La madre de mi esposa, Rosa continuamente viene a nuestra
casa a visitarnos, me imagino que se siente muy sola ya que su marido pasa mucho
tiempo fuera del pa�s por sus negocios, su mayor satisfacci�n es compartir parte
de su tiempo con mi esposa. A m� en verdad no me importa que venga tan
frecuentemente a nuestra casa, ya que es una se�ora muy amable, siempre con una
sonrisa en su cara.
Lo que sucedi� no fue planeado, pero llego a excitarme
demasiado.
Una tarde de s�bado, despu�s de haber pasado toda la ma�ana
cortando el c�sped del jard�n, fui a mi habitaci�n y me di una refrescante
ducha, poni�ndome despu�s un b�xer c�modo y una camiseta sin mangas. Despu�s fui
hasta el cuarto de televisi�n y tumb�ndome sobre el sof� tome una siesta.
Fui despertado por mi esposa y su madre que regresaban
despu�s de haber pasado todo el d�a de compras, mi suegra muy atentamente me
ofreci� una bebida fr�a, movi�ndome un poco en el sof�, acepte agradecido el
refresco ofrecido.
Mi suegra se sent� frente a m� en el otro sof� y empez� a
hablar de las compras que hab�an realizado mi hija y ella. Entonces me percate
que mientras mi suegra hablaba alegremente, mi esposa que estaba detr�s de ella
en el sof� sonre�a maliciosa y discretamente, me pregunte a mi mismo que estaba
causando aquella reacci�n en mi mujer.
MI suegra al ver que me hab�a tomado completamente la bebida
me ofreci� otra, con el calor que hacia no pude rehusarla. En el momento en que
mi suegra iba a la cocina por otro refresco, mi esposa acerc�ndose a mi, me
susurro en el o�do que mi verga y mis bolas estaban colgando fuera de mi b�xer,
por una de las aberturas en las piernas y que mi suegra los hab�a estado viendo
durante todo el tiempo que estuvo sentada frente a mi.
De repente sent� una extra�a sensaci�n y motivado por la
situaci�n me sent� mas atrevido y no hice nada para cubrir mis expuestas partes.
Mi mujer al igual que yo, tiene una mente muy caliente y abierta y no mostr�
ninguna objeci�n ante mi repentino deseo de exhibicionismo.
Cuando mi suegra regreso de la cocina, con otra bebida, mi
esposa se disculpo y se fue al ba�o, yo fing�a no darme cuenta de lo que suced�a
y permanec� en la posici�n en que me encontraba. Mi suegra me entrego la bebida
y se sent� de nuevo en el sof� frente a m�.
Debo decir que empec� a emocionarme mucho permitiendo que mi
suegra mirara mis partes privadas, pod�a decir que se notaba bastante interesada
mirando mis intimidades discretamente.
Con sus ojos sobre mi, empec� a sentir el comienzo de una
erecci�n, con mis ojos fijos en los suyos, miraba como sus ojos se ensanchaban a
medida que mi verga empezaba a crecer, parec�a cosa irreal, no pod�a creer lo
que estaba pasando, yo estaba en el sof� con mi suegra mirando mi verga crecer.
Mi suegra parec�a impresionada con la visi�n que tenia ante ella. Sin decir una
palabra, mi verga se encontraba totalmente dura, mi enorme miembro completamente
expuesto ante sus ojos.
Sintiendo que no tenia nada que perder, me levante del sof�
con mi verga completamente dura mene�ndose fuera de mi b�xer.
MI suegra continuaba con su mirada fija en mi herramienta,
sin decir palabra, me acerque un poco a ella, inclin�ndome le di un beso en la
mejilla mientras le dec�a.
"Excuse me suegra, pero tengo unos enormes deseos de tener
sexo en este momento, as� que voy a buscar a mi esposa!"
Mientras caminaba hacia la habitaci�n, mirando hacia atr�s vi
a mi suegra aun sentada en el sof� con un gesto en su cara mezcla de deseo y
admiraci�n�
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