Hey t�.
Si, t�. Ven, si�ntate, ac�rcate un momento, y rel�jate, pues
te voy a relatar una historia, que har� que tu imaginaci�n despierte, y vuele a
trav�s del tiempo, quiz�s te traiga recuerdos agradables, pero tal vez no.
Talvez tus sentidos tambi�n reaccionen, quiz�s sientas miedo,
talvez desesperaci�n, o por el contrario, tal vez placer sea lo que sientas.
Pero lo que si te aseguro querido lector, es que no querr�s
abandonar tu asiento hasta concluir este relato, y es que quien sabe. Quiz�s
dentro de sus p�rrafos encuentres ocultas las respuestas que tanto buscas,
quiz�s logres descubrir el por qu�, de alguna buena o mala experiencia pasada,
tus recuerdos, tus propias sensaciones, tus propios miedos, todos ellos saldr�n
a la luz. Ya sea recordando o imaginando los sucesos que aqu� se narran.
En esta historia tal ves lo que veas parezca ficci�n, un mero
hecho de la fantas�a, pero tambi�n puede ser que no, tal vez le encuentres alg�n
parecido con alguna vivencia pasada, o tal vez lo que encuentres, solo sea un
momento de excitaci�n, quiz�s solo te ayude a matar el aburrimiento, tal vez por
el contrario, mas bien te aburras, como sea, eso te lo dejo a ti, tu ser�s quien
lo decida, tu propio juez y tu verdugo, toma asiento y escucha con atenci�n,
pues esto que voy a contarte puede ser de mucha utilidad, ya sea para encontrar
respuestas del pasado, o para prevenir sucesos del futuro. �Qu� dices?, �Que
quien soy yo? yo estoy aqu�, permanezco oculto, tu no me conoces, mas no te
preocupes pues eso no importa ahora...
Estoy observando, observo desde las sombras, tu, tu ni
siquiera te das cuenta de mi presencia, tu hermosa figura atrae mi mirada, no
puedo evitarlo tu delicada piel se refleja en mis ojos, tu esbelta silueta se
mueve ante mi, a veces es muy infantil otras es mas juvenil, mas sin embargo tu
figura, delicada y suave, siempre en forma. Todo en su lugar, nada de menos,
nada de mas, caminas coqueta por los pasillos, a veces de la escuela, a veces
del trabajo, otras tantas en la calle, caminas con tu uniforme, a veces escolar,
otras tantas con tu ropa de trabajo, y algunas otras simplemente ropa de calle,
tu pelo recogido, blusa blanca y falda corta, mas arriba de las rodillas, como
me encanta. y el su�ter que a veces usas, otras tantas, lo amarras a la cintura,
no se por que lo usas de esa manera, puede ser por el calor que ya empieza a
hacerse notar, no, no creo, mas bien pareciera que intentas evitar que las
miradas de tus compa�eros se posen sobre tu diminuta falda, a veces hasta te
excita, eso te agrada pues te sabes hermosa, mas te haces la inocente y
disimulas, si eso es, te he descubierto, decides calmar un poco las penetrantes
miradas que se clavan en tu falda cubri�ndote con la prenda.
Bien, el objetivo se logra, tu prenda logra ocultar un buen
pedazo de lo que tu falda dejaba a la vista, caminas alegre y coqueta pues te
sabes vencedora, ahora las miradas son mas discretas, la mayor�a desiste de
mirarte, otros mas osados todav�a te buscan, a veces volteas con alguno y le
ofreces una sonrisa, cual ni�a, inocente y alegre, cual mujer, coqueta y
seductora, y yo, yo simplemente observo, observo oculto desde las sombras,
esperando mi oportunidad, deseando que llegue el momento para salir a tu
encuentro, momento en el cual, el mas m�nimo error que cometas te har� m�a para
siempre, y yo, yo simplemente observo, observo desde las sombras, como a veces
pasas frente a mi y pr�cticamente ni me notas, algunas otras, volteas sobre tus
hombros y r�pidamente desv�as tu mirada a otro lado, tu mirada evita cruzarse
con la m�a, pero tu rostro enrojecido te delata, una peque�a sonrisa escapa de
tus suaves labios.
Ya no importa que me evites, ahora se que me notas, mas a�n
no me conoces, no sabes quien soy, lo cual me favorece, pero eso no importa
ahora, pues pronto estar� a tu lado y te har� pagar cara tu osad�a, pasas de
largo caminando algo acelerada, mas sin embargo sabes que aun te observo, tu
osad�a aumenta, pues sabi�ndote observada, te mueves coquetamente, como solo tu
aprendiste a hacerlo. En ocasiones tu osad�a es mayor, cuando de reojo volteas
por sobre tu hombro, ligeramente. Como intentando descubrir si la mirada en mis
ojos aun se posa sobre tu figura.
Anda prov�came ahora que puedes, haz con migo lo que desees,
pues en poco tiempo yo har� lo que quiera con tigo, en mi mente ya comienza a
formarse una imagen, una idea, un plan que me ayudara a lograr mi objetivo "t�".
Si, as� es, pronto ser�s m�a, pero por lo pronto me retiro,
me retiro hacia las sombras desde donde te observo mejor, te observo sin que me
notes. Puedo verte, tu a mi no, estas sentada, a veces en tu escritorio, otras
tantas en tu pupitre, otras veces te encuentro en el parque o en cualquier otro
lado, solo descansando, como esperando que pase el tiempo, tus piernas largas y
delicadas se cruzan, como abras�ndose entre si, para ocultar entre ellas el gran
tesoro que nadie ha visto o encontrado a�n, pero cuya existencia hasta el mas
torpe explorador conoce. Junto a ellas tu diminuta falda se encoge, casi
mostr�ndome el camino hacia la gloria, tu mas intimo tesoro, a veces te
descuidas dejando ante mi vista una peque�a apertura entre tus piernas, mis ojos
se clavan en tus hermosas bragas blancas, y tu ni siquiera te das cuenta, no
sabes que te observo, pues permanezco oculto entre las sombras.
El calor se hace mas intenso, ya la tarde ha llegado, volteas
a todos lados para ver que ninguna mirada te detecte, no ves a nadie, tampoco me
detectas pues te observo desde las sombras, abres un bot�n de tu blusa,
intentando refrescarte, ha que suerte la m�a, ya me has permitido antes, ver
cuan perfecto es tu cuerpo, y ahora tus senos sobresalen ligeramente, mi vista
se fija en una diminuta parte, pues dentro de tu blusa, tambi�n se asoma la
suave tela de algod�n blanco que protege tus delicados pechos.
Y tu,
tu sigues exhorta en la nada, solo esperando que pase el
tiempo.
Y yo,
yo tambi�n deseo lo mismo.
Pues ans�o el momento para salir de las sombras y quedar ante
tu presencia. Ya la tarde empieza a caer, unas cuantas nubes grises anuncian la
llegada de una tormenta, es hora de que regreses a casa, pues el camino por
recorrer es largo, y no deseas que la noche te alcance, te levantas de tu
asiento lentamente, despertando as� del trance en el que te encuentras, y te
diriges en busca de veh�culo alguno que te lleve hasta tu destino.
Mas, Pareciese sin embargo, que la suerte no te acompa�a el
d�a de hoy, pues las calles, para desgracia tuya, parecen estar desoladas, que
suerte la m�a, sabi�ndote sin posibilidad alguna de encontrar transporte,
apresuras el paso hacia tu destino, pues la noche ya esta cerca y con ella unas
nubes que parecen estar cargadas de furiosa tormenta. Al fin, mi gran momento ha
llegado, la oportunidad que hab�a estado esperando se presenta, la madre fortuna
me acompa�an mientras salgo de entre las sombras para ir en tu b�squeda.
Lentamente te persigo, al principio cuidando que no notes mi
presencia, mientras avanzamos voy midiendo distancias, calculando el tiempo y el
lugar preciso, para llevar acabo el plan que tengo en mente para ti, cada vez me
acerco mas a mi objetivo.
"Tu".
Ya conozco tu ruta, en mi mente est� trazado un mapa de las
calles y callejuelas por las que diariamente vas a casa. Mas hoy no, hoy tu
destino es otro, uno muy diferente a tu hogar, cada vez me voy acercando mas a
ti, y mientras mas lo hago mi coraz�n empieza a latir de forma mas acelerada, en
momentos pareciera ser que sabes de mi presencia tras tus pasos, pues
temerosamente volteas intentando encontrarme, pero yo me oculto cada vez,
evitando me descubras.
