MIS MEJORES MOMENTOS (o tendr�a que decir "Mis mejores
cog....")
Muchas veces me han vuelto a la memoria los buenos momentos
de sexo que he tenido no solo con mi esposo sino en los tr�os, intercambios o
relaciones circunstanciales de las que particip� y hoy les hago llegar una
recopilaci�n de esas gratas circunstancias.
"Esto me sucedi� una vez que estaba en una fiesta y me
encontraba un poquit�n bebida. Mi esposo siempre me recrimina que hable con
doble sentido y coquetee con los hombres presentes porque dice que pueden
interpretar que los estoy buscando y a veces me suceden cosas como esta por mi
forma de actuar.
Se ve que lo hab�a impactado al buen se�or con el que hab�a
estado en el sal�n porque cuando me quise dar cuenta estaba dentro de ese cuarto
y el tipo me estrechaba contra su cuerpo y comenzaba a masajearme la cola. Quise
imped�rselo pero estaba tan borrachita que no pod�a con mi ser.
Me desabroch� la blusa y sac� mis pechos fuera del corpi�o.
Comenz� a pellizcarme los pezones mientras su boca pretend�a unirse a la un�a y
yo, girando la cabeza, lo rechazaba. Entonces se puso a besarme los pezones que
ya se hab�an puesto duros mientras me recostaba sobre una mesita que hab�a en la
sala,
Empez� a subirme la pollera y torpemente me quer�a quitar la
bombacha. Como opuse resistencia a pesar de mi estado me empuj� bruscamente y
sigui� tirando de esa prenda �ntima hasta romp�rmela
Luego y mientras con una mano me sujetaba la boca para que no
gritara con la otra se baj� el cierre de su pantal�n y sacando su verga que
parec�a a punto de estallar me la introdujo sin ning�n pre�mbulo.
Yo por suerte estaba mojada sino me hubiera lastimado esa
penetraci�n tan salvaje. El tipo bombeaba sin parar y pronto su semen se
desparram� en mi interior mientras profer�a un grito de placer."
"Mi marido me propon�a introducir un tercero en la cama y
sistem�ticamente me hab�a negado hasta que un d�a acced� y le ped� que fuera una
persona de mi agrado. Eleg� al marido de una amiga con el que simpatizaba mucho
y mi marido lo convenci� de meterse en la cama con nosotros y as� fue sucediendo
todo.
Cuando lleg� y luego de tomar unas copas y bailar un rato nos
fuimos para el dormitorio y �l me fue desnudando de a poco mientras mi marido
observaba todo. No me animaba a tocarlo y cuando me deposit� suavemente sobre la
cama llev� mi mano hacia su miembro que todav�a fl�ccido era grande. All� not�
que estaba empezando a crecer y que realmente su mujer no hab�a mentido cuando
alardeaba con su tama�o.
Me dej� estar y empez� a besarme desde los pies a la cabeza
mientras sus manos se aferraban a mis pechos, no me tocaba mi cuevita para nada,
cuando llegaba al lugar pasaba de largo y eso me calentaba cada vez m�s. Mis
pezones parec�an reventar. Estaban tan duros y excitados que el solo roce de sus
dedos me llevaba al borde del climax. Comenc� a temblar como loca.
El finalmente llev� sus dedos a mi concha y me introdujo dos
al tiempo que con el pulgar comenzaba a masajear mi botoncito delicadamente. Su
lengua y sus dedos parec�an multiplicarse para estimular mis centros m�s
sensibles.
En un momento dado apoy� su cabeza sobre mi concha y me
prodig� varias lamidas sobre el cl�toris hasta que, finalmente, me introdujo su
lengua y all� explot� sin contenerme y tuve mi primer orgasmo. Nunca hab�a
sentido nada igual. Mi marido me miraba sin entender nada.
A esta altura su miembro parec�a cada vez m�s grande. Nunca
hab�a visto nada igual. Me puso debajo de �l y me penetr� suavemente. Pens� que
no iba a poder aceptarla por sus dimensiones y hasta sent� cierto temor.
Su verga se deslizaba lentamente hacia mi interior y cuando
estuvo bien adentro comenz� a entrar y salir, avanzando con cada acometida
varios cent�metros hacia el fondo de mi canal. Nos est�bamos acercando al
orgasmo. El continuaba bombeando y el ritmo violento de sus embestidas me
resultaba ya insoportable.
