Antes de leer �ste relato les recomiendo leer
.
Despu�s de cenar, salgo casi corriendo a acostarme. A mi mam�
debe de parecerle raro que no me quede a ver la T. V. con ellos, pero no estoy
con demasiados �nimos de estar cerca de Lipe. En la ma�ana, afortunadamente, me
despierto con la buena noticia de que mi hermanastro se ha largado temprano y no
tendr� que soportarle.
Mi cabeza es un torbellino, en realidad no s� que demonios
est� sucediendo. No es posible que yo haya estado con un hombre, me digo a m�
mismo. Es la cosa m�s espantosa que he hecho. Tanta elucubraci�n mental no pasa
desapercibido para mam�.
��Qu� sucede Oscar? �Por qu� tan callado?
�Nada mam� �miento con una sonrisa� simplemente no tengo
ganas de hablar.
�Pues eso s� que es noticia.
�No te hagas la graciosa �le digo con animo juguet�n.
La llegada a la escuela me saca del apuro. Nada m�s al abrir
la puerta del auto y ya tengo a todos mis compa�eros encima felicit�ndome por el
juego del s�bado. Por lo visto a los del equipo no les van a dar el premio a la
modestia. En cuanto llegaron los primeros la noticia corri� como p�lvora.
Una vez m�s la algarab�a de mis compa�eros de clase termina
por hacerme olvidar por un rato el caos en que se ha convertido mi vida las
�ltimas 72 horas. Lamentablemente la escuela no es todo el d�a, as� que mi
momento de gloria pasa r�pidamente.
Al salir de clase me hago el desentendido y me voy a casa en
autob�s. No tengo la m�s m�nima intenci�n de subir al Jeep de Lipe, no se�or. El
hado, sin embargo, me pasa la factura. Al subir al Autob�s me encuentro con
Flavio.
��T� eres el hermano de Lipe no es cierto? �me pregunta.
Me quedo de piedra, no se que decir. Me ha sorprendido pues
no le hab�a reconocido.
��Qu� te comieron la lengua los ratones?
�N-no...E-es que me sorprendiste, no te hab�a reconocido con
esos lentes �tra�a puestos unos lentes amarillos bastante chistosos.
�B�jale...B�jale, no es para tanto. Est�n medio psicod�licos
pero no tanto como para que no me reconozcas.
Tan solo de recordar lo que vi el viernes en su patio tengo
una fuerte erecci�n. Se da cuenta de mi estado y su sonrisa refleja lujuria,
seguramente Lipe ya le cont� todo. En el trayecto me saca pl�tica de varios
temas y yo que apenas le contesto con monos�labos. Ya suficiente tengo del tema
como para encima seguirle la corriente a este libidinoso vecino.
Para evitar cualquier cosa durante la tarde me marcho a la
pr�ctica diaria del equipo una hora antes. La cercan�a de quienes ya considero
mis amigos (aun que algunos a�n no terminen de tragarme), pero sobre todo de
Carlos, me hacen sentir seguro, a miles de kil�metros del chavito que est�
teniendo sexo con su hermanastro.
El entrenador, a pesar de la victoria sobre el equipo
campe�n, no est� satisfecho con la forma en que jugamos el s�bado as� que nos
hace trabajar a ritmo normal. Para ser los mejores no hay que sentarse en sus
laureles, dice. Entonces la emprende con los rega�os. El primero es Mart�n, que
dej� pasar 16 veces, contadas escrupulosamente, al delantero del rival. Luego le
toca al Queso (Antonio) que encest� 3 canastas de 12 tiros y; finalmente a m�.
�Oscarito �En que diantre estabas pensando cuando diste el
paso hacia atr�s? �Quer�as ser el h�roe?
�No se�or, solo quer�a ganar el juego.
��Y yo qu�? �Crees que los entreno para perder?... �Eso
crees?... La pr�xima vez que cambies una jugada que mando de la banca, te echo
del equipo sin importar si eres el h�roe o el villano. �Entendido?
�Si, se�or, entendido �Y yo que esperaba tambi�n
felicitaciones.
�Se�or, creo que no es justo...�Carlos intentaba defenderme
un poco.
��Ah! Ahora el se�or sabelotodo Rojas me va a decir como
tengo que manejar el equipo... Quiero que limpien los dos la cancha.
