Antes de empezar he de decir que mi amiga se llamaba Laura,
era Medico Estomat�loga, estaba casada y ten�a dos hijos. Su marido era un
industrial de Euskadi que muri� hace 8 a�os, �l era 20 a�os mayor que ella. Esta
historia y las otras que he comentado antes, las escribi� hace a�os ya que en la
actualidad ella tendr�a 69 a�os. Hace escasamente un par de a�os Laura a�n
segu�a siendo una mujer de una apariencia exquisita que rezumaba se�or�o por
donde pasaba, me hab�a olvidado de comentar que ella pertenec�a a una de las
familias m�s ricas, influyentes y de recio abolengo de Espa�a y tenia esa clase
que solo tienen esas pocas personas que nacen, viven y envejecen envueltos ese
alo de exquisitez.

Laura como he comentado era de esas personas que no hubieran
tenido que trabajar nunca, a pesar de eso fue �lla una de las pocas mujeres que
en su �poca acababan una carrera universitaria y de las menos que se atrev�an a
montar una consulta propia. Era pues una mujer decidida e inteligente y
razonablemente independiente para su �poca y su posici�n social y digo
razonablemente, porque se cas� con Alejandro por indicaci�n paterna y a pesar su
infelicidad matrimonial, la palabra separaci�n no estaba en su diccionario, as�
pues se dedic� a sus hijos, a su trabajo y a sus compromisos sociales
manteniendo la impecable imagen personal y familiar que todos esperaban de ella.
Pero la realidad de Laura era muy diferente, pues su lado inteligente e
independiente la llev� a crear una doble vida que a veces rayaba en el mas loco
desenfreno, as� hab�a una Laura aristocr�tica de conducta intachable y otra
Laura la mas hermosa y sensual mujer que haya conocido nunca, para la que la
palabra "prohibido" no exist�a y la palabra "vivir" adquir�a un significado y
una dimensi�n totalmente diferente.

Laura media 1,73cm. y sus medidas mas o menos eran 95.60.90,
sus largas piernas la hac�an parecer mas alta, �stas eran perfectas, ni gruesas,
ni delgadas, su cintura se hincaba en su cuerpo realzando su esplendido trasero,
redondo y resping�n, con una magnifica espalda y unos hombros mas bien anchos
pero sin llegar a ser muy prominentes, un vientre plano y unos pechos para mi
gusto perfectos, ni grandes, ni peque�os pero muy bien puestos y coronados por
unos pezones mas bien peque�os pero duros y tiesos. Su brillante pelo negro
azabache no hacia m�s que dar un toque ex�tico a su preciosa cara de �ngel, con
unos labios carnosos y sus espectaculares ojos azules como el mar.

En fin aquellos espectaculares ojos azules se cerraron hace
un a�o y es justo ahora cuando creo que es el momento de publicar sus relatos y
ver que es lo que se puede hacer con un trocito de tu vida sin que nadie se
entere.

Quiero desde aqu� rendir homenaje y tributo a esa rara avis
que fue Laura.

Parece ser que todo empez� por casualidad, algo as� como��..

Me llamo Laura y he empezado a escribir a�n no se muy bien
porque, quiz�s para distraerme o quiz�s para poner por escrito lo que sin duda
es una locura. Es la primera vez que hago esto y no se muy bien por donde
empezar, as� que empezar� mas o menos por el principio, al fin y al cabo dudo
que nadie lea esto nunca.

Como he dicho me llamo Laura tengo 25 a�os, estoy casada y
tengo dos ni�os preciosos de 1 y 2,5 a�os, mi marido vive entre Madrid y San
Sebastian yo soy estomat�loga y aunque de momento no trabajo, por cuidar a mis
ni�os tengo intenci�n de montar una consulta en cuanto pasen un par de a�os.

Mi marido es un buen hombre pero chapado totalmente a la
antigua, su fabrica y sus negocios, sus puros y sus viajes, sus amigotes y sus
comilonas, sus cacer�as y sus d�as de pesca, sus hijos y su mujer.

El tiene 45 a�os y la verdad no esta mal mis amigas dicen que
es muy guapo, yo no veo que sea para tanto, quiz�s porque siempre que se acerca
a mi sea oliendo un poco a alcohol y por supuesto a tabaco.

