MIS MEJORES MOMENTOS (o tendr�a que decir "Mis mejores
cog....")
(parte II)
Muchas veces me han vuelto a la memoria los buenos momentos
de sexo que he tenido no solo con mi esposo sino en los tr�os, intercambios o
relaciones circunstanciales de las que particip� y hoy les hago llegar una
recopilaci�n de esas gratas circunstancias.
"Iba a tener sexo con Oscar en un lugar casi p�blico. El
ba�o/vestuario de los camareros estaba oscuro y de repente algo me cubri� y supe
que era �l.
Me tom� de las manos y me las puso sobre la cabeza al tiempo
que me dec�a que no me moviera, que lo dejara disfrutar del momento a su manera.
Empez� besando mis manos, baj� por mis brazos y busc� mis
axilas. Luego, por encima del vestido me bes� el cuello y arremeti� contra mis
pechos.
Hizo presi�n para que abriera las piernas y meti� su cara
entre mis tetas.
Las besaba, las chupaba, me dec�a que era lo m�s hermoso que
hac�a mucho tiempo probaba y eso me estaba calentando cada vez m�s.
Nos enredamos en un beso de bocas abiertas, de lenguas
buscando, entrelazadas en una lucha para ver qui�n sacaba m�s placer del otro.
Yo baj� las manos y le tom� la cabeza para profundizar m�s
esa delicia, pero no soportaba su ropa as� que empec� a quitarle el saco y la
camisa.
El me ayud� con los pantalones y en unos minutos estaba
desnudo.
Meti� sus manos en mi sexo, lo tom� con fuerza y sent� como
sus dedos temblaban.
Los toqueteos en mi entrepierna me obligaban a querer m�s, a
quitar cualquier estorbo de mi cuerpo y, como pude, me saqu� las medias.
Le agarr� su verga, que estaba incre�blemente dura y al
contacto de mi mano se endureci� a�n m�s.
All� est�bamos uno frente al otro, d�ndonos placer con
nuestras manos. Mi concha se adher�a m�s a su mano, as� que tambi�n le rogu� que
me tomara de las nalgas.
El no dud� y me enterr� un dedo bien profundo en el culo.
Estaba ensartada. Buscaba la posici�n adecuada para hacer la caricia m�s �ntima
mientras yo lo masturbaba m�s r�pidamente.
Estaba que reventaba. Gem�a y �l al escucharme se pon�a m�s
tenso, me penetraba m�s con sus dedos. Lo sent�a en los labios, en mi pubis, en
todo mi interior.
El estaba haciendo estragos. De repente lo solt� para que me
aprisionara m�s contra la puerta y me diera con todo.
El coraz�n parec�a que se me iba a salir del pecho.
Gem�a sobre sus labios dici�ndole las chanchadas que me
dictaba la calentura hasta que empec� a acabar como una loca.
Mientras mis espasmos se iban calmando empec� a notar su
tensi�n y ca� de rodillas ante �l, le agarr� la pija y empec� a mam�rsela como
una ternera sedienta, mientras �l me tomaba de la nuca y meneaba salvajemente
las caderas.
Mi mano variaba la presi�n que ejerc�a a lo largo de su verga
hasta que me la met� completamente en la boca.
Le acarici� las bolas con fuerza, sin dejar de chupar y darle
toda la lengua que pudiera a tal delicia.
Me hab�a humedecido a�n m�s pero eso s�lo aument� en m� el
deseo de dar placer.
Cuando sent� su rigidez en mi boca, me tom� por las axilas y
me llev� con �l sin dejar de besarme y restregarse contra m� hasta uno de los
asientos del vestuario.
Me sent� sobre �l y me abri� de tal forma que deseaba no
perder detalle de mi concha.
Agarr� su miembro y me lo restreg� por toda la vulva.
Cuando en un momento su cabeza qued� besando mi cl�toris, no
pude evitar un grito de placer.
Despu�s de eso me la enterr� con violencia hasta el fondo.
Oscar agach� la cabeza y tom� entre sus labios un pez�n tenso
y agrandado de tanta excitaci�n, mientras que con las manos se dedicaba a
acariciar el otro pez�n.
