La Idea de trabajar en un Sex Shop, a muchos les puede
parecer un "�ltimo recurso". Seguramente todo el mundo piensa que el dependiente
debe pasar una verg�enza horrible cada vez que tiene que atender a alguien...
Y as� es. Al menos al principio. Mientes a tu novia, mientes
a tus padres y mientes a los colegas. A veces est�n a punto de pillarte la
farsa. Y tienes que tener planeadas mil ideas para salir de cada situaci�n.
En este tiempo, para ellos, he sido camarero, repartidor de
pizzas y ayudante de un fontanero.
Por suerte, nunca se han preguntado porque cobro siempre lo
mismo y porque mis horarios son tambi�n los mismos...
Lo peor de los primeros d�as de aquel trabajo, fue que cada
vez que se abr�a la puerta, mis piernas temblaban como hojas, pensando que tal
vez, quien entrase fuese un conocido...
Hasta que un buen d�a, eso fue precisamente lo que ocurri�.
Yo estaba subido a una escalera, detr�s del mostrador y de
espaldas a la puerta, intentando colocar unos art�culos en la balda de arriba
,cuando o� que esta se abr�a y entraba alguien.
Los pasos se acercaron al mostrador mientras yo colocaba la
�ltima caja.
Di las buenas tardes mientras bajaba de la escalera, pero el
cliente no contest� al saludo sino que directamente le pregunt�.
�Tienes consoladores de esos dobles? Los que tienen un
capullo por cada lado...
En aquel momento yo hab�a llegado al suelo y me di la
vuelta...
Su cara de sorpresa fue digna de foto y la m�a no debi� ser
menos.
La situaci�n es para imaginarla. Los dos mir�ndonos abriendo
la boca sin saber que decir.
Era una de las �ltimas personas que hubiese imaginado ( y
deseado) que apareciesen por mi local.
Hombre casado ( con Marga ) hac�a treinta a�os ( Ignacio ) y
con m�s de cincuenta a sus espaldas, con una vida supuestamente feliz, con dos
hijas ( Cristina y Sof�a ) y un hijo ( �lvaro )...el cual era mi mejor amigo.
Bien...no hab�a forma de salir de aquello de forma
elegante... As� que lo �nico que pude hacer fue hacer de tripas coraz�n y
sacarle sobre el mostrador varios modelos.
El no se entretuvo, cogi� el primero que hab�a sacado, pag�
en efectivo y sin decir nada m�s se dispuso a irse dej�ndome all� anonadado.
En el �ltimo momento, cuando ya hab�a abierto la puerta, se
dio la vuelta y me dijo...
Chico..Por tu bien y por el m�o, ni una palabra de esto a
nadie...
Y sin m�s se fue...
Ni que decir tiene, que en ese mismo momento supe que para
que yo volviese a casa de mi amigo tendr�a que darse una situaci�n realmente
necesaria.
Durante los d�as siguientes, aunque un nudo de angustia
atenazaba mi estomago cada vez que recordaba a Ignacio o cada vez que me
encontraba con �lvaro, mi humor en el trabajo fue m�s relajado. Pues que entend�
que si a me daba verg�enza trabajar en un Sex Shop, m�s verg�enza les daba a�n a
los que ven�an como clientes.
Parec�a que aquel incidente me hab�a tra�do una cierta calma.
Pero, y dando vuelta a la conocida frase, despu�s de la calma siempre viene una
tormenta...
Y los primeros nubarrones aparecieron el d�a que al salir del
trabajo reconoc� el coche de Ignacio aparcado unos metros m�s abajo.
Al ver que �l estaba dentro del autom�vil intent� pasar de
largo como si no le hubiese visto, pero la estratagema no dio resultado. Sali�
del coche y me llam� en voz alta por nombre...
� Marcos... � � Eh Marcos... � � Chico....!
Bien, no pod�a seguir disimulando, as� que cog� aire y me di
la vuelta...
� Ah, hola Ignacio ! Perdone, no le hab�a visto....
Chico, tengo que hablar contigo, sobre un tema un poco
delicado...
D�game...
Bueno...mira vayamos a esa cafeter�a de la esquina y
hablaremos tranquilamente...
En mi imaginaci�n en aquel momento el padre de mi mejor
amigo, conocido y apreciado desde que yo era un mocoso, se convirti� en un
monstruo horrible que pretend�a hacerme las m�s deshonestas, escandalosas y
degeneradas proposiciones indecentes aprovech�ndose de lo que hab�a descubierto
de mi...
