Relato: La madre de mi novia (01)





Relato: La madre de mi novia (01)

LA MADRE DE MI NOVIA. Introducci�n y Cap�tulo 1


Un saludo para los webmasters y la gente de esta web.


Lo que les contar� a continuaci�n ocurri� este pasado mes de
agosto durante mis vacaciones en un pueblo de la costa cant�brica donde cada a�o
van a veranear mi novia y sus padres.


Me llamo Carlos, tengo 21 a�os y llevo casi dos a�os saliendo
con Marina de 17. Este a�o mi novia y sus padres me invitaron a pasar unos dias
con ellos en el pueblo; a mi me pareci� estupendo, ya que no me apetecia nada
separarme 20 dias de mi novia.


Yo llegu� en mi coche cuando ellos ya llevaban alli 4 dias,
ya que tenia que quedarme a trabajar hasta algo m�s tarde que ellos. Los
primeros dias que pasamos all� estuvieron bien, pero al estar todo el tiempo con
sus padres, Marina y yo no ten�amos demasiadas oportunidades para "estar a
solas", as� que nos �bamos apa�ando con peque�os escarceos y aprovech�ndo
cualquier instante para meternos mano o lo que pudi�semos.


Pero lo verdaderamente increible fu� lo que sucedi� el dia en
que Jorge (el padre de Marina) y ella se fueron a la capital a visitar a los
padres de �l. Pensaban ir por la ma�ana, hacer noche all� y volver al dia
siguiente. Sonia (la madre de Marina) no iba a acompa�arles, pues no tenia buena
relaci�n con la familia de su marido; y a mi, la verdad es que no me apetecia
nada ir, aparte que que ya habia conocido a gente con quien echarme unas risas
por la noche.


Total, que ese s�bado Marina se fu� con su padre y yo me
quedaba en el pueblo con su madre. El dia se presagiaba aburrido hasta que
llegase la noche, de modo que fu� a mi habitaci�n a tumbarme un rato y dejar
pasar el tiempo mientras ojeaba unas revistas de videojuegos.


Me levante al cabo de un rato con intenci�n de bajar a la
planta baja de la casa y cojer una lata en la nevera, pero me detuve a la altura
del ba�o; la puerta estaba entreabierta y se oia dentro como un llanto apagado.
Abr� la puerta y vi que Sonia estaba mir�ndose al espejo de espaldas a mi y con
un monton de ropa encima del lavamanos; estaba desnuda de cintura para arriba,
asi que solt� un r�pido "perd�n" y cerr� de golpe. Al momento o� como su madre
me decia que esperase y que entrase. Entr� y vi como simplemente cubria sus
pechos con los brazos. Por sus ojos era evidente que habia estado llorando asi
que le pregunte qu� era lo que le pasaba; me dijo que necesitaba que fuera
sincero con ella, que llevaba un tiempo obsesionada con una cosa y queria saber
mi opini�n. Me dijo que habia estado prob�ndose un mont�n de prendas y que no se
veia bien con ninguna sin ponerse un sujetador, que se veia con el pecho caido y
queria que le dijese como se lo veia yo; a todo esto apart� sus brazos y me dej�
contemplando sus pechos.


Lo cierto es que la madre de Marina me impact� much�simo ya
desde la primera vez que la vi; tiene 38 a�os y os aseguro que est� much�smo
mejor que muchas chicas de veititantos. En cierto modo se puede comparar con mi
novia: miden casi lo mismo, sus curvas son muy redondeadas, pero su madre tiene
bastante m�s pecho y quiz� una talla m�s de pantal�n. La habia visto muchas
veces en bikini en la playa o en la piscina, y es el tipo de mujer que levanta
las miradas all� por donde pasa. Me consideraba afortunado, no ya por su madre,
sin� pensando que con un poco de suerte mi novia dentro de 20 a�os se conservase
as� de bien.


Me qued� muy cortado mientras miraba a esos pechos, y sentia
verg�enza por no poder dejar de miralos; no era lo mismo verlos bajo un bikini
por peque�o que fuera a verlos completamente al desnudo, con aquellos pezones
grandes y oscuros que tantas veces habia imaginado pero hasta entonces nunca
visto; adem�s, no sab�a que decir. Se puso de perfil y volvi� a preguntarme que
opinaba mientras se miraba al espejo. Le dije que no sabia si yo era el m�s
adecuado para opinar acerca de sus pechos y me dijo que yo era el �nico en quien
tenia sufiente confiaza para pedirmelo y obtener una respuesta sincera al mismo
tiempo. Le dije que sus pechos me parecian grandes y que los veia m�s firmes que
muchos otros m�s peque�os que habia visto, pero que por su peso era inevitable
que cayesen un poco. Pareci� quedar convencida con la respuesta. Se puso una
camiseta ancha que dej� por fuera de los vaqueros que llevaba, recoji� el mont�n
de ropa que habia y me pidi� que la esperara abajo, que quiz� pudiesemos hablar
un rato.


Baj� al sal�n y al momento aparecio ella. Se sent� en una
butaca frente mi y entonces me confes� que estaba preparando algo para ponerse
una noche que saldria a cenar con su marido. Estuvimos hablando toda la tarde;
Sonia siempre habia hablando conmigo sin manias y esa tarde hablamos de ella, de
su marido, de su hija, de mi... sin concretar en detalles, pero viendo como en
varias ocasiones me dejaba caer que envidiaba la vida sexual que llevaban muchas
chicas j�venes (en clara alusi�n a su hija), ya que por cosas que le contaba su
hija, se estaba dando cuenta de lo mon�tona que era su sexualidad con su marido,
y de lo mon�tona que habia sido siempre, pues aparte de ese hombre, casi no
habia estado con nadie, s�lo un par de novios antes de casarse con los que no
habia llegado a casi nada.


