Relato: guerra de senos La tarde esta muy quieta, un cielo celeste cubre la ciudad capital y el tr�nsito como siempre un desorden. Cuando llegu� a la casa del mentor todav�a ten�a las sensaciones de lo sucedido en mi casa el otro d�a cuando se mont� a mi hija delante m�o, y no tuve ninguna sensaci�n de rechazo, ni enojo, ni verguenza , solo m�s lujuria. Despu�s de hablar con Cami, mi hija menor de lo sucedido quedamos m�s compinches, pero le dije que siempre no puede ver al mentor, que ella se puede " rebuscar" con otros jovenes u otros hombres, que yo s� la andan buscando hace tiempo para llevarla a la cama.
Yo soy la que quiere seguir gozando a este " vejete" , es un experto en hacerme gozar por todos lados , hasta en el pensamiento y en los sue�os, es una adicci�n, tengo que verlo y cojerlo siempre.
Abri� la puerta y me recibi� como siempre, con un abrazo apretando mis pechos y poniendo sus manos grandes sobre mis nalgas, ya me moj� un poco la braguita negra que seleccione para hoy. Yo empec� a caminar hac�a las escaleras que llevan al refugio, cuando me advirti� :- no estoy solo.
Me entrepar� y lo mir� interrog�ndolo. y muy suelto de cuerpo me dijo es una amiga , que se llama igual que t�, Eliza, que me vino a visitar , sin avisar. Que iba a hacer? Yo le pregunt� si quer�a que me fuera y regresaba m�s tarde? . No es una amiga y te va gustar mucho conocerla. Yo siempre confio en sus palabras que terminan siendo ciertas. Subimos y al ingresar a la habitaci�n la vi sentda en el sill�n de cuero negro, era una mujer un poco m�s alta que yo, 160 , que tambi�n usaba unos tacos altos muy lindos, y adem�s ten�a unas tetas m�s grandes que las m�as!! y eso es mucho decir! Este vejete tambi�n se la tiraba a ella, nos present� entre sonrisas y cuando nos dimos acercamos me bes� en la mejilla, muy cerca de los labios y con sus pechos me apret� los mios. estaban duros tambien-
As� que vos sos la otra eliza? Arcadio me habl� muy bien de vos y de tus encantos! y se pas� la lengua por los labios provocativamente, y una de sus manos se calz� por debajo un seno, que parec�a escaparse de su blusa verde apretada. Si y vos tambi�n sos alumna? Si pero hace tiempo que no pasaba a saludarlo, vivo en otra provincia.
Y que te dijo de m�? pregunt� en forma provocativa y curiosa- Que eras buena cojedora!! qued� un segundo paralizada, pensando el mentor se fue de boca! y entonces repliqu�, si soy buena , la mejor de las que a tenido.
Ah bueno con la chiquita,no sos nada humilde. Yo soy la mejor, me dijo , desafiante y si quer�s te lo demuestro ahora mismo. Dale le contest� mirando al mentor que sonre�a mientras nos miraba y se acariciaba la verga por encima del pantal�n. El encuentro de su dos alumnas lo excit�, lo dej� bien duro, que viejo este. Eliza se me acerc� con los pechos bien altos y me abraz� por la cintura, me atrajo hac�a ella y me refreg� las tetas con sus tetas, y con su boca me busc� la m�a, me gust� y me calent� al sentir aquellss mamas duras rozando mis pezones que ya estaban bien duros, sin darme cuenta no rechac� su boca, era la primera vez que iba a besar a una mujer, y me meti� la lengua en mi boca, me recorri� las encias, a mi gust�, y tambi�n me gust� que sus manos me acariciaran las tetas que estaban enloquecidas, ah� reaccion� de placer y con mucha habilidad le introduje mis manos entre las piernas, le busqu� la vagina, encontr� una braga peque�a que corr�, y le coloqu� mis dedos en su cueva , que estaba muy mojada, eso me hizo mojar a m�, mi braga negra, ella se estimul� y muy rapidamente me abri� la blusa de botones, quedar�n mis tetas casi al aire, apenas apretadas por el sosten negro, sin demoras lo hizo saltar y as� mis tetas quedaron sueltas, duras, bien duras y calientes, y ella me las empez� a sobar con fuerza , a mi me gust� mucho y perd� mis jugos primeros, mi mano acariciaba en rotaci�n su concha, y mis dedos se fueron en busca del clitoris que estaba duro y era muy grande, ah� lo acarici� , y ella me chupete� con mucha fuerza mis tetas,las dos gemiamos de placer, en eso el mentor nos dice y cu�l se lleva este premio, mostr�ndonos su verga bien dura y grande