Relato: SORPRESA EN EL SEX-SHOP
SORPRESA EN EL SEX-SHOP (GAY) Escrito por GERMAN
Tengo 45 a�o, estoy casado desde hace 10 a�os, y soy bisexual, as� que aun que disfruto del sexo con ella, de vez en cuando me doy una escapadita, para probar alguna poya.
Lo siguiente me ocurri� hace unas semanas en un sep-shop:
Fui a un sep-shop de esos que tienen en las cabinas lo que llaman el agujero feliz (es una trampilla entre las cabinas, que si la dejas abierta, el de al lado puede abrir la suya y por ella puedes pajearlo o mam�rsela.
Como contaba, fui a uno de esos sep-shop, cambi� monedas y me met� en una cabina, despu�s de buscar un canal de porno de travestis, abr� el cerrojo y esper�.
A los pocos minutos, se abri� la trampilla de al lado y una mano me hizo se�as para que acercara mi poya, cosa que hice inmediatamente.
El desconocido agarr� primero mi poya con la mano, y despu�s de unas sacudidas, not� como empezaba a lamerme el glande, para despu�s introduc�rsela toda en la boca
.
Yo con lo caliente que estaba, no tarde en hacer correr mi semen por su garganta. Tras retirarme para limpiarme, vi como el desconocido de al lado introduc�a su poya por la trampilla, era mi turno.
Empec� por masajearle la poya con la mano, luego comenc� a lamerle el glande, era gordo y oscuro, luego segu� lamiendo su miembro, hasta introduc�rmelo entero en la boca y empec� a hacerle la mamada, no tard� en eyacular.
Tragu� parte del semen y el resto lo escup� en un pa�uelo de papel.
Hasta aqu� ocurri� lo habitual, ya lo hab�a echo esto otras veces, y por lo general, uno de los dos, abandona su cabina mientras el otro permanece un rato, as� no hay posibilidad de verse en el pasillo de cabinas.
O� abrir y cerrar la puerta de una cabina, y tras un minuto, abandon� la m�a.
Al salir al pasillo, me di cuenta que la puerta que o� era del otro lado y que a la vez que yo, el desconocido con el que hab�a tenido sexo, abr�a la puerta de su cabina.
Los dos nos miramos y quedamos desconcertados, nos conoc�amos; y tanto que nos conoc�amos, era el ex marido de mi mujer, con el que no me hablaba desde que le quit� a su esposa; que se divorci� de el para casarse conmigo.
Si antes los encuentros entre nosotros eran inc�modos, imaginen ahora.