. Varias veces me encontr� sentado en la sala, o en un estudio vestido as�.
Consegu� una pel�cula porno, llamada TABOO, de una madre que
tiene relaciones sexuales con su hijo, ella lo seduce, despu�s de que el marido
se va de la casa por desavenencias sexuales, ella demasiado caliente, encuentra
satisfacci�n sexual en su hijo, as� que deje esa pel�cula en la video, para que
la viera, luego supe que la hab�a visto.
Una noche llegue a casa bastante tarde, hab�a conseguido una
pel�cula buen�sima, de una se�ora con un jovencito, y la iba a ver, pero escuche
ruidos en la recamara de mi madre, Eduardo estaba en casa, hac�a tiempo que no
cog�an, Con la confianza que yo no estaba en casa, hab�an dejado la puerta
abierta, se escuchaban risas, y expresiones muy cachondas,
--- Ya papito, ya�.. anda no seas as�, �ndale, tanto tiempo
en ayunas y mira, estoy calient�sima, te necesito.
--- Claro mi amor, s�rvete.. es toda tuya, disfr�tala.
Me acerque muy despacio hasta la puerta, desde donde estaba
escondido mire directamente a la cama de los dos enamorados, alcanzaba a verlos
jugar. Ella estaba ah�, entre las piernas de Eduardo, entre sus rodillas,
hincada, agarr�ndole la verga, lami�ndola, meti�ndosela en la boca, yo
vi�ndolos, disfrutando como lo hac�an, como se disfrutaban los dos, no miraba la
cara de mi madre, pero si miraba su del hermoso trasero parado, que ricas las
nalgas de mi madre.
Luego se puso a horcajadas, se acomodo para introducirse ella
misma la pija de Eduardo, no ve�a muy bien, me hubiera gustado como se abr�a su
vulva, la parte mas sensible de su ser, pero si ve�a como sub�a y como bajaba,
como recib�a aquella linda verga, Que sabrosa cogida, nunca hab�a visto su
desesperaci�n, jam�s la hab�a visto disfrutar de esa manera, con su hombre.
Muy pronto yo ser�a quien le diera esa satisfacci�n, no sab�a
como lograrlo, pero tenia la esperanza que se presentar�a la oportunidad, sobre
todo con las prolongadas ausencias de Eduardo, ya estar�a necesitada, y de eso
me aprovechar�a. Mientras Eduardo continuaba con sus viajes y mi madre pasaba
muchas noches sola, ah� en su recamara, deseando ser tomada, deseando ser
cogida.
Despu�s algo pas�, quiz� me escucharon, no lo se, apagaron la
luz, y ya no pude seguir viendo Solo la escuchaba a ella. Se notaba su
calentura, se notaba que lo estaba disfrutando��..
Si, mi rey, siiiiiii,, as� dame, cuanta falta me estaba
haciendo esto.
Luego silencio, ya no les escuche mas, yo estaba sumamente
excitado, el echo de verla en ah�, trepada sobre esa verga,, y ver sus ricas
nalgas, subir y bajar, no alcance a ver su cara, pero me la imagine con una cara
distorsionada por el placer, por la dicha de sentirse cogida. De descansar
despu�s de tantos d�as de abstinencia.
Despu�s de eso, lo �nico que me quedaba hacer era espiarla,
buscaba cualquier pretexto para entrar en su cuarto, no tocaba, como ella me
recomendaba, algunas veces la encontraba vestida con poca ropa, o posiciones muy
provocativas, una tarde entre a su recamara, muy lentamente, ella se acababa de
ba�ar, sentada en la cama con una batita muy corta, con una pierna subida sobre
la cama, cort�ndose las u�as, pude ver perfectamente su co�o, sabroso, reci�n
lavadito, permanec� parado frente a ella hasta que sinti� mi presencia,
instintivamente cerro las piernas,
Hijo, cari�o, deber�as llamar, mira nada mas como me
encontraste, debes tener cuidado, respetar mi privacidad.
Si, mamita, disculpa, es que estabas tan entretenida.
Pues si hijo, pero mira como me encontraste.
