Hace apenas cinco minutos yo me encontraba dormido. No puedo
creer el hecho de que me haya despertado con un beso� �Dios, es preciosa! Podr�a
estar mir�ndola toda mi vida y nunca me cansar�a de hacerlo. Tiene una piel muy
suave, m�s suave que la misma seda, sus ojos son como dos luceros que brillan en
el cielo, por lo general no utiliza maquillaje pues no lo necesita, tiene una
sonrisa hermosa.

Es martes, hoy entramos a las tres a la escuela.

Regularmente yo soy el que la espera en la entrada del
fraccionamiento donde est� su casa. Pero el d�a de hoy fue ella la que lleg� a
mi casa cuando a�n me encontraba durmiendo. Es bastante raro que ella se
despierte temprano. La observo y siento que hay algo diferente en ella el d�a de
hoy. Viene saliendo del cuarto de ba�o que est� en la recamara, vestida con la
blusa blanca con morado y uno de los pantalones de mezclilla ajustado que le
quedan como si solamente los trajera pintados, ya se ha quitado los zapatos y
los coloc� junto al closet (le fascina andar descalza y a mi me encanta verla
feliz). Yo a�n no lo puedo creer y he perdido por completo el sue�o.

Ella se recarga de espaldas en el closet como si lo estuviese
sosteniendo y me mira con ojos furtivos, veo como emana de sus labios una
sonrisita perversa. En ese momento me siento la presa, siento como si pasaran
horas mir�ndonos, me hace sentir como si yo fuera el rat�n y ella la gata en
celo; me encuentro petrificado siento como si la habitaci�n diera vueltas. De
pronto ella hace el primer movimiento. Desata lentamente su cabello casta�o
multicolor, luego gira un poco la cabeza para que se acomode y vuelve a mirarme.

Ambos sabemos que ya no hay nadie en la casa y hasta cierto
punto eso me asusta porque se que soy su presa y me encuentro a su merced. De un
momento a otro dejo de mirarla a los ojos y me fijo en su figura, es una obra de
arte esculpida por los mismos dioses, puedo ver que se encuentra excitada ya que
la blusa deja ver sus pezones erectos, como si el corpi�o ya no pudiera
contenerlos y fueran a desbordar sus senos de un momento a otro, son unos senos
del tama�o de naranjas grandes y jugosas. Es la due�a de las caderas mas
perfectas que hay en este mundo; acompa�adas de una cintura estrecha digna de
una mujer de veinti�n a�os.

Me mira y me dice en el tono mas sensual -�sorpresa mi amor!-
se acerca y comienza d�ndome un gran beso, el cual d�cilmente correspondo
abriendo mis labios y dejando entrar su lengua a buscar la m�a. Mientras, con su
mano derecha me da masaje en el pecho, apoder�ndose de una tetilla y frot�ndola
delicadamente. Yo me encuentro indefenso debido a que mis manos las tengo
recargadas en la cama, d�ndome el apoyo para resistir la enormidad del beso. Sin
dejar de besarme, deja de excitar mi pecho y baja lenta y suavemente su mano, se
detiene un momento en mi ombligo y luego prosigue. Al sentir su mano en mi pene
dejo salir un peque�o gemido, y en ese momento deja de besarme, junta su mejilla
con la m�a y se concentra en masajearme el miembro que en ese momento ya se
encuentra erecto y listo para la acci�n; siento c�mo sube y baja su mano,
imitando el acto de penetraci�n, por un momento se detiene, me mira a los ojos y
me de un peque�o beso en los labios, sonr�e al ver mi cara de "what". Baja su
cara y me da besos en los muslos, siento como se va dirigiendo hacia mi
entrepierna, el placer es intenso, pero de pronto para de hacerlo, cierro los
ojos, no quiero ver solamente sentir. De momento siento que aleja su carita de
mi cuerpo, un momento de suspenso y luego su respiraci�n de nuevo s�lo que ahora
la siento sobre mi entrepierna, sus labios en la cabeza de mi pene se van
abriendo poco a poco, dej�ndolo entrar, siento sus dientes corriendo a lo largo
de mi miembro, su lengua lo enrosca cual pit�n en un �rbol, tambi�n puedo sentir
que escurre saliva por mi pene hasta llegar a mis test�culos. Da inicio el
movimiento, me esta mamando como si fuera una ventosa, mi cuerpo tiembla, es la
sensaci�n m�s fuerte que he tenido, siento como el orgasmo se acerca
r�pidamente, toda mi energ�a se est� concentrando en un solo punto, no puedo
contenerlo por m�s tiempo y dejo que salga mi sustancia, siento como voy
llenando su boca con mi esperma, ella para el movimiento, es imposible
contenerlo y escurre un poco por su boca, saca mi polla de su boca se bebe mi
orgasmo y despu�s lame todo el cuerpo de mi pene. Se sorprende al ver que en
cuesti�n de segundos ya estoy de nuevo recuperado, y ni por un momento mi �rgano
sexual ha dejado de estar duro y dispuesto. En ese momento con su mano derecha
frota mis bolas para despu�s de eso chuparlas un poco. Parece que las fuera a
engullir, es una sensaci�n que no la resisto, le pido que se retire, pero hace
caso omiso. De pronto me veo en la necesidad de retirar por mi cuenta su cara de
mi entrepierna ya que siento que es muy posible que de tan fuerte sensaci�n me
orine.