Sus manos no paraban, iban desde mis tetas a mis nalgas, las
acariciaba y sobaba.
Me dediqu� a disfrutar y a subir y bajar a lo largo de su
pija.
Lo cabalgaba con fuerza y endemoniado frenes�, como si
estuviera domando un caballo salvaje.
De repente Oscar agarr� mis caderas y marc� un ritmo cada vez
m�s r�pido. En cada bajada mis nalgas chocaban con sus bolas como queriendo
meterse tambi�n adentro.
Ten�a yo un millar de orgasmo en puerta as� que, grit� al
acabar una vez m�s y esa fuer la orden para que Oscar ahogara mi concha con su
descarga. Mientras m�s me sacud�a con cada chorro de leche, m�s acababa yo, que
me sent�a muy feliz.
Hasta que quedamos exhaustos el uno sobre el otro."
"Lo dej� actuar y me fue llevando despaciosamente hacia la
cama. Mientras me besaba me recorr�a con sus manos por todo el cuerpo,
deteni�ndose en mis tetas y mi concha. Era habilidoso y sab�a c�mo acariciar a
una mujer. Me empec� a excitar.
Me abr� de piernas porque ya estaba algo humedecida y tom� su
verga situ�ndola a la entrada de mi vagina.
El, que no pod�a aguantarse m�s, me penetr� lenta pero
profundamente, haci�ndome pegar mi primer grito de placer.
Me gustaba sentirlo dentro y me calentaba el pensar que mi
marido estaba vi�ndolo y filmando todo.
El muchacho me subi� las piernas por encima de los hombros
para poder penetrarme mejor y estando en esa posici�n, adem�s de sentirla toda,
pod�a adivinar la calentura de mi esposo al verme as� y esperaba, en forma
morbosa, que estuviera haciendo buenos primeros planos, ya que nos calienta
mucho vernos filmados cuando cogemos y m�s si se trataba de otro hombre el que
lo hac�a.
Como notaba que estaba al borde del orgasmo lo incit� a
acelerar sus embestidas y as� lo hizo, corri�ndose r�pidamente y derramando su
semen caliente dentro de mi en tal cantidad que empez� a salir fuera de mi
vagina. Lo sent�a correr fuera de m� hasta humedecerme el agujero del culo y no
aguantaba m�s.
Estall� en un orgasmo fenomenal y no pude m�s que exhalar un
nuevo grito de placer.
Luego descansamos los dos tumbados en la cama.
Cuando sent� nuevamente necesidades de ser cogida me
incorpor� y como su pija todav�a no estaba repuesta del todo empec� a
acarici�rsela con ambas manos para que fuera endureci�ndose.
Como no lo lograba del todo me la met� en la boca sintiendo
el sabor salado de su semen mezclado con los jugos de mi vagina. Despu�s de
mam�rsela un rato se la puse bien dura y me sent� encima de �l meti�ndomela
suavemente.
El muchacho comenz� a mordisquearme los pezones y yo a
moverme para que su pija entrara y saliera de mi concha, sabiendo que esa
postura de espaldas permitir�a una mejor visi�n a mi marido.
Me volv� a correr entre gritos de placer, tanto por el gusto
que sent�a como para que los disfrutara (o sufriera) mi marido, pues como no
pod�a verme la cara de satisfacci�n por lo menos escuchara mis exclamaciones.
Luego, me tumb� sobre la cama y se puso encima de m�
penetr�ndome violentamente buscando su propio placer, derramando nuevamente su
leche en mi vapuleada conchita.
Despu�s de descansar un poco le dije que me dejara sola, que
quer�a descansar, reiter�ndole que lo nuestro hab�a sido una relaci�n del
momento y que no insistiera para hacerlo otra vez."
"Hab�amos quedado con mi marido que pod�amos tener una
aventurilla en estas vacaciones si se nos presentaba la ocasi�n. Acept� no muy
del todo convencida porque pensaba que �l seguro la iba a tener. Esa ma�ana,
cuando qued� sola en la playa y estaba haciendo topless se me acerc� un joven a
charlar y a tratar de conquistarme. Lo dej� actuar porque me parec�a un hombre
interesante. Despu�s de un rato de estar hablando de cualquier tema roz�
accidentalmente mis pezones al tiempo que me susurraba al o�do si no quer�a
acompa�arlo a su habitaci�n.