Sabes que algo esta mal, mas sin embargo tus ojos no logran
ver nada malo, pero lo presientes, tu intuici�n te lo dice, comienzas a caminar
agitada, intentando escapar de las sombras que me cobijan, pero es en vano pues
mientras mas avanzas la oscuridad de las callejuelas tambi�n te atrapa, tu
coraz�n palpita igual que el m�o, acelerado.
No desesperes, aun no es el momento, ya falta poco pero aun
no es tiempo.
De pronto unas gotas comienzan a mojar las calles, cada vez
comienzan a caer con mas fuerza e intensidad, la tormenta nos ha alcanzado al
fin.
Comienzas a caminar apresuradamente cubri�ndote en los
tejados de las casas, el sonido de la lluvia te distrae de mi presencia, el
ruido de la tormenta, disfraza mis pasos, ya casi no puedo esperar, conozco una
casona abandonada, justo unas calles mas adelante, ese ser� el lugar en el que
mi plan se llevara acabo, el lugar donde por fin ser�s m�a.
Sigilosamente me acerco a ti, tu no pareces darte cuenta que
sigo muy de cerca tus pasos, en cambio yo veo cada uno de tus movimientos. Mi
vista se clava nuevamente en ti recorriendo todo tu cuerpo. Desde atr�s puedo
ver claramente la hermosura de tus piernas, sigo subiendo la vista hasta llegar
a tus deliciosas caderas, que se mueven contone�ndose al comp�s de tu falda, y
mientras lo hago voy pensando al mismo tiempo, que pronto ser�s m�a, aun no te
he tocado, pero mis ojos ya han saboreado la mayor�a de tu cuerpo, tu mientras
tanto, solo quieres llegar a tu hogar, y continuas caminando apresuradamente,
sin tomar en cuenta, la casona obscura que se acerca a tu lado, el momento ha
llegado para ambos, yo me apresuro a llegar a tu encuentro, escuchas mis pasos e
intentas correr,
"demasiado tarde."
Fuertemente te sujeto del brazo y te empujo hacia el interior
de la casona, intentas liberarte, pero es imposible, mi oportunidad ha llegado y
no voy a desaprovecharla. En vano intentas gritar pues los rel�mpagos y la
lluvia ahogan tu voz, no sabes quien soy pues las sombras cobijan mi rostro. al
fin estamos solos, como yo lo hab�a planeado, los dos dentro de la casona, sin
nadie que interrumpa, sin nadie que te escuche, sin nadie que te ayude, libero
tu brazo y te dejo que corras.
"Anda nena, corre, intenta escapar".
As� ser� todo mas ininteresante.
Comienzas a huir corriendo por toda la casa pero no hay
salida, y lo sabes, tu cuerpo comienza a fallarte victima del miedo, y tus
piernas comienzan a temblar, te persigo hasta una peque�a habitaci�n,
persigui�ndote, caz�ndote, asech�ndote, sabi�ndote acorralada, te quedas como
petrificada de pie en un rinc�n de la habitaci�n, mirando hacia mi sin lograr
identificarme, tus ojos se abren al m�ximo cuando por fin logras ver el rostro
de tu captor, ayudada por el rel�mpago que cae, iluminando por un segundo todo
el lugar, comienzas a gritar pidiendo ayuda, pero sabes que nadie vendr� a
ayudarte, lloras y crees que eso te salvara, me ruegas que no te haga da�o, que
no te lastime, pero todo es en vano, tus lagrimas comienzan a escurrir por tus
mejillas cuando ves que me abalanzo sobre ti, te abraso fuertemente de la
cintura, a veces de ni�a, otras tantas de mujer, pero cada vez igual de delicada
y suave.
Mientras te sujeto tu pataleas intentando soltarte, con una
voz gruesa te digo al o�do que te calmes para poder disfrutarte, para poder
saborearte un fri� recorre todo tu cuerpo, lo se, casi puedo percibirlo, pues te
quedas nuevamente congelada mientras mis palabras hacen eco en tu cabeza,
permaneces quieta, ah� en mis brazos, como intentando asimilar lo que acabo de
decirte, al instante reaccionas cuando mi mano comienza a acariciar tus piernas,
subiendo por tus muslos, comienzas a forcejear y a gritar nuevamente, pero el
resultado es el mismo.
"Tonta, que no te das cuenta que todo lo que hagas es
in�til", ya te lo he dicho no escaparas de mi nunca.
Continuo acariciando tus piernas por detr�s, la suavidad de
tu piel es incre�ble, comienzo a subir mi mano por tus muslos hasta llegar a la
orilla de tu falda, deslizo la mano por debajo de la tela, una sensaci�n de
calidez recorre todo mi cuerpo subiendo desde mi mano, llegando hasta mi cerebro
al sentir el volumen de tu cola por encima de tus bragas, a veces de ni�a otras
tantas de joven y otras mas de fresca mujer, pero en todas ellas tu figura es
hermosa, no importa la edad que tengas pues siempre te elijo por tu belleza
f�sica, y tu virginal cuerpo, lo dem�s no me importa, un instinto animal
comienza a despertar en mi poco a poco.
Intentas golpearme, y gritar mas fuerte, mientras sientes
como mi mano recorre toda tu cola sobre las bragas, amasando tus deliciosas
nalgas, tu esfuerzo es in�til, solo logras perder tus fuerzas, y yo, yo
simplemente continuo, lentamente deslizo mi mano dentro de tus bragas, toc�ndote
por detr�s, al fin te siento, la piel de tus nalgas es muy suave y firme, como
aterciopelada, sigo y me deslizo por en medio de ellas recorriendo todo el
trayecto entre tu apretada cola. De pronto un brinco, todo tu cuerpo da un
peque�o brinco acompa�ado de un suspiro entre cortado, cuando mi mano encuentra
la entrada de tu virginal c�lo.
Vaya, vaya chiquita, te he tomado por sorpresa he.
Parece ser que nunca nadie hab�a llegado hasta ah� antes,
pues tu impresi�n fue grande al sentir mis dedos rondando alrededor de tu ano,
El llanto se apodera de ti nuevamente, y con una voz
temblorosa me pides que te deje ir, que no te haga da�o, mientras que con una
mano me empujas tratando de liberarte, y con la otra sujetas mi mano intentando
impedir mis movimientos.
Pobre chiquilla, pobre mujer, mi fuerza es mucho mayor que la
tuya, y pr�cticamente ya no puedes evitar que avance, mis dedos comienzan a
hurgar lentamente en el interior de tu peque�o orificio, primero uno y luego
otro, escarbando y movi�ndose cada vez mas profundo, turn�ndose entre si,
forzando tus entra�as a abrirse, y tu.
Ja, ja, ja
Tu ya solo puedes llorar.
Mas no sufras todav�a, aun falta mucho, quiero disfrutarte
mas, s�bitamente saco mi dedo de tus entra�as, te doy la vuelta dej�ndote
volteada contra la pared, separo tus piernas y comienzo nuevamente a acariciar
tu cola por encima de tus bragas,
Ja, ja, ja
Deseo que sufras, deseo que llores, deseo que te excites,
deseo que goces, vuelvo a meter mi mano dentro, pero esta vez quiero probar algo
nuevo, me dirijo directamente hasta tu concha, pero al sentir mi mano posarse
sobre tu apretada y virgen vulva, tus piernas autom�ticamente se cierran,
intentando impedirme el paso.
"No por favor"
Me dices entre llantos.
Y yo, yo poco a poco comienzo a avanzar, avanzo hasta que
alcanzo mi objetivo y con mis dedos acaricio toda tu concha abriendo tus labios
y pellizcando levemente tu peque�o y delicado botoncito.
Y tu.
Tu solo arqueas tu cuerpo y lloras, mientras mis dedos hurgan
en tu entrepierna.
Ha que delicia, puedo sentir como tu cl�toris crece, y se
hincha cada vez mas entre mis dedos, tus chillidos se alzan desesperados, pues
comienzas a darte cuenta que es imposible escapar, tu esfuerzo por liberarte de
tu captor no cede.
"No importa lo que hagas jam�s te dejare ir".
