MI AMIGO OMAR
Una tarde, ya cayendo la noche, decidi matar el aburrimiento
y me fui al cine, siempre tuve sierto morbo al ver pel�culas de gays y recordaba
los tiempos en que compar�bamos tama�os de vergas con mis compa�eros de escuela,
a los cuales muchas veces observe en las duchas, en ese entonces ellos tenian
mayor tama�o, pero ahora a mis 23 a�os poseia un tremendo aparato que disfrutaba
al m�ximo cuando estaba solo o con algun amigo, debo aclarar que soy gay 100% y
disfruto al m�ximo mi sexualidad.
Aquella tarde entre al cine, en toda la sala no hab�a m�s de
15 o 20 personas. Sub� al piso superior y me sent� en la butaca. A unas 20
sillas de la m�a hab�a un joven alto, de tez blanca, con ropa color claro que
tambi�n me miraba. Varias veces m�s cruzamos nuestras miradas y ya yo estaba un
poco nervioso.
De pronto, sent� que se levant� de su asiento y se sent� tras de m�. Al comenzar
la pel�cula instintivamente comence a masajearme mi bulto por encima del
pantal�n, yo estaba bien caliente, aunque muy nervioso, deje de mirarlo y me
concentre en la pel�cula mientras veia en la pantalla dos machos en un
fantastico 69, mi mano acariciaba mi bulto, sentia mi pantal�n explotar
acariciando mi bulto, cai en cuenta que aquel muchacho tenia clavada su mirada
en mis movimientos, tal vez en mi entrepierna, se paro de su silla y sento junto
a mi.
El joven aunque algo delgado ten�a una musculatura enorme en
sus brazos y piernas, mi coraz�n lat�a muy aprisa, sin ningun reparo tomo mi
mano y la puso sobre su muslo donde pude notar unos jeans muy ajustados que
aprisionaban lo que parecia ser unas poderosas piernas. Su brazo libre rodeo mis
hombros y comenz� a acariciarme el cabello.
Mov� mi mano lentamente hacia arriba y not� un bulto enorme y
calido bajo su pantal�n. Lo toqu� y apret� lentamente, la mano me temblaba. El
me estimul� a que lo hiciera, mi mirada seguia fija en la pantalla. Mi mano
sigui� hasta su cremallera e intent� abrirla, pero el pantal�n estaba tan
ajustado que no pude. Entonces el me ayud�. Mi mano penetr� en su ropa interior
y de inmediato toqu� directamente su calida verga, la saqu� fuera y pude darme
cuenta que era lo m�ximo que hab�a visto en verga. Lo mire sin soltar su miembro
y el me atrajo violentamente con su brazo y su lengua se incrusto en mi boca,
estaba tan excitado o mas que yo.
Su mano empuj� suavemente mi cabeza hacia abajo y sin
importarme si me observaban, aspire su aroma a macho caliente y bes� varias
veces con la punta de mi lengua la cabeza de su verga. Mis dos manos, una sobre
otra, sujetaban su polla y a�n se dejaban ver varios cent�metros que cubr� con
las acciones de mi lengua. El se revolv�a en el asiento y yo devoraba aquel
pedazo todo lo que podia, me arrodille frente a el y a media luz pude comprobar
el magnifico y grueso tallo que tenia ante mis ojos, su verga gruesa y venosa
remataba con un gordo y colorado prepucio, dos magnificas y peludas bolas
invitaban a ser chupadas, suavemente comence mi labor con gran deleite, aquella
tranca era la mejor que habia probado, me tomo la cara con sus manos y
nuevamente me propino un delicioso beso, esta vez el que respond� violentamente
fui yo, busque su lengua traspas�ndole su liquido preseminal. Continue durante
breves instantes con mi labor oral sobre aquel pedazo de carne viviente, luego
el levanto mi cabeza, se guardo su descomunal aparato, se incorpor� y me dijo
que lo siguiera hasta los ba�os.
