A media ma�ana sent� que alguien venia por los pasillos y la
llave dando vuelta, me dirig� solo al dormitorio esperando que me
desengrillaran, esta vez Gerardo fue el que me liber�. y me dejo solo y a
oscuras. Alguien paso y la puerta se cerro mi coraz�n lat�a fuerte, la
expectativa me estaba matando.

De pronto mi coraz�n se helo, por un segundo se detuvo. Al
principio sent� una mano delicada que tomaba la m�a para que la acariciara, al
sentir un par de tetas, primero pens� que era un travest�, al fin de cuentas la
apuesta consist�a en eso, pero al seguir bajando me di cuenta que lo que tenia
ah� era una concha h�meda que llenaba el ambiente con su olor.

Me mord�a los labios de furia, pero sabia que tenia que
soportarlo. La puerta

estaba entreabierta y desde all� los muy taimados me miraban
y se re�an Ella me tomo la cabeza entre sus manos y me lo acerco a su vagina,
para que se la comiera, a modo de venganza, comenc� a juguetear con su cl�toris,
mi lengua imaginaba que estaba lamiendo un pene peque�o, solo que sent�a jugos a
los que no estaba acostumbrado. De repente un mont�n de lubricaci�n comenz� a
bajar llenando mi boca, me di cuenta as� que hab�a llegado a un orgasmo.

- no lo hago tan mal- pens�. Aproveche todo ese liquido para
lubricar el culo de ella, le met�a los dedos, de modo que tenia el culo lleno de
cuatro dedos y la concha con mi lengua. De pronto me tiro sobre la cama y se
sent� a horcajadas sobre mi, pero mi verga no quer�a saber nada de cojer a una
mujer, restregaba su vulva sobre mi y acabo otra vez. Pero no lograba excitarme
solo cuando la tomo y la puso en la puerta de su culo, la sangre empez� a
bombear y se puso tiesa y dura, imagine que estaba con Hugo y comenc� a embestir
lo mas fuerte y r�pido que pude para terminar con este asunto de una vez.

Cuando comenc� a estirar las piernas, ella se dio cuenta que
ya me venia y se separo de mi. Me dio vuelta me abri� las piernas frot�ndome su
concha contra mi ano y no se en que momento se puso el arn�s con el vibrador
correctamente colocado y as� sin ning�n juego preliminar me lo enterr� hasta que
sent� los remaches del cintur�n. Sus manos pellizcaban mis pezones y sent�a sus
tetas en mi espalda y su gemido. Logr� que me calentara de modo que mi pija se
puso dura. sent�a cada embestida furiosa, como si se desquitara de todos los que
le rompen el culo.

- Te gusta as� putita?- me susurraba

Mi verga estall� en un chorro de leche que llego a una de sus
manos, la cual la llevo a mi boca para que la chupara, mientras mi culo llegaba
al orgasmo. Quede laxo mientras ella segu�a cogiendome y pregunt�ndome si me
gustaba. Sus tetas as� de apretadas comenzaron a largar leche que se juntaba con
mi sudor corriendo por mi espalda hasta mi raja que de tanta humedad chasqueaba.

Solo me solt� cuando acabo una vez mas, se tiro sobre mi y se
quedo acostada un rato todo el cuarto tenia olor a leche y sudor; logr� zafarme
y cuando el juguete sali� de dentro m�o emiti� un plop.

Me ten�a que ir a duchar, as� que fui hasta el bar, me tom�
un whisky y fum� un cigarrillo mientras V�ctor y Gerardo sentados en el sill�n
se mor�an de risa. Cuando sal� de debajo del agua, me engrillaron nuevamente.

- En un rato llega el almuerzo- me dijeron y se fueron otra
vez.

Me hab�a dormido profundamente en el sill�n. Me despert�
sobresaltado sin saber en donde me encontraba, me hab�an llevado a la cama, que
ol�a a limpio, sacado el cintur�n y atado ambas manos a la cabecera. Al lado
estaba la mesa de desayuno llena de salsas y comida, como as� tambi�n una
botella de vino tinto. hab�an cubierto la cama con un nylon grueso. La tenue luz
me dejaba adivinar la figura de un hombre gordo casi obeso, luego note que
estaba desnudo, era calvo pero su cuerpo estaba lleno de pelos.