Mi vida sexual con el se reduce a cuando �l tiene ganas,
primero me mira, sonr�e y empieza manosearme, sobre todo los pechos y el culo
creo que en casi 5 a�os de matrimonio no ha osado a meter los dedos en mi sexo
ni una sola vez , en una ocasi�n que yo me atrev� a indicarle tomando su mano y
coloc�ndola en mi rajita, me miro con una cara de entre extra�eza y reproche, me
sonroj� y sent� verg�enza, comprend� entonces que hacer el amor con �l no
pasar�a jam�s esas cuatro caricias para a continuaci�n apretar sin demasiados
miramientos mi reseco sexo y casi siempre con bastante dolor soportar sus
penetraciones, que a falta de delicadeza , cari�o o t�cnica tienen la ventaja de
ser especialmente cortas, eso si descargando todo su semen en mi vagina lo cual
me hace ir corriendo al WC para limpiarme r�pidamente, pues la verdad es que no
me apetece quedarme embarazada de nuevo como el querr�a y tenerme as� rodeada de
ni�os sin poderme mover.

Este Verano ha sido muy especial para mi pues como otros a�os
lo hemos pasado en San Sebastian pero esta vez mi hermana ha venido a pasarlo
con nosotros, me hacia mucha ilusi�n verlos pues ellos viven en Coru�a y solo
nos vemos para navidades, Rosa es casi 10 a�os mayor que yo, pero a pesar de la
diferencia de edad siempre nos hemos llevado muy bien, tanto o mejor que con mis
otras hermanas Julia de 28 y Azucena de 31. Rosa tiene tres hijos, dos ni�as y
un chico que es el mayor Daniel de 14 a�os, es muy callado e introvertido desde
muy peque�o siempre ha tenido predilecci�n por mi y si con alguien se relaja y
habla un poco mas de la cuenta es con su t�a Laura.

La familia de mi marido tiene una casa justo delante de La
Concha al lado del Monte Igueldo, como es bastante grade, cab�amos todos sin
mayores problemas, los d�as de playa iban pasando y yo hab�a comentado con mi
hermana que su hijo Daniel se estaba convirtiendo en un hombrecito, media casi
1,75 delgado, imberbe, de piel muy fina.

Un d�a despu�s de cenar hacia un calor terrible y la tela del
vestido se me pegaba por todas partes, as� que decid� ir a ducharme, entr� en el
ba�o sin llamar pensando que no hab�a nadie y sorprend� a mi sobrino
completamente desnudo, sec�ndose despu�s de una ducha.

Perd�n pensaba que no hab�a nadie, lo siento mucho.

Dije mientras �l sin articular palabra y rojo como un tomate
intentaba taparse, con poco �xito, su pene aunque fl�ccido me pareci� de un
tama�o considerable. Sal� r�pidamente y me espere en la puerta, el se puso un
pijama y salio al poco rato. Me volv� disculpar y el acepto diciendo:

No pasa nada ti�ta es que debo de haber cerrado mal el
pestillo.

Mientras me hablaba yo inconscientemente dejaba ir fugaces
miradas a la entrepierna de mi sobrino, no pod�a quitarme de la cabeza su cuerpo
desnudo y aquel pene tan largo, disimuladamente intentaba detectar en alg�n
movimiento el tama�o de su bulto a trav�s del fino pijama, estaba como abstra�da
mientras Daniel hablaba de no se que, cuando algo me hizo volver �Qu� dices?

No nada t�a, nada.

No, no dime.

Que�eso que no he podido evitar ponerme nervioso al verte, y
que eres muy guapa.

Hay criatura me alegro que me encuentres guapa, bueno a
dormir vale,

�Si me das un beso?

Claro que si.

Nos dimos dos besos en las mejillas pero en el segundo dej�
mi cara pegada a la suya unos instantes y al separarme aun no se muy bien si con
intenci�n o inconscientemente roce su paquete con mi pierna, un escalofr�o
recorri� mi cuerpo mientras entraba en el ba�o y cerraba tras de mi la puerta.