Me hab�a excitado viendo a mi madre, y ella lo hab�a notado,
ten�a la verga bien parada, su vista permaneci� fija durante un tiempo,
mir�ndome no se que pensamientos cruzaron por su mente, luego desvi� su vista y
me dijo.
Ahora si, dime que deseas.
Solo te venia a avisar que voy a salir, y que voy a llegar
tarde.
No te vayas a tardar mucho, ya ves que me quedo solita y me
da miedo.
Claro que no mamita linda, te lo prometo.
Por cierto hijo, debes ser mas cuidadoso con tus cosas, la
otra ves dejaste la televisi�n prendida, ten�a una pel�cula de esas que te gusta
ver. Yo se que estas en edad de la curiosidad, y que tu misma naturaleza te lo
exige, pero se mas cuidadoso, tambi�n guarda tus revistas.
Claro que si mamita, voy a tener cuidado�. Nos vemos,
cuando no estaba en casa , me met�a en su cuarto, esculcaba
su bur� sacaba sus pantaletas y sus brasieres, los olisqueaba, me las pasaba por
mis pene por los guevos, a veces le tomaba prestada una o dos y me las llevaba a
mi cuarto, me desnudaba y me los pon�a, me hacia a la idea que la ten�a muy
cerca de mi. Que pod�a sentirla.
Paso el tiempo, ella continuaba solita pues Eduardo
continuaba saliendo, cuando regresaba ni la tocaba, yo notaba su nerviosismo,
sus deseos frustrados, su necesidad de que su macho la montara, Muchas noches me
despertaba el ruido de la regadera, seguramente se ba�aba para calmar sus
deseos, mientras yo me encontraba muy cerca de ella, muy excitado, mi verga
parada, pensando en ella en su cuerpo, en sus deseos reprimidos, dispuesto a
satisfacerla.
Una noche, hacia demasiado calor, yo no pod�a dormir, ella
ah�, muy cerca de mi, separados solo por un muro, pensando en ella, en ir a su
recamara, abrazarla, besarla, satisfacerla y satisfacerme yo de su cuerpo, de
sus tetas, de su sexo, necesitaba algo de tomar, baje a la cocina con la
intenci�n de tomarme una cerveza, mire luz en la cocina, ah� estaba ella, mi
coraz�n lati� con fuerza, mi deseo se exalto cuando la vi, vestida solo con una
batita muy corta, de tela transparente y unas pantaletas muy peque�as.
Mamita hermosa, que gusto verte, no, puedes dormir, verdad ?
No cari�o, hace calor, me sent�a un poco angustiada, baje por
un vaso de leche.
Si escuche la regadera de tu ba�o, estas nerviosa, verdad.
Si, amor, me di un ba�o, con agua fr�a.
Me acerque a ella.
Que hermosa estas, mira nada mas que abandonada te tiene
Eduardo. Tu necesitas alguien que calme tus deseos.
Cari�o, no digas eso que cosas piensas de tu madre.
Es la verdad mi amor, yo me doy cuenta de muchas cosas,
No me contesto, se limito a mirarme, vio que yo apenas estaba
cubierto por una trusa muy peque�a, mi pene se hab�a exaltado, y se marcaba en
la delgada tela de mi trusa.
Me acerque a ella, la tome entre mis brazos, acerque mi boca
a la de ella, le di un beso peque�o, t�mido que ella correspondi�, abr� mi boca
la bese intensamente met� la lengua en su boca, ella correspondi�, los dos casi
desnudos, yo con una trusa muy peque�a. Y ella con esa peque�a bata
transparente, mostraba su hermoso cuerpo.
Mi pene erecto a la m�xima expresi�n, no era para menos, la
estaba viendo, la acariciaba, sintiendo a la mujer que tanto tiempo hab�a
deseado,. Ella fresca, despu�s del ba�o, olorosa a jab�n, volv� a besarla, con
mi boca abierta, introduje mi lengua, acept� mi caricia, correspondi� a mi beso
con desesperaci�n, puse mi mano sobre su cuello, apret�ndola con un poco de
fuerza, luego fui deslizando mis manos, recorriendo su cuerpo, sintiendo, su
piel, limpia, temblorosa, deseosa, la tome por la cintura, mi pene se pegaba a
su estomago, baje a�n mas mis manos la junte a mi cuerpo. �ntimamente pegados.
