Relato: ME GUSTA MOSTRAR LA COLA segunda parte

Al llegar a la cuidad con mis padres, nos instalamos en un departamento de un edificio en el centro.
Pasaban los dias y yo me tocaba por las noches recordando los juegos con mis amigos en el pueblo. Mama me habia hablado de los riesgos de vivir en la cuidad, y continuemente me aconsejaba y me hablaba acerca de que ya estaba poniendome grandesita. Que pronto dejaria de ser una nena para convertirme en una mujercita.
Cerca de cumplir los 10 a�os tuve mi primera mestruasion, mi cuerpo estaba cambiando, me estaba convirtiendo en una ni�a, me gustaba verme al espejo desnuda.
No recuerdo en que momento comense a fantasear con hombres mas grandes.
Una noche, mis padres invitaron a cenar a unos vecinos del piso de arriba. Eran una pareja como de 60 a�os, desde ese momento entablaron una amistad con mis padres. A menudo iba a visitarlos a su departamento.
Note como el me miraba cuando iba de pollera. Por lo que muy a proposito, una tarde fui con una falda muy chica, cuando me sente en el sill�n, la subi mas aun, dejando mis piernas desnudas, y seguramente podria ver mi bombacha entre ellas, note que se puso nervioso.
El estaba sentado a un costado en otro sillon del living, esperando que llegara su esposa des almacen, yo cada tanto, cruzaba y descruzaba las piernas para que �l pudiera verme.
Llego su se�ora, la salude y me retire a mi casa.
Al dia siguiente, cuando llegue del cole, Juan (ese era su nombre), me esperaba en planta baja del edificio, me entrego un sobre, me indico que ahi habia una carta para mi que la leyera y que por favor le contestara.
Que guadara el secreto entre nosotros, asenti con mi caveza.
Al llegar a casa, abri el sobre en mi cuarto, estaba ansiosa por leerla-
"Nilda, quiero que sepas que eres una nena muy agradable, sos muy bonita, me gusta mucho verte, me gustaria que vengas mas seguido a visitarme, si puedes y quieres, por favor contestame, y manten nuestro secreto. Juan."
Esa noche me masturbe pensando en el, tenia que ingeniarmelas para ir a verlo nuevamente. Pense y finalmente decidi ir a verlo, con la escusa de pedirle un libro de geografia, que por supuesto no tendria.
Golpee su puerta, cuando abrio se sorprendio al verme, me izo pasar. Hablo a su mujer disiendole que tenian visitas, ella salio, me saludo y se disculpo, pues tenia que ir a la peluqueria, quedando sola con Juan.
Me sente en el sillon como la habia echo la ves anterior, mi pollerita bien levantadita, el se sento en frente a mi.
-Leiste mi carta?- pregunto.
-Si, gracias por lo que dices en ella-
-No, esta bien, si realmente eres una nenita muy linda-
Nos reimos un rato al cabo de un tiempo le pregunte que era lo que mas le gustaba de mi.
-Creo que tus piernas, y tu cola, son muy lindas-
Continuamos riendo-
-No me mostrarias?-
-Que quieres que le muestre?- conteste.
-No se lo que tu quieras, me gustaria ver tu cola-
Creo que eso era lo que estaba esperando que me pidiera, en principio me negue.
-Solo un poquito, se buena conmigo un poquito y nada mas- insistio.
-Bien solo un poquito-
Me pare, me di buelta y lentamente subi mi falda dejando que viera mi colita cubierta solo por mi bombachita.
-Que linda sos, que linda tu cola, bajate un poco la bombacha-
Hice lo que me pidio, me estaba mojando la conchita, esto realmente me gustaba. Mi colita estaba nuevamente toda desnuda para que un hombre pudiera verla.
Con el pasar de los dias mis visitas a su casa se volvieron cada ves mas frecuentes. Poco a poco fuimos yendo mas lejos con nuestros juegos. Llegue a desnudarme por completo para �l.