Solo hasta ese momento tomo la iniciativa y pongo mi mano
sobre su cabeza, meti�ndola entre su pelo, dici�ndole que lo que acaba de hacer
fue fant�stico, d�ndole las gracias y dici�ndole que ahora es mi turno de
corresponderla. Me levanto de la cama, quedamos de ambos de pie frente a frente,
la observo muy detenidamente, coloco mis manos en su cintura y la jalo. La beso
al mismo tiempo que deslizo mis manos hasta sus nalgas, esas nalgas firmes
anchas y hermosas que me ponen a mil cada que las veo. Debido al acercamiento mi
bulto erecto queda encallado en medio de sus piernas. A�n con la ropa puedo
sentir el calor que emana desde su vagina; casi puedo saborear los jugos que de
ella emanan, se esta excitando, separa un poco su boca de la m�a, dejando
escapar un peque�o gemido, entonces aprieto con m�s fuerza sus gl�teos y empujo
mi pene como si fuera posible penetrarla sobre el pantal�n, haciendo un
movimiento de vaiv�n por algunos segundos luego libero sus nalgas, con mis dedos
�ndices y medios recorro su columna vertebral hasta casi llegar a sus hombros,
vuelvo a besarla pero ahora ara�o su espalda con fuerza llegando a su cadera de
nuevo. Despu�s de est� beso me ordena � �metemela, ya no aguanto m�s! � Me mira,
me agarra la cara, me da un beso de esquimal y ordena de nuevo - �amor, estoy
inundada y ya no aguanto m�s penetrame ahora! � Le sonr�o, le quito la ropa, la
acuesto en la cama, la observo un segundo, me acomodo entre sus piernas dejo que
sus labios vaginales besan mi pene, por fin la voy a llenar de mi carne estoy en
la entrada, en las puertas del mismo cielo y en ese momento decido que a�n no es
tiempo, veo sus senos erectos y redondos me abalanzo sobre ellos como diciendo
�son m�os, son m�os y de nadie m�s- El primero que meto a mi boca es el derecho,
pongo su pez�n entre mi lengua y mi paladar cierro los ojos, succiono como ni�o
hambriento, como si de el pendiera mi vida entera, como si fuera posible
extraerle leche en ese momento. En tanto tomo prisionero el otro seno con mi
mano izquierda, lo froto suavemente. De pronto me siento vampiro y muerdo con
fuerza (pero sin lastimar) aquel seno hermoso y escucho el gemido placentero de
mi hembra, que luego jala mi cara meti�ndome su seno hasta la garganta. En ese
instante pienso que no es justo que solamente uno de sus senos tenga tanto
privilegio y me dirijo al otro para satisfacer mi apetito feroz. Haciendo boca
de pescadito me meto solamente el pez�n y lo succiono fuerte, muy fuerte. Esto
provoca que ella tenga espasmos peque�os pero muy placenteros, dado que esto es
muy intenso me pide que deje de hacerlo, y eso como buen ni�o as� lo hago.
Acerco mi cara a la suya. Me sonr�e. Voy bajando, bajando. Con mi lengua
ardiente remarco las curvas que en su cuerpo habitan puedo sentir el caminito de
vellitos rozando mis labios. Encuentro un hueco, es su ombligo. Lentamente y al
ritmo de "Zombie" de The Cranberries hago circulos con mi lengua en ese precioso
hoyito (en ese momento termina "Zombie" y da inicio "Trudly madly deeply" de
Savage Garden). Puedo oler su piel con un riqu�simo aroma que solamente he
podido percibir en ella; puedo ver y sentir como mueve su vientre al respirar.
Voy a sus labios besando todo su cuerpo, pero decido dirigirme mejor a su muslo
izquierdo doy besitos haciendo salir de ella un �no- acompa�ado de una peque�a
sonrisa y tono gracioso. Entonces tat�o su muslo con mis labios, ella cierra las
piernas un poco porque la sensaci�n es muy fuerte, se que le encanta, se
retuerce no puede contenerse y grita.

