No s� si tengo derecho a quejarme de mi desgracia, cuando
tengo una familia, vivo en una gran casa, con dos buenos coches y todos los
bienes materiales que se pueden tener.
- Hola cari�o. Ya estoy aqu�.
- Hola.
Acaba de llegar el centro de mi infelicidad, mi marido. Habr�
salido a sacar la basura, que es lo m�s importante que hace en todo el d�a.
Es una pena, porque cuando me cas� con �l era un joven
prometedor, con talento, iniciativa. Pero no s� por qu� se qued� estancado. No,
m�s bien cay� en picado. Desde su alto cargo en una empresa constructora fue
bajando y bajando hasta un punto indigno. Lo dej�, y tras varios trabajos
temporales y de poca importancia, acab� de vigilante de seguridad. Pero un
cami�n se cruz� en su camino, o m�s bien �l se cruz� en el camino del cami�n que
le produjo una compleja lesi�n de rodilla adem�s de fracturas de tibia y f�mur.
Aunque tambi�n le report� mucho dinero de indemnizaci�n por su invalidez. As�
que ah� encontr� el momento, con 49 a�os, de dejar de trabajar y dedicarse a �..
A nada.
Hoy terminan mis vacaciones y ma�ana volver� a la oficina.
Tendr� que pasar como cada d�a por el paso elevado para peatones. Ese, debajo
del cual, estar� como cada d�a, como cada minuto, ese hombre mirando hacia
arriba, esperando a mujeres con falda para ver sus piernas y todo lo que su
vista alcance.
Ma�ana ya no me importar� alegrarle unos segundos de su largo
d�a.
Sentado o tumbado, all� estar� ese hombre misterioso que ni
trabaja ni mendiga. Tampoco molesta, s�lo mira y ofrece su ayuda (s�lo a
mujeres, dicen) cuando ellas van cargadas con la compra o lo que sea. Ma�ana
pasar� y ver� lo que nunca le hab�a mostrado.
Ahora tengo que darle un repaso a la casa. Por lo menos a la
planta baja. Aunque sea s�lo el sal�n.
Pongo un disco de Barry White y me pongo c�moda. M�s ligera
de ropa que otras veces. S�lo una camiseta larga, sin ropa interior. Es blanca y
mi sudor la hace transparente. Barro con rapidez, friego sin parar, pero mi
marido no me mira. Me acerco, me agacho, me paseo pero es in�til, no se fija en
m�. Me arrodillo, me subo a una escalera .... pero nada. Ni caso.
Quien no pierde detalle desde la casa de enfrente es nuestro
vecinito Jaime, amigo de Alfredo.
Ya est�. Impecable ha quedado el sal�n. Ahora me dar� una
ducha.
Compruebo que la mirada de Jaime me sigue all� donde voy. As�
que en venganza a mi marido dejar� la ventana del ba�o abierta.
Mientras me ducho Jaime me mira y disfruta. Me siento
halagada. Por lo menos estoy haciendo feliz a alguien.
-�Alfredo! �Qu� tal el examen de Lengua?
- Creo que bien.
- No te vayas, tienes que ayudarme a plantar en el jard�n.
- Espera mama, enseguida bajo.
Me estoy dando cuenta de que �ltimamente viene del colegio y
sube directamente a su habitaci�n. �Ser� que ha empezado a fumar? Espero que no.
Voy a subir.
�Dios! Deb� suponerlo. Se est� masturbando. �Qu� hago? �Le
interrumpo? �Le grito? �Le dejo? Demasiadas preguntas, muchas dudas. No le puedo
decir nada. Me da verg�enza. No estaba preparada para esta situaci�n.
Tengo que dormir. Quiero dormir. Pero no puedo. No se me va
de la cabeza la escena de Alfredo masturb�ndose.
Sigo sin saber si deber�a haber actuado, haberle parado,
re�irle o hablarle. No s�.
Me quiero convencer de que es algo natural, y que no entra�a
ning�n mal ni peligro. No le dar� m�s importancia. No la tiene. Lo voy a
olvidar.
A ver si consigo excitar a mi marido y hacemos algo. Me quito
el camis�n y me arrimo a �l. Le intento despertar con mi calor, con mi deseo.
Pero est� profundamente dormido.
Vuelvo a recordar, sin querer, lo de Alfredo. El tema tiene
cierta connotaci�n er�tica, sino fuera porque es �mi hijo!.
Bueno, lo cierto es que me excita ese recuerdo y lo utilizar�
para darme placer. Lo necesito. Pero s�lo hoy. S�lo hoy lo prometo.
S�. Lo consegu�. Un orgasmo distinto a otros. Largo y suave.
Ahora si dormir�.
Hace ya dos meses que descubr� a mi hijo y no lo olvido.
Desde entonces es mi fantas�a favorita, que utilizo cuando me masturbo. S� que
promet� que no la utilizar�a y que olvidar�a aquella escena. Pero no puedo. Me
est� atormentando. La noche que no me masturbo necesito una pastilla para
dormir. Pastillas que cada vez son m�s fuertes y m�s numerosas. Con o sin
orgasmo dependo de ellas.
A la vez siento que mi hijo en este �ltimo mes ha crecido, ha
echado cuerpo y es ya un muchacho. O eso es lo que quiero creer.
�Puede que una madre se sienta atra�da por su hijo? Nunca lo
hab�a o�do �O es que ninguna madre lo reconoce?
�ltimamente he recurrido a mi amante espor�dico m�s habitual
para ir olvidando el pasaje de Alfredo. Pero ni as�.
Hasta me llega a poner nerviosa la cercan�a de mi hijo
Alfredo. En algunos momentos temo perder el control y lanzarme. Y s� que no
debo. Antes tendr�a que hacer lo que fuera para evitarlo.
Han pasado ya seis meses que pill� "in fraganti" a Alfredo.
Lo v� por �ltima vez aquel domingo que fuimos con su padre al parque de
atracciones.
Los dos probaron su fuerza en el martillo y mi hijo gan�
llegando una vez a tocar la campana.
Por �ltimo fuimos a La Casa del Terror. Yo iba junto a
Alfredo. El me agarr� durante todo el recorrido. Todos gritaban de miedo. Sin
embargo, yo no sent�a miedo sino otra cosa que no me atrevo a decir. En medio de
la oscuridad estuve a punto de�. No aguantaba esa tortura.
Salimos y me perd� entre la multitud. Por lo menos ojal�
piensen que me perd� o que me secuestraron. Lo cierto es que cog� un taxi y
escap� a este hotel a cientos de kil�metros.
Creo que al final ya no pod�a estar al lado de ninguno de los
dos. Con uno no pod�a y con otro no quer�a.
Me tomar� un tiempo alejada hasta ver qu� pasa, si cambia
algo en m�.
Sigo con problemas para dormir, tome lo que tome. Lo vendan
en farmacias o en la calle. Me da igual. Desprecio mi vida.
Cualquier d�a puede ser el �ltimo.
Pero no estoy loca, todav�a.
Hablo sola porque nadie me escucha.