Me olvid� de qui�n estaba encima m�o y de que mi esposo
estaba observando todo. Cerr� mis ojos y me dej� flotar en mi orgasmo que fue
algo maravilloso.
Cuando acab� se fue al ba�o y yo le ped� a mi marido que se
acercara y comenc� a masturbarlo y pronto lo hice acabar. Antes de que
desparramara toda su leche me met� su pija en la boca y se la dej� bien limpita.
Me agradeci� con la mirada.
Cuando regres� del ba�o not� que su miembro se pon�a duro
otra vez.. Yo quer�a gozarlo m�s y me sub� arriba de �l para cabalgarlo. Fue un
momento glorioso porque me detuvo con una mano en el ombligo mientras me
acariciaba una teta con la otra. Baj� la vista y vi su pija bien parada y
brillosa y entonces tom� la iniciativa; me elev� sobre la rodilla, le agarr� la
verga del tronco, me la ubiqu� a la entrada de mi conchita y me dej� caer
suavemente sintiendo la entrada de cada cent�metro de su vergaa, gozando como no
hab�a gozado jam�s, mir�ndonos la cara y sonriendo.
Despu�s empez� el movimiento que sigui� hasta el paroxismo.
�Qu� manera de coger!. Mi marido nos miraba con cara de sorprendido y ten�a su
pija erecta nuevamente, as� que le hice una se�a para que se acercara y me la
puse nuevamente dentro de mi boca �sab�a que le gustaba mucho eso- y comenc� a
mam�rsela. Pronto los tres estallamos en intensos orgasmo y quedamos rendidos
recostados sobre la cama sin decir palabras.
Luego de un buen rato me dieron ganas de chupar la de Ra�l,
as� que fui girando suamente hasta quedar en un perfecto 69. Acerqu� mi cara al
glande agarrando decididamente su pija por el tronco mientras le acariciaba los
test�culos con la otra mano. Roc� la cabeza con los labios y vi aparecer en la
boquita de la verga el l�quido preeyaculatorio que ten�a todo el olor a macho.
Yo estaba lanzada e inici� mi fellatio trag�ndome esa poronga descomunal,
chup�ndosela con vigor y estremeci�ndome cada vez que �l bombeaba lentamente con
su boca en busca de los jugos de mi concha.
Ra�l me separ� las piernas y comenz� a lamerme. Se lengua se
met�a en todos los rincones de mi concha. Me rodeaba el cl�toris con sus labios
y pretend�a succion�rmelo. Mi marido dijo que quer�a participar y me pidi� que
me pusiera en cuatro patas sin dejar de chup�rsela al otro. Se arrodill� detr�s
de m�. Yo estaba excitad�sima y le ped� por favor que me la metiera. Mi concha
estaba bien expuesta y con los labios hinchados. El los separ� y hundi� un dedo
en mi cavidad caliente y supermojada. No pod�a dejar de gemir y mov�a las
caderas incit�ndolo a que me la pusiera de una vez pero a �l no se le paraba del
todo, as� que segu� chupando la gruesa verga del marido de mi amiga que s�
estaba dura mientras esperaba la embestida de mi marido.
No se si por lo que estaba viendo o porque ten�a que suceder
a mi esposo se le par� de una manera como nunca hab�a visto y sentido. Me la
meti� hasta el fondo de mi conchita h�meda y comenz� a moverse a un ritmo
descomunal. Pens� que iba a desfallecer. �Qu� zaranda me dio!. Nunca lo hubiera
imaginado. Me cog�a de vuelta como en los mejores d�as.
Mi marido estaba tan entusiasmado que me propuso cogerme por
el culo mientras Ra�l me la met�a por la concha. No dud� un instante y
r�pidamente dej� de chup�rsela a mi amigo, me d� vuelta y lo mont� dejando el
culito bien paradito para que mi esposo no tuviera dificultades. Para lubricarme
me pas� la lengua por el agujero y me empec� a volver loca cuando me la fue
metiendo despacito para no da�arme. Hac�a tanto que no lo hac�a por ah� que me
hab�a olvidado el placer que me produc�a.
Cuando agarraron el ritmo yo era un pelele entre los dos,
pero nunca hubo un pelele tan feliz como yo en esos momentos. Me estaban
cogiendo dos tipos al mismo tiempo. Jam�s lo hubiera imaginado. Me estaban
deshaciendo, pensaba que no iba a poder coger por un tiempo pero c�mo los
gozaba."
