Relato: Un nuevo masaje La verdad es que nos gustan los masajes, es un placer que
compartimos, dar y recibir, a ella le relajan a mi no, me excitan una
barbaridad.
Por una vez deseaba que ella sintiera lo mismo que yo ante un masaje, ahora les
voy a contar de como consegu� que disfrutase de un masaje distinto.
Era verano y hacia un calor insoportable, ella se paseaba por casa con un bikini
reci�n comprado, eso me excitada un mont�n y lo sab�a, intent� hacer que se
quitase el bikini pero se negaba a ello, quer�a excitarme m�s. Entonces le
propuse darle un majase sin quitarse el bikini con el fin de refrescarse.
-Acepto - me dijo
-De acuerdo, pero no puedes hablar nada y debes hacer todo aquello que yo te
indique.
-ok.
Primeramente de vende los ojos con una seda oscura y comenc� a aplicarle
suavemente crema en sus hombros y brazos. Fing� que me molestaban los lazos del
corpi�o y desat� el nudo posterior, continu� masaje�ndola, segu� por la espalda
y los hombros, entonces me molestaba el engarce posterior, que presto quite,
ahora estaba desnuda toda su espalda, note el principio de una erecci�n, el
resbalar de mis manos por aquella piel tan suave ya me estaba excitando.
Fui llevando la crema por debajo de sus brazos hacia delante, toc�ndole con la
punta de mis dedos suavemente el costado de sus senos. All� ella se estremeci�
de placer; proced� a untarme las manos nuevamente de crema y las pose
directamente sobre sus pechos, presion�ndolos ligeramente. Ella emiti� su primer
quejido. Estuve trabajando sus pechos durante unos diez minutos, logrando que
sus pezones se pusieran dur�simos y puntiagudos.
Le hice dar la vuelta y recostarse boca arriba. Comience a acariciarla por los
pechos, su rostro, sus mejillas y la boca. Note como separaba ligeramente los
labios y exhalaba otro suspiro. Prosegu� con el masaje, me deslice por su
abdomen lentamente, rodeando al mismo tiempo sus pechos. Comenc� a masajear sus
piernas, el interior de sus muslos, ella continuaba gimiendo, note como la
braguita del bikini comenzada a mojarse con sus fluidos vaginales, eso consigui�
que mi erecci�n aumentase.
Volv� a darle la vuelta, ocasi�n que aproveche para quitarle la braguita
empapada, repart� crema por sus piernas y su culo. Continu� con verdadera
dedicaci�n el masaje por las piernas, de abajo hacia arriba, en direcci�n a su
co�o h�medo, le dedique especial atenci�n a sus muslos, consiguiendo con ello
que lanzara unos peque�os grititos.
Comenc� a extender la crema por sus preciosas nalgas, me encanta ese poderoso
culo. Seg�n me deslizaba, hund� ligeramente la mano en el canal de sus nalgas,
toque ligeramente su ano, ella apret� con fuerza, cerrando el paso, nunca hab�a
jugado con su ano, cosa que tampoco estaba dispuesto que pasara de hoy, quer�a
que experimentar� el placer que se pod�a obtener de esa zona.
Insist� y comience a masajearle el ano.; le introduje un dedo lentamente,
abriendo poco a poco esa zona inexplorada, al mismo tiempo deslice la otra mano
hacia su vagina empapada, lentamente le met� otro dedo en ella, ahora tenia un
dedo en cada una de sus aberturas traseras, ella gimi� y movi� el culo con
deleite, jugu� con mis dedos, los hice que se tocasen dento de ella a trav�s de
la fina piel que separa su ano y vagina, eso la hizo gemir m�s.
-Quiero tu pene y que me cojas.
-Tienes prohibido el hablar, o sea que c�llate y disfruta.