Eran ya casi las 9 de la noche cuando me dijo que iba a
preparar algo de cena, y no se que bombilla se encendi� en mi cabeza en ese
momento; le dije que se vistiese, que sal�amos a cenar. Ciertamente no lo dije
con ninguna intenci�n; estaba a gusto hablando con Sonia pero tambien queria
salir un rato de esa casa. Me mir� divertida y al momento me dijo que vale, que
le apetecia cambiar un poco la rutina.


Subimos cada uno a nuestra habitaci�n. Entr� en el ba�o a
afeitarme y estando dentro o� que llamaba Sonia para entrar, que queria
depilarse. Yo no iba desnudo asi que le dije que entrase; ella llevaba la misma
camiseta de antes y se habia quitado los vaqueros, pero era tan larga que le
quedaba un palmo por encima de las rodillas. Acab� y la dej� depil�ndose; al
salir le dije que se lo hiciese bien, que no me gustaban los pelos, y ambos
reimos. Fu� a cambiarme y cuando sal� fu� a su habitaci�n a ver si estaba lista;
llam� a la puerta y me hizo entrar; todavia seguia con la camiseta de antes
mirando la ropa de su armario; me pidi� que eligiera yo la ropa por ella, que
queria sentirse diferente pero que no sabia que ponerse; estuve un momento
mirando al interior del armario, hasta que le dije "quieres sentirte diferente,
pues espera"; fu� a la habitaci�n de Marina y coj� dos prendas que pens� que
podian ir bien a su madre y se las llev�. Me dijo si de verdad queria que se
puesiera eso, y le dije que si, que se imaginase que su habitaci�n era un
probador mientras yo esperaba fuera. Sal� y al cabo de un ratito me hizo pasar;
llevaba lo que le habia llevado: una falda con pliegues, de esas que caen hasta
un poco por encima de las rodillas, y una camisa de las que se cojen con una
goma horizontal por encima del pecho y bajo las axilas, y que dejaba unos
cent�metros de su cintura al descubierto, todo de color negro. Me dijo que le
parecia que le iba bien, pero que decidiese yo. Vi como las cintas de los
sujetadores sobresalian por encima de la camisa, asi que la sonre�, me acerqu� y
le dije que podia quedarle mejor mientras desabrochaba su sujetador y pasaba las
cintas por sus codos para sac�rselos; vi como se estremecio cuando meti la mano
bajo su camisa por la cintura y coji el sujetador por el encaje que hay enmedio
para quit�rselo. Sus pechos se veian enormes bajo la camisa, no marcaban nada
pero abultaban much�simo. Viendo como me dejaba hacer le pregunt� sin confiaba
mi, pareci� pens�rselo pero me dijo que si, as� que le pedi que no se moviera;
me arrodill� ante ella y puse las manos sobre sus piernas donde terminaba la
falda; las fu� subiendo por sus caderas hasta que pas� un par de dedos de cada
mano por debajo de las braguitas que llevaba; estir� un poco y empec� a bajarlas
muy lentamente mientras levantaba la vista y miraba a su cara, no sin antes
fijarme en lo que se veia de sus pechos desde ah� abajo; tenia la piel de
gallina, pero no me dijo nada, as� que segu� baj�ndole las braguitas hasta
dejarlas en sus tobillos. Me levant� y le dije que ya pod�amos irnos, que ahora
estaba garantizado el sentirse diferente toda la noche; s�lo me contest� con una
sonrisa, sac� sus pies por encima de las braguitas y salimos.


Cojimos mi coche y nos fuimos a la ciudad; no estaba ni a una
hora de autopista, y estaba lo suficientemente lejos como para significar un
cambio de aires y el anonimato de no conocer a nadie por all�. Por el camino
estuvimos riendonos varias veces sobre como habian ido las cosas por la tarde y
en como hab�amos acabado en mi coche para salir a cenar; me dijo que desde luego
que se sentia diferente, pero que estaba tensa y cortada por la situaci�n. A
nuestra llegada a un restaurante a la entrada de la poblaci�n la conversaci�n ya
habia ido normaliz�ndose y se la veia m�s tranquila.


Ya en el restaurante nos reimos una y otra vez del trato de
se�or y se�ora que nos daban los camareros; nos habian tomado por una pareja y
eso nos resultaba divertido. Le dije que si no fuese porque era la madre de mi
novia, a estas alturas de la noche ya le habria dicho lo guapa que estaba e
incluso ya le habria tirado los tejos; me contesto que yo si que estaba guapo y
me pidi� por favor que le dijera lo que quisiera, que se sentia c�moda en el
papel de pareja mia.


Terminamos de cenar y fuimos a la barra a tomar el caf�.
Decidido a dar una vuelta m�s a la rosca, le ped� a uno de los camareros que nos
hiciera una foto; estando ella sentada en un taburete, me puse a su lado y la
coj� por la cintura, notando como se ponia tensa al sentir mi mano pero se
relajaba al momento; hecha esa foto le ped� al mismo camarero que hiciese otra,
as� que gire la cara de Sonia y puse mis labios sobre los suyos, sorprendi�ndome
la naturalidad con la que me devolvia el beso. Me sent� a su lado, y el silencio
se hizo un poco inc�modo hasta que ella lo rompi�; "me ha gustado" dijo;
"demuestramelo" dije yo. Se me qued� mirando, mir� a su alrededor, me coji� de
la mano y fuimos hasta el lavabo de se�oras; era amplio, tenia varios
compartimentos y se veia todo muy limpio; entramos en uno y me dijo que nunca
habia conseguido meter a un tio en un lavabo de se�oras, ni siquiera a su
marido; que cosas como esa son las que sentia que habia perdido la oportunidad
de vivirlas. No termin� de hablar que rode� mi cuello con sus brazos y empez� a
besarme; nuestras bocas empezaban a entreabrirse y nuestras lenguas apenas si
rozaban furtivamente los labios del otro; seguimos bes�ndonos cada vez con m�s
ganas hasta que nuestras lenguas empezaron a buscarse y se encontraron; por un
instante quedamos inm�viles, pero s�lo fu� el pistoletazo de salida para nuestra
pasi�n.