Pero claro...el ten�a mucho m�s que perder que yo...A�n as�
intent� escaquearme de aquella incomoda situaci�n...
Bueno, ver� Ignacio, tengo un poco de prisa...
No te robar� mucho tiempo, necesito tu ayuda chico...
No sab�a si suspirar de alivio o echarme a temblar...
Bueno, est� bien...
Nos dirigimos a la cafeter�a y nos sentamos en una mesa
alejada del resto de la gente, el camarero vino r�pidamente a tomarnos nota. Un
Cacique cola para el, una media de cerveza para mi...
Cuando Ignacio comenz� a contarme su historia, me arrepent�
de no haber pedido algo m�s fuerte...
Chico, lo que te estoy contando ya se que te puede sonar a
que soy un degenerado de lo peor, pero estoy a punto de cumplir los sesenta,
estoy casado con una mujer muy buena en muchos aspectos pero es totalmente
fr�gida y la �ltima que nos metimos en la cama para hacer algo m�s que dormir
fue hace m�s de dos a�os. Y yo a�n, bueno...puede parecer mentira, pero soy un
hombre potente, con deseos, con ganas de probar cosas que me han sido negadas y
con ganas de cumplir fantas�as...
Me sent�a ligeramente mareado. El padre de mi mejor amigo me
acababa de contar que se iba de putas cada vez que pod�a, que lo hab�a hecho con
chicas, con chicos, en tr�os... Incluso me cont� que hab�a pagado por ver un
espect�culo sadomasoquista....
�Hac�a falta que me contase todo aquello?
Ni siquiera sab�a a�n a donde quer�a llegar, y no acaba de
encajar que aquel hombre que conoc�a desde la ni�ez tuviese esa segunda vida...
Por fin me decid� a poner fin a aquello...
Ignacio, �a donde quiere llegar con todo esto...?
Bueno chico...yo...necesito que me hagas un favor...
� Y cual es ?
Bueno te sonar� un poco brusco, pero...necesito que alguien
le eche un polvo a mi mujer y he pensado que nadie mejor que t�...
Bien... Decididamente tenia que haber pedido un cubo del
co�ac m�s endemoniadamente fuerte de aquel bar.
Tras unos segundos, llegu� a la conclusi�n de que no deb�a
haberle o�do bien, cosa que le dije...
No chico, has o�do perfectamente... Necesito que te tires a
Marga.
Esto es una broma � No ?
En absoluto. Enti�ndeme chico. Necesito acallar mi conciencia
de alguna forma y �que mejor manera de hacerlo que sabiendo que mi mujer se ha
acostado con otro?
�Eso es una locura! � A eso le llama usted "acallar su
conciencia"? �Acallar sus pecados con un pecado m�s?
Marcos, es posible que no lo entiendas, pero si, dormir�a m�s
tranquilo por las noches sabiendo que ella tambi�n tiene un amante, aunque no lo
disfrute, al menos eso me da una excusa a mi para seguir con mis juegos...
Eso no es una excusa, el meter a una, � No! A dos personas
inocentes en algo que no tiene sentido. No pienso hacerlo. No le har�a algo as�
a Marga, ni a �lvaro, ni a mi novia...Tirarme a la madre de mi mejor amigo...�
Pero por quien me ha tomado ?
Mira chico, no tengo tiempo ni ganas de discusiones. Lo vas a
hacer y punto. Has olvidado que se en que antro trabajas. Tu eres a�n m�s
degenerado que yo. Acaso pretendes que me crea que en ese sitio en el que est�s
te portas como un chico inocente, a saber que secretillos tienes entre manos...
Bien...hab�amos llegado al momento que yo tem�a...las
amenazas.
Y usted parece haber olvidado que entr� en mi
establecimiento, que compr� aquel consolador y que me ha contado una historia en
la que dice haber puesto los cuernos a su mujer cientos de veces...
Claro que no chico, pero yo hago las cosas mejor que t�...
Tengo fotos tuyas hechas con una c�mara digital con fecha y hora impresa,
entrando y saliendo de ese establecimiento. Aunque no consiga demostrar que
trabajas ah�, si demostrare que frecuentas el sitio... � C�mo crees que
reaccionar� tu cat�lica madre al saberlo? � Y tu honrado padre ? � Y esa chica
tan guapa con la que llevas a�os saliendo? � Como se llama...? � M�nica ?
