Esto ocurri� el 2002. Despu�s de las clases del colegio,
trabajaba en un restaurante de comida r�pida en la Ciudad de Inglewood. Yo
estaba asignado al mostrador, tomando y sirviendo ordenes. Por tanto yo estaba
expuesto al p�blico a todas horas. Tambi�n pod�a, yo ver hacia la calle. Ve�a
pasar los carros y a la gente. Aqu� en el Estado de California, el clima es muy
caluroso, y la gente usa ropa ligera. Pero lo que a mi me gusta es, que muchos
muchachos, se quitan la camisa. Porque se sienten mas c�modos, y eso para mi es
pura alegr�a. Porque me da la oportunidad de admirarlos, puedo ver sus tetillas,
el ombligo y con un poco de suerte, los vellos de las axilas. Y por supuesto
cuando entraban al restaurante, yo era quien los atend�a. (Que bueno soy para
trabajar). Cuando los chicos estaban ordenando yo aprovechaba toda oportunidad
para hablar con ellos. Les preguntaba en que Gim hac�an ejercicio, y las
proporciones de su f�sico. Y con mucha discreci�n, les ve�a el bulto que tienen
en medio de las piernas �que rico! Y as� como entraban al restaurante, ni�os
Guapos, entraban los Cholos. Muchos de ellos son muy atractivos, yo ten�a que
hacer esfuerzos sobrehumanos. Para no verlos y evitar problemas. Ese era un
diario martirio, tener muchachos cerca y no poder admirarlos. Al pasar el
tiempo, conoc� algunos de estos cholos. Algunas beses llegaban en grupos los
clientes del resaturant, se alejaban porque les atemorizaba su presencia. Y en
otras ocasiones llegaban solos. Y hablaba con ellos y yo les hablaba de chicas,
pretendiendo ser heterosexual. Claro tambi�n les sacaba yo mucha informaci�n de
sus deslices sexuales. Y algunos se me hac�an como que si y como que no,
pudiesen ser gay.

Una tarde, fui a la parte posterior del restaurante a tirar
la basura, Y uno de los Cholos estaba ah�, con las dos manos dentro del
pantal�n. Se estaba dando, una sabrosa rascada de huevos. Me acerque, y le
pregunte: �Que paso compa esta acariciando al ni�o? El sonri� y dijo: Ase mucho
calor, y lo estoy ventilando un poco. Y note que su verga estaba erecta. Y
comenc� a re�r y el cholo respondi�, con una amigable risa. Prudentemente
riendo, me aleje al interior del restaurante. Y as� pasaron los d�as y el Cholo
siempre me buscaba, para ordenar su hamburger. Y desarrollamos una peque�a
amistad. Y este muchacho ten�a por h�bito, rascarse los huevos Aunque estuviese
en p�blico, siempre se los rascaba por encima del pantal�n. A mi no me molestaba
en lo absoluto. Es mas me agradaba ver que se diera ��una buena rascada de
talegas!! Y el notaba la forma, en que yo lo ve�a, y no dec�a nada.

El Cholo no estaba guapo, pero si muy masculino. Me parec�a
un poco sucio y ten�a muchos tatuajes. Tal vez tendr�a como 25 anos de edad con
una voz ronca, barba de candado, y claro cabeza rapada. Sus brazos estaban
gruesos y velludos y las manos descuidadas.

Una noche, al terminar mis labores en el restaurante. Monte
en mi bicicleta, y pedalee por un par de calles. Y en eso encuentro, a el Cholo
y me detuve para saludarlo. El enseguida me pregunto, que si le podr�a prestar
un dollar. Le conteste que si, y el pens� un poco mas. Y dijo que lo que el
quer�a era una cerveza. Yo acced� y fui con el, a comprarla y el entro a una
tienda. Yo me quede afuera esper�ndolo, el salio y seguimos caminando. Como a
dos calles mas adelante, el me dijo que fu�ramos a su casa. A mi no me pareci�
una buena idea porque estaba cansado y quer�a dormir. Pero mucha era su
insistencia y por fin acced�. Dijo: Que viv�a solo y que su casa estaba, a una
corta distancia. Y como yo lo consideraba un amigo me sent� con confianza.
Acepte la invitaci�n.