Continuamos besandonos mientras acariciaba sus piernas, sus
caderas, y me iba atreviendo a introducir cada vez m�s mi mano bajo su falda;
levant� una pierna y la coloc� sobre la taza del inodoro para facilitarme la
tarea y poder seguir acariciandola entre las piernas: su barriguita, sus
ingles... Entonces me di cuenta "te has rasurado" le dije sorprendido, y
sonri�ndome me dijo que si, que se lo habia hecho r�pido cuando yo sal� del
ba�o, que lo hizo sin pensarselo, que era la primera vez y que eso estaba
contribuyendo mucho a que se sintiera tan rara por ir toda la noche sin ropa
interior.


La hice sentarse sobre la tapa del inodoro y me arrodille
ante ella mientras abria sus piernas y las mantenia en alto. Nunca hasta
entonces habia estado ante un sexo completamente depilado y reci�n afeitado (mi
novia se depila, pero siempre se deja una matilla de pelo); los labios de su
vagina estaban entreabiertos y h�medos, y su ano se veia peque�o y completamente
cerrado. Empec� d�ndole besos por toda la zona y me dijo que nunca se lo habian
hecho con la boca, y que tampoco ella se la habia chupado a nadie; a su marido
le daba reparos tenerla que besar en la boca luego si lo hacian, asi que nunca
habian pasado de darse algun beso por encima de la ropa. Con la lengua empec� a
abrirme paso por su sexo, lamiendo hasta el �ltimo rinc�n al que pudiese llegar.
Empec� a lamer su cl�toris, primero despacio y luego cada vez m�s r�pido; notaba
como sus espasmos eran cada vez m�s seguidos y como iba a correrse de un momento
a otro. Oyendo como gemia, solte una de sus piernas apoy�ndola en una barra de
la pared y puse un dedo en su boca en se�al de silencio; ahogo como pudo sus
gemidos hasta que en el momento de correrse no pudo aguantar un chillido apagado
pero agudo, mientras notaba su corrida bajar por mi boca y sus piernas.


Nos pusimos de pie y ella empez� a lamerme y besarme toda la
cara y la boca hasta limpiarla por completo de su propia corrida. Sigui�
bes�ndome mientras desabrochaba mi camisa y mis pantalones, dej�ndolos caer;
meti� las manos bajo mis calzoncillos metiendome mano al culo, y los baj� hasta
los pies mientras se ponia de rodillas. Mi polla estaba totalmente erecta, y la
coji� con las dos manos con suavidad; me dijo que habia visto como lo hacian en
las pelis porno, y que lo intentaria, pero que la corrigiera si no me gustaba;
le dije que no se pensase en hacer esto o aquello, que se llimitase a disfrutar
ella con lo que hacia. Tranquilizada por mis palabras, empezo a besarla en toda
su extensi�n y a introducirse la punta entre los labios. Con un movimiento lento
pero continuado, empeaz� a metersela poco a poco en la boca hasta que la tuvo
casi entera dentro; se movia con suavidad, como temiendo hacerme da�o ya que
alguna vez me habia rozado con los dientes, pero no tard� en cojer un ritmo que
me puso a 100. Se la sac� un momento para lamerla entera de arriba a abajo, y se
la volvi� a meter hasta el fondo de la boca de un golpe; sigui� chup�ndomela y
aumentando el ritmo. No podia m�s y le dije que iba a correrme, que se la sacase
de la boca, y en lugar de eso, me cojio con ambas manos del culo para empujarme
contra ella mientras se metia una y otra vez mi polla hasta la mism�sima
garganta. Lleg� el momento y me corr� en su boca mientras segui� moviendose; ya
habia terminado de eyacular, cuando con un amago de tos, se la saco y vi como
chorrillos de semen habian escapado por la comisura de sus labios; seguia con la
boca cerrada, y mirandome hacia arriba, la abri� un poco y vi que estaba llena
de mi leche; la volvi� a cerrar y se trag� todo lo que tenia. Me arrodill� junto
a ella y ahora fu� yo quien limpio su cara del semen que se habia escapado de su
boca. Le di las gracias, de dije que me habia corrido como pocas veces y me
contest� que no hacia falta que se lo agradeciese; me confes� que en alg�n
momento tuvo miedo de que no le gustase meterse tanta carne en la boca y menos
a�n sentir la corrida dentro y tener que trag�rsela, pero que en cuanto se la
meti� en la boca ya no quiso ni pudo dejarla hasta que se atragant� con todo lo
que estaba tragando mientras terminaba de correrme y llenar su boca, que habia
disfrutado much�simo.


Tras unas caricias y un par de besos, decidimos salir del
ba�o e ir a tomarnos otro caf� antes de abandonar el lugar.