Mamita hermosa, que gustos sentirte, que gusto tenerte as�,
me encanta sentir tu piel, de sentir tu respiraci�n, tus deseos deseo reprimido,
tanto tiempo dese�ndote. mi mano acaricio sus nalgas, esas hermosas nalgas que
siempre quise acariciar, esas preciosas nalgas desnudas que v� aquella tarde en
el ba�o de mi cuarto, y despu�s esa noche con Eduardo subir y bajar cuando ella
misma se ensartaba, ahora las ten�a en mis manos las acariciaba. las abr� con
mis dedos, cog� el el�stico de su calzoncito, se lo jale, y lo solt�, una
travesura que siempre quise hacerle.
Estaba a punto de comerme la fruta del �rbol prohibido.
Cog� una de sus manos, y separ�ndome un poco la coloque sobre
mi pene, ella meti� su mano entre mi trusa, lo palpo, lo acaricio, a todo su
largo, yo acariciaba su anito, y su pubis, su conchita, ese rinc�n sagrado,
tanto tiempo deseado por mi, entonces me hinque frente a ella, acerque mi cara a
su caliente sexo, la cog� cor las nalgas, dispuesto a saborearla, en ese momento
ella reacciono.
No! No, Alberto, no lo hagas, Ya basta, d�jame y vete a
dormir.
No dijo nada mas, se dio la y a grandes pasos alcanzo las
escaleras, la mire subir, con el meneo natural de sus nalgas, con esa gracia
natural muy propia de ella, regrese al refrigerador, tome tres cervezas y sub�,
antes de entrar a mi cuarto fui hasta su puerta, accione la manija, estaba
cerrada, toque a su puerta, una vez, dos, tres, nada.
Madre�.. abre, quiero disculpare contigo, no se que me paso,
Ve a tu cuarto cari�o, no paso nada, ve a tu cuarto, y
duerme, ma�ana hablamos.
Ma�ana te veo mamita, mi reinita, ma�ana te veo.
Entre a mi cuarto, me tire sobre mi cama, me sent�a alterado,
excitado, frustrado, ya la ten�a, faltaba poco, abr� una cerveza, y beb� media
botella, Nada, ella encerrada en su cuarto, tan alterada como yo, hab�a logrado
encender sus sentidos, logre calentarla. Yo no pod�a conciliar el sue�o, mis
dedos ol�an a su sexo, al sexo de mi madre, a su excitaci�n a su desesperaci�n.
A su deseo insatisfecho. No se a que hora me quede dormido.
Al d�a siguiente me levante tarde, era s�bado, no tenia por
que salir de casa, record� cada detalle de la noche anterior, ten�a hambre, pero
no me atrev�a a salir siquiera de mi cuarto no sab�a como afrontar la situaci�n,
aunque deseaba verla, sentirla cerca de mi. Cuando baj� al comedor ah� estaba
ella, con unos jeans y una blusa muy cubierta, sin embargo se notaba su
maravilloso cuerpo,
Hola Mamita, buenos d�as como dormiste.
Buenas tardes querr�s decir cari�o, son las dos de la tarde,
yo me levante como a las doce, ya hice jugo, corte fruta, y cocine una guisado
sabroso, amor, si�ntate a desayunar.
Al parecer no quer�a dar importancia a lo sucedido la noche
anterior, se notaba desvelada, su cara triste tal vez por lo ocurrido anoche,
quiz� estuvo peleando con sus principios, ella estaba dispuesta, caliente
deseosa, pero al final nada.
Te pregunt� como dormiste mamita,
Bien hijo, ca� en la cama y dorm� como una beb�.
No era verdad lo que me dec�a, la hab�a escuchado dando
vueltas en la cama, luego escuch� el ruido del agua de la regadera, de seguro se
meti� bajo el agua fr�a, luego de eso todav�a la escuche dar vueltas en la cama.
Luego me puse a ver una pel�cula, estaba tan excitado, mejor la apague, y me
masturbe pensando en ella, en la mujer de mis sue�os.
