Relato: Noche de bodas de una adolescente

ME CASARON CON DON AQUILIANO A LOS CATORCE

JUNIO DE 2000

1.

Esta es la historia de mi primera vez, fue hace cinco a�os,
cuando ten�a 14.

Yo estaba acogida en un Centro Hogar, un internado de
protecci�n fuera de la capital de la provincia, desde que mis padres murieron en
un accidente y mis t�os viv�an lejos, aunque tal vez en el futuro fuese a vivir
con ellos.

En ese tiempo yo estaba en Secundaria, Hab�a una Directora,
do�a Victoria Andrea, que me ayudaba bastante, con la que hac�a mis trabajos y
tareas.

Un d�a conoc� a su hermano, Aquiliano, un hombre como de 55
a�os con cara de duro y muy robusto, entre fuerte y gordo, con olor fuerte a
colonia, desde la primera vez que le vi me trataba muy bien, siempre me invitaba
a las fiestas en su hacienda en el campo, aunque yo no pod�a salir del
internado.

S�lo una vez, en una fiesta de la patrona del pueblo, fui
acompa�ando a do�a Victoria Andrea y dos educadoras m�s. Yo ya ten�a mi cuerpo
muy bien formado, y me parec�a que los ojos de Aquiliano se escapaban hacia m�,
me parec�a que sus ojos brillaban cuando me miraba. Alguna vez me tomaba de la
espalda disimuladamente y pon�a sus manos m�s arriba de la cintura.

El hecho es que, poco a poco, el fue apareciendo cada vez m�s
por el centro, a ver a su hermana, do�a Victoria Andrea, pero siempre se las
arreglaba para hablar un rato conmigo y mirarme. La verdad es que yo estaba
harta de estar encerrada en el internado, era de las pocas que casi nunca sal�a,
no ven�an familiares a buscarme, y no me desagradaba hablar con Aquiliano. A
decir verdad deseaba que do�a Victoria Andrea volviese a llevarme con ella
cuando fuese a la hacienda de su hermano a visitarle.

Y un d�a la Directora dijo que quer�a hablarme de cosas
personales.

Me habl� de su hermano, Aquiliano. De que hab�a enviudado
hac�a cuatro a�os. No hab�a tenido hijos. Los familiares eran s�lo un sobrino de
once a�os, Daniel, que viv�a con �l en la finca. De que su hermano llevaba desde
que enviud� una vida irregular que a ella le angustiaba mucho.

Ella no lo dijo tan crudamente, pero entend� que era un
habitual de aquellas mujeres que se venden, las putas. Tambi�n me habl� de que
hab�a tenido recientemente alg�n problema en el pueblo, por haber tenido alguna
relaci�n con una chica del pueblo casada con uno de sus aparceros. Y as� me fue
explicando cosas, hasta que lleg� al tema principal.

Ella le dec�a a su hermano que ten�a que moderar su vida, que
ten�a que comportarse mejor, que no deb�a dar mal ejemplo en el pueblo. �l le
dec�a que no pod�a estar sin una mujer. Ella le hab�a dicho que se volviese a
casar. Entonces, su hermano le dijo que se hab�a fijado en m�, dec�a que yo era
una buena chica y muy guapa, y le hab�a dicho a ella que me preguntase si me
quer�a casar con �l.

Me qued� sorprendida, y mi coraz�n se aceler�. No lo
esperaba, aunque la verdad es que no se si me sorprendi� mucho, yo me hab�a dado
cuenta de c�mo Aquiliano me miraba. Era un hombre mayor, un campesino rico, y se
quer�a casar conmigo�

Pero al mismo tiempo, aquello significaba que saldr�a del
internado, que no tendr�a que hacer m�s lo que me dec�an las monitoras, que
tendr�a mi propia casa, a cambio, ya lo sab�a, que Aquiliano, como ser�a mi
marido, se acostase conmigo cada noche y me metiese "aquello" en mi cuerpo�

Le pregunt� do�a Victoria Andrea qu� pensaba ella, aunque ya
lo sab�a, sino no me lo habr�a propuesto. Efectivamente, me dijo que aunque
nuestra edad era muy diferente, yo era una chica discreta y decente, y podr�a
cuidar a su hermano y a la casa, que despu�s quedar�an para m�, incluso la parte
que le correspond�a a ella, me dijo, ya que tampoco ten�a descendientes.

Me dijo que yo podr�a hacer que su hermano abandonase la vida
disipada que llevaba desde que enviud�, ya que, me dijo, lo que necesitaba
Aquiliano era tener en casa lo que estaba buscando fuera. Si estaba casado con
una chica como yo, volver�a a ser la persona de orden que siempre hab�a sido. Y,
me dijo, aunque tuviese que estar con mi marido, siempre ser�a m�s libre que
all� en el centro.

Y ella sab�a de cuando yo la hab�a acompa�ado a la hacienda
familiar, que me gustaba la casa de ellos, que era muy grande y bien decorada, y
rodeada de cuadras, corrales, campos de cultivo, viviendas de aparceros y
jornaleros� Ahora, era verdad que su hermano ten�a muchos m�s a�os que mis
catorce, o sea, que yo lo hab�a de pensar y decidir�

2.