Un calor extra�o acabo de empapar mi ya sudado cuerpo
mientras comenzaba a desnudarme. No pod�a quitarme de la cabeza aquella imagen e
inconscientemente la repet�a una vez y otra y recordaba el tacto de su piel en
mi cara y el roce de su miembro con mi pierna, en ese estado me met� en la ducha
donde mis humedades externas e internas se mezclaron y comenc� a imaginar que �l
me pod�a estar espiando a trabes del ojo de la cerradura, o por las ventanas
semitraslucidas de arriba, eso me excitaba a�n mas y as� sin pensar mis manos
recorr�an mi cuerpo y se deten�an como sin querer en mi mojado sexo. Cuando
acab�, con unas convulsiones considerables por mis temblorosas piernas
chorreaban toda clase de l�quidos, mis senos parec�a que me iban a estallar y mi
coraz�n se quer�a salir del pecho, me arrodill� y segu� toc�ndome produci�ndome
varios orgasmos hasta que rendida y sin fuerzas me deje caer y sin poder
controlarlo me orine encima, hasta eso me produjo placer.

Cuando acab� me fui sin decir nada a nadie directamente a mi
habitaci�n y me met� en la cama sin poder dejar de pensar en la locura que por
lo menos de pensamiento hab�a cometido, me sent�a extra�a como si le hubiera
sido infiel a mi marido, pensaba en mis hijos y en mi hermana y como no, en mi
sobrino, si el supiera�.

Al d�a siguiente fuimos como siempre a la playa, estaba yo en
la orilla dejando que las olas acariciasen mis piernas mientras vigilaba a las
ni�as de mi hermana y claro tambi�n a Daniel que estaban dentro del agua, en el
momento en que mi sobrino sal�a acerc�ndose a donde yo estaba un par de
chulillos de playa me soltaron un piropo de cierto mal gusto y dirigido sobre
todo a mi trasero, Daniel al o�rlo salio corriendo hacia ellos y se enfrento
dici�ndoles que porque no miraban el culo de su madre, entonces los dos
muchachos se enfrentaron a Daniel y yo tuve que meterme en medio cojiendo a mi
sobrino para que aquellos dos machitos no le hicieran da�o.

D�jame t�a

Que no d�jalos que no vale la pena.

D�jalo t�a deja al machito a ver que hace.

Ni se te ocurra no ves que son lo que son.

Venga t�a quitate del medio

T�a Laura por favor

Ni en broma que no te dejo que mas quisieran tener ellos lo
que tu.

Que???

Sin saber muy bien porque hab�a dicho eso, me encar� a ellos
poni�ndome en jarras y les dije:

Haber machitos de playa que quer�is, mirarme bien, con los
dos no tengo ni para empezar, as� que largo de aqu�, iros detr�s de una roca y
os la cascais a mi salud.

No me lo pod�a creer, no pod�a ser yo quien hab�a dicho eso,
me gire hacia Daniel , me estaba mirando con la boca abierta mientras los dos
t�os sin decir palabra se fueron a buen paso, no se si cumplir mis ordenes.

Jolin t�a �

Mira no se como lo he podido decir estoy sofocad�sima , a�n
no me lo puedo creer, pero me han puesto tan nerviosa.

Y adem�s no quiero que te enfrentes con nadie.

Como que no, eres mi t�a y delante m�o no consiento que nadie
te falte, por muy guapa que est�s con este ba�ador, nadie tiene derecho a�.

As� que te gusta este ba�ador?

Pues si te queda muy bien, bueno a mi me gusta, claro que�.

�Qu�?

Que tu siempre estas guapa.

Gracias eres un cielo.

Nos sentamos en las hamacas y al poco le ped� que pusiera
crema por la espalda y as� lo hizo sus manos eran suaves y sus masajes caricias,
me baje los tirantes e invit� a mi sobrino a que me pusiese tambi�n ah�. Cuando
acab� me gir� y directamente mi vista se fue hacia su ba�ador marcaba un bulto
mas que considerable, madre m�a pens� vaya aparato, Dios m�o pero como puedes ni
siquiera pensar, pero jolin es que no es muy normal. Adem�s jam�s hab�a estado
con nadie joven, ni siquiera de mi edad, bueno aparte de�. Bueno es igual otro
d�a ya lo contar� si tengo ganas,

D�jame a m� que te pongo crema por la espalda.

No t�a , no.

Y tanto que si no te quemaras que eres muy blanco de piel.

Empec� a poner la crema muy despacio, bajando por su espalda
hasta su cintura y metiendo mis manos en busca de su vientre y al hacerlo mis
pechos rozaban levemente su espalda, el estaba nervioso y yo sin poder evitarlo
segu�a acariciando. Cuando acab� el no quiso girarse y se dirigi� al agua pero
pude ver como su erecci�n era evidente.