Mi vista se clava en su entrada. Comienzo besando sus labios
superiores, cubiertos de vellitos retorcidos, llevo mi lengua de arriba abajo,
la recorro toda, con mis manos abro un poco sus nalgas, d�ndole leng�etazos
desde su ano hasta su monte de Venus una y otra vez. Ella jadea de placer, se
que eso le gusta. Despu�s de unos momentos abro sus labios con mis dedos meto mi
cara y con mi boca busco su cl�toris, puedo sentir sus fluidos en mi nariz,
siento como una peque�a bolita arriba de sus h�medos labios y comienzo a
succionarla, puedo escuchar sus gemidos, coloca sus manos sobre mi cabeza y me
jala los cabellos me dice ��si , si! �as� amor!- entonces busco con mi lengua,
como una lombriz buscando humedad, busco su hoyito, cuando lo encuentro con mis
brazos rodeo sus piernas para jalarla hacia mi cara, mi lengua se encuentra en
la entrada de su vagina es hasta entonces la jalo para que mi lengua tenga una
penetraci�n mayor y la empiezo a mover lo m�s r�pido que puedo. Siento y saboreo
su cavernita abriendo lo m�s que puedo mi mand�bula. Itzel no aguanta m�s y se
da a la tarea de restregarme sus labios de arriba abajo cada vez mucho m�s
r�pido. De pronto jala con gran fuerza mi cara hacia si, y deja salir de su
garganta un gemido hermoso y fuerte. Se ha corrido en mi cara, sus muslos
tiemblan, se desploma en la cama, por mi cuenta yo levanto la cara la observo y
me pregunta -�qu� es lo que tienes en la cara?- a lo que no respondo y solo me
paso la mano por la cara, quedando en ella una sustancia pegajosa entre blanca y
amarillenta la miro unos instantes y respondo �es tu flujo.

Mi nombre es Balaam y en estos momentos no se que este
ocurriendo en el mundo, lo �nico que importa es que me encuentro entre los
muslos de la mujer que amo m�s que a nadie en el mundo y se que le estoy
haciendo el amor de de una forma muy especial.

Me limpio la cara de sus jugos. La miro y sonr�o.

Le pido que cierre los ojos, el cuarto est� en silencio pues
el disco ya ha finalizado su reproducci�n. Me dirijo al closet y tomo dos
objetos. Antes de voltear le pregunto si a�n tiene los ojos cerrados me contesta
que si y me pregunta qu� es lo que hago, no respondo. Le acerco sigilosamente mi
cara a su oreja le susurro � Te amo - Cambio el disco, luego voy hacia ella le
doy un peque�o beso en los labios, paso uno de los objetos frente a sus ojos y
los ato despu�s tomo sus brazos y los acomodo detr�s de su espalda y con el
segundo objeto los bien a modo de no lastimarla, pero que no se pueda liberar,
me pregunta qu� es lo que hago.