Caminamos un par de calles, y re�amos y habl�bamos de chicas.
Cuando de repente llegamos a una casa, con poca iluminaci�n. Y me dijo que el
viv�a en el garaje en la parte trasera. Cuando llegamos al garaje, estaba muy
obscuro. Y el me llevo a el interior de el garaje no hab�a electricidad. En ese
lugar hab�a una veladora y el cholo la encendi�.

Sent� un escalofri� en mi espalda sabia, que tal vez estaba
en peligro. Con mis ojos recorr� el sucio garaje, y no parec�a un lugar
habitable, mas parec�a como un lugar abandonado. Solo hab�a una peque�a mesa y
un sof� viejo. El cholo buscaba algo en las bolsas de su pantal�n, yo solo lo
observaba. Cuando encontr� lo que buscaba, me di cuenta que era un cigarro de
marihuana. El cual encendi�, y tomaba grandes bocanadas de humo. Y por supuesto
me ofreci�, lo cual acced� pero solo pretend�a. Yo ten�a que jugar su juego,
pasaron algunos minutos. Inesperadamente saco un cuchillo, yo sent� mucho miedo
el cholo estaba mas grande y mas fuerte que yo. Y se me acerco amenazante. Y con
una voz firme me dijo: NO INTENTES NADA, NO CORRAS, NO GRITES, NI MUCHO MENOS
LLORES PORQUE TE MUERES. Y Dijo: Desde el principio me di cuenta que te gusta la
verga. Y con voz autoritativa me ordeno: BAJATE LOS PANTALONES PINCH� JOTO. Yo
me quede congelado, y no me mov�a. Y grito: ESTAS SORDO QUE TE BAJES LOS
PANTALONES. Y me los baje, y el se acerc� a mi con sus manos recorri� mis
nalgas. Sus manos se sent�an �speras y duras. Escupi� en su mano y mojo uno de
sus dedos, y con ese dedo comenz� a buscar mi ano. Yo temblaba al sentir sus
manos, sobre mi trasero. Sent�a placer y miedo al mismo tiempo. Cuando de
repente siento su dedo justo en la entrada de mi ano. Con mucha habilidad
presionaba hasta que mi culito cedi�. Introdujo todo el dedo yo sent�a una
extra�a sensaci�n de placer. El Cholo gem�a parec�a que estaba disfrutando y
apretaba mis nalgas. Su dedo penetraba mi ano, muy adentro, y lo mov�a en todas
direcciones. Las sensaciones que sent�a en mi culito, eran como choques de
electricidad. Y el individu� as� paso un buen rato moviendo su dedo con mucha
destreza

Se detuvo, y saco el dedo de mi ano y dijo: Te voy a meter la
verga. Y procedi� a bajarse los pantalones. Y se me ocurri� una idea tal vez me
ayudar�a a salir de este aprieto. Y le pregunte que si le mamaba la verga, el no
lo pens� solo dijo: Esta bien. Ya con los pantalones abajo me ofreci� su verga.
Y yo temblaba no se si de miedo o de gusto pero el momento era electrizarte. Con
mis manos agarre su verga estaba dur�sima como si fuese de hierro. Y me la met�
toda en mi boca. Sent� un poco de asco y dolor cuando, llego lo m�s profundo mi
garganta. Mi boca se lleno de los sabores de su larga verga. Sent�a sus pelos
pubicos junto a mi nariz, y pod�a oler su aroma a hombre. Y ya con su verga en
mi boca, tenia que darle una mamada muy buena. Para que eyaculara lo m�s pronto
posible. Y yo pudiese escapar del peligro en que me encontraba. As� que con mi
boca en la cabeza de la verga, con una mano en la base. Lo chupaba y lo
masturbaba al mismo tiempo. El cholo, empujaba sus caderas buscando mi h�meda
boca, y gem�a. Con sus manos agarro mi cabeza y la dirig�a hacia su verga.
Controlando el ritmo de mis movimientos. Y as� recib�a una buen�sima mamada. Yo
disfrutaba de su verga, pero aun sent�a miedo. Y el Cholo cilindraba mi boca con
desesperaci�n. Se pod�a o�r el ruido, que ase una verga cuando entra y sale de
una boca. Yo casi no pod�a respirar, pero en esos momentos tenia que hacer lo
que me exig�a este individuo. Y el gem�a y resoplaba de placer. Y as� pasaron
los minutos mamando y saboreando esa rica verga. Abruptamente me detuvo.