Unas lagrimas reflejan tu frustraci�n, mientras caen por tus
mejillas, en ocasiones son interrumpidas por frases que salen de tu boca con un
tono tembloroso, tu mirada se alza por sobre tus hombros, y tus ojos voltean
llenos de lagrimas, buscando mi mirada, como intentando hallar una se�al de
misericordia en mi, pero en mi mente solo pasa la imagen de aquella ni�a, de
aquella joven, de aquella mujer, que hace solo unas horas atr�s cruzo su mirada
con migo, para despu�s lanzar una peque�a y coqueta sonrisa, el solo hecho de
recordar esa risa retadora tuya, me prende.
Me excita sobremanera, deslizo mi dedo dentro de tu concha
envistiendo bruscamente, para demostrarte que no me importa lo que hagas,
sujetas mi mano, intentas evadirme par�ndote sobre la punta de tus pies, pero es
in�til tonta, ya estoy dentro de ti, solo detengo mi avance hasta que siento la
fina capa que te separa del mundo de la virginidad,
Ja,ja.
"No quiero romperla a�n".
Quiero que sufras, quiero que llores, quiero que te excites,
quiero que goces.
Meto y saco mi dedo de tu gruta, deteni�ndome a ratos,
haciendo movimientos circulares
explorando tu interior, en algunos momentos creo escuchar
peque�os gemidos salir de tu boca, volteo a verte, pero solo veo lagrimas que
escurren por tus mejillas, tus piernas comienzan a ceder, y caes al suelo sin
poder sostenerte, mejor as�, ya estas a mi completa disposici�n, me pongo de
rodillas frente a ti y te separo nuevamente las piernas intentas detenerme pero
no puedes, mi mano sube nuevamente por tus piernas levanto tu falda hasta tu
delicada cintura a veces de ni�a, a veces de joven, otras mas de mujer, tu cara
se sonroja y comienzas a llorar pues ya sabes lo que se avecina, ruegas
nuevamente que no te haga da�o.
"Calla que esto apenas empieza".
Ahora ya tengo una clara imagen de tus braguitas, blancas de
algod�n, el mo�ito Rosado al centro, y las diminutas flores bordadas en la suave
tela de algod�n, son detalles que se quedaran grabados en mi mente para siempre.
"Gracias ni�a, gracias joven y bella mujer".
"Gracias por tan hermosa vista que tu silueta me ha dado".
Jalo tu blusa y se rompe entre mis manos, ahora tus tetas
aparecen ante mi vista protegidas por el delicado sost�n, blanco.
"por dios que ejemplar tengo en frente".
Sonrojada pero a la vez temerosa, giras tu cabeza hacia un
lado evitando mirarme, mientras te resistes a mi, ya no dices nada, pero las
lagrimas siguen ba�ando tus mejillas, tus ojos permanecen levemente abiertos
pero evitan mi mirada,
"No importa, no pasa nada".
R�pidamente te quito las bragas dej�ndolas colgadas apenas de
tu tobillo, te separo las piernas para tener una mejor vista de tu concha, que
vista, Tu peque�a vulva, tan apretada, tan virgen, se muestra hermosa, a veces
sin vello alguno, apenas con una pelusilla, otras con algo de vello, pero
siempre bien cuidado y recortado, los labios rozados entre tus piernas, bien
cerrados, cual puertas, en cuyo interior resguardan un tesoro, los separo, al
fin se descubre la entrada de tu vagina.
Tu cl�toris y tus labios abiertos traen a mi mente la imagen
de una delicada flor.
No puedo soportarlo mas y sin dar aviso de mis actos hundo mi
cara entre tus piernas, tom�ndote por sorpresa, pues tu mirada esta en otro
lado, apenas tienes tiempo de reaccionar y un gran suspiro escapa de tu boca, no
pude ver tu expresi�n, lastima, mi atenci�n estaba en otra parte.
�NOOOOOOOOOOHHHHHHHH!.
Me dices temerosa. Mientras empujas mi rostro con tus manos,
intentando alejarme.
Me hubiera gustado ver tu cara cuando empec� a comerte.
Mas sin embargo, puedo imaginar tu cara de sorpresa con tus
ojos bien abiertos cuando hundo mi lengua entre tu vulva, llegando tan
profundamente como mi anatom�a y tu gruta lo permiten, explorando y lamiendo
todo a su paso, sin dejar nada desatendido, tus piernas se cierran aprisionando
mi cara, tus rodillas se doblan, logro escuchar tu llanto pidi�ndome que pare,
peque�os golpes de tus delicadas y d�biles manos chocan contra mi espalda y
cuello, pero eso no me detiene, ya comienzo a percibir que tu excitaci�n esta
llegando, tu estomago se mueve exageradamente al ritmo de mis leng�etazos, de mi
succi�n, tu cuerpo tambi�n se arquea siguiendo el mismo ritmo, tus manos me
sujetan la cabeza, empuj�ndome hacia atr�s, tratando de alejar mi cara de tu
entrepierna, pero eso es imposible ya no te quedan fuerzas, y yo estoy como un
animal, pose�do por la lujuria.
Todav�a adherido a tu concha, me abraso de tus piernas,
acerc�ndote mas a m�, abro mi boca lo mas que mi quijada me permite, y cubriendo
casi por completo tu apretada hendidura, comienzo a chupar y a lamer todo lo que
queda a mi alcance, abriendo tus labios con mi lengua, para despu�s comenzar a
escarbar tu gruta, intentas detenerme cerrando mas las piernas, pero la llegada
de tu orgasmo, el primero de tu vida, te vence por completo.
Ya no hay nada que puedas hacer, nada me detendr�, ahora que
he probado la delicia de tus jugos, y se que tu tambi�n, lentamente dejaras de
esforzarte despu�s de haber conocido lo que es el placer.
"Pero por ahora no, por ahora no".
Tu fuerza f�sica te abandona poco a poco, pero en tu ser, aun
permanece el miedo, cuya fuerza aun es suficiente para ayudar a resistirte, a
entregarte, mas eso no importa, pues se que es solo cuesti�n de tiempo, y tiempo
es lo que mas tengo.
Vuelvo a succionar todo el n�ctar que aun sigue saliendo de
tu delicada y h�meda flor, lo hago sin dejar escapar ni una sola gota, esa
delicia es algo que no se puede desperdiciar.
"Ahora lo se".
No quiero que esto termine, cuando tu n�ctar deja de salir
atrapo tu cl�toris nuevamente, mis dientes y mi lengua, lo estimulan, lo muerdo,
y lo jalo para hacerte correr de nuevo, me quedo disfrut�ndote as� todo el
tiempo que quiero, tengo todo el tiempo del mundo para hacerlo, para
disfrutarte, para saborearte, para comerte.
Y tu, tu solo lloras y gimes desconsolada.
Pero yo se que en el fondo, ya empiezas a disfrutarlo, pronto
no podr�s negarlo, mis dientes aprisionan la hinchada piel que cubre tu peque�o
bot�n, sac�ndola de su lugar, de su escondite, jal�ndola, estir�ndola hacia
dentro de mi boca, cada vez con mas fuerza, mis labios se cierran sobre tu
cl�toris y comienzo a succionar con furia decidida toda la piel que sale de tus
entra�as, mientras que tu solo respiras agitada, levanto la mirada sin
desprenderme de ti, tu piel se estruja dentro de mi boca, mientras mis ojos
buscan los tuyos, quiero saber que estas pensando, quiero saber lo que pasa por
tu mente, al fondo, tu cara se muestra enrojecida, tu boca entre abierta
desprende suspiros y gemidos apenas perceptibles.
"NNNNN-NNNNO" "Y-YYYYYYYYYA" "NNNNNNNNNNOOOOO"
Lo haces a prop�sito, yo lo se, no deseas que tu captor se de
cuenta de la lujuria y el placer que estas comenzando a sentir, que yo te hago
sentir, no puedes aceptarlo, tu orgullo y dignidad como ni�a, como joven, o como
mujer no lo permiten, pero es tarde, te he descubierto, mientras tus ojos se
entrecierran inundados en lagrimas, aun no sabes que te observo, pero ya lo se
todo, me imagino a mi mismo como un ni�o succionando el pez�n en la teta de su
madre, en busca de la leche que lo alimenta, , y lo ayuda a sobrevivir, solo que
mi alimento es distinto, mi alimento es el dulce y transparente n�ctar que tu
gruta abundantemente me ofrece, y el pez�n en mi boca tiene forma indefinida, su
tama�o y forma var�an seg�n tu cuerpo.
