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Falbala
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Se�ora de Edadepedrix
Despu�s de tradicional banquete para festejar otra nueva
aventura, ocasi�n especial o sencillamente porque s�, los galos se retiran para
dormir. La mayor�a est�n completamente borrachos y han de acudir sus mujercitas
para arrastrarlos hasta sus chozas; algunos vomitan. Esto es lo que sigue a sus
t�picos banquetes y hubiera sido interesante, aunque penoso, verlo en alguno de
los �lbumes. S�lo Asterix y Obelix se mantienen sobrios pues han evitado beber
demasiado. Realmente, la noche no ha hecho m�s que empezar para ellos.
Cuando Obelix llega a su choza y entra a su habitaci�n le
espera all� la bella Falbala para hacerle m�s grata la digesti�n y el sue�o.
Quien haya le�do "Asterix legionario" sabr� que Obelix se enamor� entonces de
esta hermosa muchacha de rostro angelical y exuberante melena rubia hasta las
rodillas. Desgraciadamente esta preciosidad tiene novio: Tragicomix, pero desde
que �ste es legionario sus ausencias son muy prolongadas y sus permisos muy
pocos. Para darnos una idea del problema digamos que el servicio en la legi�n
romana duraba nada menos que veinte a�os y hasta que finalizara el legionario no
pod�a casarse. Pero Obelix prometi� a Tragicomix que se ocupar�a de que su
prometida estuviera bien, y ha cumplido su promesa porque Falbala ya no lamenta
tanto las ausencias de su novio...
En fin, Obelix se recuesta en la cama completamente lleno e
intentando relajarse. Despu�s de haber comido bien hay que cuidar la digesti�n.
- Te he esperado impaciente, osito m�o � le dice Falbala
cari�osa antes de besarle.
Se quita el vestido y queda completamente desnuda, como me
gustar�a verla dibujada. A Obelix le encanta por supuesto y se incorpora
perezosamente para abarcar sus peque�os, pero hermosos, pechos con sus manazas.
Ella sonr�e, adorable, mientras suelta su cintur�n para desnudarle a �l ella
misma. Puede que Obelix no parezca un hombre muy atractivo precisamente pero
est� muy bien dotado... Para conseguir que su pene quede completamente erecto
Falbala lo mueve primero con las manos y luego lo besa con entusiasmo. Ser�a
imposible meterlo en la boca algo con ese tama�o, as� que prefiere aplicarse con
la lengua en �l, sin dejar un solo sitio sin humedecer. Lo recorre desde la base
hasta la punta, y cuando comienza a salir algo de semen no tiene inconveniente
en tragarlo, esperando la eyaculaci�n. Finalmente Obelix no puede aguantarse m�s
y eyacula gimiendo de placer. Desde luego es tremenda la cantidad de semen que
mana de su pene pero Falbala se afana por recogerlo todo, acabando as� con la
cara pringosa pero feliz porque su "osito" est� satisfecho. Despu�s de acabar se
pasa la mano por la cara para limpiarse y le pregunta cari�osa a Obelix:
- �Te gustar�a que te montase ahora, osito?
- S�, pero tendr�s que estimularme para que est� listo otra
vez.
A ella no le importa volver a lamer y chupar su pene para que
vuelva a estar pronto derecho...
Pero el gemido de Obelix cuando eyacul� pudieron o�rlo
tambi�n Asterix y la se�ora de Edadepedrix que est�n en la habitaci�n de Asterix
(�l y Obelix no comparten habitaci�n y mucho menos la cama, por supuesto).
Existe cierta pol�mica sobre cu�l de las dos exuberantes galas es m�s atractiva:
si Falbala o la se�ora de Edadepedrix. Yo, la verdad, elijo a la se�ora de
Edadepedrix, una hembra pelirroja y coqueta de muy buenas formas y algo de
car�cter. Por cierto, no he podido averiguar el nombre de esta belleza, cosa que
no comprendo, y tampoco puedo entender c�mo ha podido escoger estar casada con
Edadepedrix, el vejestorio de la aldea. Quiz�s le atraigan los hombres maduros
pero hay diferencia entre maduro y decr�pito. En cualquier caso no me creo que
haya sacrificado sus necesidades por ese hombre... Asterix piensa gozarla esta
noche pero dudo que sea el primero con el que sea infiel a Edadepedrix.