� Fotos...! Lo que me faltaba... Aquel cabr�n me ten�a cogido
por lo huevos, y yo no pod�a demostrar nada sobre �l...
Pens� que ten�a que ser un farol. Y �l como si me leyese mi
mente, se meti� la mano en el bolsillo y de �l sac� una foto que puso bocabajo
en la mesa. La cog�, y al verla se me cay� el mundo a los pies...Era yo y se me
ve�a cerrando la verja del local....
Realmente estaba atrapado. Pens� en amenazarle con contar
todo, pero me di cuenta de que las probabilidades de que le creyesen a �l y no a
mi, jugaban en mi contra.
Tambi�n pens� en darle un pu�etazo y romper su cara de
hijoputa, pero tambi�n me di cuenta de que no era buena idea.
Bueno chico, creo que ya est� todo hablado...Como y cuando lo
hagas es cosa tuya �pero que sea rapidito eh!
Ignacio se levant� y dejando un billete de diez euros sobre
la mesa, se march� dej�ndome all� solo, mareado, asqueado y sin saber que
hacer...
No creo que haga falta que cuente las vueltas que aquella
conversaci�n dio en mi cabeza durante los d�as siguientes. No acababa a hacerme
a la idea de hacerle aquello a la madre de �lvaro. Y no es porque la se�ora no
estuviese de buen ver. Ten�a cuarenta y nueve a�os, algo m�s joven que el cabr�n
de su marido, y aunque sus pechos ya no eran altos y su trasero no era
resping�n, a�n se manten�a esbelta y muy atractiva, deseable para todos. Pero
era la madre de mi mejor amigo, era poco menos que hac�rmelo con mi propia
madre.
Diez d�as m�s tarde, son� el tel�fono en el Sex Shop...
D�game...
Chico, se me empieza a agotar la paciencia. � Creo que la
primera en ver las fotos ser� tu novia...? Tienes dos d�as...
Colg�...
�Maldito carbonazo hijo de la gran puta! � Cerdo de mierda!
Aquellas s�lo fueron algunos de los cari�osos apelativos que se me ocurrieron
para, el un d�a apreciado, Ignacio.
� Pues hala ! Si, soy un cobarde incapaz de enfrentarse a las
cosas.... Eso me lo dec�a mientras llamaba al timbre de casa de �lvaro y
preguntaba por �l, sabiendo que �l no estaba y que tardar�a m�s de dos horas en
volver, con la excusa de que me dejara unos discos.
Hola Marcos hijo....Marcos no est�, pero sube si quieres y
los coges tu mismo...
Si, gracias Marga...
El portal se abri� y entr� con piernas temblorosas. Era un
primero y siempre sub�a andando, pero esta vez no cre� que fuese capaz de aquel
esfuerzo, as� que cog� el ascensor.
Al llegar al rellano, la puerta del primero B, estaba
abierta... Asom� la cabeza y salud� en voz alta antes de entrar...
Holaaaaa.....
Pasa Marcos, estoy en la cocina fregando...
Bien, pues para all� me fui...
A esa hora el cabr�n de Ignacio estaba trabajando, Cristina y
Sof�a estaban en clase y �lvaro aquel d�a hac�a de entrenador de f�tbol para un
grupo de ni�os.
La casa para nosotros solos...
� Ser�a realmente capaz de hacerlo?
En aquel momento, se me ocurri� algo en lo que no hab�a
pensado antes...� Y si ella me rechazaba? Me cost� pasar saliva... Eso ser�a un
buen marr�n...
Cuando entr� en la peque�a cocina mi cara deb�a ser de color
verde del mal trago que estaba pasando.
Para colmo me encontr� a Marga inclinada hacia el suelo
d�ndome la espalda ( m�s bien el culo) recogiendo la bayeta que se le deb�a
haber ca�do. Vest�a un pantal�n corto y una camiseta amplia de algod�n blanco
bajo la cual se transparentaba un sujetador tambi�n blanco que recog�a sus
grandes senos.
A veces nuestro cuerpo nos traiciona en las peores
situaciones y esa fue una de ellas, puesto que empec� a notar un agradable
cosquilleo en la polla...
�Ni se te ocurra empalmarte!...me dije a mi mismo...�por lo
menos, no ahora!
Hola Marga � que tal todo?
Ella ya se hab�a erguido y vino hacia mi para darme dos
besos. Ella siempre hab�a sido muy cari�osa conmigo y la trataba de t�.