-- Hijo, voy a salir.
-- Espera madre, cierra los ojos, y ven para ac�
La tom� de la mano y la conduje al estudio, para que viera lo
que le ten�a.
-- Que hermosas flores, gracias hijito,
-- Mamita linda, muchas felicidades, quiero festejar tu
cumplea�os, ya que Eduardo no va a estar ya hice una reservaci�n en ese
restaurante que tanto te agrada, para invitarte a cenar. Que te parece?
-- Oh cari�o, te acordaste, yo hubiera querido que estuviera
Eduardo, pero ya ves.
-- No te preocupes mamita, yo te voy a agasajar, mejor que
como lo har�a el fantasma.
Esto lo dije con doble sentido, por una parte Eduardo nunca
estaba, y por otra nunca la complac�a sexualmente, y yo si estaba en disposici�n
de agasajarla en las dos formas. Claro, que en esta ocasi�n si la dejar�a
totalmente complacida.
A las nueve de la noche, mamita, as� que debemos salir a las
ocho treinta, te pones bien bonita mi reina.
Ya no dije nada mas, intent� darle un beso en la boca, ella
volteo la cara ofreci�ndome su mejilla.
--- >Hoy vas a caer vas a ver mamita linda, hoy caes a como
de lugar, pens� para mi.
A las ocho treinta en punto de la noche estaba listo para
salir, esper�ndola, sentado en un sill�n que est� precisamente bajo la escalera,
quer�a verla bajar, preciosa, linda, yo desesperado, pensando que se
arrepentir�a en el �ltimo momento, diez minutos y nada, por fin la v� parada en
el descanso de la escalera, mir�ndome, quien sabe que estar�a pensando, quiz�
estaba tomando su �ltima decisi�n.
Por fin comenz� a bajar el �ltimo tramo de la escalera, se
ve�a encantadora, con ese vestido que dibujaba su figura, sus piernas se
marcaban perfectamente en la delgada tela, se pod�a admirar el nacimiento de sus
senos por lo descubierto de su vestido,
Mam�ta hermosa, te est� esperando tu hijo, deseoso de
complacerte en todo. Hoy en este d�a tan importante.
Gracias cari�o,
La tom� de de la mano, y caminamos hasta el auto, abr� la
puerta, al ocupar el asiento pude ver sus hermosa piernas, su falda tan cortita
permiti� ver sus muslos, sus deliciosos muslos, tome al volante, conduje entre
el transito, hasta llegar al restaurante, nos esperaba una reservaci�n en un
lugar agradable, en una mesa alejada de las vistas, con m�sica, buen vino y una
buena cena.
La atenci�n por parte de los meseros fue de primera, , un
conjunto de cuerdas toco varias melod�as en la mesa, mientras una jovencita muy
linda se acerco con un ramo de rosas rojas, ordenadas para ella, platicamos de
nuestra vida, me cont� sobre parte de mi infancia, muy sonriente, estaba feliz,
liberada de prejuicios, se ve�a radiante, hermosa, el vino la hab�a desinhibido
y re�a alegre, con una risa cristalina, con una sonrisa encantadora, sus
hermosas tetas se marcaban contra el escote generoso y la delgada tela de su
vestido, mi mirada se fijo en ellas, no pod�a dejar de admirarlas, ella se dio
cuenta que la miraba,
--- Cari�o, no mires as� a tu madre. No es correcto.
--- Mamita linda estas preciosa.
--- Gracias cari�o, y gracias por esta celebraci�n
Me acerque a ella, le ofrec� mis labios, ella correspondi�
con un beso peque�o, t�mido, la tom� por su cuello, abr� mi boca, le ofrec� mi
lengua, y la acepto. Nos besamos con pasi�n, con deseo, dije al o�do
--- Vamos mamita, quiero que disfrutes de tu d�a en otro
lugar�..
-- Hay hijito, estoy cansada, me gustar�a descansar.
