Esta historia ocurri� hace unas dos semanas, pues fui de
vacaciones al sur de mi pa�s a la casa de mi abuela, que esta en el campo, la
verdad que no ten�a muchas ganas pues me aburro como una ostra all�, pero tenia
que ir.

La sorpresa fue grande cuando vi que mi abuela tenia un perro
ovejero, sorpresa digo pues a ella no le gustan los animales, menos si son
perros. Pues ustedes imaginaran que por mi mente pasaron muchos pensamientos al
verlo, pero el mas importante fue: �que carajo, con ese perro en casa y mi
abuela cerca!

Pues bueno me hab�a resignado a que solo tendr�a que
conformarme con mi calenturienta imaginaci�n y nada mas, pues no podr�a hacer
nada. Pasaron como tres d�as cuando mi abuela anuncia viaje al pueblo cerca de
su casa y me pide que vaya con ella. Pues me dije: esta oportunidad no me la
pierdo:

" Lo lamento abuela, pero no me siento muy bien parece que me
voy a resfriar y mejor me quedo en cama"

Llego el d�a de su salida y yo me dije esta es la m�a, si no
es ahora, no es nunca.

Ella sali� muy temprano, yo fui a dejarla al paradero de los
buses (para asegurarme que ella realmente viajaba), volv� r�pido a casa, me
cambie de ropa y llam� a Sam, as� se llama el perro, para que entrara en la
casa.

Como era primera vez que estaba con este perro, lo empec� a
acariciar por todos lados con mucho cuidado pues no es un perro manso que
digamos. Pas� mi mano por su lomo, hasta que se tir� al piso para que lo
siguiera acariciando, le empece a sobar la barriga bajando mi mano lentamente
hasta su pene y test�culos, suavemente empece a sobar ese rico pene que en ese
momento estaba guardado, poco a poco empez� a ponerse duro y su punta dura y
rosada empez� a surgir, se ve�a tan rica que empec� a humedecerme, solo pensaba
en como se sentir�a esa herramienta en mi vagina.

Cuando not� que su pene estaba bastante crecido fui a la
cocina a buscar algo para ponerme en la vagina para que el me lamiera, en un
mueble encontr� miel, me puse por toda la bulba y con mis dedos me puse en mi
vagina, hasta donde estos llegaran mi deseo era que siguiera el rastro de la
miel y me penetrara con la lengua, volv� a la sala de estar me sent� en un
sill�n y me abr� de piernas, lo llam� el se acerc� y con mis manos le acerque su
cara hasta mi vagina, su hocico empez� a oler la miel y con su lengua empez� a
lamerme, que delicia sentir esa lengua �spera e insaciable, cuando la miel de
encima se acab� comenz� a lamerla que estaba en mi vagina, era delicioso sentir
su lengua dentro m�o.

Mi vagina empez� a fluir abundantemente por el placer que
estaba sintiendo, el perro sigui� lamiendo mis jugos y con su lengua pasaba a
rozar mi cl�toris, sent� una corriente por mi cuerpo que anunciaba un orgasmo,
el sigui� lamiendo profundamente y lleg� en forma r�pida y brutal haci�ndome
gritar de placer, qued� botada en el sill�n disfrutando de tan delicioso
orgasmo, cuando Sam continu� lamiendo mi co�o.

Volv� a acariciar su pene, me puse de rodillas apoyada en el
sill�n abr� mis piernas y trat� de montarlo sobre mi, el no hacia nada, se
notaba que era su primera vez con una mujer!!!!!!!!

Acaricie su pene hasta que creci� lo suficiente y volv� a
tratar de mont�rmelo a la espalda, la punta de su pene rozaba mi vagina
haci�ndome gemir, en un momento de pura suerte su pene entr� en mi vagina,
empuje hacia atr�s y entro bastante, en ese momento parece que entendi� de que
iba la cosa y empez� a empujar de una manera muy r�pida y fuerte, su pene
entraba y sal�a de mi vagina haciendo un ruido delicioso. Sent�a como me
penetraba con su pene tan caliente y duro que me hacia gritar de placer no se
cuanto rato estuvimos as�, pero lo cierto es que me hizo gritar de placer no me
importo que entrara su bola me abri� de una manera impresionante (era bastante
grande) pero no me importo yo solo quer�a sentir todo el placer del mundo, y en
ese momento no me import� estar as� con un perro, solo quer�a sentirme una perra
total dominada total, sintiendo un placer enloquecedor al saber que eso esta
prohibido���.

Tuve que esperar bastante a que su pene se achicara, pero fue
delicioso sentirse as�. Cuando sali� completamente de mi, mir� y ah� me di
cuenta lo grande que era, estaba cansada, pero feliz y satisfecha.

Cuando mi abuela lleg� y me pregunto como estaba, sonri�ndole
dije que los remedios que hab�a tomado me hab�an hecho muy bien y que parece que
no me iba a resfriar.