LA MADRE DE MI NOVIA. Cap�tulo 2


Cojimos el coche y nos encaminamos hacia casa por la
carretera que seguia la costa; �bamos escuchando m�sica mientras el aire fresco
de la noche entraba por las ventanillas. Sonia iba con los ojos cerrados pero no
dormia, pues se la veia seguir el ritmo de la canci�n que escuch�bamos. Despues
de unos kil�metros, apag� la m�sica y empez� a acariciarme por encima del
pantal�n. Mi polla estaba dura de nuevo; me desabroch� el pantalon y la coji�
con fuerza bajo los calzoncillos; le dije que no continuase, que no podia
conducir as� y me dijo que parase a un lado donde pudiese. Entr� con el coche en
un peque�o claro a un lado de la carretera y par�. Me encantaba como me estaba
acariciando, as� que me dej� hacer y reclin� mi asiento. Al momento, Sonia se
sent� encima mio de cuclillas; empez� a moverse acariciando su sexo con mi polla
y notando como se escurria entre sus humedos labios vaginales. Se apretaba
contra mi cada vez m�s hasta que en uno de los movimientos, notamos como mi
punta se quedaba a la entrada de su vagina y quedamos inm�viles. Coji� mis
manos, las levant� por encima de mi cabeza y entrelazamos los dedos. Se inclin�
un poco m�s hacia delante y dej� caer su peso con suavidad dejando que mi polla
entrase y saliese lentamente en su vagina. Una vez la tuvo tomada la medida,
empez� a aumentar el ritmo mientras que yo no daba cr�dito a todo aquello; lo
cierto es que estaba un pel�n cohibido ya que me estaba tirando a la madre de mi
novia, pero tambien es cierto que estaba disfrutando much�simo de aquel cuerpo.
Acaricie sus muslos, y fu� subiendo mis manos por sus caderas, su barriga... y
cuando empezaba a meter mis manos bajo su blusa, las coji� y las apart� mientras
me decia que me iba a tocar sufrir antes de poder disfrutar de sus tetas, que
habia visto el deseo en mi cara cuando me las ense�� esta ma�ana. Se puso a
cabalgar sobre mi polla mientras veia como sus pechos saltaban dentro de la
blusa delante mismo de mi cara. Yo no podia m�s con mi excitaci�n y la avis� de
que me iba a correr ya mismo; embisti� un par de veces m�s y la sac� cuando
empezaba a correrme al tiempo que ella se frotaba contra mi polla y mi barriga
llenas de semen. No habia salido todavia la �ltima gota, que cojio mi polla con
la mano y se la volvio a meter de un golpe hasta el fondo de su sexo; yo creia
que me moria mientras ella reanudaba su loco cabalgar sobre mi. No podia creer
que estuviese a punto de correme de nuevo, intent� avisarla pero ella ya lo
sabia; cerro mi boca con la suya mientras me besaba con fuerza y cuando not�
como mi leche la llenaba por dentro se dej� caer del todo encima mio, quedando
encajados y bes�ndonos durante un buen rato hasta que mi polla hubo perdido toda
su erecci�n todavia dentro de su c�lida vagina.


Me despert� un poco agitado cuando Sonia se movi� encima mio;
nos hab�amos quedado dormidos un par de horas porque ya eran casi las 5 de la
ma�ana. Nos arreglamos la ropa que ya estaba sucia de nuestras corridas
(sobretodo su falda) y continuamos camino de casa.


LA MADRE DE MI NOVIA. Cap�tulo 3


Cuando llegamos a la casa, subimos a la planta superior; coj�
a sonia de la mano y la llev� hasta su habitaci�n. En la pared que daba a los
pies de la cama habia un espejo que cubria casi toda la estancia, y nos quedamos
all� de pie bes�ndonos con fuerza mientras ella me desabrochaba la camisa y los
pantalones. Sin darle tiempo a nada le di la vuelta dej�ndola cara al epejo y le
hice levantar los brazos; le ped� que los mantuviera en alto apoyandolos en el
espejo por encima de su cabeza mientras acariciaba sus caderas y pasaba mis
manos por encima de sus gorditas y redondas nalgas. Sub� las manos por la
cintura y cojiendo la blusa por su parte inferior, empece a tirar hacia abajo
muy poco a poco; me pidi� que cojiera sus pechos y los estrujara contra ella,
pero de dije que de eso nada, que estaba prohibido tocarlos hasta que yo dijese
lo contrario y que ahora le tocaba sufrir a ella. Lanzaba entrecortados gemidos
sintiendo como la goma de la blusa oprimia cada vez m�s sus grandes pechos
mientras la bajaba cent�metro a cent�metro. En varias ocasiones me dijo que no
podia m�s, pero la obligu� a seguir con los brazos en alto. Segu� bajandole la
blusa poco a poco, pero cada vez era m�s dificil, pues la goma parecia que no
iba a ceder m�s y se apretaba contra sus tetas; lleg� el momento en que vi como
asomaban por el borde de la blusa el contorno de sus areolas; la goma de la
blusa estaba justo encima de los oscuros pezones que habia visto horas antes y
que de tan hinchados impedian que la blusa pudise terminar de bajar. Segu�
haciendo fuerza hacia abajo y los pezones saltaron de golpe por encima de la
blusa arranc�ndole un grito; termin� de bajarsela hasta la cintura dejando al
descubierto sus grandes pechos, y sin tiempo para que recobrase el pulso, la
empuj� hacia delante hasta apoyarlos contra el espejo; el frio la hizo gritar de
nuevo, pero yo habia conseguido mi prop�sito de poner esos pezones m�s duros de
lo que ella los habia tenido nunca.


La separ� del espejo y empec� a acariciar sus pechos sin
tocar sus pezones; nos estaba excitando mucho ver nuestra im�gen reflejada en el
espejo, y a mi personalmente, notar como aquellas grandes tetas eran de una
carne dura y firme que permitia apretarlas con fuerza; la madre de mi novia
tenia las mejores tetas que nunca habia tocado. De repente o� un susurro "comete
mis pezones, muerdelos... por favor"; no tuvo que ped�rmelo dos veces. De perfil
ambos al espejo, empece a pasar mi lengua por aquellos pezones duros y oscuros;
ella gemia de placer cerrando los ojos y apretando mi boca contra sus pechos
para que no dejara de comerselos. Coj� uno de sus pezones con los dientes y
empec� a estirar; mir� al espejo de reojo y vi que ella estaba mirando como lo
hacia; se coji� el pecho con las dos manos para poner el pez�n en el mejor
�ngulo de visi�n y empez� a estirar cada vez con m�s fuerza; me dijo que ni se
me ocurriese soltarlo al tiempo que seguia estirando; creia que se iba a
desgarrar el pez�n con mis dientes, pero no, ella seguia dando estirones y
gritando de dolor y placer. Con un movimiento r�pido, coj� su otro pez�n con el
pulgar y el �ndice y empec� a pellizcarlo con fuerza; ella sigui� chillando y
gritando "si, si...". Lanz� un �ltimo grito mientras dejaba de estirar; se habia
corrido y deje de hacer fuerza con mis dedos y mis dientes para pasar a
acariciarlos y chuparlos con delicadeza y suavidad.