- Vaya, veo que tu amigo Obelix se lo est� pasando bien �
comenta divertida a Asterix cuando oyen el gemido de Obelix, y sin dejar de
desnudarse.
Ella le saca a �l una cabeza de altura pero el h�roe galo es
valiente y no se amilana, ni siquiera cuando tiene a una pelirroja escultural
desnuda delante de s�.
- �Por Tutatis� - no puede dejar de exclamar ante semejante
mujer y, acto seguido, acude a sus pechos que est�n a la altura de su cabeza. Le
encantan sus pechos y sus pezones duros y colorados.
- Mejor nos vamos a la cama, aqu� de pi� poco vamos a
hacer... � le dice ella ir�nica por su estatura.
En la cama Asterix promete demostrarle lo que es capaz de
hacer un hombre bajo. Cuando est� completamente abierta para �l, el guerrero
galo comienza a besar y masajear sus pies y luego sus piernas mientras se acerca
ad�nde �l quiere... Ella gime de placer al sentirle entre sus piernas pues el
inteligente galo es h�bil con su lengua y sus manos. Su bigote rubio le hace
unas cosquillas muy agradables.
Asterix opina que est� lista y comienza a penetrarla mientras
acaricia y besa sus pezones. Se mueve r�pido encima de ella y girando las
caderas hasta eyacular. Ella gime pero no ha quedado satisfecha porque la
penetraci�n ha sido demasiado r�pida.
- �Qu�? �Esto es todo? � le pregunta.
- Tranquil�zate, esto lo arreglo yo enseguida.
Asterix se levanta y busca entre sus ropas, arrojadas sin
consideraci�n a un lado, hasta encontrar su cantimplora, siempre llena de poci�n
m�gica para una emergencia, como �sta por ejemplo...
- Esto me pondr� a tono otra vez- dice mientras abre la
cantimplora.
- �No se supone que la poci�n m�gica es s�lo para defendernos
de los romanos? � le comenta ella divertida.
- Bueno... Panoramix siempre me da la poci�n que necesito y,
cr�eme, esto es much�simo mejor que la viagra, ya ver�s.
Al momento de beber de la poci�n Asterix est� recuperado y su
pene vuelve a estar derecho. Su compa�era se queda sorprendida y entusiasmada
con el resultado. Asterix se encomienda a Tutatis y vuelve a montarla. La
penetraci�n es mejor esta vez y ella queda sonriente esta vez cuando se corre.
Pero a ella no le basta y con un trago de poci�n vuelven a la carga. Todav�a
repiten unas cuantas veces hasta cansarse...
Mientras Asterix satisface a la se�ora de Edadepedrix, Obelix
y Falbala no lo pasan peor. Otra vez recuperado gracias a la ternura de Falbala,
�sta puede cabalgarle. Es mejor as� porque puede ser inc�modo tener a un hombre
tan corpulento como Obelix encima de una. Ella se mueve con alegr�a sobre �l
mientras se agita su melena rubia, que parece flotar como si fuera un hada. Al
principio se mueve con suavidad pero luego m�s violentamente pues su "osito" es
un hombre resistente. Hay que recordar que Obelix cay� en la m�rmita de la
poci�n m�gica cuando era un ni�o. Si no, no se explica que pueda resistir los
movimientos tan bruscos de su compa�era. Ella gime de placer cuando siente el
pene tan digno de Obelix moverse dentro de su cuerpo, hasta que no resiste m�s y
decide correrse. Obelix vuelve a gemir aparatosamente y Asterix y su amiguita
r�en en la habitaci�n de al lado. Falbala se deja caer sobre Obelix pues est�
extenuada. Luego besa tiernamente a su "osito" y acarici�ndole el pecho.
Al d�a siguiente del banquete nadie madruga en la aldea,
salvo Panoramix que acude al bosque a buscar las hierbas para sus pociones bien
temprano. Todos los hombres sufren la resaca de la noche anterior y apenas
pueden levantarse entre los hoscos comentarios de sus mujeres. Los excesos se
pagan. �Todos? No, los dos guerreros galos Asterix y Obelix desayunan muy
sonrientes y conversando acerca de lo genial que ha sido la noche anterior.
Definitivamente ha sido una buena noche que habr� que repetir, quiz�s
intercambiando parejas. Esperemos que haya otro banquete pronto...
FIN