Relato: Viajando en el Metro
Me llamo Olga Jim�nez este es mi primer relato y quiero contarles lo que me pas� en el transporte Metro de M�xico, soy divorciada, tengo 2 hijas, mi matrimonio no fue muy exitoso en lo personal pero en la intimidad no me faltaba nada, viv� unos a�os de intenso sexo aunque los �ltimos eran de 1 o 2 veces al mes, justo cuando m�s necesidad ten�a, me dejaba al abandono.
Hoy d�a cuento con 37 a�os, mido 1.65 cm de altura, siempre he sido mujer de buen cuerpo, medidas 94-68-95, piel morena, y muy firme, lo que mas me gusta de mi, son mis bubis, por ello uso escotes pronunciados, a mi ex le gustaban mucho mis nalgas, siempre fui piropeada andando en la calle y algunos piropos incluso algo sugestivos y cachondos, antes me molestaban, pero me acostumbr� y les fui tomando gusto, incluso creo que apapachan mi ego y levantan mi autoestima por lo que no dejo de comprarme ropa sexi y provocativa.
Mientras estuve casada no trabajaba fuera de casa, as� que cuando me divorci� empec� a buscar un empleo lucrativo, consegu� uno de vendedora / demostradora de ropa para dama y caballeros en una tienda justo en el centro de la ciudad� creo que le gust� al due�o del local pues me dio el trabajo inmediatamente, a ese hombre le gustaba tener chicas muy atractivas para el departamento de caballeros y obviamente para sus propios placeres, pero esa es otra historia.
Yo no acostumbraba viajar en el metro y menos a horas pico, ni sab�a que era eso� cuando tom� el empleo se me indic� que deber�a estar a las 8:30 de la ma�ana, mi mam� llevaba a mis hijas a la escuela y yo a �sufrir� los apretujones de camiones y el METRO.
No tarde en darme cuenta de los arrimones y manoseos, de los que las mujeres somos presa en estos transportes, hab�a que estarse cuidando por todos lados, al principio cre� que solo los hombres feos, gordos o sucios eran los ma�osos, pero pronto me percat� que de todo tipo de hombres te meten mano cuando ven la oportunidad� al inicio de esto me molestaba y apenaba la situaci�n, mas de una vez tuve que ir calladita soportando el manoseo de alg�n tipo solo para no hacer esc�ndalo y que todos me vieran como la manoseada del cami�n o el metro, total no pasaba de que me tocaran y excitaran un poco.
Despu�s de alg�n tiempo en el trabajo en el que ganaba jugosas comisiones, el jefe me amenazo que si no me acostaba con �l me quedar�a sin trabajo, me di a desear un tiempo y acab� �d�ndoselas� como �l dec�a, le saque provecho con algunos lujos, regalos, incentivos, d�as de descanso y vacaciones adicionales, ten�amos sexo en la bodega 2 o 3 veces por semana, pero el ruco no me aguantaba el paso y siempre me dejaba caliente� llego un d�a que tuvimos sexo por la tarde al cerrar la tienda y como siempre, �l terminaba y me dejaba muy encendida, el desgraciado solo pensaba en el propio placer y ni hablar, me retir� a casa as�, con aquellas ganas de terminar, insatisfechas.
Ese d�a decid�, a diferencia de los otros, no viajar en el metro en el �rea reservada para mujeres, me dispuse a ir en los vagones que son para varones y algunas mujeres, ya esperaba el tren para abordar y hab�a much�sima gente en espera, como era obvio estaba rodeada de hombres, unos de traje, otros de casual y algunos hasta de mochila tipo alba�iles, ese d�a llevaba yo un vestido en amarillo de chemise pegado al cuerpo y que me llegaba hasta 2/3 de la pierna, escotado de los senos y por costumbre sin medias, zapatillas de tac�n #10, otra cosa que no me gusta es que se marquen los calzones y ese d�a no los llevaba puestos, pues con el vestido se transparentan mucho, acostumbro rasurarme mi puchita, me parece mas bonita y mas c�modo.