Termin� de quitarse la ropa y se sent� en la cama; me hizo
acercarme a ella y termin� de desnudarme a mi tambi�n. Me dijo que estaba
cansada, se tumb� boca arriba con sus brazos tras su cabeza y cerrando los ojos
me pidi� que me masturbara y me corriese sobre sus doloridos pezones. Me sent�
sobre su barriga y deje que mi polla se introdujera entre sus tetas; las tenia
muy juntas, no son de esas que caen hacia los lados, as� que apenas tenia que
juntarlas un poco para notar la fricci�n sobre mi polla. Las apret� un poco
hacia dentro y sent� como la dureza de sus tetas oprimia mi miembro; sin
soltarlas empec� a moverme arriba y abajo viendo como la punta asomaba por
arriba y rozaba el cuello de Sonia, que al darse cuenta, baj� la barbilla y
enbreabri� la boca para que mi punta rozase sus labios cada vez que subia.
Cuando estuve a punto, segu� mene�ndomela con una mano mientras que con la otra
coj�a sus tetas para orientar sus pezones hacia mi polla. Chorros de leche
empezaron a caer sobre sus tetas mientras con mi polla acariciaba sus pezones
para repartir mi corrida sobre ellos. Estaba de rodillas a su lado estrujando mi
polla y viendo como estaba a punto de caer una �ltima gota, cuando Sonia se
incorpor� un poco y recoji� esa gotita con su lengua y la sabore� como si fuera
un caramelo. Me sonri�, me di� un beso en la mejilla y se qued� dormida con la
cabeza sobre mi pecho y sus mojadas tetas chorreando sobre mi costado.


LA MADRE DE MI NOVIA. Cap�tulo 4


Me despert� como cada ma�ana con el olor del pan tostado que
subia de la cocina, pero sobresaltado por verme en la cama de los padres de
Marina; recoj� mi ropa y la llev� a mi habitaci�n, me puse un pantal�n corto y
baj� a la cocina.


La madre de marina estaba de espaldas a mi; llevaba puesto un
bikini con el que ya la habia visto en otras ocasiones, pero nunca me habia
provocado la excitaci�n de esa ma�ana.


Estaba un poco aturdido por todo lo sucedido la noche
anterior. Me acerqu�, le di los buenos dias dos besos en las mejillas como cada
ma�ana y ella me dijo "que, ensayando para cuando vuelvan mi marido y mi hija?"
y diciendo eso empez� a besarme en los labios con cari�o; la coj� por la cintura
y estuvimos bes�ndonos hasta que nos dimos cuenta de que unas tostadas estaban a
punto de quemarse; se gir� riendose a sacarlas del fuego. Le pregunt� por como
tenia los pezones despues de lo de anoche y sonriendo me dijo que bien, pero que
todavia le dolian un poco. Ella estaba untando las tostadas; me acerqu� por
detras y empec� a acariciar sus pezones con delicadeza por encima de la tela del
bikini; no se si estaban erectos o hinchados, pero eran tan grandes como anoche.
Dej� las tostadas en el plato y se desabroch� el lazo de la espalda del bikini
para sac�rselo por la cabeza; coji� la mermelada y se gir�; empez� a cojer
mermelada de melocot�n con una cucharilla y a extenderla por encima de sus
pezones; entre el masaje que se daba, el frio de la cucharilla y la hinchaz�n,
todavia estaban m�s grandes que anoche, enormes y apetitosos. Coji� uno de sus
pechos con las manos y se lo llev� hacia su boca lamiendose el hinchado pez�n y
chupando la mermelada. Yo baj� mi cabeza hasta el otro pez�n para chuparselo
igual que ella hacia con el otro.


Me pregunt� si yo no tenia nada hinchado mientras cojia mi
polla por encima de la ropa. Se agacho ante mi, me baj� los pantalones y unt� de
mermelada la punta para despues retirarla con su lengua. Lo repiti� un par de
veces cojiendo mi polla por la base y apretando, de manera que la sangre se
concentraba hinch�ndo la punta y las venas como pocas veces habia visto. Yo no
podia m�s, coji el bote de mermelada y meti mi polla entera dentro; la saqu�
llena de mermelada hasta los huevos. Ella reia divertida mientras seguia de
rodillas; la coj� del pelo con cierta violencia y apoy� su cabeza sobre la
puerta de la nevera para que no puediera moverse. Mi polla estaba a escasos
centimetros de su cara y di� un respingo cuando un trocito de mermelada cayo
sobre sus pechos. Le dije que si no estaba segura de continuar me lo dijese
ahora porque iba a foll�rmela literalmente por la boca y cuando empezase ya no
habria vuelta atras. En sus ojos habia una mezcla de placer y temor; cerr� los
ojos y abri� la boca al m�ximo tensando los m�sculos de su cara; lo tom� como
una invitaci�n. Introduje mi polla en su boca poco a poco con cuidado de no
tocar sus labios ni su paladar ni nada; ella habia retirado su lengua para darme
paso a su garganta y hasta all� que llev� mi punta; cuando mi glande lleg� hasta
el final, cerr� los labios mientras masajeaba mi polla con la lengua. Empec� a
moverme y a bombear dentro de su boca; cada vez se la met�a con m�s fuerza y me
movia m�s r�pido; notaba como me costaba mover mi polla dentro de su boca por la
fuerza que hacia con sus labios y con su lengua aprision�ndo mi miembro contra
el paladar mientras iba tragandose la mermelada. Coj� su cabeza con las dos
manos y le met� la polla tan adentro como pude; not� como ella aguantaba la
respiraci�n porque estaba atragantada con mi pene, pero lo dej� ah� unos
segundos m�s. Iba a empezar a sacarlo cuando ella me coji� del culo y
empuj�ndome contra su cara sent� como realmente se tragaba la punta de mi polla
y seguia contrayendo los m�sculos del cuello como intentando tragarsela m�s y
m�s; era la primera vez que sentia esa especie de masaje sobre mi capullo y me
provoc� tal subid�n que incluso me maree con la corrida. En cuanto terminaron
mis jadeos, se la sac� de la boca tosiendo un poco; me agache y la abrac�
dandole besos por toda su cara; se la veia cansada pero satisfecha.