A veces de ni�a a veces de fresca joven, otras mas de hermosa
mujer.
Sigo observ�ndote, tu a�n no me notas.
Espera, se me ha ocurrido algo, algo para llamar tu atenci�n,
mi succi�n en tu concha disminuye en momentos, casi hasta detenerse, m�s
enseguida vuelvo a comerte como pose�do por el placer, mi mirada no se aparta de
tus ojos, ansioso espero el momento, en que las sensaciones en tu concha te
fuercen a mirar hacia tu entrepierna, encontr�ndote con migo, no tengo que
esperar mucho, pues ya has sentido los movimientos de mi boca entre tus piernas,
al principio temes voltear, pero las sensaciones provenientes de ah� abajo te
obligan a hacerlo, tus humedecidos ojos se encuentran con mi penetrante mirada,
te sonrojas, pues me temes al sentirte observada, observas como mi boca te
devora desde abajo y de tus ojos vuelven a desbordarse las lagrimas, pero tu
mirada no se aparta de la m�a.
Te has armado con lo poco de valor que queda en tu ser.
Deseas que te vea, crees que con verte as� llorando lograras
convencerme, suspirando me suplicas que ya te deje, que ya no siga, mientras
empujas mi cara con tus manos, yo simplemente te observo, no digo nada, pues no
quiero apartar aun mi boca de tan delicioso manjar, y por el contrario aumento
mi velocidad comiendo todo cuanto puedo, todo cuanto encuentro, sin dejar de
mirarte, sin hablar o decir palabra alguna, solo indic�ndote con mis acciones
que lo que deseas es imposible, tu cuerpo comienza a arquearse nuevamente, lo
haces despacio para no mostrar tu placer, y aumentas tus suplicas, disimulando
tus gemidos, pero yo.
"Yo ya te he descubierto".
Aqu� abajo, entre tus piernas tu humedad sale nuevamente
desde tus entra�as entrando a mi boca en interminables flujos, tu estomago
tiembla y se agita, tratas de controlarte pero te fuerzo a terminar nuevamente,
tu delicioso n�ctar inunda mi garganta, tan c�lido como es, te observo y pareces
desfallecer, tu cuerpo se derrumba, agotado.
"Lo siento eso es algo que no te puedo permitir".
Desprendiendo mi boca de tu entrepierna liberando tu vagina.
Al�grate un poco, has logrado que me detenga un instante. mas
no te alegres demasiado esto aun no acaba, apenas esta empezando.
Solo deseo que tomes aire y tu cuerpo recupere fuerzas, y
vaya que lo haces r�pido, pues de inmediato intentas levantarte, intentas
escapar.
"Tonta que crees que haces", no insistas, r�ndete ya,
Mi mano en tu pecho te empuja hacia la pared, evitando que te
levantes, as� te mantengo, sentada, esperando a que te calmes, a que desistas,
golpeas y pateas intentando liberarte, mas yo no lo permito, ahora es tiempo de
comenzar de nuevo, ya mi boca ha quedado satisfecha, pero no importa hay otras
formas de seguir jugando en tu cuerpo, con tu cuerpo.
Esto aun no acaba, apenas esta empezando.
Tu peque�a concha se oculta entre tus piernas, que se sierran
cuando te das cuenta que mis ojos buscan nuevamente entre ellas intentando
encontrar tu delicado tesoro.
Aparto tus piernas tomadote de las rodillas forz�ndote a
abrirte ante m�, tu te resistes, pero solo necesito un descuido tuyo, un peque�o
espacio entre tus piernas me muestra el camino, logro deslizar mi mano en el
peque�o espacio que dejan tus piernas, al fin cometes un error y tu delicada
flor queda a mi alcance, te estremeces al sentir mi dedo hurgando nuevamente en
su interior, el cual te penetra forz�ndote a abrirte, nuevamente sabes que no
hay escape, lloras y tiemblas, mientras observas como mi mano ha tomado ya el
lugar que antes tenia mi boca y mis dedos, se entierran en ti como antes lo
hacia mi lengua.
Pero no sufras, mientras mi dedo avance por tus entra�as,
tendr� cuidado.
Pues no deseo romperte a�n, ya llegara el momento.
Tu cara muestra tu excitaci�n y tu dolor, cada vez que mi
dedo choca con esa peque�a y fr�gil barrera de piel, que resguarda tu
virginidad, me detengo entonces y retrocedo un poco solo para volver a
enterrarme en ti, con cada envestida de mi mano tus piernas se cierran mas para
evitarme, pero no es suficiente, mi insistencia es mayor, me clavo completamente
en ti, haciendo desaparecer mi dedo en tus entra�as, sin romper tu concha,
comienzo a explorar entre la humedad de tu gruta, el dedo permanece hundido en
ti mientras explora por todo tu interior, por fuera otro dedo estimula tu
cl�toris haciendo que tu cuerpo reaccione de nuevo, y caigas nuevamente al
suelo, sobre tu espalda, comienzas a sentir que el �xtasis te alcanza de nuevo,
no puedes evitarlo, lo sabes pero te resistes, tu espalda se arquea y tu vientre
comienza a temblar, sintiendo el placer que nace en las cercan�as.
"Ha espera, he recordado algo".
Algo que una vez escuche, no recuerdo donde, ni quien lo
dijo, pero recuerdo perfectamente el tema, cuando era joven, alguien me dijo una
vez, que todas las mujeres tienen en el interior de su concha, una peque�a �rea,
en la cual su sensibilidad aumenta, mas que en cualquier otra parte de su
cuerpo, mas no se si sea cierto,
"Bueno mi ni�a, habr� que comprobarlo".
Mi dedo se mueve en todas direcciones dentro de tu peque�a
hendidura, en b�squeda de la supuesta zona, mis ojos se posan sobre tu rostro,
permanezco atento buscando en tu cara alguna se�al que me indique que he
encontrado el enigm�tico lugar, solo por momentos volteo hacia mi mano para
observar como mi otro dedo trabaja sobre todo tu cl�toris. que baila hinchado al
comp�s de mis caricias endurecido, excitado, y junto a el, le sigue tu vientre y
el resto de tu cuerpo que tiemblan cada vez mas, anunciando nuevamente tu final,
nuevamente silencias tus llantos, tu mirada se desv�a hacia el costado,
enrojecida, Excitada.
En un instante tus manos me toman por sorpresa, y se sujetan
a la m�a, pensando que intentaras liberarte, pongo mas fuerza, pero extra�amente
casi no ejerces presi�n sobre mi, solo empujas ligeramente hacia atr�s, sin
soltar mi mano, algo pasa, mas no se que es, ser� que nuevamente se acerca tu
fin, extra�ado elevo la vista hacia tu rostro, tus ojos se han posado en tu
entrepierna justo sobre mi mano.
"Que pasa peque�a que estas pensando".
Sabes que te observo pero no volteas hacia mi, tu mirada
permanece fija sobre mi mano, tu boca abierta deja escapar peque�os suspiros y
cuando eso pasa todo tu cuerpo tiembla, ya son pocas las lagrimas que caen por
tus mejillas pero tus ojos permanecen vidriosos.
Te observo atento, intentando saber lo que te pasa, pero aun
no lo entiendo. Por momentos mi duda aumenta y dejo de mover mi mano para tratar
de entenderte,
"Pero que pasa", cada vez que me detengo tu cuerpo se relaja,
y tus manos pierde fuerza, aun as� no me liberas.
Por fuera comienzo a mover un dedo sobre tu cl�toris, y
ciertamente reaccionas, pero, algo me dice que hay algo mas, comienzo a mover mi
otro dedo dentro de tu gruta, inmediatamente vuelves a suspirar y todo tu cuerpo
se estremece.
"Eso es".
Ya se lo que te pasa, vuelvo a pasar mi dedo por la misma
zona dentro de ti y logro percibir con la yema, un peque�o relieve dentro de tu
cavidad, instant�neamente reaccionas y sujetas fuertemente mi mano.