"Realmente no se c�mo sucedi�, quiz� por la discusi�n con mi
marido o tal vez, por verme sola acompa�ada por los dos j�venes que hab�a
conocido en el bar y hab�a llevado a mi casa. Sab�a que me deseaban, es que me
fui calentando pensando en la situaci�n en que me encontraba. Estaba solamente
cubierta por la toalla de ba�o porque apenas llegamos los invit� a servirse unas
copas mientras me daba una ducha. Estaba sentada frente a ellos que, mientras
tomaban su bebida, no dejaban de mirarme las piernas que, voluntaria o
involuntariamente, iba abriendo cada vez m�s dejando ver mejor mis muslos.
La tensi�n crec�a y era detectada con mayor claridad por los
muchachos.
Cuando me par� para ofrecerles m�s caf�, Ricardo me tom� por
la toalla arranc�ndomela y dej�ndome completamente desnuda frente a sus ojos. Me
tom� del brazo y tir� hacia �l hasta que ca� sobre ellos.
Permanec�an sentados en el sof� y me atenazaban acostada
sobre sus muslos.
Sus manos comenzaron a acariciarme por todo el cuerpo. La
boca de Pablo tomaba mi lengua mientras sus manos se llenaban de mis tetas.
Ricardo acariciaba mi concha con sus dedos.
No pod�a creerlo. Me estaba derritiendo de placer con lo que
estaban haci�ndome.
No pod�a estar quieta y comenc� a desnudarlos toscamente.
Ricardo se arrodill� y con su lengua recorr�a mi sexo,
deteni�ndose en el cl�toris, que masajeaba en forma inusitada mientras sus manos
se aferraban a mis nalgas en forma brutal.
No pude aguantar m�s y me corr� en su boca gimiendo como una
loca.
Tom� la verga de Pablo y me la introduje lentamente en mi
boca.
Aceler� el ritmo hasta que explot� en mis labios dejando
correr por mi barbilla su leche espesa y ardiente.
Ricardo no quer�a ser menos y me volte� dejando mi cara a
escasos cent�metros de su pija al tiempo que Pablo, que hab�a recobrado
r�pidamente su erecci�n, se hab�a acomodado entre mis piernas.
Con un movimiento r�pido me sent� sobre �l penetr�ndome hasta
el fondo. Mi cuerpo sinti� un profundo escalofr�o que pronto se transform� en
gemidos a medida que sus acometidas se volv�an m�s fuertes. El impulso de las
embestidas aceler� el ritmo de la verga de Ricardo que ten�a en la boca. Mis dos
manos la atenazaban mientras mis labios se ajustaban a su rojiza cabezota.
Todas las terminaciones nerviosas de mi cuerpo se volcaron
hacia mis entra�as invadi�ndome de un �xtasis salvaje e insoportable y tuve un
nuevo orgasmo y luego la relajaci�n m�s intensa que halla podido vivir.
Los muchachos hab�an acabado tambi�n y quedamos los tres rendidos en el
suelo."
"La mujer de mi primo me hab�a recomendado al doctor. Me dijo
que no solo era un buen profesional sino que iba a resolverme todos mis
problemas as� como hab�a hecho con ella. No me dio m�s explicaciones pero cre�
entender el mensaje y tom� una consulta con �l. Cuando lo vi se me produjo un
estremecimiento en todo el cuerpo porque se trataba de un hombre muy atractivo.
Despu�s de hacerme un par de preguntas me hizo desvestir y
recostarme sobre la camilla y me volvi� a preguntar si estaba tranquila y al
consentir con la cabeza me indic� que colocara las piernas sobre los estribos de
la camilla quedando de ese modo con las piernas totalmente abiertas como en
cualquier examen de este tipo. Se ubic� frente a m� y corri� la tela que apenas
me cubr�a para poder revisarme. Se calz� los guantes y me introdujo los dedos,
lo que me caus� un sensaci�n especial. Los sent�a cada vez m�s adentro, como si
los estuviera girando en su interior. Parec�a que quer�a masturbarme y empec� a
sentir placer.
