Relato: Las medias de liguero surtieron efecto Yo hasta hace poco no sab�a bien como era eso de los fetiches hasta que conoc� a Marcos, un se�or de 62 a�os que conoc� por internet. Me llamo Julia tengo 28 a�os mido 1.74 m y soy morena. Puse un anuncio en OLX donde solicitaba un hombre maduro de m�s de 50 a�os que me ense�ara cosas nuevas en el sexo y fue as� que inici� mi relaci�n con Marcos, �l al principio me escrib�a a mi correo con el mote de "10x1" en alusi�n al largo y grueso de su �rgano sexual y yo le contestaba a su correo con mi mote de "concha h�meda" en alusi�n a la humedad que sent�a en cuanto empezaba a escribir y a leer sus cartas. Bueno, despu�s de algunos d�as de estarnos escribiendo quedamos en vernos en un sitio por Plaza Sat�lite, Marcos fue muy espec�fico que quer�a que ese d�a yo fuera vestida con una minifalda tableada de colegiala cortita a medio muslo, unas sandalias de tac�n alto de aguja de 12 cm sin punta ni tal�n y medias de liguero transparentes, en esto fue muy reiterativo, quer�a que llevara medias de liguero transparentes, tambi�n me dijo que quer�a llevara mi pelo suelto. Le di gusto visti�ndome como me pidi� incluyendo las medias de liguero y solt�ndome el pelo y nos vimos en el sitio acordado. �l me reconoci� a mi enseguida por mi indumentaria pues era casi la �nica mujer que iba vestida como mujer, pues todas las dem�s andaban tapadas con pantalones como si fueran hombres. Apenas me vio me abraz� y me bes� en la boca al tiempo que pon�a sus manos en mis nalgas, yo le sonre� y lo dej� manosearme. Luego nos dirigimos a un hotel de la zona y tomamos una habitaci�n que Marcos ya ten�a reservada. Una vez dentro me pidi� me diera una vuelta r�pida para que se me levantara la falda y pudiera verme las piernas, las medias y las pantaletas, lo complac� y me gir� varias veces como bailarina de ballet haciendo que mi falda se levantara. Marcos a pesar de su edad reaccion� de inmediato a la vista que le estaba ofreciendo y de inmediato me tom� por atr�s y me recarg� su verga entre mis nalgas al tiempo que met�a sus manos por debajo de mi falda y me acariciaba las piernas hasta que lleg� a mi concha y me la sob� con intensidad, eso me excit� much�simo y comenc� a gemir de placer, despu�s sent� sus manos �speras posarse en mis senos y apretarlos fuertemente mientras los amasaba una y otra vez estruj�ndolos. �Ah que rico sent�a! Vi como Marcos se acost� en el piso boca arriba y me pidi� me parara arriba de �l con las piernas abiertas, obedec� y su cara qued� justo entre mis piernas y debajo de mi falda, sent� como sus manos recorr�an mis piernas en toda su longitud acarici�ndolas, primero sobre mis medias y luego al llegar al liguero sobre mi piel. Tuve la precauci�n de ponerme las pantaletas encima del liguero, as� es que cuando Marcos sinti� que era el momento de penetrarme, s�lo tuvo que baj�rmelas sin desacomodarme en absoluto la falda, las medias, el liguero o mis sandalias de tac�n alto. Me tendi� en la cama y volvi� a recorrer mis piernas con sus manos una y otra vez acarici�ndolas y bes�ndolas tanto a trav�s de mis medias como sobre mi piel hasta llegar a mi concha para besarla y lamerla. Vi como se sacaba su verga que ya estaba bien parada y lo vi acomodarse entre mis piernas. Antes de ensartarme me dijo que mis piernas le gustaban mucho y que sent�a un inmenso placer al mirarlas, al acariciarlas, al besarlas y al abrirlas, por eso me hab�a pedido que me vistiera de esa manera para deleitarse con mis piernas. Dicho esto me enterr� toda su verga, pero lo hizo poco a poco, primero me meti� la cabeza y me bes� en la boca, luego me meti� parte del tronco y me volvi� a besar en la boca y finalmente me la meti� toda y me bes� en el cuello chupete�ndomelo. Se frot� dentro de mi durante largo rato mientras jadeaba y bufaba lleno de deseo y de lujuria. Ese viejo de 62 a�os me estaba cogiendo deliciosamente, pod�a apreciar la enorme experiencia que ten�a con las mujeres y me estaba haciendo gozar much�simo. Mientras me ten�a ensartada me dijo que mis piernas lo volv�an loco al igual que mis nalgas y que quer�a hacerme su amante, que no quer�a que esa cogida que me estaba dando fuera la �nica, sino tan s�lo la primera de muchas que pensaba darme. Al escuchar eso me sent� profundamente halagada en mi vanidad de mujer, pues ese viejo adem�s de estarme enloqueciendo con su forma de cogerme me quer�a para �l solo. Dentro del frenes� que sent�a alcanc� a musitarle al o�do que aceptaba su proposici�n y que quer�a me demostrara cuanto me deseaba y cuanto me amaba arroj�ndome su esencia de macho dentro de mi cuerpo. Y as� lo hizo, sent� como arrojaba dentro de mi concha varios chorros de su l�quido viscoso y caliente hasta quedar desfallecido encima de mi. Lo abrac� y lo bes� mientras le susurraba al o�do que me hab�a fascinado la cogida que acababa de darme y que esperaba se repitiera un sin n�mero de veces m�s, luego nos quedamos dormidos. Al d�a siguiente poco antes de que amaneciera Marcos ya recuperado me repiti� la dosis de la noche anterior, como nos hab�amos dormido vestidos s�lo repiti� una larga serie de recargones de su verga entre mis nalgas y de incontables caricias y besos en mis piernas para despu�s ensartarme una vez m�s hasta volverme loca de placer y llenarme mi concha con su semen espeso y caliente. Bueno, como a Marcos le fascinan mis piernas, su fetiche son mis piernas adornadas con una minifalda, unas sandalias de tac�n alto de aguja y unas medias de liguero transparentes y mi fetiche sin duda es ese viejito de 62 a�os todo enterito caliente y cogel�n que conoc� en internet.
Por favor vota el relato. Su autor estara encantado de recibir tu voto .
Número de votos: 3
Media de votos: 8.00
Si te gusta la web pulsa +1 y me gusta
Relato: Las medias de liguero surtieron efecto
Leida: 1592veces
Tiempo de lectura: 5minuto/s
|