Pues bien, cuando par� el tren, qued� justo al lado de la puerta, en el metro Hidalgo a las 7 de la noche era aquello un horno y con la cogida frustrada de mi jefe yo no aguantaba todo el bochorno, apenas hab�a salido la gente que baja en la estaci�n hice intento de subir al metro, pero no puse un p�e en el suelo, los hombres del derredor literalmente me levantaron agarrada de las nalgas, cintura y piernas, de hecho estando dentro del vag�n no apoyaba yo los pies en el suelo por estar apretada entre tantas personas y de inmediato not� que mi vestido ya lo tra�a yo hasta la cintura, reaccion� por instinto tratando como pod�a de bajarlo, pero no pod�a bajar mis brazos estaba totalmente apretujada, entr� en p�nico por sentirme desnuda entre todos esos hombres y sin perder el tiempo ellos ya me ten�an agarradas las nalgas, las piernas y luego sent� un dedo travieso en mi culito, el cual apret� en signo de desaprobaci�n, no me sal�an palabras de la boca, sent� que yo hab�a provocado aquello y si le agregaba que no llevaba ni calzones era mas que evidente que yo lo buscaba, me mord�a los labios de nervios y para colmo de males se detuvo el vag�n a mitad de las estaciones con las luces a medias, en ese entonces ya alguien me estaba metiendo el dedo en mi rajita y con lo mojada que estaba yo, le facilit� el camino, la excitaci�n se apoder� de mi y ya no pod�a negarme al placer que estaba viviendo, cerr� los ojos para no saber quien me tocaba, pero claramente pude distinguir que al menos 5 hombres me estaban acariciando, luego sent� algo muy caliente, era la verga de uno de ellos que tuvo el descaro de sac�rsela del pantal�n y me la estaba restregando en mi pierna, como pude baj� mi mano para evitar que me fueran a penetrar, pero lo �nico que consegu� fue que alguno me pusiera su pene en mi mano, cuando sent� su verga qued� impactada, yo creo que su cosa med�a al menso unos 25 cm, a mi ex marido le media 15 y mi jefe la tenia de 17, pero �sta era algo sorprendente� empec� a tener miedo y a alucinar imaginando que me la meter�a, pensaba que me doler�a o que la gozar�a, para ese momento ya me hab�a olvidado que estaba en un lugar p�blico, ten�a manos en mis pechos que ya los hab�an extra�do de mi brasiere, alguien masturbaba mi cl�toris y penetraba mi puchita, en realidad no tocaba el piso por estar siendo sostenida por esos hombres que me trataban como una perra en celo, de pronto sent� como alguno me introdujo su dedo en mi culito, mismo que ya hab�a aflojado con tanta excitaci�n, no niego que me doli� al principio pero pronto le encontr� placer, uno de ellos me estaba mamando un seno y yo lo disfrutaba como verdadera puta, no supe como pas� pero ten�a una verga en cada mano cuando sent� como me estaban metiendo una verga en la puchita, desgraciadamente no era la enorme que ten�a en mi mano, pero igual sent� la gloria, aquello era divino, me deje llevar por un desenfreno, sent�a mi cuerpo en el aire y mil manos acarici�ndome, mi senos eran chupados con desesperaci�n� arranc� el metro y aquellos hombres no dejaban su labor, el que me cog�a se retir� de pronto y sent� su eyaculaci�n en mis piernas, apenas me la hab�a sacado cuando ya me introdujeron otra y el dedito que ten�a en el culo se retir� para dar lugar a otra verga que hac�a por ingresar por ese lugarcito que nunca hab�a hecho la vez de entrada, me volvi� a doler un poco pero entro de repente de un solo golpe, insisto que no pod�a poner los pies en el suelo, me ten�an suspendida en el aire desde que entr� al vag�n, mas bien desde que me metieron, pero que era para ellos 55 kilos, nunca hab�a siquiera imaginado que me cogieran entre dos a la vez y mucho menos en un lugar p�blico, tengo conciencia que el metro abri� y cerro sus puertas unas 5 o 6 veces pero yo no habr�a los ojos, segu�a en el aire disfrutando de esa org�a, pasaron 3 o 4 vergas por mi puchita y otras tantas por mi co�ito, habr� terminado como 4 veces de las maneras mas deliciosas que en mi vida imagin�, el placer de tener una verga en cada oyito, adem�s de las manos fue indescriptible, lleg� el momento en que aquello se volvi� calmado y es que el vag�n se empez� a vaciar, faltaban 2 estaciones para llegar a la terminal� hab�a recorrido como 12 estaciones, me acomode la ropa lo mas que pude y saque de mi bolso papel higi�nico para limpiarme, tom� un asiento que se desocup�, me limpie con unas toallitas h�medas que cargo para desmaquillarme, quede limpiecita al final del recorrido pero ya hab�a yo pasado mi estaci�n de descenso hacia como 6 estaciones, as� que decid� quedarme en el vag�n y regresar hasta donde deb� bajar, me perfum� un poco y sent� el agotamiento de mi cuerpo completamente en paz, luego not� que unn par de hombres estaban en el mismo vag�n pero no sab�a si habr�an participado en el fest�n, uno de ellos se acerc� a mi y me dijo que si quer�a copia de las fotos que hab�a tomado con su celular, me mostr� como me hab�a comportado, �una perra en celo no es tan desinhibida� -me dijo-, me dio su n�mero de tel�fono para que le marcara� de inmediato le ped� que no hiciera nada con las fotos, que las borrara de favor, �l me dijo que eso ten�a un costo� as� es que me chantajeo para no divulgar lo que hab�a ocurrido por mis provocaciones, este hombre era el de la vergota aquella de 25 cm, lo supe despu�s cuando tuve que pagar los chantajes de este que se convirti� en mi amante y pareja, pues desde entonces hacemos citas con otras parejas, Org�as, intercambios y cuando se puede procuramos repetir el escenario de ese d�a lujurioso en el metro.
Desde entonces viajar en cami�n o metro, se volvi� para m� un placer que no cambio por nada, a mi jefe le saco lo que puedo por hacerme lo que para otros es gratis.
Pronto les contar� algo de lo que he vivido en esta nueva vida.