Una cosa es tener fantas�as con personajes de novela durante
sobrecogedores ocasos y otra es saber qu� hacer si algo incre�ble, como esto, te
sucede a vos misma.
A mis cuarenta y ochos a�os a�n me considero en edad de
merecer algo pero, aparte de alg�n guarango por la calle alabando el bamboleo de
mis pechos o el contoneo de mi culo, hace tiempo que no ten�a que sufrir un
avance sexual como �ste.
Tengo que confesar que el muchacho me encantaba. Era un tipo
educado que hablaba muy bien y se comportaba otro tanto y se me hac�a agua la
boca el porte que ten�a.
Pero, por otro lado, era la esposa de un prestigioso abogado
de la ciudad, una mujer madura, de respetable y respetada condici�n social, as�
que decid� establecer las diferencias.
Pero de mi boca no sali� otra expresi�n que la de invitarlo a
mi habitaci�n. No pod�a creerme la desfachatez que ten�a. No hac�a ning�n
esfuerzo para controlar la situaci�n. Era m�s fuerte que yo la calentura que me
embargaba.
Me puse el corpi�o de la bikini, met� de apuro las cosas en
el bolso y presurosos nos fuimos para la habitaci�n.
Cuando cerr� con llave le dije que la �nica condici�n que
pon�a era que se ten�a que hacer nada m�s que lo que yo dispusiera o permitiera.
Acept� al tiempo que me preguntaba cu�nto me quedar�a en el
hotel porque al d�a siguiente �l quer�a poner su condici�n.
Le dije que estaba de acuerdo y le estamp� un beso h�medo en
su boca casi adolescente.
No pod�a creer la forma en que yo estaba actuando. Hace un
par de d�as me hubiera ruborizado viendo unas fotos o un video porno y hoy
estaba aceptando que ese muchacho me convirtiera al d�a siguiente en su esclava
sexual para hacerle todo lo que �l me pidiera.
Me fui a dar una ducha r�pida para sacarme el bronceador al
tiempo que �l se quedaba tomando algo del bar.
Entr� como una loca en el ba�o, me quit� la bikini, me duch�
en treinta segundos, me sequ� en tiempo record y sal� a su encuentro
completamente desnuda.
Cuando me vio me dijo dulcemente que le encantaba, sobre todo
mis tetas y mi culo.
Me ruboric� un poquito.
Me sent� en la cama y abri�ndome de piernas le ped� que me
acariciara y diera unos besitos. Se ubic� entonces entre mis piernas y con gran
suavidad y ternura me comenz� a besar los muslos y la ingle.
Con sus labios acariciaba mi vulva mientras me met�a las
manos por debajo de mis nalgas y suavemente las levantaba para ver mejor mi
sexo.
Con gran paciencia su lengua iba y ven�a. Poco a poco empez�
a insinuar su lengua entre los labios y yo ya estaba desesperada por la cercan�a
de mi cl�toris.
El sigui� pacientemente. Estaba a punto de gritarle que se
apurara cuando me abri� la vulva y como un animal sediento empez� a com�rmelo.
Alternaba lambetazos y chupadas del cl�toris con hondas
metidas de lengua en la concha, mientras con sus manos amasaba mis nalgas y
pon�a un dedo haciendo presi�n en mi culo.
Estaba como loca. Me frotaba los pechos, me relam�a los
labios y la cabeza me daba vueltas.
Acababa de tener un orgasmo impresionante en un tiempo record
y eso que cuando tenemos sexo con mi marido soy bastante lenta.
Cuando me recuper� y sin m�s ceremonia le arranqu� slip
dejando al descubierto su fenomenal miembro, que comparando con el de mi esposo
era m�s largo y m�s ancho.
Tom� la verga con ambas manos y con temblorosa admiraci�n lo
descapull�.
No pude contenerme y empec� a chup�rsela como una pose�da.
Poco a poco me la met� en la boca.