Al acercarse para besarme, not� sus pechos contra mi torso y
el dulce aroma que ven�a de su cuello. Su cabello corto y negro me hizo
cosquillas en la cara...
� Maldita sea! Pero...� a mi desde cuando me atra�a esa
mujer?.... Se supone que cuando te obligan a algo, autom�ticamente, ese algo te
horroriza. Pues bien en este caso fue todo lo contrario.
De repente Marga estaba dejando de ser la madre de mi mejor
amigo de la infancia para volverse una mujer madura atractiva y deseable.
Me pregunt� que si quer�a tomar algo, y le dije que s�lo un
vaso de agua, ten�a la boca seca.
En ese momento son� el tel�fono. Marga me dijo que fuese al
cuarto de �lvaro y cogiese lo que necesitase mientras ella contestaba.
Se fue al sal�n y yo al cuarto de mi amigo.
Por hacer algo y por disimular si Marga ve�a, me puse a
repasar con los ojos la estanter�a de discos de �lvaro. Pero no era capaz de
leer los nombres de los lomos. S�lo pod�a pensar en el trasero de Marga,
cubierto por un pantal�n corto y en pompa.
De repente o� a marga gritar. Los gritos de una discusi�n. No
sab�a con quien hablaba y desde donde yo estaba no pod�a entender lo que dec�a.
Me encog� un poco, pensando en la incomoda situaci�n, yo con
la polla dura en la habitaci�n de mi mejor amigo, teniendo domo misi�n follarme
a la mujer que manten�a una discusi�n a gritos por tel�fonos.
Estaba pensando en salir corriendo por la puerta cuando de
pronto los gritos cesaron.
Esper� un par de minutos antes de salir al pasillo. No se o�a
nada.
Me dirig� al sal�n aunque no sab�a que decirle a Marga....
"Marga, no encontr� lo que quer�a, me voy", "Marga, esto...me parece que es
mejor que me vaya..." No, no ten�a ni idea de que decir, pero ten�a que irme....
Al entrar al sal�n, me encontr� a Marga sentada en el sof� al
lado del tel�fono...Llorando...
Me qued� en el quicio de la puerta sin decidirme a entrar...y
segu�a sin saber que decir...
Fue ella la que habl� entre sollozos.
Lo siento Marcos, siento que hayas tenido que o�r esto...
No, yo... no he o�do nada Marga...
Pero ella no escuchaba.
Es un hijo de puta. Se piensa que soy idiota. Se queda
trabajando dice..� Ja! Hace mucho que dej� de chuparme el dedo. Con qu� fulana
estar� hoy...
Entend� enseguida que con quien hab�a discutido Marga era
Ignacio. Y al saber porqu� la cara me empez� a arder y se me puso roja como la
grana de verg�enza, sobre todo al recordar las historias que me hab�a contado
�l.
Marga se levant� del sof� como de un salto...
�Es que acaso no soy deseable ya? Si, ya no soy una ni�a...
Dec�a esto atragant�ndose en l�grimas y estirando las manos hacia mi como si
buscase que yo la salvase... pero aunque no lo sea, siempre me he intentado
mantener apetecible para �l, pero �l prefiere a sus fulanas...� Dime Marcos � �
Ya no soy deseable para un hombre ?
No pens� lo que dije. Me sali� sin m�s...
Claro que eres deseable Marga, yo mismo te deseo ahora
mismo...
Y es que ni siquiera me tembl� la voz al decirlo... Ya me
temblar�a todo unas horas despu�s al recordar lo que le hab�a dicho...
Marga dej� de llorar de repente. Se me qued� mirando
sorprendida. Supongo que no esperaba aquella respuesta...
No puedes hablar en serio...
Claro que si...Si no me crees, puedo demostr�rtelo
Decididamente aquel que hablaba no era yo. Las piernas que se
movieron en direcci�n a Marga no eran las m�as, las manos que cogieron su cabeza
y la llevaron hacia unos labios que deseaban besarla tampoco me pertenec�an....
Y all� estaba yo besando a aquella mujer que me hab�a curado
las heridas de guerra de mis travesuras con �lvaro, que me hab�a secado la
cabeza cuando �bamos a su casa desde el colegio y llov�a, que me hab�a cuidado
siempre como un hijo...
Y no sent� el m�s m�nimo remordimiento por ello...
Muy al contrario, al sentir que su labios me correspond�an y
que su lengua se abr�a paso en mi boca para buscar la m�a, me olvid� de
todo...De Marcos, de Ignacio, de M�nica. En ese momento s�lo existi� Marga y mi
deseo por ella, el cual iba en aumento...
