Relato: Otra navidad con la misma prima Hola, hace poco envi� un relato llamado "Mi navidad con mi
prima" y promet� que enviar�a la continuaci�n de nuestra historia. Lo prometido
es deuda.
Despu�s de lo que pas� el a�o pasado con mi primita (jajaja,
primita? si tiene 21 a�os... en fin) no pod�a esperar el momento de volverla a
tener, durante todo este a�o no me involucr� con nadie sexualmente, tuve una
novia pero era una mocosita de 15 a�os que, aunque estaba bastante buena pues
ten�a unas tetas de concurso incre�bles para su edad, segu�a siendo en muchos
aspectos una ni�a, as� que no hice nada con ella. Despu�s conoc� al amor de mi
vida, es la mujer con la que quiero casarme alg�n d�a, y como podr�n comprender,
ese amor no me permite arriesgarme a arruinar las cosas con ella, adem�s de que
la quiero para m�s que s�lo sexo.
En fin, siguiendo con la historia, resulta que este a�o
volvimos a viajar a la ciudad de M�xico para pasar las fiestas navide�as all�,
despu�s de un largo y tedioso viaje, al fin llegamos. Yo me mor�a de ganas por
ver de nuevo a mi prima, pues ella si que sabe como prenderme de verdad. En fin,
al verla si que estaba preciosa pues como ya dije, tiene un cuerpo espectacular
y un super culo de concurso... eso que no es mi parte favorita de la fisonom�a
femenina. En fin, ese mismo d�a comenz� todo de nuevo, al parecer mi prima
tambi�n ten�a muchas ganas de verme y de... sentirme. Me salud� muy
euf�ricamente. Como una hora despu�s de haber llegado nosotros a casa de mi
abuela, est�bamos platicando todos en el comedor muy c�modamente mientras que mi
prima y yo est�bamos abrazados en el pasillo platicando tambi�n con todos. Al
percatarme de que todos los que estaban en la casa se encontraban en ese momento
en el comedor, quise probar mi suerte para estar seguro de que lo acontecido el
pasado invierno no hubiera sido un incidente aislado. Comenc� a sobar la espalda
de mi prima suavemente, como est�bamos de frente al comedor, nadie pod�a ver lo
que yo hac�a con mi mano. Segu� un buen rato acariciando la espalda de mi prima
que llevaba puesta una blusa con un sueter ligero y una falda que llega debajo
de las rodillas de una tela muy delgada, y unas medias. Mientras segu�a con mi
labor cari�osa, cada vez me atrev�a a ir un mil�metro mas abajo, me acercaba
lentamente a su precioso trasero, hasta que me anim� a posar mi palma
completamente sobre uno de sus gl�teos. Fue entonces cuando supe que estas
fiestas me la iba a pasar muy bien. Segu� con mi tarea, e incluso me atrev� a ir
m�s all�, comenc� a acariciar su hermosa piel a la altura de la cintura,
levannt� un poco su blusa y sueter, y comenc� a tocar toda su perfecta espalda
con mi mano, un poco fr�a, debo decir, pero claro que con toda la calentura del
momento eso fue cambiando.
Esto era genial, ten�a mucho tiempo que no me exitaba de esta
manera y ahora estaba a punto de repetir la aza�a del a�o pasado con mi prima.
Ella aparentaba como que nada estaba sucediendo, frente a la familia y yo hac�a
otro tanto, tratando de mantenerme atento a la pl�tica. Despu�s quise probar m�s
suerte y comenc� a introducir mi mano lentamente por debajo de su falda y me
encontr� con una agradable sorpresa, debajo de sus medias ella estaba usando una
tanguita de hilo dental!!! Era fabuloso pues pod�a acariciar todo su redondo y
firme trasero a mi entero antojo, ella s�lo me acariciaba la espalda y nadie se
daba cuenta de lo que suced�a, yo hab�a perdido casi completamente el hilo de la
pl�tica que se llevaba a cabo en el comedor.
Entonces, aunque en el momento yo no lo conisder� de esa
manera, sucedi� algo afortunado, mi madre me pidi� ir a donde estaba su maleta
en una de las habitaciones para traerle algo. Maldiciendo mi suerte, obedec�,
abandon� el interior de la falda de mi querida prima y me dirig� a buscar lo que
mi madre me hab�a pedido.
Al regresar mi primar se hab�a cambiado de lugar y se sent�
sobre el mueble grande que no se como describir, que se encuentra junto a la
mesa, yo me resign� confundido ya que no sab�a si en realidad mi prima quer�a
seguir con esos "juegos" o es que s�lo se aguantaba para no pasar una verguenza.
Afortunadamente mis dudas se apaciguaron pues al cenar ella
se levant� y, como yo me hab�a parado a un lado de donde ella se hab�a sentado,
tom� su lugar parada junto a mi, arrinconados en la esquina del comedor, donde
le d�bamos frente a todos y tampoco pod�an ver lo que pasaba con mi mano, as�
que decid� recomenzar con el acercamiento estrat�gico. Volv� a abrazarla por la
espalda, y esta vez, sin m�s miramientos, comenc� a introducir mi mano debajo de
la tela de su falda y medias por la cintura, nadie se percataba y comenc� a
magrear los gl�teos de mi prima sin compasi�n, fuertemente, a lo que ella s�lo
respond�a con caricias en mi espalda que me indicaban si deb�a seguir o
detenerme. Al calentarse un poco m�s las cosas, continuando con la pl�tica con
el resto de la familia, introduje mi mano por debajo de su peque�a tanga de hilo
dental e hice mis avances con mucho esfuerzo hasta que logr� llegar a su
conchita por entre sus piernas, desde su espalda. Yo no s� como fue que lo
logr�, ni como pas� para que nadie se diera cuenta, pero el caso es que comenc�
a acariciar su rinc�n m�s escondido con mis dedos, buscando lo que me parec�a
que era su cl�toris comenc� a masturbar a mi primar en frente de toda la
familia!!! Era incre�ble y me estaba costando bastante trabajo discimular mi
erecci�n.
Ella se inclin� hacia mi o�do como para decirme algo en
secreto, todo lo que dijo era "ahh, ahh" y me hizo saber por medio de peque�os
gemidos y respiraci�n entrecortada, que lo estaba disfrutando. No pudimos
terminar pues se tuvieron que ir ya que se estaba haciendo tarde.
M�s adelante, la continuaci�n de esta historia...
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Relato: Otra navidad con la misma prima
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