Me levant� autom�ticamente y al llegar al ba�o entramos al
cuartito, lo vi de pie, era muy alto, unos 75 kilogramos de peso, en un segundo
se bajo sus pantalones y se quedo sosteniendo la enorme verga con su mano. De
inmediato me sente en el retrete y casi sin darme cuenta introdujo su enorme
aparato en mi boca. Coloc� sus dos manos tras mi cabeza y a la vez que se mov�a
desesperadamente en mi boca, apretaba mi cabeza contra su polla. Yo casi no
pod�a respirar. As� estuve m�s de diez deliciosos minutos d�ndole lengua a su
aparato, masajeando su tallo y aspirando el aroma de su sexo, mi lengua recorria
su tallo en toda su extensi�n, deleit�ndome con su pronunciada vena hasta llegar
a la cabeza, alli daba largos lenguetazos y luego me la introducia nuevamente
mamandosela como nunca recuerdo haberlo echo.
De pronto sent� un chorro enorme caliente y espeso que
inundaba mi boca y garganta. Tuve que tragar una gran cantidad de leche, otra
parte sali� por las comisuras de mis labios y moj� mi camisa, pantal�n y hasta
uno de los zapatos. Me deleite con su cremosa leche, su sabor exquisito llenaba
mi paladar, engulli totalmente su barra chorreante repas�ndola una y otra vez
para no perder nada de aquel preciado manjar, su liquido pegajoso me encantaba.
Pens� que todo hab�a terminado, pero sigui� ah� unos minutos m�s. Me tom� de las
manos y me levant�, bajo su boca a la m�a y me bes�. Su lengua se enred� con la
m�a hasta que no pude m�s y le pregunt�:
- �Nos veremos otra vez?
El sonri� y me dijo:
- Desde luego, mamas delicioso, me llamo Omar.
Abandon� el ba�o. Me demor� unos minutos m�s, limpiando con
mi pa�uelo las consecuencias de aquel encuentro. Sal� por fin a la calle y
aunque trat� de pensar en otras cosas solamente ten�a ante m� a Omar, su fuerte
constituci�n, su poder persuasivo, su verga y ese perfume extra�o que nunca he
podido olvidar.
Al otro dia veo que tocan a mi puerta y era Omar.
Entonces, disfrutaste del cine? me dijo muy sonriente, tan
pronto abri la puerta
Yo me re�, Qu� quieres que te diga?, en eso bajo la mirada
para verme el bulto: decime que te gust� mucho la mamada que te hice, y que
quieres que te d� otra, �l solo respondi� sob�ndose el bulto. Sin mediar mas
palabra se me abalanzo y rode�ndome con sus fuertes brazos fren�ticamente su
lengua se introdujo en mi boca, como besaba el condenado!!!!. El se calento y me
desabroch� los jeans. Al parecer ten�a en mente devolverme la mamada, porque se
arrodill� frente a m� y me baj� los calzoncillos. Me agarr� la verga con una
expresi�n de anhelo tal, que parece que hab�a ansiado todo el d�a poder jugar
con ella. No perdi� tiempo en meterse la verga dentro de la boca y empezar a
chupar con desesperaci�n. Yo exhal� extasiado con el chupeteo de sus labios y lo
agarr� por la cabeza. Cerr� los ojos por unos momentos. En lo que los abr�, v�
que Omar se hab�a sacado y masajeaba su verga con un entusiasmo animal.
Omar levant� la vista como para comprobar que me estaba dando
placer. Que rico ver mi verga penetrando la boca hambrienta de Omar. �l respir�
hondo y empez� a pasarme la lengua alrededor de la cabeza de la verga. Yo gem�a
del placer, mamaba como un experto, mi verga estaba totalmente erecta y mojada
en la mezcla de mis jugos y su saliva.
Luego, Omar le di� un descanso a su lengua pero prosigui�
masturb�ndome, al tiempo que frotaba su gorda verga.
Omar se sent� sobre el sofa y yo me le arrodill� enfrente. Le
agarr� la verga: lo ten�a calent�simo. Lo pajeaba lentamente mientras detallaba
la cabezota. Realmente era grande, muy grande, deliciosamente grande!!!!. Se lo
bes� y lo lam� con fuerza , pero apenas me lo coloqu� en la boca, Omar acab�, me
premio con su rica leche.
Omar se desnudo por completo. Su fl�cido miembro colgaba entre sus piernas como
una morcilla, brillaba con su semen, realzaba con la maleza negra de su vello
p�bico. Se me acerc�, agarr� mi jean por la cintura con ambas manos y de un
tir�n me los quit�. Mientras se acost� encima m�o entre mis piernas abiertas, y
empez� a besarme en la boca y a refregar su pene contra mi entrepierna. Mi verga
empez� a endurecerse ante el movimiento er�tico. Omar sab�a besar como nadie.