"As� que este es", ya se donde esta tu punto mas sensible,
"al fin lo he encontrado",
Excitado como estoy, me dejo llevar por la emoci�n, y
fren�ticamente muevo mis dedos sobre tus dos peque�os botones, tu cuerpo
reacciona y de tu boca suspiros y gemidos comienzan a salir, tu vientre comienza
a temblar mientras siento como la calidez de tus jugos ba�a por completo mi
mano, alzo nuevamente la vista y te observo, con tu mirada triste y agachada
mirando fijamente la humedad de tu entrepierna, permaneces quieta, solo
observ�ndote a ti misma.
No puedes creerlo, no quieres aceptarlo, tu mente y orgullo
no pueden aceptar el hecho de que este maldito extra�o, tu captor, tu due�o,
haya sido capaz de mostrarte, de forzarte, de ense�arte, de tal forma, lo que es
el placer.
Aun no notas mi mirada, estas como hipnotizada, mirando
fijamente en tu entrepierna, lentamente separas las piernas, para apreciar mejor
lo ocurrido, mas no sueltas mi mano, los dos permanecemos as� por un momento,
quietos, inm�viles, tu solo observas mi mano sujetada por la tuya, yo, yo
permanezco enterrado, adherido a ti, inm�vil, solo observando tu rostro.
"Sabia que terminar�as rindi�ndote a mi".
Te digo con tono ir�nico, mientras envisto una vez mas tu
h�meda concha, para llamar tu atenci�n, rompiendo as�, tambi�n el silencio de la
habitaci�n, es la primera palabra que sale de mi boca desde hace ya bastante
rato, pero parece surtir efecto en ti, tu mirada triste se encuentra con la m�a,
pero no dices nada, solo una lagrima escapa de tus ojos, tu mirada se desv�a
hacia el costado, me evades, no puedes evitarlo, tus mejillas se sonrojan de
verg�enza, del coraje, del coraje de saberte incapaz de hacer algo para evitar
lo que te ha ocurrido, lloras en silencio, mis palabras retumban en tu cabeza no
quieres aceptarlo.
Pero sabes que tengo raz�n.
Mis ojos recorren tu figura, esa imagen tuya tan sensual, tan
er�tica se queda grabada en mi mente, al verte as�, tan tranquila tan hermosa,
tu pelo recogido, tu cara sonrojada con la mirada triste, vidriosa, mirando
hacia el costado, hacia la nada, tus mejillas humedecidas por las lagrimas, tu
blusa rasgada mostrando el perfecto volumen de tus pechos, que aun se esconden
bajo el sost�n, tu falda levantada, mostrando lo que hay debajo, tu esbelto y
firme vientre tus rodillas dobladas y con las piernas abiertas, rendidas de
cansancio, mi mano a�n adherida a ti perforando tu vulva, con tus manos
sujet�ndome, aprision�ndome, empuj�ndome sin poder escapar, tus bragas de
algod�n cuelgan de tu tobillo, miro tu figura, tu sensualidad se percibe
descaradamente , y tu ni siquiera lo sabes, y es que a veces eres tan ni�a,
otras eres tan joven, algunas mas tan mujer, pero siempre tan inocente, te miro
y mi lujuria aumenta de nuevo, el fuego en mi se enciende, mi vista se posa en
tu pecho, mi mano libre se abalanza sobre el peque�o mo�o rosado, justo en medio
de tus senos, buscando debajo el peque�o gancho que une tu prenda, jal�ndolo, la
blanca tela se abre hacia los lados, dejando al descubierto todo el esplendor de
tus hermosas y firmes tetas.
Los peque�os pezones. A veces rosados, a veces en claros
caf�s, otras mas obscuros, aun permanecen dormidos sobre ellas, poco a poco
despiertan y apuntan hacia mi como dos peque�os ni�os que se levantan de su
largo sue�o listos para comenzar sus jugarretas, mis movimientos te sorprenden,
volteas hacia mi suspirando agitada, diciendo t�midamente que no siga, que me
detenga.
Tus manos saltan por el reflejo y por los �ltimos rastros de
pudor que en ti existen, pero no haces nada mas, permaneces quieta, solo
mir�ndome, mientras mi boca se abalanza adhiri�ndose a tus suculentas gl�ndulas
succionando dentro de ella el delicado pezoncito que ah� se encuentra, mientras
mi mano libre se apodera de el otro peque�o mu�equito, amasando tus abultadas
esferas, primero suavemente, y poco a poco voy mas r�pido, subiendo la
intensidad, succiono y jalo tus pezones, los muerdo y los pellizco con lujuria
desenfrenada, mientras amaso apretando tus delicadas esferas, turn�ndome para
darle la misma atenci�n a cada una.
Y mientras avanzo hacia ti, tu, tu permaneces quieta, solo me
observas, no te mueves, solo tus ojos siguen la trayectoria que traza mi rostro,
mientras se abalanza sobre tus tetas, en el instante en que tus pezones son
alcanzados, succionados, devorados por mi boca, cierras los ojos, y tu boca se
abre lanzando un grito ahogado, Silencioso.
"NN-NNNNOOOOONNNNNNN-MMMMMMM"
Sientes como tus pezones son estrujados dentro de mi boca, lo
hago a prop�sito para torturarte con fuertes sensaciones de placer.
Veo como todo tu cuerpo se estremece de lujuria, a veces la
madurez de tu cuerpo permite que tus tetas me alimenten, devor�ndolas y
exprimi�ndolas por completo, bebiendo hasta la ultima gota, saciando mi hambre
con la tibieza y dulzura de tu deliciosa leche, otras tantas simplemente me
entretienen, disfruto simplemente haciendo con ellas lo que se me antoja, y
cuando sientes mi boca jugando, succionando, aliment�ndose, tus manos corren
apresuradas sujetando mis cabellos, tratas de soportar las sensaciones, me jalas
hacia atr�s, pero ya no te empe�as en detenerme, mi mano en tu concha queda
libre, y tus piernas abiertas me permiten envestirte libremente, un suspiro
entrecortado sale de tu boca pues, sientes mis dedos insert�ndose en ti de
nuevo.
"HHH-HHHAAAAAAAAYYMMM-MMHHHHH".
Me sientes y tienes que bajar tu mano nuevamente al lugar en
el que estaba antes, justo sobre la m�a, me sostienes, mas ya no me evitas, tus
piernas instintivamente tambi�n se cierran nuevamente.
Sin soltar tus pezones levanto la vista, y busco con mis ojos
hacer contacto con tu mirada, r�pidamente me percibes, pero tu rostro, con tus
mejillas sonrojadas y tus ojos tristes llenos de lagrimas de resignaci�n, se
desv�an nuevamente hacia el costado, no quieres que mi mirada te robe la poca
dignidad que en ti queda.
Por mi esta bien, no me importa.
Tu rostro cae hacia el costado, nuevamente te volteas solo
para poder llorar y gemir en silencio, no quieres que te vea as�, tan resignada,
tan sumisa, tan m�a, tu cuerpo tiembla de miedo sabiendo que casi llega el
momento, en el que finalmente tendr�s que entregarte a mi.
Lentamente todos los m�sculos de tu cuerpo comienzan a
soltarse tu cuerpo se relaja, como aceptando su destino, tus piernas vuelven a
separarse poco a poco, hasta quedar abiertas como antes, tus manos no abandonan
su lugar, pero ya ni siquiera me sostienen, apenas permanecen sobre mi, siguen
mis movimientos sin hacer nada, solo cuando la sensaci�n es mas intensa
reaccionas, tratas de detenerme, pero r�pidamente desistes de tu intento,
dejando que continu� recorriendo con toda libertad tu cuerpo, f�sicamente ya
casi no te resistes, tus manos solo siguen mis movimientos sin intentar
detenerlos.
Continuo bes�ndote, acarici�ndote, posey�ndote, comiendo y
disfrutando cada rinc�n de tu cuerpo que va quedando frente a mi, dedicando mas
tiempo a las partes que ya conozco de ti, aquellas en las que se que eres mas
sensible, mas vulnerable.
Tu ya pr�cticamente no volteas, ya no me miras, tu cara
permanece hacia el costado para llorar y gemir en silencio sin que yo te vea.
Simplemente te dejas hacer.
Pero nuevamente tu propio cuerpo te delata, no veo tu rostro,
solo puedo imaginarlo, pero se que la fiebre en tu cuerpo, va en aumento
nuevamente, tu abdomen comienza a temblar, s�ntoma caracter�stico de tu gran
excitaci�n, mientras mi cara se hunde en tu entrepierna y mi boca disfruta
nuevamente de tu concha comi�ndose tu cl�toris y masturb�ndote con mi lengua,
estrujando a su paso toda tu delicada flor.