Ella se encuentra sentada en la cama. Ya con los ojos
vendados y las manos atadas me coloco frente a ella y pongo algo en medio de sus
labios. Al momento de sentirlo ella sabe lo que es y d�cilmente abre su boquita
para mamar de nuevo mi polla, s�lo que esta vez la tomo con mis manos de la nuca
y la jalo hacia mi oblig�ndola a tragar y haciendo que mi pene llegue hasta su
estrecha garganta provoc�ndole peque�os espasmos y tratando de jalar su cara
para atr�s. As� la mantengo dos segundos y la libero. Al momento de echarse
hacia atr�s se forma una hebrita de saliva que pende de mi glande a sus labios
como un peque�o puente colgante, tose un poco y esto provoca que el hilillo se
rompa qued�ndome la pinga empapada y escurriendo de su saliva. Me reclama y le
contesto que hoy va a pagar con placer las veces que me ha hecho sufrir.

La levanto de la cama y la volteo. Quedando mi pene entre sus
perfectas nalgas, se lo restreg�. Me suplica que ya se lo meta. Le contesto que
no y como respuesta me alcanza a aprisionar el abdomen con sus manos atadas como
su fueran una trampa para oso, me duele pero no se lo doy a notar. La empujo con
fuerza a la cama, cae de pecho ya que no puede meter las manos. Tengo todo su
durazno frente a m�, la hago que ponga derechas las piernas. De nuevo tomo otro
objeto del closet y luego me acerco a ella. La tomo de la cadera, ubico mi falo
en su entrada, le aprieto las caderas con las yemas de los dedos y empujo con
todas mis fuerzas.

Mi pene entra como una estocada limpia en un toro de lidia.
En ese momento ella repara y despega su pecho de la cama hasta formar un �ngulo
de noventa grados, al mismo tiempo sale un grito de placer, estremeciendo toda
la recamara. Se que lo sinti� muy intenso ya que en el momento en que sub�a su
pecho engarru�o los dedos y se desplomo sin control al colch�n de nuevo.

Con unas nalgadas entre los muslos y los gl�teos la fui
arreando cual vaquita en el campo para que subiera las rodillas sobre la cama.
Nunca me atrever�a a ponerle una mano encima golpe�ndola o para hacerle alg�n
da�o f�sico, as� que por este motivo las nalgadas solamente fueron levemente
fuertes. Ella jadeante entiende y ejecuta la orden de su pastor. Ya en esa
posici�n la comienzo a bombear de nuevo, pero en esta ocasi�n lo hago quedito y
muy delicado. Se que le fascina que la tome de las caderas, hago que mi pene
entre y salga lo m�s que se puede para no romper el ritmo y que ella sienta toda
la longitud de mi miembro recorriendo toda su gruta, que humedece y en ese
momento escurre flujos vaginales en grandes cantidades los cuales bajan por sus
muslos y gotean al piso sin parar. El encontrarse recargada pr�cticamente
recargada sobre sus hombros y sus rodillas y yo de pie masturb�ndome con su
vagina, provoco que mi tallo tuviera mayor contacto con su cl�toris haciendo que
llegara a un orgasmo mayor, porque cuando dio el grito final (el cual
sinceramente creo que se escucho muy lejos) comenc� a sentir como si algo
caliente escurriera desde su vagina hasta mis piernas pasando y goteando por mis
esferas, en ese momento comprend� porque me estaba pidiendo que me detuviera
porque ven�a muy grande el orgasmo. Lo que en ese momento ocurri� fue algo
pr�cticamente indescriptible ya que la sensaci�n que yo tambi�n viv� nunca antes
me hab�a ocurrido, se sent�a raro pero muy placentero, se sent�a h�medo y
caliente, pod�a sentir como peque�as convulsiones que proven�an desde su
interior, fue algo indescriptible, fue algo que hay que vivir, fue�una lluvia
dorada.

La desato y veo que se ha enrojecido de su carita tierna y
hermosa. Me dice en un tono apenado � perd�n no me pude aguantar � le respondo
que no se preocupe que fue maravilloso y que me encanto. Ella aun tiembla pues
fue una sensaci�n bastante fuerte.

Yo sab�a que en mi casa no habr�a m�s personas en un buen
lapso de tiempo, as� que sal� en canicas al patio a ver si el calentador se
encontraba encendido. Pude darme cuenta que ella me observo por la ventana y se
ri� de verme correr por el jard�n. Para mi buena suerte si se encontraba
encendido; regrese ella ya estaba en el ba�o le dije que pod�a meterse sin
preocupaciones, fui por mis chanclas pero ya me las hab�a robado as� me puse una
viejas y tambi�n me met� al ba�o.