La maldita cancha est� hecha un asco y tardamos bastante en
limpiarla. Al terminar, solo quedamos los dos en el deportivo. Mientras nos
ba�amos en las duchas comunes observo su cuerpo esbelto y marcado; aun que me
resista a admitirlo verlo desnudo me excita y me provoca una erecci�n. Me hago
la ilusi�n de que me abraza y me toca el cuerpo de una manera tierna y sensual.
Su risa me saca de mi embeleso.
�Parece que "el amigo" de alguien despert� �dice divertido.
Me pongo de todos colores al pensar lo que dir�a si supiera
que "mi amigo" despert� por su causa. Salgo de la ducha en un santiam�n y me
visto de manera apresurada, pero al dirigirme a la puerta su voz me detiene.
�Oye, no te vayas, acu�rdate que me castigaron por
defenderte, de perdida esp�rame para irnos caminando juntos.
�Ok, Ok, est� bien.
Regreso a las bancas de los vestidores y sale con la toalla
en la cintura. Le admiro y percibo en �l algo inusual, le veo de una manera
distinta a como le ve�a antes, ahora me parece atractivo.
��Por qu� te quedas tan serio Oscar? �pregunta y siento que
el suelo se abre bajo mis pies.
�...
�No me digas que te sientes mal por lo que te dijo el viejo
gru��n.
�Pues... �su conclusi�n me quita un peso enorme de encima.
�Mira �me dice poni�ndose de rodillas frente a mi, que estoy
sentado, y me toma de los hombros� esa fue una gran jugada, de mucho valor, y
�stos �se agarra los genitales� no los tiene todo el mundo. Tu s�, as� que no te
sientas mal. Eres un gran jugador.
Sus palabras junto con su cercan�a me llevan al s�ptimo
cielo. El problema de subir hasta el cielo es que, cuando bajas, regresas a tu
infierno.
Todav�a con el sentimiento a flor de piel, emprendemos el
camino a casa, rumbo a mi infierno particular. Caminamos en silencio, como
suelen hacerlo los amigos verdaderos, que no necesitan de palabras para
comunicar su afecto.
Al llegar a casa el embeleso cede el paso al desasosiego. No
deseo encontrarme con Lipe, �pero c�mo no verle? dormimos en el mismo cuarto.
Tomo por cena un cereal y me voy a dormir temprano, pero mi hermanastro tiene
otros planes.
Nada m�s al acostarme cae sobre m�, sac�ndome la ropa a
tirones. Intento en vano detenerle, el macho est� en celo y sigue aferrado a la
misma hembra. Sus manos me colocan boca abajo y pone una almohada bajo mi
vientre, dejando as� mi culito a su entera disposici�n.
��Te fuiste con otro al salir de la escuela perrita?
�No...
��Entonces por qu� no me esperaste? Te iba a llevar a un
lugar solitario donde cogerte r�pido. Estaba bien caliente. Tuve que recurrir a
otra zorrita.
�...
�Ahora te va a salir peor, por que voy a durar m�s
chingandote el hoyito.
Repite la operaci�n de ayer. Hace pasar su pene entre mis
nalgas para excitarme. Su mano se dirige a mi boca y me hace chuparle un dedo.
�Ensal�valo bien, para que te entre m�s f�cil.
�...
�Eso es, te estas educando r�pido. Tard� mucho para que el
Flavio se volviera tan cooperativo.
El truco ha dado efecto de nuevo y ya estoy ansioso por
recibirle. Su dedo entra con autoridad en mi interior, sabe que tiene el control
de la situaci�n. Lo saca y r�pidamente es sustituido por su barra de carne. El
dolor de la penetraci�n es intenso, a pesar de que mi culito ya lo ha recibido
otras dos veces, la fuerza que hace para entrar me saca el aire. Me toma de las
mu�ecas y hace que separe al m�ximo los brazos, al mismo tiempo que sus piernas
separan las m�as. En esa posici�n no hay escape, s� lo que viene a continuaci�n.
Termina de met�rmela en una estocada profunda y violenta que hace que abra la
boca al m�ximo y mi cuerpo tiemble en un grito sordo de dolor.