LA MADRE DE MI NOVIA. Cap�tulo 5


Sonia se habia sentado en el suelo y apoyaba su espalda
contra la nevera; la inclin� hacia delante para sentarme detr�s de ella y
llenando mis manos de mantequilla empec� a darle un masaje en la espalda. Al
cabo de un rato, peg� su espada contra mi pecho y girando la cabeza empezamos a
besarnos. Coji� mis manos y poniendo en ellas dos grandes trozos de mantequilla,
las llev� a sus pechos. Seguimos bes�ndonos mientras yo la untaba de
mantequilla; sentir aquellas dos grandes y duras tetas resbalar entre mis manos
me volvia loco. Coj� otro trozo de mantequilla y lo llev� directamente bajo la
braguita del bikini; eso le hizo dar un brinco de la impresi�n. Abri� sus
piernas y yo segui acarici�ndola mientras la mantequilla se fundia con los jugos
que salian de su vagina; empez� a correrse mientras me susurraba que siguiera, y
not� que no se corria una vez, sin� que fueron varias de seguidas; cuando no
pudo m�s, cerr� las piernas y coji� mi mano abrazandose contra mi.


Al momento, se levant� a por las tostadas y me fij� en como
le habia quedado casi todo el culo al descubierto al met�rsele la braguita del
bikini por la rajita y le dije "bonito culo, est� para darle un mordisco" y ella
tan contestona como siempre me dijo que fuese a darselo. Yo no se si lo diria
por decir, pero la cuestion es que me puse de rodillas tras ella, empec� a dar
peque�os mordiscos y chupetones a aquel redondo culo. Coj� las braguitas y se
las quit�, y ella abri� un poco las piernas mientras se inclinaba para dame mas
terreno. Segu� chupeteandole el culo y empec� a pasar mi lengua alrededor de su
ano; queria abrir sus nalgas con mis manos, pero toda la zona estaba resbaladiza
por la mantequilla; ella se di� cuenta y se abri� m�s de piernas apoyando su
pecho sobre la encimera, ahora si que tenia una visi�n total de aquel culo.
Segu� lamiendo su ano e intentando meter mi lengua un poquito mientras que con
mis dedos estuve jugueteando con su cl�toris hasta que consegu� que volviera a
correrse.


Me incorpor� y abrac� a Sonia por detr�s; le ped� que cerrara
las piernas y empec� a frotar mi polla contra su culo. Abr� sus nagas lo que
pude y meti mi polla enmedio al tiempo que empezaba a moverme arriba y abajo
como si estubiese haci�ndome una cubana con sus nalgas. Ella acompa�aba mis
movimientos apretandose contra mi y mi excitaci�n volvia a ir en aumento, hasta
que de repente not� un tope contra mi polla y Sonia lanz� un grito; ambos nos
quedamos inm�viles; no hacia falta que mirase hacia abajo para darme cuenta de
que le habia metido la punta de mi polla por el culo; "quieres que la saque" le
dije, y me dijo "noooo... no te muevas, me duele". Empez� a inclinarse hacia
delante muy lentamente hasta dejar su peso de nuevo sobre la encimera; nuestro
�nico punto de contacto eran su ano y mi polla; empez� a abrirse las nalgas poco
a poco hasta que con sus dedos toco mi polla; la sigui� hasta su culo y comenz�
a acariciarse el ano. Ante mi asombro, empez� a mover un poco las caderas
haciendo fuerza contra mi; su culo se iba relajando y dejaba paso a mi polla,
que cada vez estaba m�s dura por la presi�n a la que estaba sometida. Yo segu�
sin moverme viendo como Sonia clavaba sus u�as en su culo abri�ndoselo a tope y
empujandose contra mi polla que empezaba a entrar y salir casi en su totalidad;
sacaba mi polla de su culo y se la volvia a meter, todo muy lentamente; comenz�
a gemir con mayor intensidad para acabar corri�ndose con un chillido que solo
habia oido en las pelis porno. La coj� por las caderas y not� como temblaban sus
piernas; empec� a retirar mi polla pero ella me fren�; me dijo que ya que tenia
mi polla dentro, que queria que me corriese en su interior y notar mi leche en
un lugar donde nunca lo habia sentido. La coj� entonces por la cintura y empec�
a moverme lentamente con miedo a hacerle da�o; poco a poco fu� tomando confianza
y aumentando el ritmo, pero ella me dijo que no fuese tan deprisa, que le seguia
doliendo. Continu� con m�s cuidado mientras ella volvia a acariciar su ano y sus
gemidos iban otra vez en aumento para culminar con otro chillido como el de
antes. De forma casi inaudible me dijo "sigue, sigue..." de modo que segu�
penetr�ndola despacio, lo que me permitia ver con todo detalle como aquel culo
se tragaba casi toda mi polla y estiraba de mi piel cuando la sacaba; ver
aquello pudo conmigo e intentando contener mis movimientos para no hacerle da�o,
me corr� hasta la �ltima gota dentro de su culo. Exhausto, saqu� mi polla y vi
como mi leche y los flujos de sus corridas bajaban por sus piernas. Sonia se
gir�, me dijo "me ha dolido mucho pero han sido las mejores corridas de mi
vida..." y arrodill�ndose ante mi empez� a chupar mi miembro ya casi fl�cido
limpi�ndolo por completo.


Me coji� de la mano y me llev� hasta el ba�o, en el piso de
arriba; all� llen� la ba�era con agua caliente y un poco de jab�n para que
hiciera un poco de espuma y nos metimos dentro. La abrac� por la espalda
rode�ndola con mis brazos cari�osamente y nos quedamos dormidos dentro del agua.


LA MADRE DE MI NOVIA. Cap�tulo 6


Su marido y su hija volvieron por la tarde. Las primeras
horas de estar todos juntos fueron las peores; yo no sabia como iba a reaccionar
Sonia y tampoco como me iba a sentir yo, pero despues de un rato, todo parecia
normal a excepci�n de alguna mirada de complicidad entre Sonia y yo que no
pod�amos evitar.