Por la tarde despu�s de una siesta nos fuimos al cine, como
�ramos mucha gente nos tuvimos que repartir y cuando estaban todos acomodados
Daniel y yo est�bamos de pie, buscando y rebuscando encontramos dos butacas en
la �ltima fila y pegada a la pared, al entrar hacia el final Daniel lo hizo
primero y yo le segu�, se sent� y al pasar por el estrecho pasillo perd� el
equilibrio cayendo sobre mi sobrino, dios m�o otra vez note aquel bulto que no
me dejaba dormir pero esta vez clavado en mi culo.

Perdona

Nada t�a te has hecho da�o?

No, da�o no.

Empez� la pel�cula y yo no acaba de encontrar la postura
adecuada la butaca era incomod�sima y la estrechez hacia que continuamente mi
pierna rozara la de mi sobrino que iba con pantalones cortos, por el calor me
desabroche dos botones de mi camisa y pude ver como Daniel de reojo miraba
discretamente mi escote, el contacto de mi pierna con la suya nos produc�a sudor
pero ninguno de los dos hacia nada por separarse al rato decid� levantarme un
poco la fina falda de forma que mis rodillas quedasen desnudas, el
disimuladamente segu�a todos mis movimientos y yo disimuladamente intentaba
escudri�ar en la oscuridad de la sala intentando distinguir un bulto en mi
sobrino, la situaci�n me estaba poniendo a tope y notaba como mi sexo estaba
completamente h�medo, entonces sin mas puse mi mano en su pierna y le pregunt�:

�Te gusta la pel�cula?

�Un poco pesada no?