Como ten�a los ojos cerrados, imaginaba cosas y no pod�a
creer lo que me estaba pasando. Nunca una revisaci�n de este tipo me hab�a
resultado tan placentera. Me puse muy nerviosa e inconscientemente mov� el
cuerpo. Era como el principio del goce que se intensificaba, por lo que le
pregunt� si faltaba mucho.
El doctor me pregunt� si ten�a dolor, si me molestaba y sin
pensarlo le respond� que no, que todo lo contrario. Fue la frase clave. Me mir�
sonriente, dej� su mano ah� y se acerc� a m� descubri�ndome los pechos. Ya ten�a
los pezones duros y erguidos. Como estaba tan cerca mi mano le roz� el pene y
pude notar que ya estaba erecto.
Mientras sus dedos continuaban movi�ndose dentro de mi vagina
humedecida, �l se desabroch� el guardapolvo y se acerc� a�n m�s. Estaba tan
excitada que me resultaba tentador tocarle el miembro pero me contuve esperando
que �l tomase la iniciativa.
As� lo hizo. Me tom� mano y la deposit� sobre su bulto. Se
acerc� m�s y cuando comenz� a rozar sus labios sobre mis pechos, abr� los ojos y
no obstante el buen momento que estaba pasando le pregunt� que era lo que
pretend�a hacer.
El sell� mis labios con un beso y ah� s� perd� el control y
le tom� la verga, que �l ya hab�a sacado fuera del pantal�n y se la empec� a
acariciar en movimientos masturbatorios. El doctor tambi�n excitado por la
situaci�n y supuestamente por lo que le hab�a contado me acerc� la pija a la
boca y me la fue poniendo poco a poco.
Comenc� a mam�rsela suavemente (me daba algo de verg�enza lo
que estaba haciendo pero me gustaba) y �l a bombear como si quisiera cogerme por
la boca como si se tratara de la concha mientras sus dedos entraban y sal�an sin
cesar de mi vagina. Estaba tan excitada que tuve un orgasmo y no pude evitar que
se me escapara un grito de placer y dej� caer la cabeza hacia atr�s. El miembro
del doctor se me sali� de la boca y un chorro de semen me salpic� la cara y el
pelo."
"Me toc� viajar de urgencia con el presidente de la empresa
para solucionar un problema en una sucursal. Cuando est�bamos en pleno vuelo me
confes� que estaba caliente conmigo y que me deseaba mucho y que ten�a una
erecci�n tremenda de solo pensar en tenerme. No lo dud� mucho, sab�a de su fama
de Don Juan y adem�s de su poder, as� que me acurruqu� en el asiento
acomod�ndome sobre su hombro como si fuera a dormirme y despacio, muy despacio
comenc� a acariciarle la verga suavemente moviendo mi mano de arriba para abajo
y viceversa dejando que la piel corriera entre mis dedos. Tocaba el agujerito
del glande y volv�a a repetir la acci�n. Me daba cuenta que su respiraci�n
cambiaba de ritmo.
Despu�s de un instante de masturbarlo con la mano me inclin�
un poco m�s pasando por debajo de su brazo y me llev� su pija a mi boca y
comenc� a mam�rsela. El baj� su mano y comenz� a acariciarme las piernas hasta
llegar a mis nalgas por la posici�n en que me encontraba. Lo hac�a en buena
forma y me estaba empezando a calentar.
Yo mientras tanto segu� con mi tarea, que la verdad no me
disgustaba. Le daba vueltas con mi lengua alrededor del glande, me deten�a en la
corona, en el frenillo y trataba de introduc�rmela toda en mi boca. Le acarici�
los test�culos con mi mano y empez� a estremecerse.
Me susurr� que la sacara de la boca ya que estaba por acabar.
No le hice caso y aceler� el tr�mite acompa�ando la succi�n de mi boca con los
movimientos de mi mano. Quer�a que eyaculara dentro. A mi esposo nunca lo hab�a
permitido que lo hiciera y una vez que tard� en sacarla y me salpic� la cara me
puse furiosa pero con este hombre era distinto, no s� que me pasaba, me hab�a
liberado de golpe y quer�a mam�rsela hasta la �ltima gotita.
El present�a que no pod�a aguantarse e intenta apartarme pero
no lo dejo y descarga toda su leche dentro de mi. No me result� tan desagrabable
el sabor de su leche. Me acuerdo haber leido en un viejo libro de Jacqueline
Susan que tomarla o pon�rsela por la cara era beneficiaria para la salud. No se
si era cierto o no pero no me disgust� el hacerlo.