Al dia siguiente, yo ya "habia hecho los deberes" con mi
novia Marina y all� todo parecia seguir su curso como si nada hubiese ocurrido.


Pasados un par de dias, yo ya me encontraba mucho m�s
tranquilo respecto a lo que pudiese pasar, pero fu� entonces cuando aquellas
miradas que no podiamos evitar Sonia y yo se convirtieron en algo m�s. Empec� a
notar como Sonia reclamaba mi atenci�n y buscaba su roce conmigo, pero con
disimulo y sin ning�n descaro, de forma que s�lo yo me pudiese dar cuenta. Eso
nos llev� a continuar nuestra particular historia de verano como sigue:


Una ma�ana, mientras ayudaba a Sonia a poner la mesa para
desayunar, aprovech� un momento en que no habia nadie m�s en la cocina para
meterme un papel dentro de los pantalones cortos que solia llevar para ir por
casa; se li� un poco con la goma de mis slips y su mano roz� ligeramente mi
pene; eso me provoc� un subid�n que me dej� parado unos instantes, pero
reaccion� r�pido y sal� al sal�n donde nos esperaban su hija y su marido.


Mientras desayun�bamos, me encontr� con la mirada de Sonia
varias veces. Yo no dejaba de pensar en lo que pondria en aquel papel, y estaba
deseando acabar r�pido el desayuno para poder leerlo.


Cuando termin�, sub� corriendo a mi habitaci�n y saqu� el
arrugado papel. Decia..."Queria pedirte algo, pero no sabia como hacerlo y por
ello he recurrido a esta nota �Guardarias un par de dias tu leche para mi? me
encantaria volver a notarla espesa y caliente, por favor."


Yo alucinaba ante lo que acababa de leer. R�pidamente escond�
la nota para luego destruirla y tom� la decisi�n de satisfacer a Sonia en lo que
me habia pedido... Queria mi leche, pues la tendria.


El dia anterior, me lo habia hecho con Marina en el ba�o (un
polvete r�pido de pie con ella sentada en el lavamanos), as� que lo tenia
bastante bien para aguantar un par de dias m�s sin volver a correrme.


Exactamente, estuve cuatro dias sufriendo mi decisi�n de
reservar mi semen para Sonia, ya que si bien no esquivaba a su hija, si tuve que
concentrarme en no correme y quedarme con un buen dolor de huevos en dos o tres
ocasiones. Adem�s, para terminar de arreglarlo, Sonia parecia esperar una
respuesta mia que no llegaba y nuestro particular juego de miradas me ponia a�n
m�s a tono.


Una tarde, al poco de haber terminado de comer, el padre de
Marina se fu� como cada dia a jugar una partida de domin� con los dem�s hombres
de pueblo. Mientras, su hija y yo fuimos a ver a una prima de Marina que habia
llegado esa ma�ana, as� que Sonia se quedaba sola en casa.


Pens� que ese era el momento. Le dije a Marina que volvia a
casa a mirar unos mapas, ya que al dia siguiente quer�amos ir a hacer una
peque�a ruta en coche por los alrededores.


Cuando entr� en casa, me fu� directo a la cocina, donde Sonia
terminaba de fregar los platos. Sin decirle nada, pero sin apartar mis ojos de
los suyos, coj� un vaso y sali hacia mi habitaci�n. Ella me sigui� sin decir
nada tampoco. Me met� en mi cuarto y cerr� dejando a la madre de Marina fuera.


Me baj� los pantalones y los calzoncillos, y de pi�, empec� a
pajearme con fuerza. Apenas aguant� un par de minutos y acercando el vaso a la
punta de mi polla, dej� caer todos los chorros dentro; normalmente mis corridas
son bastante abundantes, pero esa fu� bestial. Segu� casc�ndomela tan deprisa
como podia, y estaba seguro que desde fuera, Sonia oia perfectamente mis jadeos.
Al poco me vino de nuevo y volv� a acercar el vaso para correrme dentro. As�,
hasta 6 veces en unos fren�ticos 20 minutos que me dejaron hecho polvo; me dolia
la mano, el antebrazo y la polla, y no podia m�s, pero el vaso estaba lleno en
3/4 partes, y no era precisamente un vasito peque�o.


Abr� la puerta y sal�. Sonia estaba fuera; le di el vaso y le
dije "No dejes que se enfrie". Su cara reflejaba un asombro total mientras cojia
el vaso con las dos manos como con miedo de que se le cayera. Sin pens�rselo dos
veces, se llev� el vaso a los labios y empez� a dar sorbitos a mi leche mientras
cerraba los ojos como si estuviese paladeando un manjar, en evidente muestra de
placer. Continu� bebi�ndoselo y cuando termin� pas� el dedo �ndice por dentro
para recojer hasta la �ltima gota y llev�rsela a su boca. Me mir� y me dijo "Te
debo una, p�deme lo que quieras". Yo no sabia que contestar en ese momento, as�
que le dije "Cuando se me ocurra algo te lo dir�". Los dos sonreimos. Ella
volvi� a la cocina y yo fu� a buscar a su hija.


LA MADRE DE MI NOVIA. Cap�tulo 7


Unos dias m�s tarde, una ma�ana, me despert� con unas de esas
tremperas ma�aneras tan impresionantes que tenemos a veces los tios. Mi novia
entr� en la habitaci�n a decirme que bajase ya, que ir�mos a dar una vuelta en
bici con su padre, algo que muchas ma�anas hac�amos. Yo me destap� para que
pudise ver el poll�n que me gastaba en ese momento y le dije que mejor fuese
ella sola con su padre, porque como me subiese en una bici me reventaban los
huevos. Abri� unos ojos como platos y sin pens�rselo empez� a chuparme la polla
hasta donde le llegaba mientras su saliva caia por mis huevos. Al cabo de un
momento oimos que alguien subia las escaleras, as� que se levant� de un salto y
yo me tap�; sali� de la habitaci�n dici�ndome que luego seguiria. Os podeis
imaginar el dolor de huevos y la trempada que me dej�.