Si un poquito

Dej� mi mano como si nada sobre su pierna y con la yema de
mis dedos acariciaba en peque�os c�rculos sus aductores, el como sin querer
abr�a cada vez mas sus piernas y mis inocentes carias cada vez eran mas
evidentes, en ese momento el coloc� su mano sobre el apoyabrazos dej�ndola caer
hasta que sus dedos rozaban mi rodilla, un escalofri� recorri� mi cuerpo, pero
autom�ticamente sin poder, ni querer evitarlo sub� mi rodilla hasta sus dedos,
al levantarla la falda cay� hacia atr�s dejando al aire buena parte de mi pierna
y Daniel otra vez de reojo observ� en silencio mientras, como aceptando mi
invitaci�n e imit�ndome empez� a mover sus dedos sobre mi pierna tal y como yo
lo hacia en la suya y al igual el que hab�a hecho el yo sin dejar de mirar la
pel�cula abr�a mis piernas de forma que mi sobrino pudiera acariciar sin
problemas , mi estado era indescriptible, estaba totalmente excitada, temblorosa
y al tiempo me mor�a de miedo, no sabia que hacer, ni donde pod�a llegar esa
locura, pero me derret�a pensado en aquel cuerpo joven y me imaginaba aquella
verga dura y enorme entrando y saliendo de mi, absorta en ese mar de
contradicciones mi mano subi� sin querer hasta notar el hueco de los pantalones
cortos, me quede inm�vil, mientras el par� de acariciarme, al cabo de unos
segundos que me parecieron horas movi� su mano descendiendo por la fin�sima piel
de mis aductores qued�ndose justo un poquito por debajo de donde hab�a quedado
mi falda, yo al notarlo mov� mis dedos por debajo de su pantal�n, el se volvi� a
quedar quieto y de golpe hizo un leve movimiento con su cadera y entonces pas�,
note el glande de aquel pene en mis dedos, yo mov� mi pelvis y su mano cayo
sobre mi sexo y el sin mas se col� por debajo de mis braguitas, al notar sus
dedos en mi sexo me sobrevino el primer orgasmo de pura excitaci�n , par� de
inmediato mientras yo intentaba recuperar la respiraci�n, al hacerlo lo mire y
el me miro con un semblante entre extra�eza, culpabilidad, arrepentimiento pero
sobre todo deseo, yo mire alrededor y la poca gente que estaba a nuestro lado
segu�a la pel�cula ajenos a nosotros, entonces aparte su mano y disimuladamente
y poco a poco me quite las bragas y las puse en mi bolso, mientras el se quito
el y�rsey y lo puso sobre sus piernas la columna que separaba la butaca de
Daniel de la siguiente nos cubr�a perfectamente as� que tom� la mano de mi
amante y la pase lentamente por mis labios vaginales dejando que sus j�venes
dedos se colasen dentro de mi chorreante sexo para despu�s sacarlos y met�rmelos
en la boca degustando el sabor de mis l�quidos para acto seguido empapados en
saliva conducirlos por debajo de mi blusa hasta mis dur�simos y erectos pezones,
Daniel al notar el tacto de mis pechos no pudo evitar soltarse de mi mano y
apretar mi pecho, yo completamente entregada al goce del momento dej� caer mi
cabeza hacia atr�s mientras su mano jugaba con mi pecho hasta que me apret� casi
pellizcando un pez�n y no pude evitar un gemido de placer que tuve que disimular
r�pidamente con un repentino ataque de tos mientras comprobaba que nadie se
hab�a percatado, mi excitaci�n era brutal y notaba como estaba mojando la falda
mientras la mano de Daniel hab�a vuelto decidida y esta vez sin timidez jugaba,
exprim�a y se colaba hasta con dos dedos a ala vez en mi vagina produci�ndome un
orgasmo detr�s de otro hasta que lo pare pues de seguir me hubiera puesto gritar
de felicidad, cuando abr� los ojos despu�s de medio controlar la situaci�n mire
descaradamente su y�rsey y acto seguido introduje mi mano por debajo y ah�
estaba el tan anhelado y so�ado pene de mi sobrino, que duro y tieso como el
acero desafiaba la ley de la gravedad, y no me hab�a equivocado aquello media
como treinta cent�metros , era brutal jam�s imagin� que hubieran de ese tama�o,
la tome en mi mano recorri�ndola de arriba abajo y de nuevo note como un mont�n
de l�quidos acud�an a mi vagina, Daniel me hizo un gesto de que parase comprend�
que el chico deber�a de estar a punto con esa situaci�n , mi cabeza no pod�a
pensar muy bien pues no quer�a que se quedase as�, pero si se corr�a lo pondr�a
todo perdido, a todo esto yo no soltaba la polla de mi sobrino y con mi otra
mano en mi sexo llegaba una y otra vez al �xtasis, en una de estas observando
que no nos pod�an ver y mirando fijamente aquel poderoso miembro que tenia como
hipnotizada, me arme de valor pues era adem�s mi primera vez y agach�ndome me
introduje como pude toda aquella carne en la boca pensando que aquella locura me
dar�a asco, pero de repente note como lejos de repulsa lo que estaba sintiendo
era el sumun de mi excitaci�n y aunque Daniel intento apartarme aquella verga
exploto en mi boca produciendo en mi el �ltimo y mas brutal de los muchos
orgasmos que hab�a tenido y sin sentir asco, ni pudor u cualquier otra chorrada
segu� lamiendo y chupando a aquella polla mientras se corr�a dentro de mi boca y
yo de nuevo dejaba ir mas l�quidos de la cuenta sobre la butaca. Me levant� y me
fui al WC para arreglarme y recomponerme un poco.

A mi cabeza acud�an toda clase de pensamientos entre
sentimiento de culpa, verg�enza, locura, excitaci�n y condena.

Salimos del cine y fuimos a tomar algo a una terraza, mi
falda estaba mojada aunque no se apreciaba porque era oscura, al llegar a casa
me fui directamente a la ducha y ah� me qued� no se cuanto tiempo dejando caer
el agua por mi espalada, cuando cerr� el grifo y abr� los ojos comprend� que mi
vida hab�a cambiado por completo, no ya por la locura que acababa de cometer
sino porque me di cuenta de que efectivamente estaba muy preocupada por mi
querido sobrino pues solo tenia 14 a�os muy maduro y desarrollado pero 14 a�os y
eso era de juzgado de guardia, pero lo realmente sorprendente es que no tenia el
mas m�nimo remordimiento , ni por mi marido, ni por mi hijos , ni padres, ni
hermanas, ni nada de nada. Supongo que en mi interior decid� que en lugar de
rechazar aquellos sentimientos y aquellas claras necesidades iba a hacer todo lo
contrario, aceptarlas e incluso promoverlas pero eso si con premeditaci�n de
forma que pudiese controlar las situaciones y que no me volviese a pasar lo de
esa tarde.