Pague la cuenta, y salimos le dije que la llevar�a a un lugar
que le iba a agradar y conduje el auto entre el escaso trafico de la ciudad,
eran las 11.30 de la noche cuando llegamos a un centro nocturno. Le entregue las
llaves del auto al Valet Parking, y me apresure a abrir la puerta para que mi
madre saliera, no pude evitar poner toda mi atenci�n a su salida, y como es
natural con esas faldas tan cortas, pude ver su cosita linda, enfundada en su
min�scula tanguita. Pase la lengua por mis labios, acci�n que no paso por ella
desapercibida. Solo se sonrio.
Entramos al antro, el ambiente apenas se comenzaba a poner
bueno, ped� una mesa en un lugar tranquilo, discreto. Un mesero nos atendi� y
nos pregunto
---- Que va a tomar la se�orita? Y se atrevi� a decir�. ---
con todo respeto joven, que linda est� su novia.
Los dos sonre�mos por la ocurrencia del mesero, y le pedimos
unas cervezas.
Cari�o, yo creo que debemos dejar de hacer cosas que nos
da�an. Hoy mismo hace un momento, nos besamos, y pues creo que debemos dejar de
hacerlo bebe, yo se que est�s en la edad de ese tipo de deseos, quiz� mas tarde
te encontraras una chica con quien estar. Tambi�n creo que tus revistas y tus
pel�culas debes guardarlas en un lugar donde tu sepas, que las disfrutes pero tu
solito ya te hab�a echo esa recomendaci�n. No esta bien que mami las vea.
--- A prop�sito de pel�culas, mamita, viste la pel�cula de
TABOO, verdad? Te gusto? �.
--- No cari�o, nunca he visto una pel�cula tuya,
--- Mamita, yo la deje en un punto y la encontr� finalizada,
te gusto?
Al decir esto, agarre su mano, me la lleve a la boca y mord�
sus deditos, luego me acerque a ella y le di un beso peque�o en la boca, ella
correspondi� con otro igual�
--- Que sentiste cuando la viste? se mojo tu partecita. Te
excitaste. Te agrado?
---- Que cosas preguntas hijo, son cosas �ntimas solo m�as,
que a nadie platico.
--- Pero yo soy tu peque�o, tu bebito a mi plat�came,
No la deje contestar, ven mi reina, vamos a bailar, le retire
la silla, ella camin� delante, mi vista se pos� en sus nalgas enfundadas en la
delgada tela de su vestido que delineaba perfectamente sus nalgas. En la pista,
la tome en mis brazos, la m�sica invitaba a bailar muy juntos,
La mir� directamente, mi boca se pos� en la de ella, con un
beso c�lido apenas perceptible, ella me dijo al o�do, gracias mi amor por todo.
Entonces volv� a unir mi boca a la de ella, ahora abierta, ella correspondi�
cerrando sus ojos, puso ambas manos sobre mis hombros, yo la tom� con mis dos
manos por la cintura, peg�ndola estrechamente a mi cuerpo, solo nuestras ropas
nos separaban. Sent� sus senos en mi pecho, su perfume, su piel, la cercan�a de
su cuerpo todo eso embriago mis sentidos, me excito, ella estaba nerviosa,
temblorosa, excitada, nuestras mejillas se pegaron.
Al terminar la melod�a nos fuimos a la barra por una copa
tomados de la mano, ah� mientras nos atend�an nos volvimos a besar, la conduje a
nuestra mesa tom�ndola por la cintura, muy pegada a mi cuerpo, ocupamos nuestros
asientos, yo acerque mi silla a la de ella para quedar muy cerca, me dijo que
hac�a tanto tiempo que no disfrutaba de un momento como ese, que se sent�a
feliz, que Eduardo la ten�a abandonada, Que yo llenaba su vida vac�a,
continuamente acercaba mi cara hac�a ella, y ella cerrando los ojos, me ofrec�a
su boca, me acerque a�n mas a ella, la abrace, y busque su boca, en un beso,
profundo, ella me abraz� y correspondi� de la misma manera.
Acerque mi mano a su rodilla, trate de meterla entre sus
piernas, las cerro, de todas maneras la met� sobre sus piernas bajo el vestido,
lentamente sintiendo la tersura de su piel. sinti�ndola vibrar por mi caricia,
bese su cuello, sent� que se estremeci�, fue entonces cuando abri� sus piernas,
� que delicia, � introduje una mano, sintiendo lo calido y el temblor de sus
muslos, avance en mi intromisi�n, llegando al punto exacto de su intimidad, que
sabroso, que delicioso, nunca como ahora hab�a sentido el palpitar de la parte
mas intima de su ser, estaba h�meda, caliente, deseosa.