Tambi�n escucho tu respiraci�n agitada y siento los latidos
de tu coraz�n mientras devoro tus pezones, estruj�ndolos, estir�ndolos dentro de
mi boca, aliment�ndome con la leche que a veces me ofrecen. Otras tantas
simplemente me divierto poni�ndolos en mi boca.
Mis manos y mis dedos tambi�n se han dado cuenta de tu
estado, pues perciben como tiembla y se arquea todo tu cuerpo mientras suben y
se deslizan por tus piernas masajeando la firmeza de tus nalgas e incrust�ndose
en tu cola, y en tu concha al mismo tiempo, taladrando tus entra�as, haci�ndote
vibrar, para despu�s subir y jugar con los pezones en tus tetas, pellizc�ndolos,
jal�ndolos, estruj�ndolos.
A estas alturas tu sexualidad ya ha sido despertada, por mi,
aunque no lo aceptes.
Si peque�a, as� es, �he sido yo!, aunque tu no lo aceptes.
Ya no puedo mas, desesperadamente arranco de tu cuerpo todo
lo que queda de tus prendas, dej�ndote ante mi en completa desnudez, solo tus
bragas cuelgan de tu tobillo, aferr�ndose a ti, las dejo ah� pues me gusta ese
detalle, nuevamente me detengo un instante, para poder gravar en mi mente esa
hermosa y perfecta imagen tuya.
Tu por tu parte quieres resistirte hasta el ultimo momento,
pero sabes que ya no puedes mas, ahora ya estas completamente desnuda frente a
mi, y ya disfruto de tu cuerpo como lo he deseado siempre, el instinto te hace
encogerte, intentando as� ocultarte de mi. pero es in�til y lo sabes, Yo por mi
parte hago nuevamente lo que deseo con tu cuerpo.
En ocasiones no logras controlarte, pues las sensaciones de
placer que recorren tu cuerpo mientras te estimulo, simplemente son demasiadas,
provocando a veces que tu rostro voltee hacia mi, llorando, o con la cara
sonrojada, mientras gimes y suplicas que me detenga, aunque sabes ya que eso
solo me excita mas, otras veces tus manos intentan detener mi avance pero
simplemente, sabes que no es posible y me dejas continuar, soportando cada una
de las sensaciones que tu cuerpo esta aprendiendo.
Te observo mientras permaneces quieta frente a mi, as� como
estas, recostada con tu cuerpo desnudo, tus rodillas dobladas y las piernas
abiertas, ense��ndome todo cuanto deseo, tu concha se muestra ba�ada, inundada
con tus propios jugos, tu cl�toris simplemente ya no puede ocultarse en su
capullo, permanece hinchado asom�ndose temeroso de lo que le ha ocurrido.
En tus tetas tambi�n se ven los estragos de tan tremenda
faena, pues tus pezones aun permanecen despiertos erguidos como dos peque�as
torres, te observo as�, y mi excitaci�n crece, no soporto mas, ya no puedo
esperar, al fin el momento ha llegado, al principio no me prestas atenci�n, tu
vista esta en otro lugar, aun sigues llorando, pues te sientes sucia, humillada.
Yo por mi parte no puedo dejar de adorar tu cuerpo.
Un cuerpo, a veces de ni�a, otras de fresca joven, y otras
tantas de hermosa mujer.
El enorme bulto en mi pantal�n ya muestra la madurez de mi
excitaci�n, me pongo de pie frente a ti, al principio me ignoras, tu mirada
insiste en mirar hacia otro lado, me quito la prenda para aliviar la presi�n en
mi cuerpo, lentamente la curiosidad te vence al ver que comienzo a desvestirme.
Sabes que te ha llegado el momento.
Primero volteas de reojo lentamente, temerosa, tienes miedo
de lo que puedas ver, tienes miedo de lo que te va a pasar.
Ja Ja
Tonta no sabes lo que te espera, no sabias que mi mirada esta
clavada ya sobre tu rostro, e inmediatamente te descubro.
La sonrisa en mi cara te demuestra que has sido descubierta,
intentas disimular volviendo nuevamente tu mirada, pero es demasiado tarde, te
he sorprendido y ya no hay nada que puedas hacer, la tristeza vuelve a tu cara,
mientras volteas lentamente quedando frente a mi.
Lentamente mi pantal�n cae hacia mis tobillos dejando a la
vista el enorme bulto que se yergue firme escondido �nicamente bajo mi ropa
interior.
Mi sonrisa crece, cuando veo reflejado en tu rostro el miedo
y la angustia, cuando percibes, las enormes dimensiones de lo que te espera,
solo logras ver un enorme bulto que se forma bajo mi ropa, pero aun no sabes lo
que se esconde debajo.
No importa, para ti es mas que suficiente para imaginar el
tama�o de lo que pronto tendr�s que soportar.
"Ja, ja, si nena, m�ralo bien, pues pronto tendr�s toda esa
carne clavada en ti"
Ahora soy yo el que sonr�e victorioso al verte, al ver como
tu rostro refleja tu angustia, tu cuerpo se levanta arrincon�ndose en la esquina
de la habitaci�n, casi por inercia, tus piernas se cierran nuevamente, te miro y
sonri� casi descaradamente, cuando veo que de tus ojos corren las que parecen
ser tus ultimas lagrimas de suplica, ya no quiero hacerte esperar, yo tampoco
puedo mas, r�pidamente termino de desvestirme, liberando al fin y dejando al
descubierto el enorme garrote negro, que apunta se�alando a su victima.
Al verme acerc�ndome hacia ti, tu cuerpo se encoge, en el
rinc�n, tu rostro ya no puede contener el llanto, tu cuerpo comienza a temblar,
me suplicas y me ruegas que no lo haga.
No se por que te esfuerzas tanto, sabes que tus lagrimas solo
me excitan mas.
Pero tu continuas llorando , mientras me inclino frente a ti
sent�ndome sobre mis propias piernas, te observo un instante, mientras te calmas
un poco, y tom�ndote por sorpresa, te sujeto de los tobillos.
Desesperada intentas golpearme, "tonta no lograras nada con
eso".
Fuertemente te jalo hacia mi haci�ndote quedar nuevamente
recostada en el piso justo frente a mi, intentas reaccionar, quieres levantarte,
pero no te lo permito, mi mano te vuelve a empujar hacia el suelo, me acerco a
ti, nuevamente sujeto tus tobillos, y r�pidamente te abro las piernas jal�ndote
hacia mi al mismo tiempo.
Tu miedo se percibe en el ambiente, entre llantos y suplicas
comienzas a gritar.
"NOOOOOOOOO POR FAVOOOOOOOORRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRR"
"ESO NOOOOOOOOOOOOOOO"
mas sabes que todo es en vano.
El ultimo jal�n a tu cuerpo me hace quedar colocado frente a
ti justo en medio de tus piernas, te acerco un poco mas, y tu cuerpo se acerca
bajo el m�o, yo aun estoy sentado sobre mis piernas, as� tu cuerpo queda
ligeramente mas abajo, veo tu rostro asustado y lleno de lagrimas y sonri�,
despiadadamente.
"Antes de empezar quiero que veas lo que te espera".
Tomo mi propio falo y lo coloco en direcci�n a tu peque�a
hendidura, junto a ella la cabeza de mi falo luce enorme, al verlo incluso dudo
que entre, tu reaccionas y pones tus manos en mi vientre e intentas detenerme,
lloras temiendo ya lo peor, te observo y me da risa.
" Ja,ja se lo que piensas pero aun no es tiempo, eso aun
puede esperar un poco mas."
"Hay algo que debes ver primero",
Levanto mi garrote un poco y te acerco mas a mi, pasando mi
pen� sobre tu vientre plano, tu te tranquilizas un poco al ver que tu concha aun
esta a salvo, pero tu temor regresa al ver lo que deseo ense�arte.
Ahora estas mas cerca de mi, mis huevos se pegan contra la
entrada de tu concha, cubri�ndola por completo, con una mano te tomo de la nuca,
elevando as� tu vista hacia tu vientre, pues quiero que veas algo, tomo mi pen�
y lo coloco sobre tu barriga, el miedo te invade, y te paraliza cuando mi
miembro cae sobre ella, llegando casi hasta tu ombligo,
"Todo eso ser� tuyo", te digo.
