Relato: Una buena amiga Conoc�a a Lupe desde hac�a m�s de un a�o. Cuando entr� en mi tienda me di cuenta de que algo en ella me llamaba la atenci�n poderosamente. Algo indefinible a lo que no d� demasiada importancia. Pronto nos hicimos amigas. Ella trabajaba en una oficina junto a mi tienda. Quedamos a comer en un restaurante chino y hablamos de todo con la confianza de las amigas de toda la vida. Le extra�� que no tuviera novio. Ella tampoco lo ten�a. Las dos prefer�amos hombres Kleenex, de usar y tirar La comida en el chino se convirti� en costumbre diaria e ir al cenar o al cine o una discoteca a la salida, tambi�n. Una de esas tardes conocimos a un chico fant�stico que se qued� atontado con Lupe. A las tantas y viendo que no se decid�an les invit� a tomar la �ltima en casa. Una breve conversaci�n, una copa y se metieron en mi dormitorio. Al momento se o�a a Lupe gemir de placer y al muchacho resoplar. No pude evitar marturbarme antes de dormirme en el sof�.
Al dspertar por la ma�ana rl chico se hab�a marchado y Lupe me hab�a preparado un suculento desayuno. Iba en tanga y creo que sent� envidia de su cuerpo escultural de grandes pechos, trasero de mulata y ni un �tomo de grasa. Luego fui a ducharme sin cerrar la puerta del ba�o. No pod�a dejar de mirarla y de imagin�rmela follando. Me puse cachonda, pero no me masturb�. Me horrorizaba pensar que pudiera haberme enamorado de una mujer.
Hace poco Lupe tuvo bronca con sus padres, en cuya casa viv�a, y se mud� a la m�s. A esas alturas ya hab�a asumido yo lo que iba a ser inevitable, tarde o temprano intentar�a hacer el amor con ella. En los meses transcurridos no me hab�a apetecido ligar, as� que andaba salidilla. Lupe s� hab�a subido a algunos chicos aunque con la mayor�a no parec�a entenderse en la cama a juzgar por el poco tiempo que estaban en el dormitorio.
Ayer fuimos al video-club a por alguna peli. La tele est� cada d�a m�s insoportable. Despu�s de cenar nos pusimos una copita y la pel�cula. Pero resulto que el estuche conten�a un DVD diferente al que anunciaba. Se trataba de una pel�cula porno. No dijimos nada y dejamos correr la peli. Sentadas en el mismo sof�, roz�ndonos con los muslos. En la pantalla dos negros de enormes pollas penetrando a una jovencita. Not� que se me hab�an mojado las bragas y que ten�a los peones duros como garbanzos. Pero no me atrev�a a mirar a Lupe. As� un buen rato en el que hab�a dilatado como nunca lo hiciera antes y sin atreverme a mover un dedo.
Por fin mir� a Lupe. Sonre�a y se hab�a abierto la camisa dejando ver sus pechos duros y de pezones enhiestos. Se acariaba. Inmediatamente, sin darme tiempo a hacer nada, me puso la mano en el muslo y acarici� suavemente. Luego me bes� en la boca,en las orejas, en el cuello,en los pechos. Los lami�. Succion� los pezones mientras su mano alcanzaba mi sexo y un dedo jugaba con mi cl�toris haci�ndome estremecer. Por fin me decid� a participar. La abrac�, la bes�, me atrev� a juntar sus pechos con los mios, a frotarlos, a juguetear pez�n contra pez�n. Los dedos h�biles de Lupe jugando en mi vulva me llevaron al borde del orgasmo. Lupe se escurri� hacia abajo, me separ� las piernas y me meti� la lengua. Sent� un enorme placer y un ligero mareo. Me dejaba hacer gozando aunque echando de menos un pene que acabara la faena. Estaba en pie y me temblaban las piernas. Lupe se hab�a encelado con la pipa. Ah� me vinieron fuertes contracciones y un inmenso placer. Lupe se levant�, me agarr� desde atr�s presionandome las pechos con fuerza. Luego me empujo suavemente hacia adelante, baj� las manos, me separ� los gl�teos y not� como me entraba un trozo de carne duro, caliente, palpitante y muy grande. Supuse que era un consolador y me dej� hacer disfrutando del placer de una penetraci�n ora suave,or� violenta que hac�a resbalar por mis piernas chorros de fuido vaginal. Al borde el orgasmo m�s intenso qe hubiera tenido nunca me giro, me tumb� en el sof� y vi que lo que yo cre�a un consolador era una polla de verdad. Lupe era transexual. Pero no tuve tiempo de considerar se aquello me gustaba o no. El enorme falo de mi amiga me estaba entrando por el trasero lentamente. Era la primera vez, jam�s me hab�a dejado dar por atr�s, pero esa si. El placer era mucho mayor que el dolor que presum�a. Mientras el miembro se colaba hasta el final sus sabios dedos continuaban jugando con mi vulva, entrando en busca de algo que no tard� en encontrar. El punto G. Cuando pens� que me desmayaba de placer Lupe la sac�,me volte� y eyacul� en mi boca un chorro enorme de leche densa y caliente.
Ya les contar� como sigue esto pero no creo que pueda prescindir de Lupe,ning�n hombre me ha hecho sentirme asi.
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Relato: Una buena amiga
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