Despu�s de succion�rsela por un rato se puso de pie, me
agarr� por las axilas y me levant� como una pluma. Coloc� mis piernas alrededor
de su cintura y sin comentarios ni proleg�menos me ensart� con su enorme pija.
Como todav�a estaba lubricada por el orgasmo anterior no tuve
dificultades para recibirla que sino no se c�mo hubiera hecho.
Me qued� sin aliento pero antes de que pudiera recobrar la
respiraci�n �l ya estaba diestramente moviendo mis nalgas con sus brazos,
ensart�ndome y desensart�ndome de su divino instrumento.
Yo notaba sus test�culos golpe�ndome el culo, mis pechos
aplastados contra sus pectorales, mis manos agarradas a su cuello y mi boca
fundida en la suya y estaba como en el para�so.
El aceleraba y aceleraba hasta que not� como si algo
estallara adentro y se extendiera por todo mi cuerpo. En ese momento me meti� un
dedo en el culo y le agradec� a viva voz el haberme el hecho de hacerme gozar
as� y tener dos orgasmos seguidos tan intensos.
Fue entonces, cuando por primera vez desde que est�bamos en
la habitaci�n, salieron palabras de su boca para pedirme coger por el culo.
Le dije que no, que nunca lo hab�a hecho y no estaba
preparada pero que pod�a hac�rmelo por la concha pero por atr�s, as� que me puse
en cuatro patas en el suelo (es la posici�n que normalmente hacemos con mi
marido) y �l me ensart� de un solo envi�n.
Empez� otra vez con su mete y saca. Se inclin� sobre mi
espalda y mientras me besuqueaba el cuello y las orejas, con sus manos
acariciaba mis tetas y me las estrujaba con fuerza.
Sus movimientos iban in crescendo y yo cre�a que me iba a
desfondar la concha. Baj� una mano y me empez� a frotar el cl�toris.
Un tercera y a�n m�s poderosa explosi�n recorri� mi cuerpo al
mismo tiempo que �l estall� dentro de m�, llen�ndome con su leche caliente.
Como pude, me sub� a la cama completamente exhausta y �l se
puso a mi lado sob�ndome las nalgas y alab�ndome el culo, al tiempo que insist�a
en hac�rmelo.
Me volv� a negar y �l por lo bajo dijo...ma�ana."
"Est�bamos en la reuni�n grupal y ya las cosas estaban
subiendo de tono, cuando el hombre que estaba frente de m� me tom� por los
hombros y me presion� para que bajar�. No dud� en saber lo que quer�a.
Lo busqu� con la mirada a mi marido como para contar con su
aprobaci�n (aunque de antemano nos hab�amos juramentado no hacernos reproches
por las cosas que hici�ramos all�) y v� como asent�a con su cabeza mientras la
rubia no paraba de tocarlo.
Le baj� el cierre del pantal�n y le saqu� afuera la verga
erecta que r�pidamente pos� sobre mis labios.
Antes de chup�rsela le estir� la piel hacia atr�s y pude ver
c�mo quedaba descubierta su cabezota rosada y brillante.
Le pas� primero la lengua por debajo, justo donde nace el
frenillo y el tipo tembl�.
De a poco me fui metiendo esa pija en la boca acarici�ndola
suavemente con mis labios. Me agrad� su sabor.
Me la met� hasta la mitad y comenc� a bajarle los pantalones
para luego acariciarle el buen par de huevos que ten�a.
Quer�a mamarlo como nunca porque me estaba excitando mucho
cuando desde atr�s sent� que el otro hombre me tomaba por la cintura y trataba
de acariciarme los pechos.
Me quer�a sacar el top que llevaba puesto pero era muy torpe
y decid� ayudarlo.
Lo mir� nuevamente a mi marido a qui�n la rubia ya le hab�a
bajado los pantalones y not� con sorpresa que no ten�a la erecci�n que
normalmente suele tener.
Asinti� otra vez con su cabeza y levant� los brazos sin dejar
de mamar par que me sacara mejor el top. Mis tetas quedaron al descubierto y
ten�a los pezones erectos, que pronto fueron atrapados por las manos del hombre.