--- Ho cari�o, no le hagas eso a tu madre, no por favor.
--- Mami, se que lo necesitas, y sabes que? Yo tambi�n lo
deseo.
--- Si mi amor, pero esto no puede ser, por favor no me
obligues, no sigas.
Ped� la cuenta, luego que la cubr�, le dije al mesero que
pidiera mi auto, y espere un tiempo prudente,
Vamos mamita, abrazados nos dirigimos a la salida, abr� la
puerta del autom�vil, ella ya no se preocupo mas por la falda, esta permiti� ver
totalmente sus piernas sus muslos, ella sonre�a muy liberada, no quise perder
tiempo, me dirig� a casa, al cambiar de velocidad, no perd�a la oportunidad de
tocar sus muslos, en los altos la besaba abriendo la boca, ardientemente.
Todav�a alcanzo a decirme.
----- Recuerda amor que soy tu madre..
---- Claro, se quien eres, y met� mi mano entre sus piernas.,
ella permiti� que lo hiciera.
Llegamos a casa, me apresure a abrir la puerta del carro, me
agach� y la bese, un beso r�pido, peque�o, acepto mi beso como su amante, un
luego sali� nos abrazamos, ya no ten�a prisa, me sent� due�o de la situaci�n,
los dos solos en casa, embriagados de pasi�n, deseosos de tenerse uno al otro,
deseos de disfrutar el sexo prohibido, el sexo mas rico.
La tome en los brazos, entre con ella a la casa, pase por la
cocina, tome una botella de vino chileno, dos copas, y sub� directamente a su
recamara. Puse el vino y las copas sobre una mesita y a mi amada sentada en un
sill�n, ah� se ve�a hermosa, destape la botella de vino serv� dos copas,
--- Salud mi amor, le dije ofreci�ndole una copa y ocupando
un lugar a su lado
--Por favor querido, me siento apenada�...
--�Por qu� Mi reina? , si los dos nos necesitamos, los dos
nos deseamos, tu pr�cticamente no tienes marido, y yo, solo te tengo a ti y te
deseo, y me gustas, no sabes cuanto.
--- Si cari�o, lo se, pero esto no puede ser.��.
--- No la deje continuar, selle su boca con un beso h�medo,
profundo desesperado, mi lengua busc� su lengua, mientras mi mano acariciaba su
gatito.
--- Pero hijo, esto no puede seguir. Yo no se�� me siento��.
--- Si mi reina se como te sientes, te sientes excitada,
estas h�meda, dese�ndome, deseando amarme, deseando sentirme dentro de ti.
Verdad mamita? Verdad que me deseas?
Ella solo afirmo con la cabeza, me miro a los ojos, y me
beso, a los ojos, un beso interminable, el primero que ella me daba por si
misma, sin que yo le lo pidiera, fue entonces cuando me dijo.
--- Si amor, lo reconozco te estoy deseando,
--- Desde cuando mamita, linda desde cuando me deseas.
--- Desde la noche que nos vimos en la cocina. No se como me
aguante esa noche, estaba muy excitada.
--- Eso es muy bueno, cari�o, eso significa que mis caricias
te excitan mucho, verdad?
--- Si, tus caricias, y tus miradas, y tus revistas y las
pel�culas, todo eso me tiene al borde de la locura.
Ya no dije nada, cualquier cosa sal�a sobrando, la mire a la
cara directamente, pase mis manos entre su pelo, acaricie su cara, con un dedo
dibuje su boca, ella la abri� y me lo atrapo entre sus dientes, me lo mordi� y
luego como si fuera una paletita lo estuvo lamiendo, chupando.
--- Oh, mi amor, delicioso, me dijo, tiene un delicioso sabor
a mi sexo.
--- Si, madre es el sabor de ti misma.