Sin preocuparse de nada arranca de inmediato en un mete y
saca que me deja sin aliento. Su verga entra y sale a placer en el territorio
conquistado de mi cuerpo. Mi mente escapa al dolor y me convierto en una
marioneta inerte, un objeto para su placer. Sus arremetidas aumentan de ritmo
para luego bajar. El muy cabron est� gozando de lo lindo. Est� vez el placer no
llega nunca, solo dolor y verg�enza invaden mi mente al sentir su descarga en mi
interior.
Se queda unos momentos quieto sobre m� y luego me desmonta y
se va a dormir tranquilamente mientras que lloro de verg�enza e impotencia hasta
quedarme dormido.
Los meses transcurren y poco a poco termino accediendo a que
me coja cada vez que le da la gana. Al fin que de cualquier manera termino
empalado, con o sin mi consentimiento. Cuando intento resistirme me va peor.
Prefiero chup�rsela un poco antes de que me la meta, as� me duele un poco menos
por la lubricaci�n y llego a sentir algo de placer.
El d�a del cumplea�os de Flavio lo invita a beber a la casa,
ya que mam� y su pap� se fueron a pasar el fin de semana a Acapulco. Sin decir
nada tomo las de Villadiego y, con mochila y todo, me largo a casa de mi t�a. No
vaya a ser que a �ste idiota se le ocurra algo "creativo" estando los tres
solos.
�Qui�n dice que las solteronas son amargadas?, mi t�a es la
mujer m�s simp�tica y alegre que conozco, realmente no s� c�mo rayos nadie la
llev� hasta el altar; adem�s de todo es bonita y elegante. A�n hoy, a pesar de
su edad, al pasar por la calle causa admiraci�n incluso con hombres j�venes.
Paso un fin de semana espl�ndido escuchando historias de
cuando pap� ten�a mi edad. En fin, una delicia, incluyendo la tranquilidad de la
lejan�a de mi hermanastro.
Llego a la secundaria el lunes y de inmediato el guardia me
pide que vaya a la oficina del director. �Ah canijo! Y ahora, �qu� hice?
La secretaria me hace pasar en cuanto llego y el director, al
verme, pone cara de enfado.
�Muy bien, se�or Robles. �D�nde se hab�a metido? �Carajo!
Todo mundo estaba muy preocupado por usted.
�Perd�n... no comprendo se�or.
��Qu� si donde diablos pas� usted la noche?
��La noche?... Pas� todo el fin de semana en casa de mi t�a y
ella me trajo a la escuela hace unos momentos.
��No sabe usted nada, entonces?
�Se�or, es usted el que me est� asustando, �De qu� habla?
�Qu� sucede?
�Que sucedi� un incendio en su casa, y nadie sab�a d�nde se
encontraba usted. Perm�tame. �Presiona el bot�n del intercomunicador� Se�orita,
comun�queme con la se�ora Alicia Fr�as.
Me quedo helado, de no haber ido a casa de la t�a, yo hubiera
estado en casa junto con... �Rayos! �En casa estaban Lipe y Flavio!, en realidad
s� me preocupan, una cosa es estar hasta la coronilla de alguien y otra muy
distinta desearles el mal.
A los veinte minutos se aparece mam� con la cara cenicienta y
rastros de no haber dormido nada, pero al verme sano y salvo, su cara se ilumina
en una sonrisa y de sus mejillas escurren lagrimas de felicidad. Al llegar a la
casa me entero de todo el esc�ndalo que se armo. Resulta que al ocurrente de
Lipe se le hizo f�cil encender no s� cuantas velas y se quedaron dormidos de la
borrachera. Las llamas los despertaron y salieron corriendo, sin saber si yo
estaba o no en casa. All� empez� la supuesta tragedia, ya que todo mundo daba
por hecho que me hab�a quedado atrapado en la casa mientras �sta era consumida
totalmente por las llamas. Mi mam�, pensando que mi t�a hab�a salido de la
ciudad como, lo hac�a todos los a�os en �stas fechas, no se le ocurri� buscarme
all�; aunque volvi� loca la ciudad busc�ndome.
A mi hermanastro le ha costado caro el chiste, su pap� lo
manda a casa de sus abuelos a trabajar para pagar en parte lo que destruy�.
Despu�s de todo creo que los incendios a veces s� pueden ser positivos
J .
Continuar�...