Luego me desabroch� el pantal�n y con mi ayuda, ya que elev�
un poco las caderas, me lo sac� al igual que la bombacha.
De inmediato meti� mano en mi vagina y comenz� a
acarici�rmela.
No dejaba de pensar en c�mo se sentir�a mi marido si estaba
mirando y atribu�a a ello su falta de erecci�n.
La mujer que estaba con �l estaba con los pechos al aire y
por supuesto que no eran nada despreciables, eran m�s bien grandes como los m�os
y como le gustan a mi marido pero �ste no se los acariciaba.
El tipo que estaba detr�s de m� se desnud� r�pidamente y me
frot� su verga en la espalda, lo que me hizo estremecer.
A esta altura estaba totalmente humedecida y hab�a tenido ya
un orgasmo.
Levant� un poco mi culito poni�ndome en cuatro. Ya ten�a
ganas de que me la metiera y le estaba facilitando las cosas.
El hombre entendi� perfectamente mi se�al y meti� su pija de
un toque hasta la base de sus test�culos.
Empec� a gemir con la boca apretada ya que la ten�a ocupada
con la otra verga. Quer�a que el tipo al que estaba mamando se apurara y comenc�
a empujarlo hacia m� apret�ndole las nalgas.
El bombeo del que ten�a detr�s era terrible y estaba por
tener otro orgasmo pero quer�a que los tipos acabaran tambi�n.
El primero que lo hizo fue el que estaba mamando, el que me
llen� de leche espesa la boca.
El otro acab� al instante furiosamente dentro de mi
humedecida concha al tiempo que ten�a un nuevo orgasmo.
Antes de caer rendida en el piso pude observar que la rubia
ya hab�a abandonado a mi marido, quien estaba sentado en un sill�n fumando y
mirando todo lo que acontec�a conmigo.
En el resto de la casa segu�a la fiesta con las otras
parejas."
"No se lo que me sucedi� o mejor dicho si. Cuando le dije a
mi socio que viniera a buscarme para visitar juntos a nuestro cliente lo planee
todo. Sab�a que el marido de mi amiga me gustaba y que �l tambi�n me deseaba.
Una se da cuenta de ello y si no me lo dec�a abiertamente era por mi amistad con
su esposa. Cuando lleg� lo recib� apenas cubierta con una toalla y dici�ndole
que estaba atrasada y que ten�a que darme una ducha todav�a. Lo hice pasar y as�
como al pasar dej� caer la toalla que me cubr�a dejando mi cuerpo desnudo frente
a �l. Enseguida est�bamos desnudos los dos en la cama y me at� las manos a la
cabecera con una corbata de mi marido que hab�a por ah�. Tambi�n me cubri� los
ojos con un pa�uelo.
Dijo que regresaba en un instante y me dej� atada, vendada y
caliente, esperando su regreso.
De pronto lo oigo entrar y empiezo a sentir algo en mi pecho.
Parece viscoso y huele a dulce. Recorre mi cuerpo con esa sustancia hasta llegar
a mi vulva. Me abre las piernas y cubre mi sexo con ese l�quido.
Ahora se dedica a lamer el camino que hizo y me siento
desfallecer.
Chupa mis pechos y eso hace que mis pezones se pongan
dur�simos y erguidos. Sigue bajando y a cada lamida m�s caliente me pone.
Llega al ombligo y con la lengua recoge todo lo que hab�a ah�
derramado.
Nunca me hab�a sentido as�.
Finalmente llega hasta mi concha y sin m�s pre�mbulo empieza
a lamer ese l�quido que hab�a derramado. Yo me sent�a en la gloria.
Jugaba con mi cl�toris, mord�a mis labios vaginales
suavemente e introduc�a su lengua en mi interior.
Justo cuando me estaba acercando al orgasmo par�.
Se separ� de m� por unos instantes y cuando volv� a sentir su
tacto fue cuando me destap� los ojos.
Enfrente de mi cara estaba su verga erecta. La meti� en mi
boca que no opuso resistencia y fue cuando pude saborear la sustancia pegajosa.
�Era miel!
Estaba a punto de acabar cuando la sac� de mi boca y se
dispuso a met�rmela en la concha.