Hab�a poco que decidir�

La boda se celebr� en la capilla de la hacienda. Aquiliano
gestion� los permisos necesarios por ser yo una menor, y do�a Victoria Andrea,
como tutora legal dio su consentimiento a mi enlace con su hermano. De hecho,
hasta el d�a de la boda, pocas veces, pr�cticamente ninguna, habl� a solas con
mi futuro marido, ya que siempre hab�a do�a Victoria Andrea u otras profesoras
del centro.

Pero la mirada de Aquiliano, ahora ya era sonriente cuando
estaba conmigo, me observaba fijamente, sonre�a, yo notaba c�mo me desnudaba con
la mirada, sab�a, lo adivinaba con toda seguridad, que se imaginaba a si mismo
en la cama conmigo, sab�a que pensaba en la noche de bodas, sab�a que �l se ve�a
a s� mismo meti�ndome aquello en el vientre�

Y no era para mi una sensaci�n extra�a, aunque era un hombre
mayor, yo tambi�n pensaba ya en las noches en aquello, y no ten�a la sensaci�n
de asco de las primeras veces que me hab�a pasado aquella idea por la cabeza,
no, era algo inquietante, casi me excitaba, o, mejor dicho, me tocaba pensando
en Aquiliano estirado desnudo encima de mi meti�ndome aquello en el cuerpo, me
tocaba imagin�ndome a su boca, que ol�a a alcohol y tabaco aplastando mis
labios�

Y cuando �l, con disimulo, delante de su hermana o de otras
educadoras, me agarraba por la cintura o pon�a su mano en m hombro, me
estremec�a� Y un d�a, poco antes de la boda, me dio, disimuladamente, un
pellizco en el culo que me hizo ponerme colorada�

Los �ltimos invitados se hab�an ido. Est�bamos solos en la
casa, la familia que hac�an de criados viv�a en una casa peque�a situada a unos
cien metros, cerca de las cuadras.

Yo me fui al cuarto de matrimonio, era la primera vez que iba
a dormir en �l, no me cambi�, pero me desaboton� los dos botones superiores de
mi blusa, por lo que dejaba ver bastante de mis pechitos, me sent�a algo
excitada, la bebida que tom� en la fiesta de boda me hab�a hecho mucho efecto,
yo no estaba acostumbrada a beber�

Me sent�a cada vez m�s excitada, fui al ba�o a mojarme la
cara, pero all� estaba Aquiliano, no me hac�a a�n a la idea de que era mi
marido, no imaginaba yo que me har�a a la idea muy r�pidamente, cuando �l
roncase estrepitosamente durmiendo desnudo a mi lado, despu�s de haberme follado
por primera vez�

S�, �l estaba cambi�ndose, me acerqu� e inconscientemente me
agarre a �l para no caerme, la bebida ya he dicho que me hab�a afectado mucho,
despu�s reaccione, y le ped� perd�n y me fui a mi cuarto, despu�s el llego a mi
cuarto, me dijo que yo le gustaba, que estaba muy buena, yo le o� como si todo
fuese un sue�o, me qued� mir�ndole como una tonta, entonces me tomo por los
hombros y me bes�, fue un beso violento, nuestras lenguas se enredaron, despu�s
me desnud�, sin que yo pudiera hacer nada por evitarlo, me qued� s�lo con las
braguitas, y �l se quito la bata, me recost� en la cama y me besaba mis pechos,
al mismo tiempo que su mano me acariciaba entre las piernas.

Despu�s me pregunt� si quer�a pas�rmelo bien, yo le dije que
si, pero no sab�a qu� quer�a decir �l, entonces todo fue como en una revista
guarra que vi una vez a escondidas en el internado, que hab�a tra�do una de las
chicas, lo primero que vi fue que �l estaba completamente desnudo, se acababa de
bajar los calzoncillos, se arrodill� encima de mi�

Le vi el pene, era gigantesco, parec�a un chorizo, hizo que
lo cogiera con mis manos y que se lo moviese, primero me dio algo de asco pero
luego me parec�a estar jugando, sent�a una sensaci�n de excitaci�n, �l ol�a a
colonia, a tabaco, a alcohol, pero aquel olor parec�a gustarme, su pene se
endureci� a�n m�s, tenia que usar las dos manos para mov�rselo, puesto que era
muy grueso y con una sola mano no lo pod�a tomar por completo; �l me besaba y me
tocaba�

Yo le dejaba hacer, me gustaba sentir que estaba jugando con
mi cuerpo, toc�ndome por todas las partes, entonces not� como Aquiliano, poco a
poco, lentamente, me bajaba la braguita hasta sac�rmela del todo, yo, asustada
lo mir� a los ojos y me dijo: -lo haces muy bien, Silvia, eres una chavala
s�per, creo que te voy a follar ya mismo� -