Una tarde se desabrocho su bragueta, sacando de ella una pija enorme.
-Te gusta?- pregunto.
Yo me habia quedado muda no sabia que decir, se bajo el pantalon, y pude verla en todo su esplendor, era muy grande, con venas.
Comenso a masturbarce ante mi, el sentado en su sillon y yo parada a su frente.
Me pidio mostrarle bien mi cola, por lo cual me tuve que agachar, separando mis nalgas para el. Luego me pidio que me sentara en el sillon del frente y abriera mis piernas para poder observar mejor mi conchita. Cuando hice esto, el termino llenando su mano con su leche.
La tarde en la que me toco por primera ves, fue hermosa, me llevo hasta su cuarto, yo estaba totalmente desnuda, me acosto boca abajo, acaricio mis piernas, luego mis nalguitas.
Sentia su mano enorme jugando en mi cola. La acariciaba de un lado a otro, jugaba con mi rayita, rosaba con uno de sus dedos la entrada de mi oyito.
Luego me dio media vuelta acaricio mi tetitas, bajo su mano por mi pecho, continuo por mi pansita, todo muy lentamente. La punta de su dedo se detuvo donde empesaba la rayita de mi conchita, asento toda su mano ahi.
-Abre las peirnas- pidio casi susurrando.
Separe mis pienas para el, comenso a masturbarme lentamente.
-Que hermosa concha, como me gusta-
Continuo con sus caricias, al sentir mis gemidos, comenso con su manos a hacer movimientos mas rapidos sobre mi conhita, hasta lograr hacerme tener un orgasmo, fue hermoso, temblaba de placer.
Se acosto a un lado, llevo mi manito hasta su pija, pude tocar ese enorme miembro. Con una de sus manos y una de las mias logramos que terminara llenado mi manito con su calentita lechita.
Fueron pasando los meses y cada ves que podiamos nos encontrabamos en su casa, fue el primero en lamer mis tetitas, tambien �l fue quien por primera ves paso su lengua en mi conchita. Esto fue realmente hermoso, recuerdo que separaba mis piernas hasta mas no poder, abriendo mi conchita para su lengua.
Yo me habia convertido en una experta masturbandole, lo hacia con mis dos manos, negadome muchas veces a pasar mi lengua por su pija, como �l pretendia.
Una tarde insistio tanto que accedi a su pedido.
Tome con mi mano su pija, acerque mi cara hacia ella. Con la puntita de mi lenguita rose la cabeza de su pija, esto lo hizo estremecer, pidiendome mas. Note que se sentia suave y linda, por lo que continue pasando mi legua por ella. Abri mi boca lo mas que pude, metiendola un poco adentro. El gemia, su pija etaba durisima, yo jugaba con ella entre mis manos, mi boca y mi lengua.
Estaba chupando mi primera pija.
De pronto me quito la pija de la boca, y comeso a largar su lechita por todos lados.
Asi pasamos momentos hermosos cuando podiamos nos encontrabamos, nos desnudabamos y dabamos rienda suelta a nuestros juegos.
Una ves intento penetrarme pero me negue, tenia mucho miedo.
Juan me convirtio en una experta en masturbalo y chuparle la pija, �l a su ves me hacia ver las estrellas con sus dedos y su lengua en mi concha.
En ocasiones le gustaba verme caminar desnuda por su casa, o jugar frente a un gran espejo con mi cola, me alsaba en sus brasos para llevarme a la cama.
Recorrio con su pija cada parte de mi cuerpo, mi cara, mis pechos, la asentaba sobre mi conchita para que la sintiera ahi, jugaba con ella entre mis nalgas. Y las veces que intento penetrarme, ante mi negativa no insistia, creo que el tambien tenia miedo de lastimarme.
A fin de a�o lo trasladaron a mi padre a otra ciudad, por lo que no volvi a verlo.
Debo confesarles que en algunas noches me toco, cuando su imagen aparece en mi mente y me pide que baje mi bombachita para poder ver mi colita.-

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