Sus pechos se aplastaban contra mi, ofreci�ndome una c�lida y
placentera sensaci�n. Mis manos soltaron su cabeza y se deslizaron despacio por
sus hombros y su espalda hasta llegar a su culo. Lo apret� en mis manos
atray�ndola m�s hacia mi, y ella gimi�.
Mi pelvis estaba pegada a la suya y comenc� a mover mi cadera
contra la de la ella mientras mi boca bajaba a su cuello para besarlo y lamerlo.
Cuando ella se separ� un poco de mi para desabrocharme la
camisa, nos miramos un instante a los ojos...Ella los ten�a a�n hinchados por el
llanto, pero el brillo que vi en ellos ya no era de las l�grimas, sino de
lujuria...
� Seguro que esta mujer es fr�gida? Me pregunt� mientras mi
camisa ca�a y llevaba mis manos a su camiseta para quit�rsela.
Sus pechos asomaban por las copas del sujetador de una forma
sugerente, como las bolas de una copa de helado. No pude evitar zambullirme en
ellas y recorrer aquella suave piel con la lengua.
Tuve que pegarme unos segundos con los enganches del
sujetador antes de conseguir desabrocharlo. Tras liberar los senos, los acarici�
mientras los observaba... El sujetador ten�a trampa y hac�a que pareciesen m�s
firmes de lo que en realidad eran; a�n as� eran dignos de darse un buen banquete
con ellos, cosa que hice...
Devor� sus pezones con ansia, con hambre. Los lam� en
c�rculos, para despu�s met�rmelos por completo en la boca y succionarlos y
mordelos por turnos.
Not� sus manos desliz�ndose por mi espalda hasta llegar a mi
culo, el cual acarici� suavemente, antes de apretarlo con fuerza, a lo cual
respond� chupando con m�s ganas sus pezones.
De nuevo volv� a besarla, metiendo mi lengua en su boca,
buscando la suya con avidez, mientras desabrochaba y dejaba caer su corto
pantal�n. Llevaba unas bragas de algod�n blanco sin ning�n tipo de adorno.
La empuj� contra la pared m�s cercana y la puse de cara a
ella, cogiendo sus manos y haciendo que elevase los brazos y los apoyase como si
fuese a ser cacheada.
Apart� el pelo de su nuca y la bes� all�, para despu�s
deslizar mi lengua por su espalda hasta llegar a la cinturilla de sus bragas. La
cual enganch� con los dientes. Intent� baj�rselas tirando de ellas, pero no
pod�a; as� que me rend� y lo hice ayud�ndome con las manos, pero mi lengua iba
recorriendo el trayecto de aquella prenda, lamiendo su aun firme nalga
izquierda.
Saqu� las bragas por los pies y volv� a levantarme para besar
su hombro mientras desabrochaba el cintur�n y la bragueta de mi pantal�n.
Al agacharme para quitarme el pantal�n y los zapatos, ella
hizo adem�n de moverse para darse la vuelta, peor se lo imped� poniendo la mano
en su trasero y aplast�ndola un poco contra la pared.
Me quit� el boxer y me volv� hacia ella.
Met� mi mano entre sus piernas, hasta llegar a su co�o, el
cual estaba empapado.
"Pero que cabr�n y mentiroso es Ignacio" Pens�.
"Definitivamente, esta mujer de fr�gida no tiene nada. Tal vez es que ese
imb�cil ni siquiera sab�a ponerla cachonda".
Saqu� mi mano de su co�o, acerqu� mi cuerpo al de ella y puse
mi polla entre sus nalgas. Empuj� un poco hasta, notando como mi polla recorr�a
toda su entrepierna desde el culo hasta el cl�toris.
Entonces ella, bajo una mano y pas�ndola por delante de su
cuerpo cogi� la punta de mi polla empezando a acariciarla.
Yo me mov�a cada vez m�s r�pido en aquella masturbaci�n
contra su co�o, la cual parec�a que ella tambi�n le resultaba muy placentera.
De pronto, ella se dio la vuelta y sin pre�mbulos se puso de
rodillas ante mi. Cogi� mi polla y comenz� a lamerla desde la base hasta la
punta, de abajo a arriba y otra vez abajo. Cuando cogi� mis huevos con la mano y
empez� a darles ligeros golpecitos, cre� fallecer de placer.