Cuando entre en al chorro de agua Itzel se estaba tallando el
cuerpo y frotaba sus muslos por donde hab�a escurrido aquella lluvia dorada tan
abundante; hice lo mismo jugamos un poco con el jab�n y a aventarnos agua a la
cara. Mientras jug�bamos pensaba en que ella por lo general no usa maquillaje y
eso me encanta. Me encontraba pensando en eso cuando de repente resbalo y de no
ser porque alcance a abrazarla se habr�a ca�do y lastimado tal vez; la ten�a
entre mis brazos cuando me rodeo con los suyo y me tomo de las nalgas y me las
apret� con sus u�as, se mordi� el labio inferior sonri�ndome y mir�ndome con
ojos picarones; sab�a que algo tramaba ya que posterior a eso tomo el jab�n que
se encontraba en la jabonera detr�s de mi espalda y sin liberarme del abrazo me
fue frotando la columna vertebral con �l. Fue frotando desde arriba bajando
lentamente llegando a mis gl�teos. De pronto sent� como fue deslizando el dedo
�ndice de su mano derecha por en medio de mis nalgas buscando lentamente y
bajando a mi ano. Al momento que coloco su dedo sobre entradita supongo que hice
una cara de asombro porque me miro sonri� y me dijo � tranquilo no asa nada � y
me bes� con un beso tierno, seguido de un beso en el que dentro de mi boca meti�
su lengua ofreciendo la para que se enlazara con la m�a. En el instante en que
mi lengua toco su lengua ella meti� su dedo dentro de mi recto, lo que me
produjo una sensaci�n de ardor debido al jab�n; aparte de que nunca en mi vida
hab�a entrado nada. Era una sensaci�n bastante rara no puedo decir que fuera muy
agradable pero tampoco que no lo fuera, yo dir�a que en realidad fue algo
extra�o una sensaci�n nueva y desconocida. Me estuvo metiendo y sacando el dedo
varias ocasiones. Como respuesta la tome del culo y le restregu� mi polla en la
entrepierna, se ri� mientras nos bes�bamos y saco su dedo para enjabonar sus
manos de nuevo solo que en esta ocasi�n las puso en mi sexo frot�ndolo y
llen�ndolo por completo de jab�n, se alejo un poco, subi� su pierna enredando la
en mi cintura y me susurro al o�do �te toca met�rmelo enjabonado. Pase mi brazo
bajo su pierna para acomodar bien la posici�n, doble un poco las rodillas en
posici�n de caballo, con otra mano gui� mi arp�n a su rajita y la empale poco a
poco. Comenz� a gemir -�ah!, �ah� mi amor me encanta como me arde!, �ah!,
�m�telo todo!, �que rico!, �ah!, �me encanta que me cojas!, �ah!, �mi amor
correte dentro de mi me fascina sentir tu semen dentro de mi!, �me vuelve loca
sentirlo bajando por mi vagina, como un incontrolable chorrito!, �ah!, �ah!-
ambos jade�bamos y gem�amos; el agua tibia que escurr�a por nuestros cuerpos se
calentaba y evaporaba sobre ellos. De repente me tomo de la nuca y sonrojada me
comenz� a decir -�voy a tener un orgasmo!, �voy a tener un orgasmo!- le conteste
- �yo tambi�n! � Y me dijo - �mu�vete m�s r�pido!, �bomb�ame con m�s fuerza!,
�ah!, �ah!, �correte conmigo!- me grito. En aquel instante la tome de las
nalgas; ella me enredo con ellas y se la met� lo m�s fuerte que pude;
balanceando mi cuerpo y acompas�ndolo con mi embestida entonces ella alcanzo el
orgasmo y yo libere en su cavernita mi leche espeza. La llene de esperma por
dentro, mi pene convulsionaba dentro de su vagina y el agua segu�a mojando
nuestros cuerpos petrificados por unos instantes.

