Antes de comenzar el relato, debo aclarar algunas cosas.
Desde hace un buen tiempo que mantengo una relaci�n virtual con una chica muy
ardiente y sensual que es de Argentina. Yo soy chileno. Con mi ciber chica
tenemos varios gustos en com�n, pero uno de los principales es que a ambos nos
gusta coleccionar tanguitas usadas y que ojal� tengan mucho olor y sabor de
hembra.
Pues bien, esta pasi�n me llev� a escarbar entre la ropa de
la chica del aseo que trabaja en casa de mi hermana, Susana, y que est� bien
guarra. No es muy alta, pero tiene su cuerpo totalmente proporcionado, pero por
sobre todas las cosas, destacan sus labios gruesos y sensuales. Mi fantas�a con
ella era recibir una mamada de esa boquita.
Ocurri� la semana pasada que fui a almorzar a casa de mi
hermana y ella tuvo que salir acabando de comer y, adem�s, me pidi� que le
revisara su PC, pues ten�a algunos problemas. Al rato de haber salido ella con
sus hijos, Susana se aparece en la salita en que estaba yo trabajando y me dice
que ir� al kiosko de la esquina a comprar cigarros, que vuelve en unos 15
minutos. Ok, le dije, anda tranquila y ella me inform� que ir�a sin llaves, as�
que tocar�a el timbre para que yo le abriera. Esper� que saliera para poder
escarbar en su ropa y ver si encontraba el tan preciado tesoro que hac�a tiempo
ten�a ganas de encontrar, una tanguita bien usada y llena de su olor.
Entr� a su dormitorio y busqu� entre sus ropas hasta dar con
lo que quer�a. Encontr� dos tanguitas muy chicas de algod�n blanco y que estaban
usadas. Una de ellas estaba h�meda y me enloqueci� hasta el paroxismo. Mi verga
se manifest� y fue tal mi calentura que me masturb� saboreando su olor y sabor.
Me corr� en la tanga seca y se la guard� llena de leche en el mismo caj�n donde
la encontr�. La tanga mojada con sus jugos la guard� y me la traje a mi oficina,
donde guardo mis trofeos. Apenas sal� de su cuarto cuando suena el timbre y era
ella, le abr� la puerta y todo sigui� como si nada.
Al d�a siguiente, martes, en la oficina, me avisan que me
llama Susana que ten�a un recado de mi hermana, as� que tom� la llamada y era
ella que me pregunt� un par de cosas con respecto a donde hab�a dejado unos
programas del PC. Luego de explicarle, me dice que por favor fuera el jueves a
la casa para que le devolviera la tanga que me hab�a tra�do. Me qued� tieso, sin
saber que hacer o decir. Entonces ella me dice que no hab�a salido y que hab�a
visto todo a trav�s de la ventana y que quer�a que la pr�xima descarga de leche
fuera encima de ella, porque la que hab�a probado le hab�a encantado. Le coment�
que era un putita muy pilla y que me hab�a hecho caer en su trampa, pero que con
mucho placer ir�a el d�a jueves a devolverle lo que le pertenec�a y darle otras
cosas m�s.
El mi�rcoles, mientras chateaba con mi amorcito de Argentina,
me llama nuevamente por tel�fono y, mientras se masturbaba dici�ndome que no
aguantaba m�s, yo le iba comentando por chat a mi chica, adem�s de decirle a
Susana lo que estaba haciendo. Ella se pasaba el tel�fono por su chocho mojado
(Y yo lo escuchaba mientras gem�a como una perra), yo me pajeaba y mi chica
tambi�n al otro lado del PC. Le coment� a Susana que mi beb� le mandaba unos
besos en su delicioso y caliente co�o y se corri�, me dijo te espero ma�ana y
colg�.
Llegado el d�a en cuesti�n, me fui para la casa de mi
hermana, que hab�a salido de viaje a la playa y Susana estaba sola. Llev� mi PC
port�til, donde tengo varias pornos grabadas, as� aumentaba el morbo.
Cuando llegu�, Susana me estaba esperando con su delantal de
trabajo y calzaba unos zapatos de tac�n muy alto... Se ve�a y estaba deliciosa.
Apenas entr� nos besamos con desesperaci�n mientras ella ya ten�a su mano en mi
pija, que reaccion� al instante. Quiero sexo, mucho sexo, me dec�a al
o�do. La tom� y la llev� a su cuarto mientras segu�amos bes�ndonos. Le saqu� su
delantal y estaba sin brassier, solo con la tanguita que yo hab�a dejado con
leche (Todav�a se ve�an las manchas). Me desnud� r�pidamente y ella me cogi� la
pija entre sus manos mientras yo le sobaba sus tetas deliciosas y besaba sus
pezones negros, duros como piedra. Yo estaba totalmente descontrolado ante ese
cuerpo precioso y joven, baj� hasta su vientre y met� mi lengua en su ombligo y
desde ah� baj� hasta su cueva del placer, la bes� por sobre la tanga que ya
estaba mojada de flujos... Que sabor m�s celestial, su olor inundaba mis narices
y me perd�a en la lujuria, completamente dedicado a ese co�o. Le arranqu� la
tanga y hund� mis labios en su concha, mamando como un enajenado, le met�a la
lengua lo m�s adentro que pude, embriagado en su sabor... Ella apretaba mi
cabeza hacia su pubis mientras se mov�a como una zorra desesperada y me ped�a
m�s. Su chochis chorreaba como una catarata e inundaba mi boca, sus piernas
estaban ya mojadas de su propio licor. La acost� en la cama y comenc� a besar
los dedos de sus pies, uno a uno, y as� fui bajando por sus piernas hasta llegar
nuevamente hasta la fuente inagotable de su co�o. Baj� un poco m�s y hund� mi
lengua en su culo, d�ndole golpes en la entrada del ano. Ella se retorci� de
placer y no soltaba mi cabeza. Logr� zafarme y sub� por su cuerpo hasta sus
tetas ricas, mord� sus pezones con deleite y luego nos besamos... Esos labios
carnosos eran la perdici�n, no pod�a parar de besarla.
Ella se fue acomodando hasta que logr� ponerse en un 69
encima m�o y, sin m�s ceremonia, se meti� mi pija en su boca caliente y h�meda y
ah� cre� que explotaba de placer, al fin esa boca me com�a la pija, tal cual
hab�a so�ado. Nos dimos de mamar como locos hambrientos hasta que no pudimos m�s
y nos corrimos intensamente, yo en su boca y ella en la m�a; nos inundamos de
nuestros jugos el uno al otro y luego nos besamos mezclando nuestros jugos y
sabores.
Nos miramos y nos sonre�mos apenas. En sus ojos hab�a un
brillo lujurioso que me conmovi� mientras me dec�a Quiero fundir mi carne en
la tuya, quiero coger hasta que quedemos pegados como perros. Cerr� sus ojos
negros y me bes� con una pasi�n diferente, m�s calmada, pero m�s ardiente.
Luego les mandar� la segunda parte de este relato. Si les ha
gustado, en especial a las mujeres, escr�banme a
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