Y sin darte oportunidad de reaccionar acerco mi miembro
nuevamente a la entrada de tu vulva,
Al principio tu, tu simplemente pareces estar en trance,
petrificada por el miedo que se ha apoderado de ti.
Mas no, no lo har�s, no lo permitir�, ya se lo que intentas,
crees poder escapar de mi refugi�ndote en tus temores.
Enfilo la enorme cabeza negra de mi garrote desliz�ndola por
toda la extensi�n de tu concha, de arriba abajo, haciendo que los labios de tu
vulva se separen a su paso, remoj�ndola con tus jugos.
Eso es nena, pon atenci�n.
Has despertado de tu trance al sentir el roce de mi enorme
falo hurgando entre tu peque�a gruta, sujeto tus muslos y te presiono contra mi,
tu llanto no se hace esperar, al sentir al enorme intruso intentando invadir tu
delicado canal, instintivamente colocas fuertemente tus manos sobre mi vientre
intentando impedir que avance, tambi�n tus piernas tratan de cerrarse.
Pero es in�til.
�NOO YA BASTA!, �PORFAVOR, DETENTE!, �MEHACES DA�O!,
me dices desconsolada, mientras tus lagrimas caen por tus
tetas hasta tu vientre, yo simplemente te ignoro y continuo con mi tarea,
empiezo a ejercer mas presi�n acerc�ndote mas a mi, y empujando mi verga con
fuerza.
Despu�s de varios intentos al fin lo logro, la cabeza en mi
enorme barra se hunde, escondi�ndose entre tu vulva,
�NNNNNNNOOOOOOO! �YA NNNNOOOOOOOOO!
�POR FAVORRRRRRRRRR! �BAAAAAASTAAAAAAAA!
�TELO RUEGOOOOOOOOOO,
�MEEE ESTASSSSSSS PARTIENDDDDOOOOOOOO!
Volteo hacia tu hendidura para ver mi avance, puedo ver en tu
entrepierna, unas gotas de sangre que escurren hacia el suelo, el enorme
intruso, ha comenzado a escarbar por tu gruta, partiendo en dos tu virginal
cueva con su avance, y no hay nada que puedas hacer, decidido a terminar de una
vez por todas, coloco tus piernas sobre mis hombros, mientras tu simplemente
observas deshecha lo que pronto ser� el fin de tu virginidad. Comienzo a ejercer
mas presi�n sobre tu vulva, tu mientras tanto solo gritas desconsolada, y me
pides que pare, que me detenga mientras mi enorme herramienta se desliza mas y
mas entre tus piernas, avanzando por toda tu gruta rasg�ndote las entra�as.
Intentas escapar cerrando las piernas, mi cuello siente la presi�n, crees que
con eso me detendr�s, pero mi excitaci�n crece aun mas, pues la presi�n tambi�n
mi herramienta la percibe, mientras la fuerza en tus piernas, contrae todos los
m�sculos de tu vagina,
�NNNNOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO, YYYYYYYYYYYAAAAAAAAAAA!
�NOOOOOOOOOOOOOOO! �
PORRRRRRRRRR!
�FAAAAAAAAAAAAVOOOOOOOOOOOORRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRR!
"Lo sientes amor", "sientes como avanza por tus entra�as",
forz�ndote, abri�ndote, parti�ndote en dos, enterr�ndose cada vez mas profundo.
Mi verga sigue avanzando mas y mas, rasgando tu vulva sin
compasi�n, cent�metro a cent�metro, tus gritos se van ahogando cada ves mas,
pues en cada envestida tienes que decidir entre gritar o tomar el aire que ya te
hace falta.
Toda tu concha, esta deshecha, mientras mas profundo llega mi
herramienta, el dolor se intensifica para ti, sientes toda tu vulva caliente,
como si mi herramienta estuviera al rojo vivo, y yo siento la presi�n y calidez
que hay en tus entra�as.
�YA NNN-NOOOOOOOOOOO SSSIIIIIGGGGAAAAAAAAAAAAAASSSSSS!
�MMMMMMMM-MMMMAAAAAAAAASSSSSSSSSS!
�MEEE ESTASSSSSSSSSS!
�MMMMMMMMMMAAAAAAAAATTTAAANNNNDDDD-DOOOOOOOOOO!
�HAAAAAAAAAAAAAAAYYYYYYYYYYYYYYY!
�PORRRRRRRRRR!
�FAAAAAAAAAAAAVOOOOOOOOOOOORRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRR!
�NNNNNNN-NNNOOOOOOOOOOOOOOOOO!
Mas no te hago caso, continuo forz�ndote, solo me detengo al
sentir en mi pedazo de carne la presi�n al tocar la delicada barrera de piel,
que resguarda celosamente la virginidad de tu vulva, tus manos empujan con
fuerza mi estomago empujando, mientras tus u�as se clavan en mi piel rasg�ndola.
Tus ojos se clavan en los m�os completamente abiertos,
vidriosos, inundados, tus mejillas sonrojadas ba�adas por la humedad de tus
lagrimas, y de tu boca suspiros entre cortados y suplicas salen dispersados
hacia mi victimas del intenso dolor que estas sintiendo.
Quieres mostrarme tu sufrimiento, Quieres detenerme.
Pero ya es imposible.
me toma solo unos segundos reaccionar, segundos que tu cuerpo
agradece y necesita, pero aun no termino, mi vista baja hacia tu entrepierna, tu
vulva ba�ada en sangre se abre forzada por el tremendo grosor del intruso que se
entierra en su interior buscando cobijo. Justo arriba un peque�o relieve en tu
afelpado monte se eleva se�alando la direcci�n, la ruta, que mi m�stil va
perforando, mientras avanza hacia la profundidad de tus entra�as,
Yo ya no puedo esperar mas, ya quiero hacerte m�a.
Me sujeto con mis manos fuertemente, de tu delicada y esbelta
cintura, sin darte aviso de mis acciones te traigo hacia mi fuertemente, y dejo
caer todo mi peso sobre ti, siento como tus piernas intentan cerrarse en vano,
tratando de evitar mi avance, mientras tus u�as se clavan a mi espalda, de
pronto el suave sonido de un crujido, en el interior de tu vulva, me indica que
tu delicada pielecilla por fin ha cedido a los embates de mi endurecida verga.
�HAAAAAAAAHHHHHH-HHHHHNNNNNNNNGGGGGGGG-HHHHHH!
Un fuerte y tembloroso suspiro sale de tu boca, intentas
tomar aire.
Te he tomado nuevamente por sorpresa.
Volteo nuevamente, hacia tu delicado vientre, quiero ver el
resultado, tu concha sangra, completamente abierta, mi garrote se ha enterrado
completamente, solo se alcanza a ver la suave pelusilla de nuestros respectivos
sexos, del pedazo de carne nada, tu vulva lo ha devorado por completo, tu
delgado y plano vientre se percibe abultado, mostrando el lugar que mi
herramienta ocupa dentro.
Tu mirada aun permanece fija en mi, sin poder decir nada, con
los ojos y la boca completamente abiertos, veo como tiembla tu estomago mientras
el suspiro entrecortado, que sale de tu boca avanza hacia mi.
Mientras intentas tomar aire para reponerte, me dejo caer
completamente, recost�ndome sobre ti, sin moverme, sin desprenderme de ti,
sacando el poco aire que en tu abdomen queda, me quedo as� simplemente sintiendo
la calidez de tu vulva, el peso de mi cuerpo te aprisiona debajo, as� con
nuestros cuerpos juntos como estamos.
Yo sobre ti, enterrado, adherido a ti con mi verga, sintiendo
como tu concha ejerce presi�n, mientras los m�sculos dentro de ella palpitan
adoloridos en cada cent�metro de mi herramienta, mientras trata de adaptar su
grosor al de su nuevo y colosal due�o, mi coraz�n se agita alegre, sabiendo que
ya eres m�a, permanezco sobre ti sin decir o hacer nada, sintiendo como tiembla
tu abdomen, mientras tomas aire.