Le pas� la lengua por toda la verga hasta que no qued� una
sola gotita y se la volv� a guardar en su lugar. Como ya estaba algo fl�ccida no
tuve inconvenientes. Le sub� el cierre del pantal�n y me incorpor� en mi
asiento."
"Por fin nos decidimos con mi esposo y fuimos a una reuni�n
de swingers. Era la primera vez y no sab�amos bien c�mo actuar pero pronto se
fueron aclarando las cosas. Est�bamos charlando y bebiendo con un grupo de
parejas cuando el hombre que ten�a a mi espalda subi� mi falda y lentamente
meti� sus manos entre mis piernas. Lo detuve. Era muy fuerte lo que me pasaba y
deseaba vivir cada momento con plena conciencia. Me sent� al lado de mi esposo,
pero antes de que pudiera hablar con �l, buscar su est�mulo, alguien me tom� del
brazo y pregunt� si no quer�a acompa�arlo a la habitaci�n, es decir derecho a la
cama.
Mir� a mi esposo y �l me impuls� con un gesto.
Cuando entr� en la habitaci�n me sent� en la cama. A mi
alrededor hab�a parejas disfrutando del sexo sin medias tintas. Me di cuenta que
no saldr�a de all�, si as� lo deseaba, sin que cada uno de esos hombres me
poseyera.
Pens� en mi casa, en los l�os que los chicos le estar�an
haciendo a mi madre, en la ropa que ten�a que lavar y planchar al otro d�a, en
las cuentas que restaban por pagar....
Me par�, me saqu� el vestido y me zambull� en aquella cama
que, como si tuviera mil brazos, me atrap�. Casi no pod�a distinguir las bocas.
Los penes cambiaban sin que yo perdiera ni un minuto de sensaciones. Hasta me
encontr� besando senos ajenos. Tuve all� una cantidad de orgasmos tal que en
n�meros equiparaban a tres meses de mi vida sexual normal. Compart� el calor de
cuerpos desconocidos y recib� los fluidos de hombres que me desearon por un
instante. Sal� de la habitaci�n tratando de arreglarme el pelo, buscando a mi
esposo, preocupada por mi audacia."
"Hab�a concurrido a las clases de nataci�n incitada por mi
amiga Claudia quien me dijo que no me iba a arrepentir de ello. Cuando termin�
la clase me demor� un poco de m�s y cuando ingres� al vestuario ya no quedaba
ninguna mujer. Me saqu� el traje de ba�o y me fui a duchar. Cuando sal� descubr�
al profesor de nataci�n. No se por qu� me ocult� y me qued� espiando y cuando
comenz� a sacarse el pantaloncito y le vi su verga me qued� perpleja y gir�
r�pidamente para retirarme del lugar produciendo un peque�o ruido que �l, en la
soledad del vestuario percibi� y pregunt� quien estaba.
Me qued� quieta y no respond� con la intenci�n que pensara
que no hab�a nadie, se cambiara y se retirara del lugar.
Pero no fue as�, cuando apareci� desnudo, con su pantaloncito
en la mano me quer�a morir. �Qu� papel�n!
Se me acerc� y me pregunt� el por qu� de mi presencia ah�
todav�a, ya que supuestamente las mujeres ya se hab�an retirado todas, sin
percatarse que no ten�a su pantaloncito puesto y que su miembro empezaba a
crecer a pasos agigantados. �Ser�a tal vez porque yo estaba apenas tapada por
esa peque�a toalla?
Le expliqu� en forma entrecortada que me hab�a demorado y que
no sab�a que �l tambi�n se cambiaba all� y no pod�a apartar mi vista de su verga
que estaba cada vez m�s erecta. Estaba muy excitada y pienso que se me notaba.
Se me acerc� tanto que no pod�a responder ya por mis actos.
Lo hab�a visto en malla pero desnudo era realmente excitante. Me empec� a
calentar. Mis pezones empezaron a endurecerse y parec�an querer atravesar la
toallita. Mi vagina comenz� a humedecerse.
Al notarme tan excitada me tom� por los hombros y dej� que
cayera lo que apenas me cubr�a, dejando caer tambi�n su pantaloncito y me bes�
apasionadamente en la boca.
