CUARTETO AMOROSO.
Una emocionante historia de 4 antiguos compa�eros de colegio
que se re�nen un d�a y comienzan una excitante org�a entre ellos mismos hasta el
orgasmo.
Mi nombre es Jairo y soy homosexual. Tengo 20 a�os, soy
rubio, alto, corpulento y piel morena. Sin exagerar, me considero una perra de
la noche, pues trabajo en P�rpura, un bar gay en el centro de Bucaramanga, la
ciudad donde vivo. Desde los 13 a�os descubr� mi atracci�n por los hombres.
Recuerdo cuando un d�a ten�a un trabajo en grupo, era entre 3
alumnos m�s e iban a mi casa. Siempre estaba solo. Esa tarde me sent�a muy
excitado. Cuando lleg� el primero, que era Marcos, de 15 a�os en esa �poca, al
poco tiempo comenz� a tocarme suavemente por mi polla, que se iba poniendo dura.
Ese cosquilleo se sent�a muy rico y entonces comenc� a toc�rselo a �l tambi�n.
Luego meti� su mano dentro de mi calzoncillo mientras me hac�a la paja;
enseguida comenz� a chup�rmelo. Realmente estaba calient�simo, pues nunca antes
hab�a tenido una erecci�n tan fuerte. A los 5 minutos de aquella intensa mamada,
se lo chup� a �l tambi�n, insert�ndome su grande polla de 15 cm en mi boca.
Mientras se lo chupaba deliciosamente, lleg� Sergei, que no
pod�a creer lo que estaba viendo. R�pidamente y con mucha confianza, le baj� el
boxer y tom� su polla en erecci�n y me la introduje en mi orto (culo). Sergei
estaba totalmente estupefacto y sorprendido, pero le dije que se relajara y me
follara r�pidamente. Quer�a saber qu� se sent�a ser penetrado y realmente es muy
rico c�mo se siente. Al llegar Henver, que siempre llegaba tarde, quiso
enseguida participar en tremenda partuza (org�a). Sac� su palo, ya parolo y se
lo mam� desde su cabeza hasta sus bolas, mientras Marcos me penetraba y Sergei
penetraba a Marcos. Todo era gritos de placer.
Me tocaba el turno de mam�rselo a Sergei mientras Marcos se
lo chupaba a Henver mientras yo lo follaba suavemente. Luego de varios minutos
de sexo intenso, mis tres puyones soltaron su deliciosa y suculenta leche
caliente sobre mi cuerpo y mi boca; pues ellos ya estaban desarrollados mientras
yo a�n no pod�a eyacular. Luego de esto, los tres a la vez pasaron su lengua a
trav�s de mi abdomen, bebiendo dicha lefa sabrosa.
Despu�s de esta maravillosa tarde, pienso que fue muy lindo y
por eso acordamos hacerlo cada 3 d�as. Hoy en d�a, a�n de vez en cuando nos
encontramos y hacemos el amor en un motel llamado "Sirius", en las afueras de la
ciudad, y cuyo propietario me cambia los $10000 que vale la noche por una fuerte
chupada hasta el orgasmo.
Ser homosexual me hace fel�z y morir� si�ndolo, pues me
gustan los hombres y que ellos me follen cada vez que se los pido...