Tu, debajo de mi, aplastada por mi peso con las piernas
abiertas alrededor de mi cintura, tu entrepierna adolorida y mi herramienta
hundida en tu vulva, adherida a ti, tus tetas agitadas por tu respiraci�n
entrecortada, deliciosamente presionadas contra mi pecho me dejan sentir la
dureza de tus excitados pezones.
Volteo a ver tu rostro que permanece con los ojos bien
abiertos volteando hacia el techo de la habitaci�n, llorando desconsolada, por
todo lo que tu nuevo due�o te ha hecho pasar en esa h�meda y obscura noche.
Tus piernas aun se tensan rodeando mi cuerpo, y en medio, mi
herramienta adherida a ti,
Temblorosa bajas tu mano, desliz�ndola entre nuestros
cuerpos, llegando hasta la vulva en tu entrepierna, tu tambi�n quieres ver el
resultado.
Temblorosamente recorres con tus dedos, el contorno de tus
separados y tensados labios, que se abren alrededor de mi grueso miembro, tus
dedos avanzan explor�ndolo todo siguiendo la circunferencia de tu maltrecha
vagina, volteas por un costado, mientras tu mano sale de entre nuestros cuerpos,
tu llanto renace al ver tus dedos ba�ados en sangre.
Si tan solo hubieras podido hacer algo, para evitar lo que te
ha pasado.
Estas absorta llorando.
Tu mirada se pierde en la nada, pensando en lo que te ha
ocurrido, sientes que mi cuerpo se separa de ti un poco, y crees que ya todo ha
terminado, volteas intentando ver el da�o en tu entrepierna, tu mirada se fija
en mi, triste, al ver que solo me levanto un poco sin desprenderme de ti ah�
abajo, cuidando que ni un cent�metro de mi herramienta abandone su funda, te
jalo de la cintura uni�ndote de nuevo a mi, tu cuerpo reacciona al sentir el
punzante dolor en tu vagina, tu cueva a�n esta resentida, todav�a no se
acostumbra al tremendo intruso que de ella se ha apoderado, mis manos sujetan
tus piernas, las subo hasta mis hombros, nuevamente sujeto tu cintura.
Ya no tengo piedad, gritas del dolor al sentir nuevamente,
mis brutales envestidas.
�N-NNOOOOOO ES-PEEEEERAAAAAAA! �POOOOORF-FFAVOOOOOOOOOOR!
�YAAAA NNNNNN-NOOOOOOOOOOOO! �HAAAAAAAAAA!
�MMM-MMMEEEEEEEE DUUUUUUUUEEEEEEEEEEEE-LEEEEEEEEEE!
Tu concha ya no puede mas, tus m�sculos se tensan nuevamente,
el enorme pedazo de carne se adhiere a ti enterr�ndose profundamente en tus
entra�as, llen�ndote por completo, veo tu cara, en ella se refleja el dolor,
volteo hacia tu abdomen, a veces alcanzo a percibir el bulto que forma mi pedazo
de carne en tu delgado vientre mientras avanza dentro de tu concha, trato de
imaginar como entra y sale en el interior de tus entra�as llegando casi hasta la
altura de tu ombligo, empujando tu �tero ah� adentro, coloco mi mano sobre tu
vientre, presionando suavemente, para sentir como avanza en tu interior toda mi
herramienta.
Tu, tu solo pujas y gimes, suspiras y lloras.
El sonido de tu voz saliendo de tu boca solo me excita mas, y
mi cuerpo inicia un vaiv�n desenfrenado, haciendo entrar y salir mi verga de tu
concha, entra y sale aceleradamente recorriendo todo el canal dentro de ti,
chocando y empujando tu �tero, mientras tu gritas desconsolada empujando con tus
manos mi abdomen, tratando de hacerme salir de ti, mas todo es en vano, lo
sabes.
Pero me gusta que a estas alturas del juego, aun te resistas,
Crece mi excitaci�n y mis movimientos aumentan desenfrenadamente, haciendo que
tu cuerpo rebote con cada envestida m�a, tus tetas tambi�n brincan
descontroladas, las sujeto poniendo mis manos en tu pecho, acarici�ndolas,
amas�ndolas estruj�ndolas, cubri�ndolas por completo, estiro y pellizco tus ya
excitados pezones.
En ocasiones, mi boca toma su lugar, aliment�ndose de tus
tetas, disfrut�ndolas de nuevo, sin desatender tu entrepierna que recibe mis
violentas envestidas. Tu cuerpo y el m�o se mueven distinto al principio, mas
sin embargo poco a poco comienzan a tomar sincron�a, siguiendo el ritmo que mi
taladro te exige
Tomo tu pierna y te doy la vuelta sin permitir que mi garrote
se salga de ti ni un cent�metro, gir�ndote sobre tu propio eje, sobre mi
garrote, quedas boca abajo, con tu cara sobre el piso y tu cola levantada,
sigues llorando resignada mientras vuelvo a envestirte desde atr�s, sin salirme
de tu concha, movi�ndome tan r�pido como puedo, pasas tus manos por debajo de tu
cuerpo, entre tus piernas, el dolor te hace sufrir, buscas en tu concha mi
garrote, intentando detener su avance, lo tomas y tratas de sacarlo de ti, el
intenso dolor te obliga a hacerlo, pero yo no lo permito.
Jalo tus cabellos levant�ndote, acerc�ndote hacia mi,
sent�ndote en mis piernas sobre mi verga, me abraso a ti, sujet�ndote las tetas
desde atr�s, amas�ndolas, estrujando tus pezones, tus manos se posan sobre las
m�as, intentas liberarte, pero no puedes, mis manos separan tus piernas,
intentas cerrarlas pero mi mano se interpone acariciando tu cl�toris,
estimul�ndote, nuevamente, haciendo temblar tu vientre, poco a poco en tu vulva,
el dolor desaparece, tus m�sculos en ella se contraen, tu respiraci�n aumenta,
puedo escucharlo, percibo los suaves gemidos que salen de tu boca entre tus
llantos, tus piernas se cierran y tus rodillas se juntan, atrapando mi mano,
presionando mi verga en tu interior, y toda mi herramienta percibe como
nuevamente te corres, mientras subes y bajas, al comp�s de mis envestidas, los
m�sculos en tu vulva se contraen, tus manos se juntan en tu entrepierna
pos�ndose sobre la m�a, intentando ocultar tu corrida, pero ya lo he notado, tus
jugos resbalan desde tu concha hacia mis muslos, ba��ndolos por completo.
Tu ya cansado cuerpo, cae recost�ndose en mi pecho,
r�pidamente me levanto llev�ndote con migo, incrustado a ti, te pongo de pie, el
tama�o de mi verga y la dispareja altura de nuestra anatom�a te fuerza a pararte
sobre las puntas de tus pies, haci�ndote perder el equilibrio, tratas de
apoyarte poniendo una mano en la pared de la habitaci�n, mientras con la otra
buscas tu entrepierna, de espaldas a mi as� como estas sujeto tu cintura y
vuelvo a envestirte, suspiras y gimes aceleradamente, y tu cola se levanta
mientras mis embates te perforan la concha, al poco tiempo observo como tu
cuerpo comienza a arquearse, tus gemidos me anuncian otra vez tu final, casi en
seguida mi excitaci�n llega a su limite, y mientras te envisto, mi vos te
anuncia mi final,
"MM-MME COOOOOOOOORRR-RRRRRRROOOOOOO"
"MMMM-MMMMEEEEEEE VVVV-VVVOOOOOYYYYYYYYY
A CORRRRRRR-RREEEEEEEEEEEE RRRRRR"
Mis palabras retumban en tu cabeza. Por un momento te quedas
paralizada, casi al instante reaccionas y tu mano me empuja de nuevo, lloras y
me suplicas que no lo haga.
"NO ESO NO" "PORF-FFFAVOOOOOOOORRRRRRR"
�NO LO HAGAS! �TE LO RUEGO!
�NO T-TE CORRRAS EN MIIIII!
"SAAAALTEEEEEEE" "ME VAS A DEJAR PRE�ADAAAAA"
�NOOOOOOOOO! �POR FAVOOOOOOOOOOORRRRRRRRRRRR!
�SAAAAAAAAALT-TTEEEEEEE!
Demasiado tarde nena, no te dejare escapar. siento como mi
semilla sube por mis huevos y recorre toda mi verga,
Se que ya eres m�a, pero quiero asegurarte, quiero