Con su boca me recorri� el cuerpo, bajando por mi pecho en lento descenso
buscando su manjar favorito: Mi erecta y gruesa verga.
Empez� a chuparme, pero le ped� que me diera a probar su verga, as� que nos
pusimos en un rico 69. No vacil� un momento en besar esa cabezota, pasarle
la lengua por la punta y los lados y luego abrir la bocota al m�ximo para
introduc�rmela. Empec� a chupar con fervor aquel pollon grueso mientras sent�a
como �l me com�a el m�o expertamente. Con algo de esfuerzo pude introducirme el
vergon de Omar en la boca hasta que lo �nico que pod�a ver eran dos peludas
pelotas. El empez� a cogerme la boca cadenciosamente, follaba con maestria.
Pens� en devolverle la acci�n pero fue ah� donde me d� cuenta que ya hab�a
dejado de mamarme.
Cambiamos de posici�n y Omar se acost� de espaldas mientras yo le segu�a
chupando. Empez� a darme direcciones. Donde lamerle, como dedicarle tiempo a sus
test�culos olorosos a macho. Pero yo siempre volv�a a jugar con la fascinante
cabezota de su verga. La besaba amorosamente, la recorr�a completamente con mi
lengua y me la met�a toda a la boca. Omar gem�a de gusto y sent� que ahora yo
estaba para darle placer y �l para ser ser complacido. Sin embargo tambi�n era
cierto que �l estaba a mi merced. Esa ilusi�n me dur� poco porque empez� a gemir
m�s pronunciadamente, me agarr� la cabeza entre las manotas y se qued� inm�vil
al tiempo que vociferaba y me inundaba la garganta de su deliciosa leche. Mucha
de ella se me derram� y le cay� en la panza. Yo s�lo segu�a refregando con mis
manos el baboso y fl�cido miembro. �l coment�: Quieres ver lo que se siente tu
verga metido en un culote caliente?. Omar se levant� y empez� a buscar en su
ropa, en su chaqueta. Que buscas?
La vaselina papito ! Si me clav�s ese monstruo de verga que
ten�s, as� como as�, me v�s a partir en dos ...Omar me mostro un pote de
vaselina, con la que me embadurn� la verga. "Tronco de verga que me v�s a
meter". Nos re�mos y �l se acost� boca abajo en la cama. Yo lo mont� y atraves�
mi verga entre sus nalgas. Empec� a deslizar mi engrasado miembro entre las
masivas paredes de carne sin penetrarlo. Poco a poco sus nalgas se fueron
lubricando y el acolchonado culo me produc�a un placer indescriptible. Pude
haberme contentado f�cilmente con acabarle as� , pero �l no estaba conforme:
Esta sabroso eso ..., pero ahora met�melo por el culo, comete
ya mi orto ... Me detuve y �l con sus manos separ� sus cachetes. Yo met� los
dedos en la vaselina, se los restregu� en ese peludo ojo de culo. Acto seguido
me posicion� para colocar la cabeza de mi verga en la entrada y empuj� de un
s�lo golpe. Omar gru�� ante la invasi�n repentina y total.
Con la verga metida en ese culote caliente y sabroso, empeze
a bombear. Antes de ese momento, Omar hab�a sido un ejemplo de comportamiento
masculino, pero en cuanto empec� a deslizar mi verga entre sus nalgas perforando
su ser con mi hombr�a, empez� a suplicar como una hembra en celo: Ay Carlos que
rico, papi, dale as�, que rico cule�s papito. Yo decid� seguirle el juego:
- Te gusta Omar ? Te gusta que te la d�n por el culo? Anda,
comete mi polla, gozala, dame ese culo-.
- Ay si, m�temelo duro papito, que verga tan sabrosa!
respondi� �l a la vez que meneaba su culo y lo empujaba para atr�s tratando de
clavarse a�n m�s mi verga.
Siendo el culo de Omar tan estrecho y caliente, no tard�
mucho en sentir que el climax estaba cercano. Apur� el ritmo y empec� a jadear.
Con un �ltimo empuj�n le inyect� varias dosis de leche en lo profundo de su
orto. Me tir� encima de �l, agotado. Lo abrac� un rato mientras mi pene perd�a
fuerza dentro de sus chorreadas entra�as. Lo desmont� y me acost� a su lado.
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