Estuvimos as� un rato hasta que comenc� masturbarlo
suavemente. Luego baj� y me puse su pene en la boca. La tom� con las dos manos y
me la introduje hasta la mitad, que era toda mi capacidad bucal. El tambi�n
excitado empez� a empujar queri�ndome llegar a la garganta y casi me ahog� y
tuve un peque�o acceso de tos.
Se la chup� un buen rato mientras trataba de controlar el
orgasmo que me ven�a por la situaci�n.
Me hizo subir y me recost� delicadamente en uno de los bancos
del vestuario y acerc� su voluminosa pija a las puertas de mi conchita y me la
puso hasta el fondo ya que estaba totalmente humedecida..
La situaci�n era maravillosa. Acab� de inmediato y a pesar de
que su verga se abland� no me dejaba ir ya que estaba gozando mucho con ese
miembro fl�ccido dentro..
Terminamos los dos extenuados pero felices."
"Cuando mi marido me dej� sola en la casa de la playa por
razones de trabajo yo estaba segura que se volv�a a ver a su amante as� que me
propuse tomar venganza. Conoc� a unos muchachos que estaban con el guardavidas y
los invit� a una supuesta fiesta en casa, sin decirles que yo era la anfitriona
y la �nica mujer invitada. Cuando llegaron se sorprendieron pero no les disgust�
la idea y nos propusimos divertinos a lo grande. Tomamos algo y nos pusimos a
bailar y luego los fui desnudando al tiempo que ellos lo hac�an tambi�n conmigo.
Luego empec� a acariciarles los miembros un rato a cada uno masturb�ndolos un
poquito hasta que sus miembros llegaron a su m�xima expresi�n. Despu�s la
fellatio fue la estrella. Tomaba cada una de las vergas y las chupaba
suavemente. Sal�a de una flaquita y larga y me introduc�a una gruesa, para
terminar con la del muchacho que hab�a conocido en la playa que estaba muy bien
dimensionado.
A esta �ltima la saboreaba bien descubriendo el glande con
sus movimientos manuales. Ellos apretaban las piernas para no pasar por precoces
pero el que la ten�a gruesa fall� y me llen� la boca de leche, tanta que tuve
que sacarla para no ahogarme. El resto salt� sobre mi rostro. Eso caus� un
efecto catarata y tuve que sorber tambi�n la leche del que la ten�a flaquita y
larga porque tampoco se aguant�.
El que s� se contuvo fue el guardavidas y fue el primero que
me cogi�. Lo acost� boca arriba y le pas� mi h�meda concha por su pecho, bajando
de a poquito hasta su pija. La tom� con la mano y la pas� por mis labios
inferiores. Un vez mojada me la introduje hasta los test�culos y comenc� a
cabalgarlo.
Los otros dos viendo la escena comenzaron a masturbarse y
como el que la ten�a finita y larga ya la ten�a dura lo invit� a pon�rmela por
detr�s. El joven no se hizo desear y me la meti� con todo, previa lubricaci�n,
hasta llenar mi capacidad qued�ndole la mitad afuera. Mis orgasmos comenzaban
antes de que otro acabara. Gem�a y gem�a. El que se ocupaba de mi culo acab� y
le dej� el lugar al del miembro grueso que, como el orificio ya estaba bien
dilatado, no tuvo dificultades en penetrarme.
Como el guardavidas no acababa gir� y lo puse en posici�n de
69 ya que quer�a mam�rsela nuevamente porque estaba muy excitada. Una chupada
profunda, una leve presi�n sobre el cuello del glande y la leche lleg� con
fuerza desparram�ndose en el interior de mi boca.
Mientras �l acababa y me chupaba el cl�toris, otro se
introdujo en mi vagina y me sacudi� con fuerza aunque sin llegar al orgasmo.
Pasamos toda la noche juntos. Las posiciones se iban intercambiando y terminamos
todos extenuados. A esa altura no ten�a orificio que no estuviera sensible y los
penes ya no se paraban con tanta facilidad como antes. Hab�a sido una fiesta
brutal.
Me vest�, los bes� uno por uno y promet� volver a verlos
aunque nunca m�s regres� a esa playa.
Nunca hab�a tenido una experiencia como �sta, me hab�a cogido
a tres tipos y me hab�a gustado y hasta me olvid� de la amante de su marido."