Si no mal recuerdo nos quedamos en esa posici�n
aproximadamente un minuto. La baje terminamos de ducharnos y jugamos un como en
la regadera. Luego nos secamos y como el ba�o est� ubicado dentro de mi recara
nos limos desnudos. Ella fue a mi grabadora y puso un disco "s�" de Julieta
Venegas con el que una vez me reconquisto. No secamos el pelo y despu�s nos
metimos a la cama, me abraz� y en el momento que su cuerpo roz� con el m�o pudo
sentir que mi miembro viril se encontraba erecto de nuevo as� me miro y me dijo
� �ser�a posible que te mantuvieras tranquilo por un ratito?, me gustar�a que
durmi�ramos un poco �le conteste �si, �te cansaste? �Y me respondi� �no,
solamente quiero pasar unos momentos entre tus brazos �se acurruc� entre mis
brazos y se durmi�.

No se exactamente cuanto tiempo dormimos, lo que si se es que
yo me dorm�a de vez en vez y me la asaba observ�ndola dormir. Velando su sue�o,
sent�a que me encontraba con un �ngel. Llego un momento en el que entre sue�os
se volteo y su espalda qued� junto a mi pecho, dejando esas nalgas lindas a la
altura de mi pene. Cuando las sent� mi polla autom�ticamente comenz� a
despertar, as� que la coloque en medio de sus gl�teos, le rodee con mis brazos,
con mis manos fui reptando mis manos por su vientre, pasando por su monte de
Venus, hasta que sent� sus labios vaginales. Con la yema de mis dedos me gu�e
sintiendo el calorcillo que emanaba de su cueva, experimentando a cada momento
el roce de sus bellos pubicos. En el momento en que llegue al lugar m�s caliente
me detuve y comenc� a frotarlo lenta y delicadamente, ella no despertaba pero
cerr� un poco sus piernas como un acto reflejo, yo segu� frotando buscando una
peque�a protuberancia entre sus labios internos llamada cl�toris, sintiendo como
se le humedec�an los labios. Note no despertaba y hasta cierto punto eso me
�xito bastante ya que era como hacer una travesura o algo as�. Lentamente la
acomode jal�ndola de la cadera, a manera que m�s expuesta su vagina y me
estorbaran menos sus piernas. Ella segu�a sin despertar. Coloque la cabeza de mi
pene en la entrada de su gruta; cuando estuve seguro que no tendr�a problema la
hund� de manera lenta y suave. Por fin despert� con un peque�o gemido que emano
de su garganta, giro la cabeza, me miro con una peque�a sonrisa en su rostro y
me pregunto � �amor tu no te cansas verdad? � Le di un besito en su mejilla, y
comenc� a mecer mi cuerpo haciendo que mi pene corriera por sus paredes
vaginales, provoc�ndole excitaci�n con el frotamiento � �hay mi amor que forma
tan exquisita de despertarme!, �ah!, �ah!, ��te he dicho que me encanta como me
coges?! Al mismo tiempo que la penetraba con la mano que tenia debajo de ella le
tome su seno izquierdo y con la otra le frotaba el cl�toris. De momento sent� su
mano derecha deteniendo mi movimiento.

-Espera �susurr� �hay algo que quiero hagas.

-�Qu�? �le pregunt�.

-Quiero que entres por mi ano.

-�Perd�n? �pregunte bastante sorprendido, ya que es bastante
dif�cil que ella me de permiso de entrar por hay debido a que dice que soy muy
grande para su recto.

-Tengo ganas de que me lo hagas por hay. �S�, lo haces? �sabe
de ante mano que me encanta penetrarle por ese hoyito, porque la sensaci�n para
mi es distinta y m�s fuerte.

-�Quieres que te lo lubrique?

-Si y que me lo dilates poco a poco, por favor.

