EL INICIO DE JESSICA (PRIMERA PARTE)
Conoc�a a Karina desde hacia algunos meses; para entonces ya
hab�amos estado juntos un par de veces: Es una chica muy sensual y buena para el
sexo. Sab�a que ten�a una prima menor que ella, de alrededor de 16 a�os, pero no
la conoc�a. Fue hasta el d�a de San Valent�n en que sal� a dar un paseo en mi
camioneta cuando las encontr�. Iban caminando rumbo al centro de la ciudad.
Las invit� a subir y as� lo hicieron, Karina r�pidamente de
dijo - te presento a Jessica, mi prima- y antes de que pudiera reaccionar,
Jessica ya me hab�a dado un beso muy cerca de la boca. Jessica es una chica
incre�ble, a su corta edad est� bien desarrollada, posee unas tetas apetitosas,
una cadera de la envidia de cualquier chica y sobre todo unas piernas
formidables, ni que decir de su trasero.
Ese d�a, el escote de su blusa dejada ver m�s de lo que uno
desear�a y una minifalda ajustada que al sentarse dejaba ver parte de su ropa
intima, por lo visto era muy diminuta.
Cuando les pregunte a donde se dirig�an, Karina respondi� que
solo buscaban diversi�n para Jessica, ya que era virgen, ten�a muchas fantas�as
y deseaba ser estrenada. Desde luego me ofrec� a ayudarlas, a lo que ellas de
inmediato aceptaron. Deje la ciudad y me dirig� a un lugar apartado y solitario
donde podr�amos estar tranquilos.
Mientras conduc�a, Karina anim� a Jessica para tomar la
iniciativa. Jessica un poco nerviosa, se acerc� a m� y puso su mano sobre mi
endurecido miembro, bajo lentamente el cierre e introdujo su delicada mano,
palpando cada cent�metro. Sus movimientos eras torpes, pero no dejan de
excitarme, al contrario. Cuando llegamos a nuestro destino, Jessica era due�a
absoluta de mi miembro, lo observaba maliciosamente y sus labios se humedec�an
al roce de su lengua. Era evidente que se encontraba excitada.
Al llegar y detenerme, se inclin� sobre m� y su boca se
apoder� de mi pija. Empez� por descubrir su cabeza, su lengua la rozo
suavemente, luego siguieron sus labios y en un momento m�s, quer�a deglutirla
por completo. Pasado unos minutos, se enderez� y se recost� sobre las piernas de
Karina, quien nos observaba atentamente.
Jessica al recostarse alz� sus piernas y las abri�
lentamente. La escena era terriblemente excitante y delirante; la tanga que
tra�a puesta apenas cubr�a sus labios vaginales que se abultaban sobre la suave
tela, que para entonces se encontraba h�meda por los jugos.
Con suma sensualidad empez� a baja aquella tanga, yo me
prest� a ayudarle, mientras besaba sus pantorrillas. Incre�ble, Jessica se hab�a
depilado, dejando tan solo un peque�o tri�ngulo en la parte superior y de entre
sus labios vaginales escurr�a un hilillo de dulce n�ctar, el cual me apresur� a
disfrutar. Mi lengua se apoder� de aquella joven, delicada y jugosa panochita.
Mi lengua la recorri� de arriba abajo, se introdujo varias veces y mis labios
succionaron aquel endurecido cl�toris. Jessica no pudo soportar ese trato y se
derram� una y otra vez en mi boca, liberando en cada arremetida m�s y m�s
n�ctar, que no deje desperdiciar. Su cuerpo se convulsionaba mientras alcanzaba
sus orgasmos, sus manos as�an mi cabeza y la apretaba contra su oloroso cuerpo,
a sexo muy tierno; gem�a y ped�a m�s y m�s.
Al terminar incre�blemente Karina busco mis labios, lami� y
succion� todo el liquido que en m� quedaba. Esa experiencia fue fenomenal, pero
m�s lo ser�a la que vendr�a despu�s, ya que Jessica y yo quedamos en vernos a
solas unos d�as despu�s.