Relato: La estancia (II) La estancia II
Esa noche vi como mi primo y hermano se besaban y gustaban un
sesenta y nueve que en sus caras denotaban placer, me dorm� ignorando que
hicieron posteriormente, cuando me levante y los vi abrazados en una sola cama,
desarme y di unas vueltas con mi cuerpo sobre la que se manten�a ordenada,
sabiendo que ellos no eran diestros en el arte de disimular.
El monte nos acogi� en su follaje que todo cubr�a, Esther me
contaba que hab�a so�ado que era la �nica mujer en una org�a , estaba caliente,
su paso ingles en la cabalgadura hac�a mover sus senos, al llegar a nuestro
lugar de encuentro por cuarta o quinta vez, bajamos los cojines y los mantillos
, su entrega est� vez en una desnudez de cuerpo entero, hizo que mi falo se
levantara provocando una sonrisa que embellec�a a�n m�s su rostro, me recost� y
la deje hacer, en cuclillas se fue apoyando en sus labios vaginales que
absorbieron cada cent�metro de mi barra, mientras apoyaba sus firmes y hermosos
senos en mis manos, entraba y sal�a, bombeando ella , acabamos juntos ,
dej�ndola adentro me abrazo y beso, sus palabras fueron algo as� como "somos una
familia de degenerados", creyendo que era por nosotros, trate de decirle que
estabamos gozando esto de la sexualidad, cuando recostada nuevamente sonr�o:
Lo digo por tu madre, mi padre y mi madre, ayer a la noche
los vi como tu madre mamaba a mi padre mientras mi madre besando a mi padre
tenia un consolador en su vagina, llegaron Mar�a y Jos� y todos juntos eran
una org�a, lo extra�o es que tuve que contenerme para no participar, yo quer�a
meterme en ella.
Nos fuimos a almorzar , en la mesa me percate de varios
movimientos raros entre los hermanos y mi t�a, cosas que si no fuese por Esther
no hubiese prestado atenci�n.
Esa noche mi primo y hermano se acordaron de mi culo, me fue
f�cil convencer a mi primo que lo penetrara , mientras mi hermano lo hac�a, ya
los tres estabamos en vena con ganas y goce del sexo homosexual, fue mi primo
que mamando a mi hermano me dio la oportunidad de que lo penetrara, una semana
fue el proceso, de los tres en esto de ser putos.
Una semana m�s tranquila, donde mi primo me prefer�a como
puta, me dejaba fuerzas para coger a su hermana, fue un viernes que todos los
mayores se fueron a Buenos Aires (seguro para una org�a) Esther me invito a su
pieza, en pleno goce (era la primera vez en una cama) , nos sobresalto la
presencia de mis amantes y compa�eros, ella no quiso que paremos y continuamos
hasta acabar, lo peor se ve�a en sus caras, Esther los invito a que la
poseyeran, las cosas se le daban demostrando su tesis, acaricie su esf�nter con
los l�quidos y mis dedos mientras mi hermano la penetraba vaginalmente, su culo
se abr�a y no aguante penetrarla, los gemidos de goce, se mezclaron con los m�os
cuando mi primo me penetro .
La noche transcurri� con todas las poses conocidas, mi prima
haciendo gala de su experiencia fue en su momento el centro de nuestros falos,
vaginal, anal y oral, llena de semen en su cuerpo, era un fetiche de placer con
fluidos y semen chorreandos. Hab�a cumplido con su sue�o.
El goce llevo a la promiscuidad total entre nosotros,
incestos y org�as fueron las materias que mejor aprobamos ese verano.
Por favor vota el relato. Su autor estara encantado de recibir tu voto .
Número de votos: 0
Media de votos: 0
Si te gusta la web pulsa +1 y me gusta
Relato: La estancia (II)
Leida: 563veces
Tiempo de lectura: 2minuto/s
|