Yo llegaba virgen al matrimonio y la verdad es que apenas
sab�a nada sobre sexo. Lo poquito que sab�a era de o�das. Esa noche, en cuanto
entramos en nuestra alcoba, Rub�n me pidi� que me desnudase. Aunque yo estaba
avergonzada, empec� a soltarme los botones del vestido de novia. Hab�a algunos
que no pod�a soltarme y le ped� a Rub�n que me ayudara. Se puso detr�s de m� y
termin� de soltar los dichosos botoncitos. Apart� con las manos el vestido
mientras empezaba a acariciarme. Acariciaba mis pechos por encima del sujetador
y entonces me solt� los corchetes del sost�n para quit�rmelo r�pidamente.
Seguidamente baj� las manos y arrastrando las bragas tambi�n me las quit�. Una
de sus manos empez� a masajearme los pezones y la otra mano baj� a mi sexo que
ya estaba h�medo. Yo no me atrev�a a hacer nada, estaba roja de verg�enza por la
humedad de mi sexo y trataba de disimular mis gemidos, aunque Rub�n me susurraba
al o�do:

--Me encanta que est�s h�meda para m�, cari�o.

En ese momento me solt�, me hizo darme la vuelta y me pidi�
que lo desnudase. Empec� a soltarle la camisa aunque tard� bastante ya que lo
acariciaba seg�n se iba soltando la prenda. Luego le solt� el pantal�n y se lo
baj� arrastrando el canzoncillo a la vez. Mientras lo desnudaba, primeramente me
besaba en la boca y luego agach� la cabeza para agarrar con sus dientes mis
pezones. Yo temblaba como un flan. Su mano ya la volv�a a tener en mi cl�toris
acariciando r�tmicamente mi rajita ya empapada y cuando empez� con el
botoncito... cre� que explotaba. Entonces, nos tumbamos en la cama, se puso
encima de mi pero del rev�s y me ense�� a hacer el maravilloso 69. Era la
primera vez que ve�a un pene �Y qu� pene! Al principio lo lam� suavemente.
Notaba c�mo se iba hinchando; luego me la met� a la boca y la chupaba y lam�a
como si fuera el m�s rico de los helados. Yo, mientras, sent�a su lengua en mi
c�o. Entraba y sal�a de mi agujerito.

Nos corrimos pr�cticamente a la vez. Entonces, se dio la
vuelta y me penetr�. Al principio lo hac�a suavemente, sintiendo la fricci�n de
su falo contra las paredes de mi vagina. Sent� dolor cuando finalmente me
desvirg�, pero se me pas� r�pido. En cuanto empez� a moverse, el dolor cambi�
por inmenso placer. Lo hicimos en varias posturas y finalmente, me penetr� por
el culo. Aunque al principio no quer�a, y me dol�a much�simo, �l me tranquiliz�
y el orgasmo final fue tremendo.

Por supuesto, esa misma noche me qued� embarazada. Mi suegro
estaba encantado. Eso s�, le dije a Rub�n que en caso de tener hijos, que quer�a
tener varios, ya que yo hab�a sido hija �nica y siempre quise tener hermanos.
Rub�n se mostr� de acuerdo. Tuvimos cuatro.

Nuestros padres ya murieron, han pasado muchos a�os y nunca
nos hemos separado ni queremos hacerlo. Aprendimos a querernos y a respetarnos
el uno al otro y seguimos juntos. Por supuesto, el sexo sigue siendo un factor
muy importante entre nosotros.