La que subia era su madre, a cambiarse de camiseta, pues se
habia manchado en la cocina la que llevaba. Al pasar por mi puerta me pregunt�
si no bajaba, y yo le dije que no, que no me encontraba muy bien, al tiempo que
movia mi polla debajo de la s�bana. Sonia se qued� mirando al bulto que movia
bajo la ropa de la cama y volvi� abajo a la cocina donde su marido y Marina
terminaban de desayunar.


No pas� ni un minuto desde que oi que salian con las bicis,
que Sonia subia a mi habitaci�n y empezaba a tocar mi bulto por encima de la
s�bana. Le dije que estaba excitad�simo y que hoy le tocaba a ella pagarme la
que me debia desde el otro dia. Me sonri� y me dijo que encantada.


Sal� de la cama y ella se qued� mirando la tranca que me
gastaba esa ma�ana. Me dijo que estaba enorme, que tuviese cuidado con lo que le
hacia; y yo le dije que precisamente hoy no estaba para muchos miramientos y que
fuese pensando si queria quedarse comigo en aquella habitaci�n. Me mir� con
miedo, pero debi� de picarle la curiosidad porque al momento me pregunto lo que
que queria que hiciese ella.


La hice ponerse de rodillas en el borde de la cama con las
piernas juntas y totalmente flexionadas, al tiempo que apoyaba la cara sobre la
cama. Llevaba puesta una camiseta, unos pantalones cortitos de algod�n y unas
braguitas.


Sin quitarle nada, apart� de un lado los pantalones y las
braguitas, y empece a chuparle directamente el ano, pasando mi lengua por los
alrededores e intentando meterla un poco. Aquel agujero seguia tan cerrado como
la primera vez que lo vi, as� que me ensaliv� un dedo y empec� a met�rselo con
cuidado; entro bien y enseguida continu� con dos. Me dijo que eso le dolia un
poquito pero que lo aguantaba bien y que adem�s la excitaba un mont�n pensar en
el da�o que le hice la primera vez que se la met� por detras, ese dolor que
cuanto m�s inteso era, m�s placer sentia.


Me arrodill� ante su cara y le ped� que me la chupara y la
llenara de saliva tanto como pudiera, al tiempo que con mis dedos llevaba tanta
saliva mia como podia hasta su ano.


Le volv� a preguntar si estaba segura de continuar; me
pregunt� "�me doler�?", y le dije que si, que no sabia cuanto, pero que le
doleria seguro, que lo �nico que queria era que no se arrepintiera despu�s. Esta
vez se lo pens� un poco m�s de lo habitual, y me contest� "hasta ahora no me he
arrepentido por nada, y adem�s te debo una, as� que hazme lo que quieras pero
tampoco te arrepientas tu".


Ya tenia la polla bien lubricada, asi que me puse de pi� tras
ella y coloqu� la punta de mi capullo encima de su ano que seguia casi
totalmente cerrado. Sin necesidad de ped�rselo, puso una mano a cada lado de mi
polla y se abri� las nalgas tanto como pudo mientras con una de ellas adem�s
apartaba el pantalon y las braguitas del preciado agujero.


La coj� por la cintura con fuerza y eche mi peso y el suyo
hacia atr�s, para meterle m�s de la mitad de mi polla de un golpe que sent� que
casi me desgarra la piel. Ella lanz� un grito de dolor que parecia ir ahog�ndose
en uno de placer hasta quedarse sin aire. Sus dedos se clavaban en su culo
mientras yo empujaba hasta metersela casi por completo. No di tiempo a que su
culo se acostubrase al tama�o de mi polla que ya estaba metiendo y sac�ndosela
entera y sientiendo como su culo se dilataba a marchas forzadas por mis
embestidas. Empec� a oir como me decia "cabr�n... hijo de puta... me duele... me
duele" acompa�ado de jadeos de dolor y placer. Daba la impresi�n de que fuese a
ponerse a llorar de un momento a otro, cuando con casi toda mi polla dentro,
empec� a bombear hasta el fondo de su culo, notando como mi capullo llegaba
hasta el final y golpeaba las paredes de sus intestinos. Ya no me movia hacia
dentro y afuera, sino que lo hacia en c�rculos o arriba y abajo, penetrando con
mi polla hasta el �ltimo rinc�n de su culo. Mire hacia abajo y vi como clavaba
sus u�as en su culo tensando al m�ximo la piel que bordeaba su ano, y como la
totalidad de mi polla habia desaparecido dentro de su magn�fico culo. Cerr� los
ojos y casi sin moverme, sent� las contracciones previas a mi corrida y como
inundaba sus entra�as con mi semen. Al sacarla, vi como por su ensanchado y
enrojecido ojete salian algo de sus excrementos mezclados con mi leche. Se
levant� corriendo para ir al ba�o mientras yo intentaba limpiar lo m�s gordo con
unas servilletas. Al momento salio, y arrodill�ndose delante mio, empez� a
chupar y lamer mi polla limpi�ndola por completo y provoc�ndome una segunda
corrida que trag� hasta la �ltima gota sin variar en ningun momento el ritmo que
llevaba y dej�ndome exhausto.


Las tostadas que comi 10 minutos m�s tarde en la cocina, creo
que fueron las que m�s a gusto me he comido en mi vida. Lo bien que me sentaron
despues de las dos corridas de hacia un momento, buf.


Cuando mi novia Marina volvi�, le dije que no habia podido
esperar y me la habia cascado en la ducha (al menos encontr� una buena excusa)


En unos dias, las vacaciones terminaron, pero Sonia y yo
hemos continuado con nuestros encuentros sexuales, a cual m�s placentero. Pero
todo eso ya son otras historias.


Espero que a todos los lectores/as les haya parecido bien
merecido el tiempo empleado en leer este relato. A todos ellos un saludo.



Autor: KANJIS


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Relato: La madre de mi novia (01)
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