Al escuchar eso me excite al tiempo que sent�a una sensaci�n
de terror! Iba a ser mi primera vez, not� que me faltaba respiraci�n, que ten�a
que marcharme de all�, intent� moverme, pero �l me sujet� fuertemente contra las
s�banas, �l sonre�a, yo me mov�a y a �l le encantaba, parec�a excitarse mucho
sujet�ndome mientras yo me mov�a para escapar de su abrazo, aplast� sus labios
en los m�os y estuvo un largo rato bes�ndome paseando su lengua por mi boca
mientras me apretaba los pechitos�

Me mord�a el cuello, me pellizcaba el culo, me apretaba el
sexo, hasta que al final dej� de resistirme, y, no s� c�mo, me di cuenta de que
le hab�a abrazado, que dejaba que me besase y me mordiese, y que el peso de todo
su cuerpo descansaba en el m�o, aplast�ndome, casi sin dejarme respirar�

�l sudaba y me mov�a, y me dijo: -ahora, peque�a, ahora, s�,
ahora, ver�s como te gusta, siente como te entra- y not� que ahora �l me estaba
metiendo el pene en mi vientre, s�, hab�a empezado a entrar en mi vagina, poco a
poco pero iba entrando y sent� que el hab�a topado con algo que me doli� al
sentir la presi�n, su rostro cambi� de una manera extra�a�. Mucho m�s excitado y
dijo; -Ah!! Nena, prep�rate, te la voy a meter toda, te voy a desvirgar
ya�.!!!!- a lo que le conteste como pude, intentando resistir al darme cuenta de
lo que realmente estaba pasando, que aquel t�o, que ahora era mi marido, me la
estaba metiendo, que no era un juego: -Noooo! Por favor!!!, D�jeme, nooo!!!
...Aaaaeeeeeiiiiiiiii�!!!!!!-

Sent� un gran pinchazo en mi vientre, como si una lanza me
estuviese cortando por dentro, mientras notaba que el pene de Aquiliano, mi
marido, se met�a completamente en mi vagina, que aquella cosa tan enorme se
hab�a metido completamente en mi cuerpo.

Me hab�a quitado la virginidad, comenz� a moverse
salvajemente, sin importarle mi sangrado y mis gritos, era un dolor muy fuerte,
comenc� a llorar y gemir, y mi cuerpo se tens�, el se detuvo un momento,
jadeando y babeando, y me dijo: -tranquila, esto es normal, solo afl�jate,
rel�jate, porque si no te puedo hacer mucho m�s da�o, ni�a, parece que eres algo
estrecha�-

Yo, aterrorizada de p�nico obedec� y me qued� quieta, sin
resistirme, dej�ndole hacer lo que quisiese con mi cuerpo, �l se mov�a como una
bestia salvaje encima de mi, jadeaba, gritaba, aullaba, hasta que, aunque la
penetraci�n era muy dolorosa, yo, sorprendentemente, comenzaba a sentir un gran
placer�

Entonces sent� como inundaba mi vagina un l�quido muy
caliente, a borbotones, un l�quido viscoso y ardiente, al tiempo que
experimentaba un desconocido y terrible gran placer, muy superior a cuando me
tocaba el sexo yo sola, que me hizo gritar, �l, aunque ya hab�a dejado de
gritar, tambi�n lanz� un gemido de satisfacci�n, con lo que anunciaba la
culminaci�n.

Se qued� encima de mi, aplast�ndome con su peso, inund�ndome
con su sudor y sus olores, mientras yo not� que �l iba sacando su pene del
interior de mi vagina, y se fue separando de lado hasta quedarse a mi lado,
respirando con dificultad, igual que yo, , mientras me agarraba por la cintura y
me acercaba a �l. Estuvimos as� un rato bastante largo, y �l acariciaba mi
cuerpo, ninguno de los dos hablaba.

Tiempo despu�s, tal vez despu�s de una hora, cuando me di
cuenta, sorprendida, que su pene estaba otra vez duro, tieso, enorme.

Entonces, de pronto, me gir� y me agarr� por la espalda, me
sujeto con una mano un pechito y con la otra mi vagina, entonces sent� con
tremenda sorpresa como su gran pene se iba introduciendo por mi culo, yo sent�a
como se met�a con dificultad, le costaba, pero entonces puso algo que parec�a
jab�n o crema de afeitar en mi culo, y de pronto, oooooohhh!!!!, otra violenta
penetraci�n, sent� que me desmayaba, pero el me sosten�a, ahora venia lo peor,
me levanto de los pechos dej�ndome caer hacia atr�s empalada en su inmenso pene,
me tiraba hacia detr�s y hacia delante, me levantaba y me dejaba caer, era
impresionante!!

De pronto sent� que algo caliente me invad�a por dentro, se
estaba corriendo en mi culo, yo not� despu�s, al cabo de un rato, asombrada, que
�l, sonriendo c�nicamente, acerc� su cara a la m�a y me bes� apasionadamente en
los labios.

Creo que me di cuenta entonces que Aquiliano me hab�a
desvirgado, que me la hab�a metido dos veces, que yo estaba preparada para lo de
adelante, sab�a lo que pasar�a aunque me doli�, pero no me imaginaba lo de
detr�s, no sab�a que al que ahora era mi marido tambi�n le gustaba meter aquello
en el culo de las chicas�

As� que esa fue mi primera vez, por delante y por detr�s.