Me llevo hasta el sof� y se coloco atr�s de m�, y r�pidamente
puso su boca sobre mis nalgas. Las mord�a suavemente y les pasaba la lengua por
todos lados. Y con su lengua, procedi� a humedecer mi ano. Cuando sent� su
h�meda lengua en mi culito, mi cuerpo temblaba. Y con mis ojos buscaba el
cuchillo, pero no lo vi. Por ning�n lado, eso me dio un poco de mas confianza y
el miedo se disipo un poco. Este Cholo sabia como usar su lengua, con mucha
habilidad pasaba una y otra vez sobre mi ano. Y con la punta, mov�a y presionaba
la entrada de mi culito como si lo estuviese penetrando. Yo disfrutaba a lo
grande esos leng�etazos.

Me estaban llevando, a una dimensi�n de placer no conocida
por m�. Su tibia y h�meda lengua pasaba cada vez r�pido. Yo as�a esfuerzos
sobrehumanos para no tocar mi verga y masturbarme. Fue tan bueno, el trabajo de
lengua que el Cholo estaba ejecutando. Que eyacule de tanto placer y yo gem�a y
mis manos se aferraban fuertemente del sof�. Y as� nos la pasamos, el
disfrutando de mi culito y yo de su lengua por un largo rato

Se detuvo y se puso de pie, me miro y dijo: Quiero meterte la
verga. Yo voltie mi cabeza, para verlo y dirig� mis ojos hacia su verga.
Claramente vi., el ojo de su verga le sal�an unas peque�as l�grimas �Que
espect�culo! Su, verga amenazante apuntaba hacia mi, no era muy gruesa pero eso
si muy larga. Con una mano, se masturbaba lentamente. Su prepucio se mov�a
cubriendo y descubriendo esa rica cabeza de verga excitada. Yo sent�a en mi
estomago una extra�a sensaci�n yo no quer�a estar ah�. Y tenia mucho tiempo, que
nadie me cogia. Pens� y me desesperaba, porque sab�a que me doler�a mucho. Pero
una buena cogida era inminente. Mi culito no ten�a escapatoria seria violado por
este animal El cholo escupi� en su mano y unto la saliva en su verga. Y as� lo
hizo varias veces. Y volvi� a escupir y lo unto en mi ano.

Se coloco detr�s de mi y comenz�, a pasar su verga por en
medio de mis nalgas. Yo pod�a sentir su dura y h�meda verga pasar, justo por a
la entrada de mi ano pero sin penetrarme. Solo, masajeaba la entrada mi culito,
y con la punta presionaba suavemente. Yo sent�a las r�pidas palpitaciones de mi
coraz�n. Y mi reparaci�n estaba muy agitada. Y temblaba de placer y miedo
sabiendo que seria pose�do por este hombre. De repente sent� como esa verga de
deten�a exactamente en la entrada de mi ano. Y comenz� a empujar as�a adentro
lentamente. Esa verga sabia muy bien lo que quer�a. Asiendo presi�n abri�ndose
camino poco a poco, lentamente. Los m�sculos de mi culito pon�an resistencia,
pero ante la insistencia de esa verga comenz� a rendirse. Sent�a un dolor agudo
que invad�a todo mi trasero. Sent�a como la cabeza de esa embravecida verga
lentamente entraba en mi ano. Y el dolor gradualmente aumentaba. El Cholo
empujaba sus caderas buscando meter toda esa rica verga. Pero solo la cabeza
entraba el resto de esa verga no. Estaba seca, necesitaba lubricaci�n la saco de
mi ano. Nuevamente escupi� y la empampo con saliva. Y con su mano la dirigi� a
mi culito. Y puso la cabeza, justo en la entrada. Y comenz� a presionar entro la
cabeza y poco a poco se fue deslizando lentamente, hasta lo mas profundo de mis
entra�as. Esta verga, me estaba causando un dolor terrible. No pod�a escaparme
quedo m�s que, relajarme y aguantar ese castigo