Su miembro era de un tama�o normal, algo grueso pero a
comparaci�n de su cuerpo parec�a diminuto. Tenia unos ojos verdes esmeralda
hermosos y una voz grave.

- Es hora de almorzar- me dec�a mientras me untaba con catsup
el miembro, de modo que chorreaba hacia los test�culos y mi agujero. Le puso pan
alrededor y lo com�a como a un perro caliente. Lo hacia con tal avidez que me
empezaba a enloquecer. Al finalizar con el pan lam�a el catsup derramado con su
lengua que era una serpiente que se enroscaba se llevaba de a uno los huevos a
su boca y luego juntos, sigui� bajando y lam�a los bordes de mi ano que se abr�a
hambriento de tal arte.

- Y ahora la entrada- tomo un pu�ado de tomates cereza que me
introduc�a de uno, sent�a como me iba llenando de a poco, luego tomo un huevo
duro al que previo lamerlo me lo fue introduciendo despacio, mi cuerpo se
retorc�a y me hacia gemir, cada vez que se sal�a, �l lo volv�a a empujar, trato
de poner otro pero mi culo ya estaba lo suficientemente lleno y a medida que, la
comida iba saliendo la iba comiendo con hambre perruna. Me hacia abrir la boca y
me arrojaba los tomatitos para que tambi�n comiera. sent�a al morder, los jugos
de mi ano que condimentaban aquellos rojos bocaditos, logrando que se me pusiera
terriblemente dura

sigui� con las hortalizas, tomo un zucchini y me lo introdujo
desde la parte mas gruesa lo que me provoco un espasmo. Cuando ya estaba todo
adentro tomo un par de zanahorias y se puso a jugar me pon�a la puntas y hacia
c�rculos para que mi agujero quedara bien abierto, una vez que lo logro trato de
meterlas juntas, logrando que mi cabeza chocara con el cabezal de la cama. Se
las puso a comer a dentelladas, mientras yo comenc� a empujar la calabacita
hacia fuera lo que me provoco un orgasmo anal.

Le sigui� la hora de los embutidos. Tomo un salchich�n y me
lo puso en la boca para que lo chupara lo fue bajando de a poco dando peque�os
c�rculos en mis pezones, haciendo lo mismo en mi ombligo y al llegar a la altura
de la pija, lo froto de arriba a abajo llen�ndolo de liquido preseminal para
llev�rselo a la boca. Puso la mitad dentro m�o y se lo empez� a comer; sent�a
como iba llegando cada vez mas cerca de mi agujero y como con habilidad, le
pegaba mordiditas que me pon�an la piel de gallina. Cuando termino me dijo que
ya era hora de tomar algo me levanto la cabeza y puso en mi boca la botella de
vino, pod�a sentir como calmaba mi sed escap�ndoseme gran cantidad de la cual el
beb�a especialmente cuando pasaba por mis tetillas, deteni�ndose especialmente a
beber con fruici�n de mi ombligo.

- Ahora viene el postre � me dijo y comenzo a lamer mi glande
como si fuese un helado. Se puso de pie me abri� las piernas y coloc� su miembro
sobre mi culo, sus manos ya estaban a cada lado de mi cuerpo y de ese modo,
realizo su primera embestida con todo su peso. Abr� mas las piernas para que
pudiera entrar mas. Su barriga aplastaba mi pija y mis huevos, d�ndoles una
c�lida presi�n. Yo le chupaba las tetas logrando sacarle unos gemidos que me
calentaban. Ve�a su rostro lleno de placer y agradec� el hecho de ser como soy y
de no arrepentirme de haber elegido ser gay.

Cuando me dio su lechada me abrazo y me dio un beso profundo
mientras que mi verga derramaba su leche en el c�lido nido en donde estaba.

As� como estaba, y con las manos desatadas, le tome la cabeza
le di un beso de adi�s, me di media vuelta y me dispuse dormir una corta siesta.
Estaba agotado y sab�a que el d�a aun no hab�a terminado.