Parec�a querer devolverme mis atenciones a sus pezones, y
como yo hice antes con ellos, ella lami� mi polla, mordisque� y succion� la
punta... y todo sin dejar de jugar con mis huevos, los cuales acab� por meterse
en la boca.
Ah� cre� que me corr�a...
Tuve que apartarla para no hacerlo. No quer�a perderme su
co�o. Quer�a lamerlo y follarlo, as� que no pod�a correrme a�n. No ten�a tiempo
para recuperarme y echar un segundo polvo...
No la levant�, sino que me puse de rodillas yo, y la tumb� en
la moqueta del suelo. Me situ� entre sus piernas y le separ� las rodillas.
Su co�o, aunque no completamente depilado, se ve�a recortado
y cuidado, y con aqu�lla humedad se ve�a apetitoso.
Fui a �l sin ninguna delicadeza, con �mpetu glot�n, lamiendo
entre los pliegues de sus labios y metiendo la lengua es su lubricada vagina
todo lo que pod�a.
Cuando los gemidos de Marga empezaron a hacerse bastante
audibles, pas� a meter dos dedos en su co�o y amoverlos en su interior, mientras
mi lengua se encargaba de su cl�toris, lami�ndolo en c�rculos, presion�ndolo
hacia dentro como su fuera un bot�n e incluso tratando de atraparlo suavemente
con los dientes.
Ella empez� a retorcerse mientras sujetaba mi cabeza con sus
manos y me la hund�a m�s en su entrepierna.
Su sabor y su olor me volv�an loco. Aquello en vez de
relajarme un poco, me estaba excitando cada vez m�s. Por suerte, ella me pidi�
que la follara...
� Ahora! �No aguanto m�s! Quiero sentir tu polla dentro de mi
y correrme...
Pues yo...encantado...
Marga ya no ten�a edad de quedarse embarazada, o al menos eso
pensaba yo, pero de todas formas, me arrastr� como pude hasta donde estaba mi
pantal�n, cog� la cartera del bolsillo trasero y saqu� un cond�n.
Pero no tuve que pon�rmelo yo, porque ella lo cogi�, rompi�
el envoltorio con los dientes, sac� el preservativo, pellizc� la punta para
sacare el aire y delicadamente lo puso sobre la punta de mi polla para despu�s
desenrollarlo hasta la base.
La sensaci�n de sus manos coloc�ndome el preservativo hizo
que un escalofr�o recorriera mi espalda...
Se volvi� a tumbar, pero sin soltar mi verga. De forma que me
arrastr� con ella. Abri� bien las piernas dej�ndome sitio entre ellas y coloco
mi polla en su entrada.
Se desliz� dentro de ella sin ning�n esfuerzo. Record� en ese
momento que Marga era madre de tres hijos, con lo que deb�a estar bastante
dilatada.
Pero enseguida descubr� que ella sab�a compensar eso con otra
habilidad, pues para mi sorpresa not� como las paredes de su vagina se cerraban
contra mi polla aprision�ndola a cada embestida.
� Aquello era la leche! He de reconocer que no follado con
muchas mujeres, pero aquellas que me hab�a llevado al catre nunca me hab�an
hecho algo as�. Era demasiado delicioso.
Tras unos pocos minutos, me corr� sin poder hacer nada por
evitarlo.
Hice mis �ltimas embestidas m�s feroces en un intento de que
Maga se corriera tambi�n, cosa que, gracias a Dios consegu�, sino me hubiese
muerto de verg�enza...
Respecto a lo que pas� despu�s, no hay mucho m�s que contar
excepto la visita de Ignacio al d�a siguiente en mi curro.
Hola chico, no hace falta que me digas nada. Se que has
cumplido. Solo hac�a falta ver a Marga anoche como actuaba para saberlo. Ni
siquiera me ech� la bronca por llegar tarde...
Puso un sobre la mesa...
No hay m�s fotos chico, lo juro. He borrado todo el material
que ten�a.
No le dije nada. Cog� el sobre, lo puse bajo el mostrador y
sin dirigirle la palabra, me di la vuelta y simule que ordenaba cosas en la
balada.
O� como Ignacio se iba del local, sin poder reprimir una
sonrisa, pensando en que a partir de aquel d�a, no iban a hacer faltas fotos ni
chantajes para que yo me tirara a su mujer...
La cuesti�n de los remordimientos de conciencia por mi
novia...ya era otro tema, que no voy a contar y que tampoco me impidi� seguir
adelante en mis escarceos sexuales con Marga...
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