Lo hizo despacio, queriendo sentir cada cent�metro de mi
interior. Empez� a entrar y salir, entrar y salir, de una forma muy especial que
me hac�a vivir en la gloria. Nunca me hab�a pasado con mi marido.
Tocaba mis tetas y pellizcaba mis pezones.
Estaba muy excitada y para sentirlo m�s adentro le rode� la
cintura con mis piernas y �l empuj� hasta lo m�s profundo de m�.
Finalmente llegamos los dos al orgasmo y para m� hab�a sido
uno de los m�s intensos que hab�a tenido en muchos a�os. Fue lo mejor que pas�
en mucho tiempo, no se si ser�a porque con mi esposo ya lo hac�amos en forma tan
rutinaria que hab�a perdido la noci�n de esta inmensa sensaci�n que ahora ten�a.
Despu�s de quedarnos un rato juntos nos vestimos y fuimos a
ver al cliente que nos estaba esperando."
"A pesar de haber tenido sexo los d�as anteriores con
ocasionales amantes esa noche creo que fue la que mejor la pas�.
Despu�s de tomar unas copas con ellos nos fuimos a su
departamento. Comenc� a bailar con uno mientras el otro miraba y tomaba cerveza.
Estaban algo t�midos y tuve que encararlos. Empec� a besar por todos lados al
que bailaba conmigo y a tocarle la pija. Esa noche estaba dispuesta a todo
porque era la �ltima antes de regresar a casa.
Quer�a tener sexo con los dos as� que dej� al que estaba a mi
lado y encar� al otro bes�ndolo al tiempo que le tocaba la verga por arriba de
su pantal�n.
As� nos empezamos a acariciar los tres mientras tom�bamos
cerveza. Nos fuimos a la cama y poco a poco me fueron desnudando y despu�s lo
hicieron ellos.
Comenc� a chup�rsela a uno de ellos mientras el otro me la
empezaba a meter en la concha desde atr�s. El que se la mamaba no aguant� y
acab� en mi boca al ver que el otro me llenaba la conchita de leche.
A todo esto yo hab�a tenido un orgasmo y estaba m�s borracha
y m�s caliente.
Ellos se recuperaron r�pidamente dada su juventud y siguieron
con el juego. Me sub� arriba de uno de ellos y me mand� su pija hasta los
huevos. �Qu� placer coger as�!.
Estaba bombe�ndolo como loca cuando v� que el otro me
acercaba su pija a la boca. Comenc� a chup�rsela mientras el otro se mov�a m�s
r�pidamente.
De repente el que me estaba cogiendo le sugiri� al otro que
me la metiera por el culo. No quise saber nada porque pens� que me pod�an
destrozar.
Me pidieron por favor hacerlo, dijeron que lo hab�an visto en
una pel�cula porno y que la mujer gozaba mucho con ello y acced� pidi�ndoles por
favor que fueran suaves.
Cuando empez� a mandarse despacito por el culo los tres
comenzamos una danza de sexo inolvidable.
Como v� que estaban por acabar y a m� me faltaba un poquito
todav�a les rogu� que esperaran para llegar los tres juntos y as� fue
maravillosamente.
Me apretaban las tetas y sent�a como mis dos agujeros estaban
siendo penetrados y gozaba como nunca.
Cu�ndo comenz� mi orgasmo y cu�ndo termin�, la verdad que no
lo se�, pero fue sensacional.
Los dos j�venes derramaban leche a los gritos y yo la
recib�a. Nos quedamos como diez minutos bes�ndonos y mim�ndonos.
Luego fui al ba�o a ducharme y aparecieron los dos y
continuamos franeleando los tres durante media hora. Uno de ellos me pidi� que
se la mamara mientras el otro al vernos se puso a masturbar.
Yo estaba de rodillas chup�ndole la pija al muchacho cuando
el que se pajeaba se puso jab�n en la pija y me la meti� por el culo. Cre� que
me part�a en dos. Despu�s se sali� y al tiempo que el otro me acababa en la boca
�ste termin� de pajearse y derram� su leche por toda mi cara. �Qu� placer ver a
los dos muchachitos gozar!"