Est� claro que soy madre y esposa, hija de tal y sobrina de
cual , nieta de��.o sea que de tomar alguna decisi�n dr�stica ni pensarlo por lo
menos no en Espa�a y en el 1959, tampoco pienso dejar a mis hijos, ni
llev�rmelos a vivir a Paris con mis abuelos maternos, hasta ahora no he aceptado
que cuando ve�a un chico joven lo miraba mas de la cuenta o incluso alguna amiga
y tambi�n alg�n desconocido, en fin que tengo un fuego dentro y no pienso
apagarlo por mas tiempo.

Pensando en todo esto me dieron la una de la madrugada y lo
que si hab�a decidido era que ten�a que hablar con Daniel y aclarar a�n no sabia
como, aquella situaci�n.

Al salir de ba�o con un camis�n y una fina bata de raso me
dirig� al piso de arriba donde en una habitaci�n abuhardillada dorm�an los
ni�os, entr� con cuidado y me fui directamente a donde estaban los m�os que
dorm�an placidamente, despu�s me acerque a la cama de mis sobrinas y las arrop�,
cuando iba hacia la puerta mire la cama de Daniel y v� que estaba completamente
destapado, dude un instante pero por fin me acerque para cubrirlo, un t�mido
rayo de luz de luna que entraba por la ventana iluminaba su cuerpo y pude ver
como aquella verga descansaba sobre un costado medio salida del corto pantal�n
de pijama, de nuevo se me erizaban los pelos y mis ojos sin obedecer mis ordenes
segu�an clavados en los genitales de Daniel, por fin me decid� a tapar con la
sabana su cuerpo pero no pude evitar rozar con mis dedos su pene.

Sal� de la habitaci�n, la casa estaba en completo silencio,
no tenia sue�o as� que en lugar de bajar a mi habitaci�n decid� subir a la
peque�a terraza de arriba desde donde se pod�a apreciar la magnifica vista de La
Concha iluminada, hab�a luna llena y hacia una temperatura perfecta apoy� mis
codos en la barandilla y cerr� los ojos para notar en mi cara la suav�sima brisa
de olor a mar, llevaba un rato as� cuando me sobresalt� al notar que alguien
estaba detr�s de mi, no me gir� y segu� en la misma posici�n, lo pod�a oler era
mi sobrino, quiz�s era el momento ideal para aclarar las cosas, pero si estaba
ah� quer�a decir que antes no estaba dormido y como iba a aclarar nada si hacia
un momento hab�a acariciado su pene, pensando en d�cimas de segundo en todo esto
pod�a notar como mi nerviosismo y excitaci�n me volv�an a asaltar y me estaba
dando cuenta de que a pesar de lo que hab�a decidi� antes me era imposible
controlarme , Daniel segu�a ah� casi roz�ndome sin decir nada , todas las ideas
de mi cabeza se empezaron a diluir y a dejar solo espacio para una idea fija,
fuerte y obsesiva, quer�a con todas mis fuerzas ser pose�da por aquella verga y
la quer�a sentir dentro de mi. Mi coraz�n iba 100 y subi� a 150 cuando note sus
manos en mi cintura y sus labios en mi nuca, apoy� mi espalda en su pecho
empujando mi culo contra su bulto duro , tom� sus manos con las m�as y las
coloqu� sobre mis pechos los tocaba, magreaba y pellizcaba mientras yo gem�a de
placer, baj� sus manos poco a poco y al subirlas de nuevo lo hizo por debajo de
mi camis�n acariciando mis piernas y llegando a mi trasero, yo inmediatamente lo
coloque en pompa , sus manos temblaban mientras yo mov�a sin parar mi culito
buscando sus dedos y abri�ndome de piernas para que se colasen tambi�n hasta mi
sexo, besando y mordisqueando mi espalda bajo hasta mis gl�teos para morderlos y
besarlos con suavidad, hasta que sin mas col� su lengua hasta mi ano y sigui�
lamiendo mi sexo, cre�a estar en una nube, ya no pod�a mas y con una mano cog�
aquella deseada verga y la conduje a la entrada de mi vagina, entro un poquito y
deseosa pero miedosa, recordando el da�o que casi siempre me hace mi marido y
eso que la suya no es ni la mitad, esperaba resignada el dolor de la entrada
pero para mi sorpresa no fue as�, mi excitaci�n me hab�a producido tal cantidad
de l�quidos que la polla de Daniel se deslizaba sin el mas m�nimo esfuerzo hasta
el fondo, las piernas me temblaban y la sensaci�n de sentir todo aquel m�stil
dentro de mi me hacia sentir como empalada, poco a poco empez� un entrar y salir
de placer sublime y yo rendida me dejaba hacer como una marioneta atr�s y
adelante sintiendo como aquellos 30 cm. entraban y sal�an en toda su extensi�n
primero despacio y despu�s mas deprisa hasta que como una ametralladora me hizo
llegar al orgasmo de mi vida, mis piernas se doblaron y casi me caigo, me gir� y
de rodillas empec� chupar como una posesa aquel m�stil brillante hasta que
revent� soltando unos chorros de semen en mi boca y sobre mi cara , pechos y
lengua, era brutal y mientras se corr�a otra vez de mi sexo sal�an l�quidos me
estaba orinando de nuevo sin poder controlarlo a medida que de la polla de mi
sobrino sal�a semen de mi vagina sal�a pipi y yo con mi mano lo tocaba y el
contacto con el calido liquido a�n me excitaba mas, segu� lamiendo y limpiando
la esplendida polla de mi sobrino, recorr�a con mi lengua desde su glande hasta
sus test�culos, juventud divino tesoro, aquel pene no perd�a ni un cent�metro,
ni un �pice de dureza, as� pues decid� aprovecharlo, coloque a Daniel de
espaldas a la barandilla y yo delante de el puse una pierna encima de la
barandilla de esta forma y en esa posici�n empezamos de nuevo con mi bata
abierta y mis senos al aire, el camis�n recogido en mi cintura pod�a ver
perfectamente como era penetrada una y otra vez.