La abrace, con mis fuertes brazos, pero lo mas tierno que
pude, toque su nuca, y recorr� su espalda, la tome por su cintura, ahora no
ten�a prisa, deber�a ser yo mismo, con pasi�n, demostrarle mi deseo contenido
por tanto tiempo. Nuevamente la bese, ahora con un beso tierno, apenas
perceptible, ella correspondi� de la misma manera, cerro los ojos, abri� la boca
y yo met� mi lengua. Ella la chupo la mamo, la disfruto, todo con los ojos
cerrados.
Suavemente, pose mi mano sobre sus rodillas, sin forzarla
introduje mis manos entre sus piernas entonces puede palpar sus temblorosos
muslos, tibios, deseosos de ser acariciados y despu�s mis manos llegaron al
rinc�n h�medo y sensual de su sexo, tan deseado por mi cubierto por su h�meda
pantaleta. La acarici� suavemente, disfrutando, su calor, su deseo, su frenes�,
ella cerro los ojos, disfrutando la tan anhelada caricia, tanto tiempo olvidada,
tanto tiempo sin ser tocada. Nuevamente bese sus labios, acaricie sus tetas
deshice los nudos de su vestido y observe sus senos, cubiertos apenas por el
peque��simo bra transparente, hermosas, deliciosas. Puse mi boca sobre el pez�n
de uno de sus senos, ella misma se quito el sost�n, entonces pude acariciar con
mis dos manos sus hermosos senos. Y lamer, y degustar
---- Oh, si mi amor, que rico, me encanta.
---- A mi m�s, mucho m�s madre, me fascina.
---- Lo se tontito, siempre veo que insistentemente pones tu
vista sobre ellos. Te he sorprendido muchas veces.
---- Espera mamita, deseo hacer algo, siempre lo he deseado.
Me levante de donde estaba sentado, luego me hinque, con mis
manos abr� sus piernas, alce la vista para buscar su aprobaci�n, solo cerro los
ojos, y se dejo conducir por mi bese sus piernas sobre sus medias, y luego
avance bes�ndola entre sus muslos, hasta que llegue al final de sus medias, m�s
adelante solo su piel, su piel desnuda, el olor de su excitaci�n lleg� hasta mi
nariz, ol�a a hembra excitada, a hembra deseosa, a hembra caliente.
Ah� sobre su cosita sabrosa y olorosa, puse mis labios, lam�
sobre la delgada tela de sus bragas, solo eso me separaba de mi trofeo, entonces
lleve mis manos hasta el el�stico de sus micro calzones, ella misma me permiti�
que lo hiciera levantando sus caderas. Ya, por fin, ah� estaba, su sexo, su
delicioso sexo, lo que tanto so��, lo contemple, lo disfrute con el sentido de
la vista, lo ve�a palpitar, con el sentido del olfato, ol�a su excitaci�n y con
el sentido del gusto, lam�, chupe, met� mi lengua en entre los labios de su
sexo, toque con la punta de mi lengua su cl�toris, puso sus manos sobre mi
cabeza, anim�ndome a continuar, lame, titile su cl�toris, met�, me lengua entre
los pliegues de sus labios sexuales. Yo disfrutaba de eso, ella tambi�n se
retorc�a, rico, sabroso. Sent� lo h�medo de su sexo, su desesperaci�n, su deseo
de terminar en un sabroso orgasmo. Entonces me levante, la tome con mis brazos
levant�ndola y la conduje hasta su propia cama�.
--- Oh, amor, que vas a hacer, creo que ya llegamos demasiado
lejos, no crees?
--- Claro, ya llegamos demasiado lejos, mi amor, y lo que nos
falta vas a conocer.
Ya sobre su cama desabotone su vestido, se lo retire por
encima de la cabeza, sacudi� su cabellera con esa gracia muy propia de ella, mis
manos temblaban cuando desabroche su brasier, sus tetas cayeron con esa gracia
natural , esplendidas, adorables, hermosas. El color rojo de sus pezones,
denotaban su excitaci�n. Tendida como estaba, me hinque entre sus muslos, mire
su cara, su cara expresaba el deseo incontenido por tanto tiempo , as� como
estaba me incline hacia su cuerpo, bese su cuello, me baje a sus tetas, las
acaricie con ambas manos, introduje mi cara entre ellas, restregu� sus tetas
contra mi cara, lam� sus pezones, y luego los mord�.