Saque los dedos y continu� el masaje por su espalda, lentamente, recre�ndome en
cada caricia, ella levantaba su trasero cada vez que me acercaba a el, como
pidiendo que continuase, y yo generosamente le volv�a a insertar un dedo en su
culo ya lubricado, sus gemidos comenzaron a ser cada vez mas fuertes, por fin
empezaba a disfrutar libremente de su ano, note como su co�o chorreaba cada vez
m�s y mi pene amenazaba con salirse del pantal�n de deportes que ten�a puesto.
Me quite el pantal�n y ah� apareci� mi palo enhiesto como una roca, me d� la
vuelta y comenc� a masajear sus hombros al tiempo de colocaba mi pene enfrente
de su boca, le retir� la venda de los ojos, en cuanto se dio cuenta de la
situaci�n no pudo resistirse y se meti� todo el miembro hasta la base,
chupandolo con habilidad y usando su lengua con maestr�a asombrosa.
Ahora ya si est�bamos listos, me di la vuelta y abr� su nalgas y comenc� la
lamerle su co�o, tenia un gusto exquisito y un aroma encantador, cada vez que
llegaba a su cl�toris cerraba sus piernas aprisionando mi cabeza en medio. Luego
sin dejar de trabajar con mi lengua, comenc� a introducirle uno de mis dedos. Su
estremeciendo fue tal que mi verga se puso de piedra.
Me ergu� y puse mi herramienta en la puerta de ese co�o que parec�a una fuente,
le abr� las piernas y comenc� a penetrarla por detr�s, a la vista de ese culo mi
erecci�n aument�, ella gem�a de placer, entonces le introduje otra vez un dedo
en su ano, ella al sentirse penetrada otra vez se abri� todo cuanto pudo, as�
mientras mi pene golpeaba como loco dentro de su vagina, mi dedo jugaba en su
culo dilat�ndolo poco a poco, desvirgandolo, ahora le introduje dos dedos, tenia
que dejar de ser virgen del todo. Entonces dio un gritito rompiendo su silencio,
retire los dos dedos temiendo haberle hecho da�o.
-No lo retires maric�n, que me encanta como me estas follando hoy.
Volv� a introducir los dedos en su trasero, al tiempo que mi pene luchaba como
loco dentro de su vagina, ella comenz� a acariciarse el cl�toris como una
descosida.
Saque los dedos de su trasero y comenc� a darle peque�os azotes en las nalgas
que consiguieron excitarla a�n m�s y haciendo que se moviera con mayor fuerza,
entonces retire mi pene de su vagina, y aproxime la punta a su esf�nter anal, lo
roce lentamente, ella al ver lo que pretend�a iz� mas el trasero y abri� con sus
manos las nalgas. Lentamente comenc� a introducir mi pene en su ano, al
principio note algo de resistencia, pero estaba muy lubricado por lo cual, tras
un par de peque�os golpes, mi pene comenz� a entrar por completo en su culo.
-Humm....que rico....-Comenz� a gemir.
Mi pene comenz� a entrar y salir de su ano, cada vez m�s r�pido, ella mientras
tanto comenz� a jugar con sus dedos en la entrada de su vagina.
-Si.. sigue..ah! que me corro.
Al tiempo se corr�a, por el orgasmo que estaba teniendo parec�a que la
estuvieran taladrando por todos los sitios,( lo cual hasta cierto punto estaba
siendo verdad) gimi�, grito y chill�, mientras yo tenia el m�o vaci�ndome por
completo dentro de su ano.
Retire mi pene de su ano, y al hacerlo y ligero hilillo de semen comenz� a salir
de �l.
Ella se tumb� relajada en la cama, temblando de pies a cabeza mientras yo la
cubr�a de dulces besos por todo su cuerpo.
A partir de ese momento ella comenz� a disfrutar de dos placeres que hasta
entonces no hab�a explotado completamente. Y yo a inventar nuevos juegos para su
placer y mi deleite.
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Relato: Un nuevo masaje
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