Mi sobrino me beso en la boca y as� fundimos nuestros labios
yo no pod�a evitar clavar mis u�as en su espalda, mis piernas flaqueaban de
nuevo mientras hacia verdaderos esfuerzos por no gritar entonces Daniel me
susurr�:

No puedo m�s

Dios no quer�a que parase ahora, pero tampoco quer�a quedarme
embarazada y al mismo tiempo me mor�a de ganas de sentir dentro de mi la fogosa
y abundante explosi�n de mi joven sobrino, sin pensar mas aceler� mis
movimientos y al instante not� como un calor liquido inundaba mi cavidad , no
paraba nunca y notaba como cuando casi la sacaba un mont�n de liquido chorreaba
por mi entrepierna mientras nos convulsion�bamos como dos animales, la polla de
mi sobrino por fin fl�ccida salio de mi sexo y yo mientras me agachaba con la
intenci�n de orinar pues era la �nica forma que se me ocurr�a para limpiar de
semen mi vagina , cog� su pene y lo relam� limpi�ndolo mientras, yo hacia pipi y
con mis manos lo aguantaba dentro de mi para limpiar mi vagina, Daniel extra�ado
e inexperto como siguiendo el ritual se agach� y puso la mano en mi sexo tocando
tambi�n el pipi que sal�a, no me lo pod�a creer la sensaci�n era indescriptible
yo en cuclillas delante de el deje caer mi espalda hasta apoyarla en la pared de
forma que mi chorrito de pipi ahora apuntaba hacia su posici�n y el lo segu�a
tocando, cuando de repente note como de su miembro empezaban a caer primero unas
gotas y despu�s un potente chorro de pipi yo no pod�a hacer menos que lo que el
hacia y al principio t�midamente puse mi mano en su chorro para seguidamente
tomar su verga con la mano y dirigir sin complejos el gran chorro de pipi hacia
mi sexo, as� acabamos en un enorme charco de placer.

En fin, esta claro que ese fue el principio, las vacaciones
acabaron y regresaron a Churruca, antes de finalizar el verano volv� a hacerlo
con mi sobrino en varias ocasiones.

Ahora se acercan las navidades y ya estoy deseando volver a
verle.

Por supuesto y pesar de todos mis pensamientos no fui capaz
de hablar del tema con el pues cada vez que lo intentaba porque est�bamos a
solas acababa con su imponente verga col�ndose por dentro de mi deseoso cuerpo.