El me agarro con fuerza de la cintura y comenz�, a empujar
lentamente. Buscando, la profundidad de mi culo. Pod�a sentir como su verga con
coraje entraba y sal�a. El se mov�a con mucha agilidad, yo estaba temblando de
dolor y placer. Cuando ten�a la verga hasta el fondo. Mi mente reacciono, me di
cuenta que estaba siendo violado. El Cholo deliberadamente as�a pulsaciones con
su verga. Como demostr�ndome quien tenia el control de la situaci�n. Pod�a yo
sentir las pulsaciones de las venas de esa verga, llenas de vigor masculino. Yo
sent�a mi culito, mas relajado y el dolor se hab�a disipado un poco. Y comenz�
el Cholo a mover las caderas, un poco m�s r�pido. Llev�ndome a borde de la
locura. El Cholo gem�a y bufaba, como si fura un animal en celo. Cada embestida,
era m�s profunda. Yo sent�a dolor y placer, mi verga se puso muy dura. Y el
Cholo disminuyo la velocidad, y comenz� a sacar su verga solo dejado la cabeza
adentro. De pronto con mucha fuerza, embisti� contra mis nalgas metiendo esa
verga lo m�s profundo que pudo. Y as� lo hizo una y otra vez. Nuca hab�a yo
experimentado algo as�, cada embestida era como un regalo de placer er�tico.
Deliciosamente, sus piernas chocaban contra las mis. Sent�a como esa verga
entraba con velocidad llen�ndome de felicidad. Sent�a yo una mezcla de dolor y
placer. Que me llevaron a un incre�ble orgasmo. Este Cholo era todo un experto
para coger. Y as� no la pasamos el quer�a mas y yo tambi�n. Este macho me estaba
dando una cogida, de esas que nunca se olvidan. �Que rico coge este pinch�
cholo! Me dijo: Tirate en medio del sof�. Y nos quitamos los dos los pantalones
y los boxers. Porque aun los ten�amos puestos, ya sin pantalones. Me levanto,
las piernas y se empapo su verga con saliva. En esta posici�n, mi culito estaba
a su completa disposici�n. Y procedi� a penetrarme, entro su verga muy adentro
de mi. Y comenz�, el mete y saca. Pero en esta posici�n, las penetraciones eran
mas profundas. Y los dos disfrut�bamos, el uno del otro levante mi cabeza un
poco para ver como se mov�a y pod�a observar su pubis golpeando contra mis
nalgas. Meneaba las caderas con energ�a. Se detuvo un poco, para escupir justo
donde estaba mi culito y su verga y continuo con la cogida. Pod�a yo ver sus
expresiones faciales, sus ojos se lo pon�an en blanco de tanto placer. Tambi�n
pod�a sentir, sus huevos campaneando y golpeando contra mi culo.

Extend� una mano para tocarlos se sent�an muy suaves. Y con
mis dedos suavemente, los jalaba para sentirlos junto a mi culo. Se sent�an, de
lo m�s rico.