en sus manos. La que dej� liquidada a la otra , dijo la otra eliza, la que gane esta guerra de polvos , se queda con tu pija. Pero no te pongas a pajearte mucho, no acabes , que a esta chiquita la termino en minutos. Al principio me sorprend�, casi me asusto,pero despu�s le dije , vamos a ver quien termina a quien, y le segui sobando el clitor�s , sent�a que en cualquier momento acababa, pero era muy experta en hacer calentar a los dem�s, me chup� las tetas con una suavidad y luego fuerte, me hizo parar bien duros los pezones, me los mordisqueo, me recontracalent�, sent� que me corr�a de placer, pero yo no dejaba de acariciarle su chocha, en segundos se quit� la blusa verde , el sujetador, y ah� las v�, las dej� sueltas, no eran grandes eran enormes, como dos pelotas , y unos pezones marrones grandes , duros y largos,yo segu�a acariciando sus rajas, ella me apret� mis tetas con sus tetas, me acarici� con los pezones mis pezones, y sent� que me aflojaba toda, me gusta, me gusta, entonces me quit� la falda, y las bragas, y me puso la mano caliente entre mis piernas, me acarici� las nalgas y las tetas me recorr�an mis tetas, en un encuentro descomunal, el mentor se acariciaba la verga que cada vez estaba mas grande y dura, ahora me llev� hasta el sill�n, me hizo recostar, y me empez� a acariciar todo el cuerpo con aquellas enormes tetas duras, yo un poco me entregu� porque gozaba mucho, me pus� uno de los pezones en mi concha, uy, esto es genial, dije, y me empec� a mover, como me calent� esta mujer, ahora me estaba metiendo la punta del pez�n en la raja del culo, uy, uy, y ahora me meti� tres dedos en la concha, y con las tetas me acariciaba toda, no pod�a m�s, pero no deb�a entregarme, sino perd�a,perd�a la verga del mentor, que cada vez estaba m�s grande. Ay, ahora me esta chupando la concha siento la lengua caliente que me recorre los labios interiores, ahora entra hasta lo profundo, y con los dedos me acaricia el cl�toris, si darme cuenta le estoy acariciando las tetas, y le introduzco mis dedos en su boca, me los chupa, que placer me esta dando, que mamada, es una diosa, saca una mano de mi vagina y la levanta hasta agarrar mis tetas que est�n al tope, y me aprieta un poquito los pezones mientras la lengua parece una campana repicando en mi clirotis, y al fin toca mi punto G, y ah� me voy en un chorro de jugos impresionante, le aprieto las tetas, la cabeza se la hundo en mi vajina y grito, m�s m�s, m�s, hija de puta�tetona, m�s, me dej� cuando no ten�a ni un hilo de jugo, seca y muerta de placer, gir� sobre sus tacos altos y fue en busca de la verga del mentor, satisfecha, ganadora, la tom� entre sus manos, la moj� con su saliva y mis jugos, se agach� , se la puso en el canal de sus grandes tetas y empez� a pajearlo , arriba y abajo, el mentor gozaba, cuando el glande emerg�a de las tetas, y llegaba cerca de su boca, lo lam�a, y segu�a con la cubana, el mentor no quiso acabar as�, la puso de espaldas contra el sill�n, que culo tiene dije al mirar aquellas nalgas grandes, a pesar de ser peque�a , la tom� por las tetas, y se la enterr� en aquel negro y abierto agujero, Eliza , la otra di� un grito de goce, no de dolor, y empez� a mover las caderas, mientras el mentor la met�a y la sacaba, ah� me sent� recuperada y caliente de nuevo, me acerqu� por el respaldo del sill�n, y miraba la satisfacci�n en la cara del vejete cuando se la enterraba hasta el fondo, como para partirle el culo, entonces le agarr� a eliza las enormes tetas, que estaban muy calientes y se las empec� a chupar con muchas ganas y muy caliente, entre las embestidas de la verga del mentor y mis chupadas sus pechos , Eliza empez� a gemir de placer, luego a largar peque�os gritos, hasta que su gritos fueron muy fuertes, estaba acabando en chorros, yo le chu�p� con m�s fuerzas las tetas, y el mentor vaci� todo su semen caliente dentro de su culo. Ella con los ojos desorbitados por el placer sonre�a, y yo le dije esto todav�a no se termin�, es hasta que alguna de las dos se rinda.
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Relato: guerra de senos
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