Me levant� como de rayo por un frasquito de aceite para beb�
tengo en el tocador para las ocasiones en que le froto la espalda. Regres� me
met� de nuevo entre las cobijas tomando la misma posici�n que ya ten�a. Unt� un
poco de aceite en mis dedos, dirigi�ndolos a su anito. Comenc� por meter
solamente la yema de uno de ellos meti�ndolo y sac�ndolo lentamente para que su
orificio se fuera acostumbrando, despu�s met� dos hundi�ndolos un poquito m�s.
Mientras yo hacia esto Itzel unt� su mano derecha y comenz� a masturbar con ella
(me encanta que haga eso). As� estuvimos un peque�o lapso de tiempo hasta que
detuvo el movimiento de su mano y con ella acerc� m� le�o a su orificio. Lo
empuj� un poco para que nada m�s entrara la cabeza. Ella gimi� y con sus dos
manos se aferro a mi brazo izquierdo. No deje que entrara m�s por temor a
lastimarla y calculando que no se hundiera m�s le bombee el ano varias veces,
entrando y saliendo, entrando y saliendo. Pude observar como serraba los ojos
fuertemente y gem�a, volte� y me ordeno que lo metiera m�s. Nos dimos un beso y
las segu�a bombeando, me mordi� la lengua muy fuerte como luego le encanta
hacerme, me estaba doliendo bastante pero fue en ese momento cuando se lo deje
ir hasta el fondo y al sentir como le entraba me libero la lengua para dar un
gran gemido y apret� mi brazo con sus manitas clav�ndome sus u�as haciendo que
saliera un poco de sangre, entonces para desquitarme le hund� de nuevo hasta el
fondo mi polla, haciendo que de su garganta salieran grandes gemidos de placer
cada que entraba y sal�a. Sin avisarle la tome de la cadera y la jale con mi
mano derecha; quedando sobre m�. Fue tan r�pido que no alcanzo a reaccionar a
tiempo para detenerme o para quitarse, as� que empuje su cuerpo hacia delante
para quedar hincada sobre mi cuerpo y dejarla clavada como un trocito de carne
en una brocheta. Esto produjo una mayor penetraci�n siendo mayor en el momento
en el que con mis manos jal� sus rodillas abri�ndolas m�s.

-�ah, mi amor me duele!, �pero es muy rico, ah!, �siento como
si me abrieras en dos!, �ah, que rico!, �me encanta tu pene, �sabes?!

Su durazno sub�a y bajaba constantemente haciendo que mi
miembro viril entrara y saliera. Supongo que ya no aguanto la sensaci�n tan
fuerte ya que se desplomo sobre mi, la tome de los senos y la segu� penetrando.
En ese momento record� que el tercer objeto que tome del tocador estaba a mi
alcance; as� que saqu� de debajo de la almohada.

Es un cepillo para el pelo que tiene unas bolitas en el la
parte del lomo para dar masaje con la vibraci�n que este produce, el mango no es
derecho tiene unas peque�as curvas y lo peor de todo es que ya estaba cargado
con pilas nuevas y le hab�a colocado un cond�n en el mango para no lastimarla.

Le ped� que abriera las piernas y cerrara los ojos, me
pregunt� para que y solamente le dije que lo hiciera. Ella obedeci�.

Yo no hab�a dejado de fornicarle el ano e Itzel no hab�a
parado atragantar gulosa su ano con mi pinga. Con mi mano derecha le abr� una
pierna y con la izquierda le introduje el mango del cepillo. Al momento de
sentir lo que era me quiso detener con sus manos pero fui m�s r�pido y se lo
clave encendiendo el modo de vibraci�n. Entonces ella ya ni las manos meti�
porque se aferro a las cobijas de la cama muy fuerte, gritando y jadeando dec�a
-�No mi amor me vas a volver loca!, �ah, es demasiado!, �cielo me vas a matar de
un orgasmo!, �no!, �no! Yo segu�a metiendo y sacando mi pene y el cepillo
vibrador, tambi�n era una sensaci�n muy excitante ara mi puesto que pod�a sentir
como entraba el cepillo y como vibraba, me pregunt�.

-�Cu�nto te falta?... �beb� voy a tener un orgasmo! �Ah! �se
irgui� un poco

-�Ya casi, ya casi! �le grit�.

-�Mi amor�voy�me voy avenir!, �voy a tener un orgasmo nene!

-�Yo me voy a correr en tu ano!, �ah!

-�Ah!, �ya!, �ah!, �ah!, �te amooooooooooooooooooooooooooooo!

-�yo igual preciosa!

Terminamos al mismo tiempo le llene de esperma el recto, ella
sin bajar de mi volteo su cuerpo para quedar acostada sobre mi pecho con pecho,
coraz�n con coraz�n y ca�mos exhaustos y nos dormimos bastante tiempo en esa
posici�n.

En ese momento fuimos uno. Ella era m�a y yo era suyo.

Dedicado a:

Itzel

El mostrito m�s hermoso de la creaci�n.

Te amo.