Un poco mas tarde se detuvo y dijo: Que quer�a tomar un
peque�o descanso. Uno minutos m�s tarde dijo: Que quer�a orinar. Me pregunto:
Que si, yo tambi�n ten�a ganas. Y le conteste: Que si. Ah� junto a unos cuantos
metros a un lado del sof� los dos orinamos, su verga estaba semierecta. Fue muy
rico ver como este macho, soltaba un grueso chorro de or�n. A caer al suelo
evaporizaba, y yo pod�a oler el aroma de ese or�n de macho y me puso mucho mas
caliente. Y volvi�, a encender el cigarrillo de marihuana. Despu�s tomar unas
buenas bocanadas de humo, me lo ofreci�. Esta vez si que trate de ponerme, a la
altura de el. Met� dentro de mis pulmones mucho de ese humo. Sin decir nada el
me gui� hasta el viejo sof�. Escupi� mucha saliva en su mano y la unto en su
verga. Yo tambi�n escup� mucha saliva y la unte en mi ano. Y procedi� a
acariciar mi interior con su rica verga. Pod�a sentir como sus caderas chocaban
contra mis nalgas. Y su verga se deslizaba hasta lo m�s profundo de m�. Se
detuvo y volvi� a escupir sobre mi culito y su verga, y se mov�a muy rico y los
dos gem�amos de placer. Y nuestros cuerpos estaban completamente mojados de
sudor.

De repente, la luz de la veladora se apago, y nos quedamos en
una completa obscuridad. Y ya sin luz el se mov�a, siempre buscando placer en
las tibias profundidades de mi culito. Los dos uno a otro, nos d�bamos mucho
placer y gem�amos, y yo le ped�a mas y el se mov�a complaciendo mis peticiones.
Con maestr�a se apoyo sobre mis piernas levantadas. Y el apoy�ndose en sus pies
comenz� a darle a mi culito una despiadada cogida. De tanto placer, yo pod�a ver
estrellitas. Sent�a que perder�a el conocimiento. Y yo trataba de relajar mi
culo para recibir esas brutales embestidas. Y yo con mi ano, buscaba su verga. Y
el con su verga buscaba mi ano. Nos est�bamos entendiendo muy bien, los dos nos
est�bamos dando mutuo placer. La cogida estaba resultando incre�blemente
riqu�sima. De pronto sent� que sus penetraciones eran m�s r�pidas y
desesperadas. Su verga pistoneaba como si fuera la �ltima ves que poseer�a a un
culo. Sus huevos estaban justo, a la entrada de mi ano. Y su desesperaci�n iba
en aumento y comenz� a dar aullidos y gemidos. Ansiosamente buscaba con su verga
lo mas profundo de mi ser. Yo respond� agarr�ndolo de sus piernas y jal�ndolo
contra mi culo. Y los dos d�bamos suspiros, gemidos y aullidos. Yo
desesperadamente buscaba meter todo su cuerpo dentro de m�. Y el con sus manos
bajo mis hombros me jalaba con mucha fuerza. Sent�a su embravecida verga dar
grandes pulsaciones dentro de mi. Y el cholo comenz� a dar grandes aullidos. Y
yo sent�a como su tibio esperma llenaba m� interior. En cada pulsaci�n de su
verga. Sent�a como, mas y mas su tibio semen invad�a todo mi ser. Llen�ndolo de
mucha felicidad yo pujaba y gem�a. Esos momentos se me hicieron eternos. Quer�a
que esa verga estuviese en mi culo para toda la vida. Tanto fue el placer que de
mi verga solt� un gran chorro de semen. Y as� permanecimos por algunos minutos,
en ese abraso de lujuria. Un par de minutos m�s tarde. El cholo, poco a poco
sacaba su larga verga. Sent� como se deslizaba, saliendo de mi culo.

La obscuridad se disipaba lentamente con la luz de un nuevo
d�a. El inmediatamente se incorporo y se puso su ropa y yo hice lo mismo me puse
mi pantal�n. El sin decir nada, meti� las manos en las bolsas de mi ropa y
encontr� mi cartera. Tomo los pocos dollares que tra�a. Me miro a los ojos y
dijo: Si le cuentas a alguien lo que paso, vamos a tener t� y yo muchos
problemas. Y a�adi�: Desde este d�a solo ser�s para m�. Cu�date si es que te veo
con alguien. Sin decir mas tomo mi bicicleta y desapareci� por la puerta de el
abandonado garaje.

Amigo lector gracias por leer este relato, espero que haya
sido de tu agrado.