Lamiendo su cuerpo me fui bajando, bese su estomago, abr� sus
muslos delicadamente, y lam� su pubis, durante un instante me quede viendo su
bello p�bico ensortijado, con delicadez abr� los labios de su sexo , Por
instinto se lo cubri� con las manos, y dijo:
---- No, Alberto No lo hagas, no eso no, hijo por favor no
hagas algo que nos podamos arrepentir.
Yo estaba seguro que ella lo deseaba, de no ser as�, no me
hubiera dicho aquello, hubiera dado por terminado eso. La mire a los ojos,
busque su aprobaci�n, no para que me dejara continuar, sino por el morbo de
saber que ella quer�a que continuara con lo que hac�amos. Delicadamente separe
sus piernas, en ese momento ella las flexiono y retiro sus manos, si, quer�a, lo
estaba deseando, lo necesitaba urgentemente.
Hincado frente a ella met� mis manos bajo sus nalgas, met� mi
cara entre sus piernas flexionadas, y toque con la punta de mi lengua su
cl�toris. Sent� que su cuerpo se tens�, luego lam� entre sus labios, met� mi
lengua en su vagina, lentamente, poco a poco, hasta que se fue toda.
---- cari�o, cari�o� oh, que sabroso.
Ahora, era el momento, la deseaba, quer�a sentirme dentro de
ella, me levante, me monte sobre ella.
Apunte mi miembro, en la entrada..
----- Eso si no Alberto�.. no lo hagas.
Ella lo quer�a, sus palabras solo eran un reflejo de su
deseo, de su angustia por tenerme dentro de ella, � lo deseaba, lo necesitaba,
cog� mi verga y la restregu� entre sus piernas, la acerque a su sexo, ella misma
abri� los labios de su sexo, jugu� con el en su entrada, con su cl�toris, que
rico, ahora estaba ah� d�ndose a mi, a mi cuerpo, a mi mente a mi deseo. Oh, que
hermoso, que linda que sabrosa, lentamente fui entrando en ella, disfrutando de
cada instante, disfrutando del calor de hembra caliente, sabrosa, deseosa.
Met� mis manos bajo sus nalgas, para dirigirla, para
penetrarla intensamente lentamente me fui introduciendo en ella, mire la
expresi�n de su rostro, era de deseo, de gozo de satisfacci�n, la jale por las
nalgas, la obligue a que mi verga entrara completamente dentro de ella, ya lo
hab�a logrado, era m�a y yo de ella, de hoy en adelante podr�a disponer de mi
como quisiera, oh, que rico, que sabroso, ella me disfrutaba y yo la disfrutaba
a ella.
Nos rodamos sobre nosotros mismo, ahora era ella quien me
montaba, abr� sus piernas y la obligue, a ensartarse agarr�ndola por la cintura
la dirig�a, lentamente la iba dejando caer, lentamente, se tendi� sobre mi y me
ofreci� su boca nos besamos intensamente, buscamos nuestras lenguas.
---- Alberth me dijo, que rico, estoy a punto de venirme.
---- Yo tambi�n mi reina, pero te espero, vente mamita,
vente.
Sent� como se tensaba, escuche, su voz, su agitaci�n, su
desesperaci�n por venirse, hasta que lo logro.
---- oh, cari�o, que rico, me dijo, que sabroso.
---- Mamita, yo tambi�n, me voy a venir.
Y de esa manera, me vine, bien rico, bien sabroso, ah�, tens�
mi cuerpo, busque su boca en el momento que eyaculaba, eyaculaba dentro de
ella��.
Papito, papito sabroso.
Esa fue mi primera vez hab�a logrado lo queme promet� a mi
mismo aquella tarde en mi recamara, ahora les comparto mi experiencia, saben soy
muy t�mido, por eso puedo contarles esto, espero me comprendan, y bueno, pues
tambi�n espero sus opiniones, quiz� me alargue mucho, pero es lo que pienso.
Solo quiero decirles mi madre es fant�stica
Espero me escriban��